UNA SIERRA MAESTRA PARA CHILE (IV)
GUERRILLA RURAL EN CHILE. NELTUME Y NAHUELBUTA
FRENTE UNO: NELTUME
En Santiago: Ahora enterados de
lo que ocurrió la Dirección ordena que se prepare una patrulla para que vaya a la
zona: Tobías, Tico y Alejo[1] habían solicitado diversas veces, por al menos dos meses atrás desde el mismo descubrimiento,
poder asistir a sus compañeros.
Finalmente los autorizan y parten cinco compañeros, llevaban dinero,
medicamentos, algunos módulos básicos de alimentos de emergencia e
instrucciones a Paine y en caso de
tener contacto bajar a Jorge y en lo
posible Víctor, advertidos en todo
caso de la caída de Oscar y Rigo.
El 12 de septiembre se establecen en un campamento, al
norte de la boca del lago Neltume, en lo que llaman la zona del Rectángulo, y a
pocos kilómetros del punto. En el área hay grupos de militares y de la CNI
ocultos, vigilando visualmente todo lo que se movía por el sector, pero sin
salir de su mimetizaje. Sólo en la zona de Coñaripe y Panguipulli el control es
físico.
Para el 13 de septiembre los miristas ya están arriba
e intentando los contactos. Luego el 14, entre las dos y las cuatro de la
tarde. Incluso la presencia militar se intensifica, incluso con comandos
disfrazados de guerrilleros. Sabían que iba a volver una patrulla (esperaban
que fuera la misma que había salido, gracias a las informaciones de Oscar y Rigo). En una ocasión casi caen en la confusión Alejo y los otros
dos hombres que le acompañaban, pero advierten que las armas no corresponden
con la de sus compañeros. Finalmente se empiezan a oír tiros hacia la
cordillera y aparecen Alejo decide
bajar. Los miristas de Neltume quedan a su suerte ya.
Pedro Yañez
Entre la detención de los miristas y hasta el 13 de septiembre los militares acosaron a los pobladores de la zona y los torturaron
para que revelaran el paradero de los buscados: creían que el grupo del MIR
había hecho contacto con ellos y se sostenían arriba enmontañados gracias a la
ayuda de éstos. Es probable entonces que ese muerto exhibido por los jefes a
los conscriptos haya sido un campesino al que nadie nunca reclamó. Todos lo
vieron. Verlo era el bautismo para comenzar la acción del Operativo Machete.
Otro ex conscripto recuerda la Casa Hilton, o Rancho Hilton, como llamaron a la base de operaciones que se instaló en la montaña,
en Remeco Alto, entre Neltume y Liquiñe. Allí también estaba el río en cuyas
frías aguas los obligaban a bañarse en pleno invierno para mantener la moral
alta. Justamente ahí estaba apostado un día el ex conscripto A, haciendo
guardia con otro soldado, entre las tres y las cuatro de la tarde: -Lloviznaba,
hacía mucho frío, y a la distancia vimos que traían a la rastra a un hombre,
atado de las manos o el cuello a un caballo negro. Lo amarraron a un árbol.
Venía ya herido, mordido por un perro. Solo me recuerdo su rostro de dolor y la
voz de mando con la que le ordenaban al perro pastor alemán que lo atacara.
Otros dos conscriptos que en distintos momentos vieron al campesino que era
interrogado mientras era mordido por el perro. Otro soldado lo vio llegar al
regimiento en Valdivia. Allí habría muerto. “El perro era de la CNI de Valdivia, le decían Casán”, dice el ex conscripto, quien de inmediato lanza el humor campesino: “Nos reíamos de ese perro: en las patrullas
quedaba pataleando en el aire, colgando de las quilas, ya que las cortábamos
con el machete más alto que la altura de sus patas”.[2]
Arriba, sin contactos y aislado, Paine se encuentra en dificultades mayores. De las patrullas,
particularmente la de Oscar y Rifo no
se tenía noticias y los tres puntos fijados, tanto el 7 y 11 de septiembre
nadie concurrió. Mientras el grupo exploraba un punto para entregar los enfermos. El 9 de septiembre ya estábamos
muy preocupados por los puntos donde no aparecían los compañeros. Ese día, como
a las 3 de la tarde, llegó un perro al campamento (siempre detrás de un perro
anda un campesino). Era un colaborador del enemigo el que nos había detectado.
Dos compañeros lo siguieron por su huellas pero él muy hábil y pillo de monte,
se escapó y rompió el seguimiento.
El enemigo, en la segunda detección, operó con información concreta
obtenida a los detenidos (Oscar y Rifo).…el enemigo estaba buscando
el encuentro con nosotros, mediante la utilización de soplones lugareños.
Simultáneamente realizaba desembarcos helitransportados en Liquiñe para evitar
el repliegue en profundidad nuestro, introdujo fuerzas terrestres en el cruce
de Carriuriñe y el lago Neltume, operan los supercomandos, ejército y CNI.
Encontramos escrituras que decían Escuela Capitán Avalos. Esta vez los milicos
no se metían al monte, porque sabían concretamente en las condiciones en que
andaba la fuerza. Por tanto comenzaron a tender las emboscadas en puentes,
caminos, pasos obligados, no usaron helicópteros, más bien su uso fue para
transportar al personal. El cerco lo organizaron desde Liquiñe por el alto
hasta Remeco, desde Carriuriñe a Liñique, Lago neltume a Remeco. También
tomaron precauciones con los puentes (2) del rio Fuy (río entre el Lago
Pirihueico y el Panguipulli). También destacaron pelotones como en 3 partes
cercanas al camino que uno Choshuenco y Neltume.
Por seguridad se cambian a otro lugar apenas a 4 km de
distancia pero los enfermos no podían más.
Nos trasladamos con grandes problemas: mal tiempo, frío, hambre, los enfermos,
marcha lenta a 3 o 4 kms. Demoramos como 8 horas. Dejamos 2 compañeros en el
campamento detectado para cubrir el punto, no pasó nada. Al día siguiente
cubrimos otra vez, ya el enemigo había llegado al campamento, lo entregaron.
El punto del
día 11, al que no alcanzaron a llegar, les mostró que el enemigo estaba cerca
pues había huellas de soldados y personal militar. Y la patrulla que debía
venir de Santiago tampoco pudo contactarse.
El 12 de septiembre el mando se da cuenta que los problemas son graves.
Enseguida procede a conversar con Jorge y Víctor. Estos compañeros quedaron en
la zona; el Grande (Víctor) debía dejar a Jorge en algún lugar, con
instrucciones precisas respecto a las comunicaciones en Santiago en caso de
repliegue. Por el momento se acondicionó un lugar entre unas rocas con
parapetos para Jorge, su fusil y el parque respectivo. A las 10 de la mañana
salimos con rumbo al campamento en que nos detectó el campesino, cruzamos por
este, sobrevolaron 2 helicópteros, nos protegimos en las quilas. Seguimos
avanzando y detectamos huellas del enemigo muy visibles, pero lo que hizo fue
borrar la huella para encubrir la cantidad de hombres. Estuvimos por esta zona
y alojamos en ella.
El día 13 de septiembre se cubrieron 2 puntos de 2-4 de la tarde, uno
cerca del campamento mencionado con la patrulla del llano. Pedro y Camilo irían a vigilar el lugar. En el otro punto el grupo
integrado por Paine, Pablo Mario y Raúl irían al de la calle con la patrulla de los de Santiago del
encuentro con la patrulla que vendría de Santiago. Al llegar escuchan el sonido de un ave: la contraseña y es
contestada correctamente. Por desgracia es una emboscada, el sonido del pájaro
lo emite uno de los miristas prisioneros de los militares. Al acercarse Pablo alcanza a gritar emboscada y
suenan las balas y Pablo[3] Raúl
Obregón Torres.cae. Raúl se repliega a donde estaba el jefe con otro cro., a informar
Paine y Mario reciben la información y al mismo tiempo llegan Pedro y Camilo con el dato que el lugar está copado. Se retiran todos y
pasan a buscar a Víctor y Jorge, pero se encuentran con otras
emboscadas y salen corriendo, se separan. El
grupo de Pedro y Camilo se conectan con Víctor y Jorge. Solo Víctor
los acompaña mientras Jorge decide quedarse en el lugar para morir combatiendo[4].
Pedro Yáñez Palacios (Jorge)
imposibilitado de seguir por la amputación y porque esta no le había frenado la infección. Decide
quedarse a pelear, lo dejan oculto bajo el tronco de un árbol, se quedó con un
fusil FAL y un cargador. Pasó allí varios días. Al final desvariaba de dolor.
Hasta el 17 de septiembre cuando lo escuchó una patrulla que conducía el
teniente Mario
de Toro Gallardo[5]. Y fue ese teniente el que casi lo seccionó con su ametralladora. Versiones recogidas en Neltume dicen
que resistió cerca de 1,30 hrs.[6]
Cuando Pedro Yáñez fue asesinado, el capitán Rosauro
Martínez seguía todo el desarrollo de la operación desde la casa del baqueano
que los guiaba por la montaña: Juan de
Dios Peña, un hombre ya mayor al que los
militares le decían Tata. Su hijo,
Israel Enrique Peña Patiño, recordó al entonces joven Rosauro Martínez: “El
capitán Martínez era el que mandaba. Por el hecho de que mi papá trabajara con
ellos había una protección especial sobre nosotros, nos cuidaban en la noche.
Israel Peña estaba en primero básico y sabe que era
primavera porque los incidentes fueron después de la última nevada de ese año.
Martínez pasaba mucho tiempo en su casa a la espera de que sus hombres dieran
con los guerrilleros. En agradecimiento, el propio Martínez visitó al Tata Peña un año después y le llevó de regalo una fotografía en la que se ve
al baqueano rodeado de soldados marchar por la montaña. Así recuerda ese
momento: “El capitán se encargó de tomar la foto y de regalársela a mi
papá. Le dijo: ‘Tata,
aquí le traigo un recuerdo para que nunca se olvide de su trabajo en Neltume’”[7].
Enfrentamiento en Remeco Alto[8]:
En la versión mirista [9] Pedro, Camilo y Víctor sostuvieron
decisivos encuentros y combates con el enemigo, pero en el libro Guerrilla
de Neltume nada de eso aparece y es mas probable esta última versión,
considerando el estado en que se encontraban los guerrilleros a esa altura.
Continuaron su repliegue en profundidad hacia los altos del Pto.Fuy. Pero
tenían que abastecerse, no tenían alimentos, ni ningún contacto con el resto
del grupo. Se tomaron una casa de una campesina, Flora Jaramillo, esta
mujer era la madrina de José Eugenio Monsalve
Sandoval Camilo. José, nacido en Neltume, escapaba del cerco militar junto a Patricio
Calfuquir Henríquez Pedro y Próspero
del Carmen Guzmán Torres Víctor. Los empujaba la inanición. Calfuquir tenía los pies infectados, volaba
de fiebre. Acorralados, decidieron quebrar con el mandato de las jefaturas del
MIR: no tomar contacto con lugareños. Doña “Flora”… les abrió la puerta, les
hizo sopaipillas y hasta le prestó la cama al enfermo. Pero muerta de miedo
–dijo luego–, hizo lo que el capitán Martínez le pidió a todos los campesinos:
avisar si veían a los buscados. Mandó a su hijo, Juan Carlos, de 15 años, a
alertar a los carabineros del retén Neltume. Este cuenta que a la casa llegaron
vestidos con traje verde oliva. Andaban
trayendo tres fusiles largos dentro de unos sacos de nylon y en la cintura
baleras con cargadores de 20 tiros. Ensille un
caballo del vecino Nazario Catrilaf, a quien le dije que lo necesitaba para ir
a comprar y partí rumbo a Carabineros de Neltume. (…) Llegue al Retén y le
conté al Sargento Alfonso
Rosas[10] lo que pasaba quién mando a dos
Carabineros a Lago Neltume Bajo mientras pidió un jeep al Complejo Forestal en
el cual me fui junto a él y otro Carabinero a Lago Neltume Alto, entrando por
Remeco. Todos esos Carabineros eran de Neltume y frente al colegio de Remeco
nos encontramos con un campamento militar donde habían cuatro soldados cuidando
pues los demás estaban patrullando la montaña, a quienes llamaron por radio….Todo lo cual concuerda el sargento de Carabineros Alfonso
Rosas quien cuenta ese día que un funcionario
de guardia me comento que una señora de apellido Jaramillo había mandado a un
niño a avisar de la presencia de extraños en su casa, no sé qué pasó ya que no
pudimos comunicarnos con Choshuenco ni Liquiñe por lo que optamos irnos a
Remeco al campamento militar que estaba meses instalados. Una vez en el
campamento, me acompañaba Flores, nos entrevistamos con
el capitán Martínez, pero
lamentablemente la gente del destacamento había salido a patrullar.
Ahora
Eduardo Alberto Inostroza Reyes y era cabo 1º de la Compañía de Comandos relata de la emboscada: pertenecía a
la Compañía de Comando del Cuartel General y cumplía funciones de instructor,
se nos ordenó movilizar patrullas e instalar una base en Remeco Alto.
Nos instalamos a unos 8 km. más arriba de la escuela. Mi patrulla la componían 17 personas al mando del
capitán Rosauro Martínez. Siendo alrededor las 14.30 horas, llevábamos como dos
días en el lugar y en circunstancias que parte de la patrulla había salido a un
reconocimiento y sólo nos encontrábamos en la base el capitán Martínez, el
suscrito, el cabo Sergio Cárdenas Navarro y dos soldados, un jeep de
Carabineros con 2 funcionarios acompañados por un niño. Este les había ido a informar que habían llegado
cuatro sujetos a su casa, quienes andaban
con armamentos parecidos a los que teníamos y que se habían acostado a dormir.
Nosotros usábamos fusil SIG y subametralladora Beretta. Los dichos del niño los
escuchamos el Capitán y nosotros dos, me refiero a los dos cabos y un soldado.
El Capitán al escuchar la versión dio la orden, de prepararnos con armamentos y
en el mismo jeep nos trasladamos al lugar, también nos acompañó los dos
Carabineros y el niño a quién lo soltamos poco antes de llegar a la casa.
Juan Carlos, el niño, prosigue: el Sargento les explicó en qué casa estaban
los extremistas y por donde tenían que ir y enseguida seguimos en jeep unos
cuatro kilómetros más, nos bajamos de él y seguimos de a pie con los dos
Carabineros y el chofer del Complejo, que parece se llama Omar Reyes. Llegamos
como a las 10:00 de la mañana y los Carabineros se quedaron a unos mil
quinientos metros de mi casa y me dijeron que fuera a buscar a ella y le dijera
a mi mamá que mi padrastro estaba ahí pero que quería hablar con mi mamá, que
era el invento que se había urdido para que mi mamá saliera de la casa, y el
hombre creyó y me dijo que vaya también para que trajéramos a mi padrastro. Mi
mamá salió con un niñito chico de unos dos años y mi hermana de seis años y se
refugió en la casa de Nazario, en cuyo frente se encontraban los Carabineros
esperando, quienes portaban fusiles, a donde yo llegue también….
Alfonso rozas sigue: Una vez en el lugar la dueña de casa sale al patio y se entrevista con
el Capitán, le dijo que la gente estaba durmiendo en su casa…..y lo
completa Juan Carlos En ese momento venían llegando los
militares, más o menos cuarenta, los que se esparcieron por diferentes lados
rodeando la casa y el cerco que divide la propiedad de mi madre con la del
vecino Nazario Catrilaf instalaron un fusil ametralladora que tiene dos
entradas de bala, una a cada lado, y un capitán con una boina negra le dijo a
mi mamá “señora le vamos a destruir su casa pero se la vamos a devolver” ante
lo cual mi madre dijo que bueno, por lo que inmediatamente el capitán dio la
orden de fuego y comenzaron a balearla casa, lo que duró desde las 11.00 y
hasta las 16.00 horas, con lapsos en los cuales dejaban de disparar y les
gritaban que se rindieran, pero desde adentro de la casa respondían disparando.
En el
relato del cabo Eduardo Alberto
Inostroza Reyes
en cambio señala que una vez llegados al lugar… el Capitán, el suscrito, y el Cabo Cárdenas nos
acercamos a la casa desde cuyo interior se sentían ruidos y ronquidos ya que
efectivamente estaban durmiendo. La puerta estaba entreabierta y el Capitán
ingresó a su interior, momento que en que salió desde el interior de la casa
una ráfaga de unos 10 tiros que se dispara por una pared a la altura de la
ventana del dormitorio. Pienso que la persona debe haber escuchado algún ruido
y entre dormido disparó. El Capitán ordenó adoptar una posición defensiva, por
lo que nos dispersamos, yo me ubique detrás de un cerco, a mi altura el
Capitán, el Cabo detrás de la casa. Nos quedamos esperando un rato para
observar yo con Beretta de 9 ml cargada con 60 tiros distante a la casa unos 25
metros. Estábamos en eso cuando una persona abre la puerta de entrada a la casa
y tira una ráfaga hacia mi persona ya que de hecho me tenía detectado ya que la
casa tenía varias rendijas; en eso respondo con mi ráfaga en advertencia
mientras el capitán gritaba se entregaran. Eso duró de 20 minutos, el Capitán
andaba armado con una Beretta y el soldado con un fusil, en el lugar había un
silencio absoluto y el único que gritaba era el Capitán pidiendo a los sujetos
que se entregaran.
A su
vez Sergio Aliro Cárdenas Navarro, cabo
1° de la unidad de comandos, recuerda que una vez en el domicilio, el
Capitán ordenó rodear la Casa y cubrirlo ya que pretendía ingresar, pero no
pudo hacerlo pues se le trabó el fusil y todos debimos replegarnos[11], inmediatamente pues al percatarse de nuestra presencia uno salió a
verificar debiendo ocultarnos en un hoyo; el sujeto al no ver a nadie ingresó
nuevamente a la casa y desde su interior comenzó a disparar, contestando
nosotros el fuego, es decir todos disparamos; luego se produjo un silencio
conjuntamente con la llegada de los refuerzos (…).El Capitán me ordenó cubrir
el otro costado perdiendo toda visibilidad del frente de la casa, en ese
momento llegaron refuerzos. En el momento de los hechos habíamos
tres militares y dos Carabineros y luego llegaron unas treinta personas más a
reforzar, me imagino que dos patrullas más de la Compañía de Comando de las
Fuerzas Militares, además Militares de otras unidades. Y allí se quedaron, a la espera de más de 30 hombres de la Compañía de
Comandos Llancahue. Entonces atacaron. Incluyendo una ametralladora .30. Los
acompañan los baqueanos de la zona Dagoberto Pineda y José Flores. También le
acompañaban algunos agentes de la Unidad Antiterrorista (UAT) de la CNI,
colaboraban esa mañana con los hombres del comandante Rosauro al mando de El
Monje Loco[12]. Y Pete el Negro[13].
Prosigue
el cabo Eduardo Alberto
Inostroza Reyes
Al lugar llegó de la misma compañía
nuestra con unas 17 personas, ya que escucharon los disparos; estos comenzaron
hacer fuego contra la casa, desde cuyo interior salió una persona joven de unos
18 años a la rastra quién quedó tirado en el mismo lugar ya que fue impactado
por alguno de los que componía la compañía de patrulla. Es Próspero
Guzmán, el joven que salió por el
frontis de la casa, indica que recibió 28 balazos de subametralladora y su
cráneo también deshecho. Enseguida llegó otra patrulla con más o menos
tres funcionarios de CNI y otros de uniforme que correspondían a la escuela de
paracaidistas, momento en que sentí revolotear un helicóptero.
El sargento de Carabineros Alfonso
Rosas, cuenta que el capitán nos dio instrucciones de cercar el
lugar, yo quede a un par de metros de la casa y los militares se fueron hacia el
cerro rodeando la casa. Tenían sólo visibilidad a una
ventana sin vidrios,…, no sabíamos lo que estaban haciendo el capitán y sus
soldados. En esta posición permanecimos un par de horas.…solamente nos veíamos
con Flores, quien me hizo señas para que voltease hacia atrás ya que había
llegado una gran cantidad de militares. Cuando miro los efectivos me indicaron
con señas que fuera hacia ellos, uno de ellos me preguntó por la situación y
donde estaba el capitán. Luego se distribuyeron, enseguida tomaron contacto con
el capitán y luego se sintieron voces dando órdenes que salieran de la casa,
que estaban rodeados y que se entregaran, pero no se escuchó ni voces ni
movimiento. En vista de esto comenzó el tiroteo que cuando cesa aprovecha
uno de los miristas para huir. Inostroza Reyes lo cuenta desde el interior de la casa por una ventana salió una persona con una
mochila a quien le dispararon parece en la espalda, desde la posición ubicada
en la otra casa….. Allí cae Calfuquir, que muere habiendo gastado el cargador de su FAL. La autopsia indicó
cráneo estallado.
Juan Carlos (…) Cuando dejaron de disparar los
militares (la casa de madera quedó
totalmente destruida por el nutrido fuego de grueso calibre) nuevamente esperaron en silencio un rato y de
pronto salió uno de los hombres corriendo hacia una quebrada, con un fusil, y
un hombre de civil de pelo largo y moreno le disparó una ráfaga de metralleta y le dio en
una pierna, y a raíz de eso se fue rodando hacia una quebrada, ante lo cual la
persona que disparó dijo: “está listo ese, déjenlo ahí no más y ocupémonos de
los que están adentro de la casa”. Calculo que la distancia a la que le disparó debe haber sido unos100 metros. Siguieron disparando
a la casa y dejaban de hacerlo y a la vez gritaban que se rindieran, hasta que
el capitán dio la orden de ir a verlos ya que no disparaban. (…) si hubo
enfrentamiento entre los que estaban adentro de la casa y los militares porque
los disparos iban de uno y otro lado
Entraron dos grupos
de Militares por puertas distintas, pateándolas, y todos apuntaban con armas
pero ya los de adentro estaban muertos porque no se escuchó ninguna balacera y
además porque antes les gritaron que se rindieran y no se escucho nada. (…) El
que hablaba más fuerte fue el que salió arrancando hacia la quebrada. Estoy
seguro que desde mi casa las dos personas salieron muertas. Después de los
helicópteros se fueron los militares salieron hacia la quebrada a ubicar al que
se había arrancado y en ese lugar los militares le dispararon y lo mataron ahí
mismo porque aún se encontraba vivo. Se trataba de José Monsalve. Él estaba arrollado bajo unos coligues y no tenía el fusil en sus
manos pues éste estaba a unos cinco metros al lado de una mata de chilcos. O
sea cuando cayó rodando el fusil se le pasó a quedar. A esapersona le
dispararon al tiro y no le dijeron que se rindiera. Allí no hubo enfrentamiento
porque la persona estaba arrollada debajo de los coligues, herido, como
escondido y no disparó a los militares. Todo esto lo se porque lo ví ya que
nosotros seguimos a los militares por la novedad
Un helicóptero Puma enviado desde la IV División del
Ejército en Valdivia por su comandante el general Rolando Figueroa Quezada,
recogió los tres cadáveres y los condujo a esa ciudad entregándolos en la
morgue local[14].
Tiempo después, desde Valdivia, Rosauro envió a
Floridema una mediagua sin forrar por la que se colaba el viento helado.
Floridema protestó por la vivienda que no alcanzaba a reemplazar la calidad de
la destruida, pero no logró nada más del comandante.
Mientras en el grupo de Paine se toma la decisión de
replegarse al llano (ciudad) con dos compañeros más. No podíamos reconectar la
fuerza, sino que el imperativo era romper el cerco. El jefe se repliega a los
alrededores de Neltume, para abastecerse, buscar equipos, dinero, información
operativa, el 25 de septiembre.
Miguel Cabrera, “Paine”, recién el 9 de Octubre se entera
que el grupo de Calfuquir había caído. Habían estado desconectados desde el mes
septiembre, sin ninguna clase de información. Ahora quedaban 4 guerrilleros, Paine, Raúl y José que ya
estaban juntos y Pequeco del que se
habían separado y perdido todo contacto.
Los tres primeros alcanzaron
a huir hasta Neltume, donde hubo campesinos que les ayudaron incluso con
carnets, además de comida ropa y abrigo. Deciden el 15 octubre por Choshuenco.
Vestidos como civiles algo aseados y alimentados deciden bajar, previamente
esconden las armas, los fusiles FAL. Solo armados con una pistola bajan cuando
oscurece. Pero el arma escondida no pudo servirles de utilidad cuando les
detienen carabineros para pedir identificación, pero al darse cuenta que portaban
lo que parecía un arma ordenan que alcen las manos. Paine decide enfrentar a los carabineros y dejar que sus compañeros
puedan huir, pero pierde el duelo y muere. Sus otros dos compañeros logran escapar,
replegarse en dirección al Triángulo y rumbo al llano desde ahí y salen a Santiago.
Alan Rodriguez Pacheco (Raul)
Mario Octavio Lagos Rodriguez (Mario)
El último guerrillero, Pequeco[15] o Gabriel,
completamente solo, continúa
hasta llegar a Neltume. Él también busca conocidos y amigos en la zona para que
le ayuden. Espera que pase el invierno, quizás para cruzar la cordillera. Está
en un campamento en Quebrada Honda. El alcohol hace hablar a un familiar y este
es detenido para que lleve a los
soldados del batallón Llancahue para que cumplan su última misión de
guerra emboscándolo el 28 de noviembre cuando se acercaba a una de las casas donde
le alimentaban. En esos momentos el MIR. también había logrado localizarlo y se
encontraba ya en la zona el enlace que iba a rescatarlo, pero la operación no
alcanzó a concretarse porque llegamos un día tarde.
Juan Ojeda Aguayo (Pequeco)
[1] Luis Barría
García quien muere en 1986, el 28 de noviembre fueron asesinados por la CNI los
miristas José Amigo Latorre, estudiante de filosofía, y Luis Barra García,
médico cirujano, luego de asaltar el banco del Estado de Peñaflor
[2] Alarcón, Cristian en
http://ciperchile.cl/2014/03/21/neltume-los-cinco-conscriptos-que-acusan-al-diputado-rosauro-martinez-rn/
[3] Pablo Raúl Obregón Torres
[4] el
17 de septiembre. cae combatiendo en
su posición.
[5] De Toro es
otro de los jefes militares que, como a Rosauro Martínez, los soldados no han
podido olvidar. Casado con una ex reina de Valdivia, su porte imponente, su
pelo rubio y sus grandes ojos verdes que miraban fijo al frente, impactaban
menos que las cicatrices que exhibía en sus manos. Un accidente en moto, uno de
sus hobby favoritos, estaba en el origen y no las ocultaba. Sabía el efecto que
causaba con sus grandes manos en los soldados a quienes comandaba, como también
sus exuberantes bíceps. “Era bien loco pero debo decir que al soldado lo miraba
con cierta humanidad. Era loco, como Bruce Willis en Duro de
matar”, dijo un ex conscripto. Alarcón, Cristian en http://ciperchile.cl/2014/03/21/neltume-los-cinco-conscriptos-que-acusan-al-diputado-rosauro-martinez-rn/.
Mario de Toro Gallardo siguió ascendiendo en el Ejército sin ser interpelado.
En 2002 aún se encontraba allí como comandante del Regimiento Cazadores
(Regimiento de Caballería Blindada Nº2).
[6]
http://chile-mir.net/archives/378
[7] En esa
visita, Martínez le ofreció al baqueano una casa amoblada, una jubilación y
estudio para su hijo, el niño al que le había enseñado a leer. Pero Juan de
Dios Peña no quiso. “No aceptó, porque ser guía tampoco fue algo que él hizo de
buena voluntad, sino que fue ‘voluntariamente obligado’, como mi papá solía
decir”, relató su hijo. Alarcón, Cristian en
http://ciperchile.cl/2014/03/21/neltume-los-cinco-conscriptos-que-acusan-al-diputado-rosauro-martinez-rn/
[8] Redacción en base a lo que aparece en la
sentencia de desafuero del diputado Rosauro Martínez, aparecido en
http://es.scribd.com/doc/229802448/Desafuero-r-Martinez
[10] jefe del
Destacamento Neltume a cargo del Retén Neltume entre julio de 1977
hasta diciembre de 1982
[11] “A Martínez Labbé no solamente lo vieron que
mandaba, él también disparó. Todos se acuerdan clarito, porque cuando quiso
disparar su ametralladora, se le trabó. Entonces, la tiró a un lado y le quitó
la que llevaba el soldado que andaba con él, Inostroza, y salió la balacera”. En Alarcón,
Cristian en
http://ciperchile.cl/2014/03/21/neltume-los-cinco-conscriptos-que-acusan-al-diputado-rosauro-martinez-rn/
[12] Así nombraron los prisioneros del
campo de Pisagua en 1973, al entonces teniente de Ejército Conrado García Gaier.
Conrado había sido en ese lugar el oficial más temido por sus refinadas
torturas. A veces vestía capa negra y tocaba el órgano sustraído a la
parroquia, antes de dar inicio a los tormentos. En Escalante, Jorge La historia
oculta del comandante Rosauro, en
http://www.elmostrador.cl/pais/2013/05/16/la-historia-oculta-del-comandante-rosauro/
[13] El ahora capitán de Ejército Enrique Sandoval
Arancibia, era el jefe de la Brigada Rojo de la CNI en el cuartel Borgoño de
Santiago, grupo a cargo de exterminar al MIR. Pero Pete tenía
otra historia. En octubre de 1973 al poniente de Santiago, siendo un teniente
del Regimiento Yungay de San Felipe, le dio cuatro tiros en la cabeza con su
pistola Steier al niño de 13 años Carlos Fariña Oyarce. Después roció su cuerpo
con gasolina y lanzó un fósforo En Escalante Jorge La historia oculta del
comandante Rosauro, en
http://www.elmostrador.cl/pais/2013/05/16/la-historia-oculta-del-comandante-rosauro/.
[14] Por su misión en Neltume a cargo de la
CCN°8, el comandante Rosauro recibió felicitaciones del Ejército estampadas en
su hoja de vida. El 11 de noviembre de 1981 dice: “Extraordinario desempeño al
mando de la Compañía de Comandos N°8 durante las acciones de combate
contrasubversivas en la zona de Neltume, donde resultaron siete extremistas
muertos sin bajas del Ejército”. Terminada la operación
Neltume, Rosauro se fue a al Comando Sur del Ejército de Estados Unidos en
Panamá. Por ello recibió otra felicitación en su hoja de vida en diciembre de
1981. En Escalante Jorge La historia oculta del comandante Rosauro, en
http://www.elmostrador.cl/pais/2013/05/16/la-historia-oculta-del-comandante-rosauro/
[15] Juan Ojeda
Aguayo