UNA SIERRA MAESTRA PARA CHILE
GUERRILLA RURAL EN CHILE. NELTUME Y NAHUELBUTA (VI)
Repliegue. El plan del TOS era ir desde el campamento “1 de Mayo” hasta las proximidades de
la ciudad sin entrar en ella, aprovechando las áreas de plantaciones de pinos
que circundan a esta. Otra alternativa…es la de bajar al llano, infiltrarse en
la ciudad y a partir de allí, detectar el movimiento enemigo y reorganizar el
trabajo. Esto porque en la misma época había mucho movimiento de lugareños tras
animales, buscando productos que entrega esa zona o por las actividades
aserraderos que allí se desarrollan. Se adopta la orientación del TOS.
El plan original era hacerlo en dos etapas. La primera
desplazarse desde el campamento base (“1 de Mayo”) hasta el campamento “El
Carbón” que en situación normal—cargados con 25 kilos—se realizaba en
12 horas. La segunda consistía en un acercamiento gradual al campamento “Entre
Ríos”, próximo a la ciudad. Esto permitiría hacer exploraciones que
dieran cuenta de la situación cerca o en el mismo llano. Esto precisaba llegar
al primer campamento después de una noche de marcha, pero algunos miristas les
faltaba training lo que los llevó a
un rápido agotamiento. Hay que sumar además la excesiva carga que portaban,
pues era un cambio de casa donde se llevaba todo el alimento disponible, el
armamento (2 FAL cada uno, con sus dos cargadores, un lanzacohetes con 4
proyectiles, las herramientas etc.) y todo bajo la lluvia intensa. Estos
elementos hacen que la marcha se prolongue por una noche más.
Al campamento se llega al amanecer, y descansan hasta
el anochecer, cuando salen dos compañeros con la misión de explorar, traer
víveres que estaban escaseando. Al día siguiente se realizan exploraciones en
dirección al próximo campamento, cercano (“Entre Ríos”). Una de estas
exploraciones armadas es sorprendida por un campesino. Tucapel da orden de
salida inmediata, llevando solo el saco de dormir y el armamento y dejando todo
lo demás. Luego de 2 horas de marcha, llegan a una gran extensión de bosque
chileno que estaba siendo volteado.[2]
Se retrocede hasta un bosque próximo para que no los sorprendiera el amanecer
tratando de pasar y se acampa. Ahí el Jefe se percata de la necesidad de los
medicamentos y otros elementos (ollas, radio, restos de alimentos etc.) y se
vuelve al campamento “El Carbón” para su recuperación,
quedando el resto prácticamente regado. Se espera la noche para seguir
avanzando, en el día se realizan exploraciones buscando vías alternativas para
llegar a “Entre Ríos”.
Los dos miristas que habían bajado quedan
desconectados, pero se les deja un plan de comunicaciones en un buzón
previamente establecido. Estos eran los compañeros que mejor se ubicaban en la
zona.
Ubicado el camino, en la noche se prosigue la marcha.
A 4 hrs de esta no se percibe que el camino más adelante se bifurcaba y toman
uno que los deja encima de la casa de un campesino. La noche estaba totalmente
cerrada y se trató de encontrar la otra vía. Estos movimientos provocaron
ladridos de perro y el campesino salió de su casa a ver qué pasaba sin lograr
ver nada. Finalmente, gracias a que un compañero,
se resbala por una ladera en forma accidental, descubren el camino. Retomado
este, se desplaza hasta llegar a un lugar adecuado para esperar el amanecer.
Allí se descansa, se hacen exploraciones por los contornos. Al anochecer se
envía un mirista, cuya misión es contactar a los 2 compañeros, en el llano y
traer alimentos. Los ubica en el pueblo y suben, los 3, al anochecer hasta
llegar al campamento “Los Pinos”, donde esperan los demás.
Cuando cae la noche reanudan la marcha hasta los “Cipreses”,
campamento transitorio; allí estos tres días, se realizan exploraciones, una de
las cuales llega a “Entre Ríos”. A estas alturas todavía prevalecía la idea
original de no entrar a la ciudad. Al tercer día la fuerza se traslada a “Entre
Ríos”, ya que ofrecía mejores condiciones de seguridad. Se acondiciona
el lugar para el campamento y se realizan exploraciones para detectar zonas
adecuadas para depósitos. Una de estas exploraciones es sorprendida por un
campesino (un compañero portaba un FAL), lo que motivó la salida rápida del
campamento y una nueva pérdida de contacto con aquellos que estaban construyendo
un depósito. En la marcha se los encuentran y todos juntos se vuelven al
campamento “Los Cipreses”.
Tucapel tiene que aceptar que en tales condiciones se regrese a la ciudad y se
desbande, lo que se realiza en pequeños grupos. En
septiembre, la dirección del MIR
concertara una reunión de emergencia con Nelson
Araneda Loaiza, Tucapel. El 18 de septiembre emprendió el viaje en bus a
Santiago. En una casa de seguridad de San Miguel se reunió con Hernán Aguiló, y con Renato Araneda, su hermano y miembro
del Comité Central, así como jefe directo de Neltume y Nahuelbuta (Ciro).
Decidieron concentrar el poder guerrillero en Nahuelbuta con 25 hombres altamente preparados y se confirmó a
Nelson al mando.
El 30 de septiembre, Nelson
Araneda partió a Talca para tomar contacto con Luis Manuel Pincheira Llanos, Diego su hombre de
enlace, y con Jaime Cuevas Cuevas, Milo un campesino reclutado meses antes. Debían volver a la cordillera,
reorganizar las tropas y esperar la llegada de más armas, soldados y
pertrechos. El 4 de octubre fue
capturado por la CNI
Luis Pincheira
Respecto de los miristas que aún están en la zona de
Nahuelbuta, con dos excepciones, todos los demás se repliegan a Santiago. Una
vez en la capital, jefe del TOS, a través de una carta informe, plantea la
necesidad de realizar reuniones escuelas con dos objetivos centrales: uno
evaluar el proceso del proyecto hasta el repliegue, sobre la base de una pauta
encabezada por un informe de SIPONA; y dos, conocer y discutir los
lineamientos tácticos-estratégicos con las posibles readecuaciones determinadas
por la experiencia.[3]
El fin del operativo en Nahuelbuta para Cristina
Chacaltana: Por boca del
encargado de la maniobra en Nahuelbuta, Cristina se enteró del golpe a Neltume,
y lo que éste implicaba para el destacamento guerrillero en que se encontraba
Mario y para ella misma, quien debió huir prontamente. Un descuido del jefe (Se
trata de Ciro, Nelson Araneda Loaiza), quien le hace creer que su esposo estaba
muerto, error que luego aclaró.[4]
Cristina debió salir de Pitrufquén
únicamente con unas pocas mudas. “En
la conversa con mi jefe me pide salir de la zona, pero yo le digo que mi maleta
quedó en Temuco. Según él que no podía volver a buscarla, porque donde nos
movemos no podemos dejar ningún rastro. Yo le dije que tenían sólo la ropa de
los evangélicos, porque la ropa que trajimos verde la aguardamos al tiro en tatoos,
nunca alcanzamos ni a usarla. Y me prohibió estrictamente volver al lugar. Y
tuve que quedarme con la ropa que tenía. Me dice que tengo que volver a
Santiago y que no va a tener contacto conmigo hasta dos meses más. Ellos te
daban el lugar pero no te decían donde, tú tenías que buscarte tu propia infra.
Tras unos meses de incertidumbre en que
Cristina no recibió noticias de su esposo ni del resto de sus compañeros de
Nahuelbuta, se reencontró con Mario[5]
luego de ocho meses de separación… Tras reunirse quedaron desconectados del
MIR, debiendo resolver por sí solos la manera de ocultarse, única orden precisa
tras el desastre....
“A todo eso
yo no sabía nada de ellos, ya era septiembre…. Yo estaba en Santiago y viajaba
a Concepción, a tener puntos con compañeros….los cabros llegan a playa negra,
por Coronel y se esconden en la casa de un compañero. De la fuerza, los
compañeros que no eran de la zona, junto con el Gigi, tenían que arrancar a
Santiago. Pero como andaban con la ropa toda sucia tienen que sacársela y
esconderla en un tatoo. Y en una feria en Lota se compraron las mismas camisas
pero de distintos colores, todos a cuadrillé: uno verde, otro rojo y otro azul.
Y parten cada uno por su lado, pero todos se suben al mismo bus y se van dando
cuenta cuando estaban arriba del bus. Y ellos se creían súper piola. La cosa es que parten a
Concepción[6].
Mario Mujica y Cristina Chacaltana
Concluye el informe del MIR con lo negativo de los proyectos y plan 78. Se
lamenta porque No todo el partido ni
siquiera todo el Comité Central se armó de la misma disposición política y
decisión que movilizaba a la Comisión Política de ese tiempo. Parte fundamental
de esta insuficiencia recae en la propia CP, ya que no traslado al CC la decisión
de implementar planes y tareas específicas en el orden guerrillero. Solo un
reducido número de miembros del CC—asignados o ligados a las tareas—conoció de
la existencia de estos planes.
En cuanto a los miembros del CC la responsabilidad es doble porque por
una parte, todos conocían la previsión política y la convocatoria general de
vuelta al frente, implementando la estrategia de guerra popular, o de estudiar
siquiera la estrategia, o de asumir con su propio ejemplo la conducción y
realización de las tareas ingresando al frente. Y por otro lado esos miembros
del CC que no ejercieron o hicieron uso de sus derechos para conocer los planes
y tareas de la CP, no haber hecho que toda la dirección conociera, impulsara,
implementara y/o participara de los planes y tareas que impulsaba la CP y que
estos conocían, incluyendo a los compañeros Paine y Ciro que eran los responsables directos de la
materialización de los proyectos.
En tales circunstancias, malamente la militancia y la base partidaria y
de resistencia en el interior iba a entender o iniciar trabajos o tareas que se
correspondieran con los proyectos, si ni siquiera los miembros del CC fueron
capaces de ello. Menos iban a trasmitir orientaciones a la militancia o a obrar
por iniciativa o a intervenir en las decisiones.
Lo anterior se traduce en que no hubo efectivamente un plan definido por
el conjunto de la dirección nacional, o un plan que fuera sumido, conducido e
implementado por el conjunto de la Dirección, sino que esta idea de plan solo
quedo reducido a la CP y el resto de la Dirección solo conocía aspectos o
partes que les tocaban.
Tanto la Dirección, como el partido dirigía, no hicieron todo lo que
podían ni lo que debían, porque no conocieron la existencia de los planes de la
CP...el partido en la zona sur…no centró sus esfuerzos por desarrollarse en las
zonas rurales ni muchos menos en las zonas de operaciones. Ni desarrollar un trabajo de base social, o un
trabajo de redes o un trabajo técnico que apuntara directamente a generar
condiciones para inserción de los contingentes y apertura de los frentes.
En la escuela “Luciano Cruz”,…, no se hizo un proceso de selección
previa, adecuado,…la mayoría llegó…convocado para volver al frente (a Chile) y no para la tarea
específica…., sólo se vio por completar el cupo de las escuelas,…. De allí el
porcentaje de deserciones, demasiado alto, acarreando desde luego un
desprestigio y resentimiento respecto del Partido.
En cuanto a los militantes y
miembros que se integraron desde el exterior a la tarea, la discusión, la
reflexión, y el cuestionamiento crítico…, la situación del Partido en la zona
sur, del estado de las tareas previas…haberse dejado llevar…por la mística, la voluntad
y la confianza de las directrices.
Falló tanto la logística como el
apoyo. No se orientaron recursos orgánicos, no se orientó el trabajo de
masas, etc. La generación de redes clandestinas fue un trabajo abordado con
retraso, con enormes insuficiencias, con concepciones equivocadas para el
propósito, con métodos inadecuados. Recién a comienzo del 80 o fines
del 79 en los mejores casos, insertando a compañeros. Ilegales…, apoyados en
costosas fachadas artificiales, con la preocupación principal de protegerse a
sí mismo (por su ilegalidad), de proteger y resguardar a la tarea (al
aseguramiento, no a la guerrilla). La tarea
de informaciones en función de los frentes se abordó mal….
En cuanto a las comunicaciones…,
no tuvo expresión concreta, ya del mando con el llano, el llano con la
guerrilla y de la propia guerrilla. En la fase exterior de la tarea se hicieron
estudios, se prepararon compañeros, se “destinaron” recursos (prometieron),
pero en la práctica concreta después no tuvieron ningún desarrollo ni siquiera
en el nivel más simple (terreno).
Reconocimiento y exploración del terreno, Se inicia la
aproximación en base al conocimiento general que se tenía, anteriores al Golpe. En cinco
años había cambiado demasiado… Y…el
“conocimiento” que se tenía no se había realizado con una perspectiva
militar-guerrillera,…. Por ello eran vitales las tareas de reconocimiento y
exploración previa…. Esto se tradujo en que los grupos insertados tuvieron que
ir haciendo todo simultáneamente.
[1] Este texto se basa casi íntegramente en un texto mirista ubicado en http://chile-mir.net/archives/378,
al que se le han hecho eliminaciones o correcciones a su redacción, pero el
original se puede encontrar en esa dirección electrónica. Y esto porque no hay
documentación ni memorias acerca de lo ocurrido allí.
[2] Un año antes este bosque ofrecía excelentes condiciones para el
mimetizaje, pero con el roce se habían tapado los caminos y se hacía imposible
seguir la marcha por sobre los árboles caídos. Informe del MIR
[3] Pero estas reuniones jamás llegaron a realizarse, pese a haber
creado las condiciones materiales y a mantener concentrados a los replegados
durante un tiempo para ello. Diferentes razones de responsabilidad del Jefe
explican esta nueva falencia en la tarea. Y este grupo de Nahuelbuta hasta hoy
tenía la deuda pendiente de no haber hecho la evaluación colectiva y
sistematización de la experiencia desarrollada en este proceso, deuda que
esperamos saldar con este trabajo. Reza el informa del MIR
[4] “Y un día mi jefe me dice que quiere almorzar conmigo, pero en un
lugar bien estudiado, por supuesto él como ejecutivo o gerente. Y nos juntamos
en Temuco en un restauran caro. Y me cuenta que hay problemas y tengo que salir
de la zona. Que la gente de Neltume cayó y la gente de Nahuelbuta no sé sabe,
están desconectados. Vuelvo a Pitrufquén para ver qué hago si no tengo idea de
qué es lo que pasa. Como quince días después me junto con el jefe porque me
tenía que entregar unos papeles. Yo le dije "veo las noticias y salen los
compañeros muertos, qué es lo que pasa, por qué todavía no he sabido nada de
Mario", y me pasa una carta. Cuando abro la carta decían que había muerto
el compañero. Decía que lamentaba mucho la pérdida de mi compañero..; pero esta
carta era para una compañera de un compañero de Neltume y me la pasa a mí
equivocadamente. Yo pienso que era Mario (Mujica, destinado a Nahuelbuta) y me
pongo a llorar, y pienso cómo tan vaca que no me avisó. Al otro día yo tengo
que viajar a Santiago y me encuentro con un amigo, el Poly. Él me dice que esté
tranquila, que no es él, que se pueden haber equivocado. Y justo después me
dice que lo disculpe, que no era para mí la carta y que no fue su intención,
que era otro compañero en Mujeres en Rojo y Negro. Reconstrucción de memoria de
tres mujeres miristas. 1971 – 1990. Tamara
Vidaurrázaga Aránguiz, publicado en http://www.archivochile.com/tesis/04_tp/04tp0013.pdf.
Agreguemos que la carta era un documento que el MIR enviaba a los familiares de
miristas muertos. Una de ellas aparece en el reportaje de los tres de Arica,
publicado en http://www.theclinic.cl/2013/09/11/los-tres-de-arica/
[5] Mario Mujica Barrios
[6] Sigue cristina Y yo estoy cubriendo un punto con un compañero, y por esas cosas de la vida
llega la china, que era compañera de un compañero de Nahuelbuta y me dice que
los compadres están ahí y que Samuel (Mario) está loco por verme. Yo quería
saber dónde estaban, pero me dijo que no me podía decir, pero que estuviera
tranquila, que estaba bien... Me dijo que podía ver al Gigi de noche. Que
mañana se iba a encontrar conmigo, e iba a traerme al Samuel, así es que yo
tenía que arreglar adónde me lo llevaba. Fue el día más largo de mi vida.
Llevábamos como ocho meses sin vernos… Y al otro día llegó y lo veo venir, y me
habían dicho que tenía que ser moderada, así es que le di un besito y él me
miraba. Estábamos tiritando, los cuatro cagados de frío y no podíamos ir a una
fuente de soda ni a ningún lado. Entonces nos despedimos al tiro de los otros
cabros ¿Y dónde me llevo al Gigi? Dentro de los viajes yo había pinchado con un
cabro del Sol del Pacífico, entonces lo llevo al terminal y me da café para mí
y para él. Y lo meto en el primer bus que salía a Valparaíso. Yo tenía que
tomar el primero que salía a Concepción. Y fuimos los primeros en subirnos. Y
cuando íbamos en Talca, o antes, se sube unos milicos, el Gigi estaba
durmiendo, revisan la micro y se bajan. Y el Gigi despierta y a mí me dolía
toda la guata. En Vidaurrázaga, Tamara “Mujeres en Rojo y Negro: reconstrucción
de memoria de tres mujeres miristas, 1971-1990, en http://www.archivochile.com/tesis/04_tp/04tp0013.pdf.
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