Masacre en Pedro Donoso: En verdad
los hechos que se desarrollaron en la calle Pedro Donoso N° 82, Conchalí,
empezaron el día anterior con una serie de secuestros de militantes del FPMR.
Los secuestros:
Elizabeth Escobar Mondaca, quien realizaba tareas de seguridad e infraestructura. Los
agentes de la CNI la llamaban Purén Indómito. Su hermana Zunilda Escobar Mondaca, recuerda que Elizabeth salió el día 14 de junio
entre las cinco y media a seis de la tarde llevando ropa suya porque, según
dijo, tenía que ver un trabajo que le podían dar y como tenía que salir temprano
al día siguiente, esa noche se alojó en casa de sus padres en la comuna de San Miguel,
saliendo desde allí como a las 08:00 horas, sin que volviera a verla. Su amiga
Iris Marillac dirá que el día 15 de junio de 1987 estuvo en su domicilio
ubicado en esa época en Dávila Larraín N° 2271, en el barrio Franklin, retirándose
de allí alrededor de las 08:30 horas, a juntarse, según le comentó, con su
“Pato”[1]
a quien incluso le había hecho un poema y esa noche no regresó a su casa.
Elizabeth Escobar
Patricia Quiroz Nilo[2], miembros de las fuerzas especiales del Frente. El agente Heraldo Velozo Gallegos[3]. Cuenta el agente que el 15 de junio alrededor
de las 11 AM se les ordenó dirigirse al sector de Vicuña Mackenna, en donde se habría
detectado una reunión de varios miembros del Frente Manuel Rodríguez, en que estaba
alguien que en una oportunidad se había contactado con “El Rey” (Juan Henríquez Araya), por lo que se acercaron a esa dirección.
Allí se dio la orden de seguir a una mujer que había participado en esa reunión,
lo que hicieron. Esta hizo un largo recorrido hasta Alameda, en donde se reunió
con otra mujer y luego toma locomoción hacia el sector sur, hacia Franklin o
por Avenida Matta. Expresa que la siguen y después de estar un rato en una casa
volvió a salir, continuando el seguimiento de a pie. Se da aviso al Cuartel de
lo que se estaba haciendo y desde allí se les comunica que iba un equipo de
colaboración en su apoyo. Cuando la sujeto iba caminando por Carmen, al llegar
a la esquina con Avenida Matta, vieron que aparece el equipo de apoyo, a cargo
del Capitán Velasco, el que en una operación muy rápida procede a detener a la
mujer, la suben al vehículo y se la llevan. Ante ello volvieron al Cuartel y no
se les encomendó otra actividad específica que realizar.
Patricia Quiroz
Ricardo Hernán
Rivera Silva, jefe regional de Concepción. Este residía en
Lota el día 15 de junio de 1987, alrededor de las 10:00
horas y en circunstancias que regresaba a su hogar en calle Lord Cochrane N°
1330 de la Comuna de Santiago, se encontró con Ricardo que la estaba esperando,
sin advertirle dónde iba o qué iba a hacer. Ese día había llegado a su casa en
la madrugada, durmió un poco y salió aproximadamente a las 11:00 horas. Su
hermana, Andrea de las Mercedes Rivera Silva, sospecha o cree que en Santiago
se habría reunido con Ricardo Silva Soto (su segundo al mando al parecer).
Ricardo Rivera
Ricardo Silva
Soto miembro de las fuerzas especiales del Frente.
Casado con Doris Patricia Olguín Rodríguez. Era estudiante de 4°
año de Química y Farmacia en la Universidad de Chile. Ese 15, aproximadamente a
las 07:15 horas él salió de la casa junto a una hermana suya desde el departamento
en que habitaban en la Villa Olímpica, expresándole que volvería a la hora de
almuerzo, no regresando. En esos días Doris notó a su marido preocupado porque andaba
pendiente de los vehículos que daba la sensación que lo estaban siguiendo o
vigilando.
Ricardo Silva
Manuel Valencia
Calderón (doble militancia JJ.CC-FPMR), miembro de las
fuerzas especiales del Frente, pertenecía a un Comité
de Derechos Humanos de Ochagavía, casado con Claudia Correa Moncada (ella
también era de las JJ.CC), con quien participaba en el Comité de Montecarmelo. Vivían con los papás de ella. Días antes le comentó que lo
seguían. Ese día salió de su domicilio el día 15
de junio, como a las 17:30 a 18:00 horas para un examen médico en una consulta
de Apoquindo porque tenía un quiste en un testículo. Iba acompañado de María
Paz Caro, una amiga. Y esat recuerda que los dos (ella y Valencia Calderón) siguieron
caminando percatándose de la presencia de dos sujetos que les seguían y detrás
de ellos avanzaba un vehículo tipo Renault 18, hecho que le pareció sospechoso
pero que a Manuel no le inquietó. Posteriormente, cuando ella se devolvió y
Manuel siguió caminando, vio que tanto los sujetos como el auto lo seguían a
una distancia prudente. Agrega que sintió ruidos extraños y la frenada de un
vehículo que después relacionó con la detención de “Nacho” –Manuel Valencia-.
Manuel Valencia
Esther Cabrera
Hinojosa (militante del PC y del FPMR)[4], quien cumplía labores de
aseguramiento[5]. Vivía
con una amiga, Iris Marillao Pizarro, también de
ideas de izquierda. Ese día salió a las 8 30 AM, salió de su casa ubicada en
Dávila Larraín. Le dijo a Iris, que iba a juntarse con su “Pato” –Patricio
Acosta-.
Esther Cabrera
Ese día 15, recuerda Cristián Baeza Figueroa estando en su domicilio de calle Magdalena
Vicuña N° 1437, fue detenido por agentes de la CNI, quienes le preguntaban por
un dinero y el auto, relacionando este último con un favor que le pidió Esther
Cabrera en el sentido que le facilitara un estacionamiento para guardar un auto
de un tío que venía del sur y como ése estaba arrendado, le sugirió arrendar el
de la casa vecina, lo que se concretó.
En este caso el agente Luis
Sanhueza Ros, recuerda que en la Brigada Azul a la que él pertenecía, su
grupo o equipo estaba formado por un conductor, Manuel
Ramírez Montoya (chapa Pablo
Godoy, conocido como El Olafo) y un empleado civil llamado Luis Santibáñez Aguilera (chapa: Pablo San Martín)…. (S)u equipo recibió la
instrucción de detener a una mujer que se la identificaba como “M16”, chapa
que le pusieron los que la seguían, al desconocer su verdadero nombre. Le tenían ubicado un domicilio en Carlos
Valdovinos casi al llegar a Gran Avenida y le suponían una misión de enlace
entre los dirigentes y personas importantes del FMR. Recibió del Capitán Bauer
la orden de proceder a su detención, y se le entregó la carpeta con la orden
judicial y las hojas para estampar el acta de los allanamientos e
incautaciones.
Se dispuso, también,
que un equipo de la UAT, formado por Burgos (Fernando Remigio Burgos Díaz)[6], Patricio Acosta (Mauricio Eugenio Figueroa Lobos), quien oficiaba
de chofer de la unidad y el “Viejo Horacio” (Carlos Pino Soto)[7], se integrara a este operativo. Carlos Pino recibió la orden de acompañar al Teniente Ramiro Droguett –Luis
Sanhueza Ros- a un procedimiento de detención. Fueron en un furgón utilitario
celeste que conducía el propio Teniente Droguett. El grupo estaba conformado
por dos equipos, esto es, seis personas. (Sanhueza, Ramirez y Santibañez en
uno y Burgos, Figueroa y Pino en el otro).
Iniciaron la vigilancia tipo 14:30 a 15:00 horas y fueron llamados de apoyo por
otro equipo que estaba en el lugar, dado que les avisaron que venía saliendo la
sujeto a la que había que detener.
Fue así como la
esperaron, desde la mañana, que saliera de su casa, (sale una vez antes, según cree Manuel Rigoberto Ramírez Montoya pero como al parecer no hizo “punto”,
regresó sola a su domicilio, por lo que sale una segunda vez a las 3 PM) lo que hizo como a las 15:00 horas; subió
rápidamente a una micro y en definitiva llegó a un departamento en la
Villa Portales, en el sector N°1 de la Villa Portales, se trata de la casa
de Carlos Alexis Saravia Jiménez…subió al segundo o tercer piso de un block
de departamentos y bajó de nuevo en unos diez minutos más….. En el
departamento, ella conversa con Carlos Saravia y se va, rechazando aceptar la
invitación a tomar onces o a alojar.
Recuerda el
agente Luis Alberto Santibáñez Aguilera, que en ese momento se
produce un cambio de conductor en los equipos –que eran dos- porque el chofer
del Teniente Sanhueza manifestó que le quedaba poca bencina y éste ordenó a
Ramírez que fuera solo a llenar el estanque[8], motivo por el cual
quedaron solos él y el Teniente Sanhueza; y en el otro equipo, el Horacio y
otro agente, cuya identidad no
recuerda. Agrega que cuando la niña se bajó de la micro, fue detenida por el
“Viejo Horacio” –Carlos Pino Soto- introducida en el furgón en que se
movilizaban y trasladada al Cuartel Borgoño para su entrega[9]. Esto es alrededor de
las 5 PM, cuando por comunicación interna de radios, les informan del enfrentamiento
en calle Alhué
En el relato de Carlos Pinto Soto, él no la conocía y
que al venir caminando por la vereda en dirección al grupo, unos treinta metros
antes había estacionada una micro sin pasajeros y después que pasó caminando
aquella micro, el Teniente Droguett le dice :”ella es”. Expresa que se bajó del
vehículo, se identificó como miembro del O.S.7 y le dijo que lo acompañara al
furgón porque estaba involucrada en un asunto de drogas, lo que negó, pero en
definitiva subió al furgón y una vez adentro, el Teniente ordenó hacerle un
allanamiento superficial por si llevaba armas o algo semejante, las que no
portaba. Se le vendó y amordazó, trasladándola en el furgón al Cuartel Borgoño
donde se procedió a su entrega.
La reunión de los
oficiales frentistas: En ésta van a caer
tres personas José Joaquín Valenzuela Levi, Ricardo Silva Herrera y Ricardo Rivera.
Valenzuela Levi
El agente Sergio Agustín Mateluna Pino, encargado de hacer seguimientos
y, en la época de que se trata, luego de un trabajo bien profesional, se tuvo
un esquema bastante grande de personas involucradas y que tenían un alto nivel
de jefatura. Ante ello el Capitán Hernández les expresó que había que “reventar”
la operación, lo que significaba detener a las personas que de acuerdo a su
investigación estaban involucradas. Le…correspondió
salir en el equipo a cargo del Capitán Velasco –Iván Quiroz-, quien entiende
era el segundo Comandante del Cuartel.
La idea del equipo
era hacer "punto” en un domicilio en que se les había comunicado se
encontraban tres sujetos de los ya antes investigados y que se había acordado
detener, entre ellos el “Rapa Nui” y el “Lota”.
En un momento determinado, siendo las 14:00 o 15:00 horas, y estando en
el Cuartel, por habérseles relevado para ir a almorzar, se recibió una
comunicación en cuanto a que en el domicilio vigilado había movimiento de los
sujetos allí reunidos. Entonces él se dirige al lugar, ahora en un furgón que
iba a cargo del Capitán Hernández (Bauer), y efectivamente el “Rapa Nui” (José Levi) y el “Lota”, Ricardo Hernán Rivera Silva, jefe regional de Concepción; salieron del domicilio y antes que llegaran a Vicuña
Mackenna, se colocó frente a ellos y los conminó con su arma a la detención, levantando
éstos las manos, sin oposición, y los llevaron al Cuartel, en donde quedaron a
cargo de un funcionario llamado “Quincy”. Además había otro equipo, el de Víctor Eulogio Ruiz Godoy[10]. A quienes se les encomendó
por el Capitán Bauer que debía apoyar a otro equipo que había detectado a uno de los que debía ser detenido ese día y que
se encontraba con otros más en una reunión en una casa de Vicuña Mackenna, por
el paradero 21. Agrega que al llegar a ese lugar establecieron que las personas
allí reunidas iban saliendo de la casa,…, correspondiéndole al grupo apoyar la
detención de un individuo a quien le decían el “Lota”.
Respecto del tercer
sujeto (Ricardo Silva), se le avisa que como a las 19::00 horas
salió de la casa y que en micro se encamina al centro, bajándose en Mapocho y
cuando “tomaba” por el Puente Recoleta hacia el sector de la Vega, procedió a
detenerlo, también sin oposición.
El intermedio: Realizado las
sucesivas detenciones, recuerda Krantz
Bauer, y concluidos los procedimientos en Villa Olímpica y Varas
Mena, que son más o menos coetáneos, calcula que a eso de las 02:00 de la
madrugada se dispone que el personal vuelva al Cuartel Borgoño. Allí había
siete personas detenidas, respecto de las cuales aclara que, por los datos que
él tenía, las únicas sobre las que él había dispuesto su detención eran el
“Rapa Nui” –Valenzuela Levi- y la “M16” –Esther Cabrera Hinojosa- pues era a
los que en su estudio preliminar tenía ubicados. Los demás, sin perjuicio que
alguna información tenía sobre antecedentes que los vinculaban al FMR, no eran
de aquéllas consideradas para la detención de ese día y ésta se produjo porque
al ir a buscar a Valenzuela Levi, el grupo encargado de ese trabajo les hace un
contacto en el sentido que, siguiendo a Valenzuela, éste llega a una casa en
que habían ya ingresado otros sujetos para una reunión, por lo que, en
distintas circunstancias posteriores, se procede a sus respectivas detenciones,
las que se produjeron entre las cuatro o cinco de la tarde del día 15 de junio
de 1987 y fueron trasladados al Cuartel Borgoño. Agrega que aún cuando lo
normal era interrogarlos extrajudicialmente y sobre todo identificarlos, en
aquella oportunidad, por la gran actividad que había y pensando que podían
tener unos días posteriores para hacerlo, no se hicieron de inmediato aquellas
diligencias[11].
La decisión: Y cuál va a ser la
suerte de los prisioneros: En versión de Corvalán, llama
una primera vez al General Salas (director de la CNI) alrededor de las 04:00 horas de la
mañana y como estaba pendiente la situación de los detenidos, llama al General Salas
para solicitarle instrucciones al respecto, esto es, si se entregaban a la
Policía de Investigaciones o Carabineros, o si se mantenían detenidos y eran
enviados directamente a los tribunales. Allí, entonces, el General Salas le
dijo que ninguna de esas posibilidades porque, siendo éstos de aquéllos que
resultaron importantes dentro del Frente, había que eliminarlos.
Entonces llama a su oficina a Bauer
Donoso, quien sigue el relato, quien le manifestó que
ahora venía una segunda fase del procedimiento, dándole a entender que ésta correspondía
a la eliminación de las personas detenidas….“esto era la guinda de la torta”, lde dice
Corvalán instrucción a la cual él de
inmediato se negó por encontrarlo absurdo, dado que se necesitaba interrogarlos
para conocer la verdad sobre sus actividades, que era para lo cual se habían detenido.
Obviamente Corbalán tampoco le dijo
cómo se iba a hacer, en qué lugar y de qué manera, ello debido a que él le
manifestó de inmediato su rechazo a cumplir una orden de esa naturaleza, por lo
que puesto en la situación de imponérsela o no, optó por lo segundo. Al ver su
resistencia a acatar dicha instrucción, lo aceptó, diciéndole que no se
preocupara, que ya había hecho bastante en el día y había cumplido bien su
misión, que podía estar cansado y que lo liberaba de seguir en ese
procedimiento.
Entonces él le exige que también debe liberar a
la gente de su Brigada, lo que Corbalán acepta y así comienza a retirar a su
gente, la que se recoge en la Unidad, quedando ésta toda la noche en el
cuartel.
Ante esto y en su presencia, el Mayor Corbalán
llama a Pancho Zúñiga para ordenarle que había que continuar con la segunda
fase de la operación, lo que fue aceptado por éste, pero como allí Corbalán se
da cuenta que Zúñiga era sólo un empleado civil, aunque con el rango de
Oficial, llama de inmediato al segundo Comandante de la División, el Capitán Iván
Quiroz (chapa en la CNI, “Capitán Velasco”), a quien también le
comunica su decisión.
Iván Quiroz, a eso de las 04:00 horas, el Mayor Corbalán lo citó a su oficina,
estando allí, además, Zúñiga y Bauer. Corbalán pidió a Bauer que se retirara y
ocurrido eso, le dijo que para la segunda fase necesitaba cinco Oficiales y que Quiroz tenía que buscarlos a la
brevedad. Salió con Zúñiga y le pregunta a éste si es verdad lo que él
percibió, esto es, que había que matar a los detenidos, respondiéndole Zúñiga
con una expresión algo así como que: "los detenidos se iban a ir todos
cortados”.
Ivan Quiroz
Ante la duda de Quiroz –que regresó a su oficina para que le ratificara
la orden- llamó por segunda vez al General Salas con el objeto que éste le
confirmara la orden de eliminar a los detenidos. Completa el cuadro Quiroz, ante la orden y como Zúñiga a veces se excedía en sus atribuciones, volvió donde
Corbalán para que le confirme la orden y éste, en su presencia, llama al
General Salas, diciéndole a través del teléfono lo siguiente “Va mi General la
segunda etapa de lo que Ud. me ordenó hacer”, por lo que, después de concluida
la llamada, Corbalán le reprocha a él sus dudas acerca de que la orden era
superior, indicando que “el Director de la CNI sólo dependía del Presidente de
la República, por lo tanto, no podíamos dejar de cumplir la orden que se estaba
dando”.
Corvalán dispuso que Zúñiga y
Quiroz busquen la gente para cumplir la misión impuesta y tiene entendido que
Zúñiga, que estaba encargado del plan mismo, encomienda a Quiroz que ubique a
cinco Oficiales para el cometido y así, entregada la orden a esos mandos, él se
desliga del asunto esperando su cumplimiento.
La hora apremia por lo que eligen y comunican la orden a Cifuentes
(N.O. capitán Montalva); José Aníbal
Rodríguez Díaz, ex Oficial agregado a la CNI; al jefe de la UAT, el Capitán Pérez (N.O. Capitán Sanz),
quien le representó dicha orden, sobre todo porque su Unidad dependía
directamente del Director de la CNI y también del Presidente de la República,
razón por la que tuvo que insistirle que era una orden del General Salas y que
si tenía alguna duda lo consultara con el Mayor Corbalán…; al detective Guzmán (N.O. Maluje) y
también al detective Maass (N.O.
Apablaza).
Debido al apuro y
constante apremio de Corbalán, dice que no pudo hacer más, por lo que el resto
debió hacerlo Zúñiga, esto es, buscar a las otras personas, sacar a los
detenidos, sacar las armas y trasladarlos al sitio elegido, el que él no había
visto ni conocido.
A su vez, Bauer Donoso se retira de la oficina de Corbalán, yéndose
a la suya, pero sabe que entre Quiroz y Zúñiga se planifica la manera de dar
cumplimiento a la orden de Corbalán, decidiéndose involucrar a otros oficiales
de la División con la política esa de “que tenían que mojarse el potito”.
[1] Patricio
Acosta, quien hacía unos meses había iniciado un pololeo con ella.
[2] Casada, con
Patricio Acosta y con hijo de 6 años en la fecha de los sucesos, y que era
cuidado por su padre, del cual se había separado.
[3] actualmente (2011) es Suboficial de Ejército,
que se desempeña en el Batallón de Inteligencia y que, a la fecha de los hechos
investigados, trabajaba en la Brigada cuyo Comandante era el Capitán Bauer,
investigando las actividades del Frente Manuel Rodríguez. Sus funciones específicas
eran las de investigación y seguimiento de sujetos que pudieren tener relación
con el Frente; y su equipo de trabajo estaba compuesto por un empleado civil de
la Fach, llamado Roberto Rodríguez, alias el “Jote”, y su conductor, que le
decían el “Gigio”. Agrega que en tales condiciones su equipo estaba encargado
del seguimiento y control de un sujeto joven que lo identificaban como el
”Rey”, apodo que le pusieron porque frecuentaba un domicilio ubicado en calle
Lanceros del Rey, en la Villa Francia. Lo creían importante porque era muy
escurridizo, tenía una gran capacidad para perderlos, andaba siempre armado,
muchas veces se movilizaba en taxi, se reunía con algunas personas en
restaurantes y normalmente hacía “puntos” con algunos sujetos importantes del
Frente. Recuerda que en una oportunidad había hecho contacto con un individuo a
quien le llamaban el “Rapa Nui”, cuyo seguimiento no era de su responsabilidad;
que también se contactó con una mujer que después supieron era Patricia Quiroz;
y que en otra se reunió con Ignacio Valenzuela Pohorecky. El Capitán Bauer,
entonces, les dio la misión de seguir al “Rey” y se constituyeron en la calle
Lanceros del Rey y en otros lugares en que se presumía podrían encontrarlo, de
todo lo cual no se obtuvo resultado.
[4] En
el liceo 8 desarrolla una labor admirable y luego de egresar de cuarto medio el
Partido le pidió que siguiera en lo de los secundarios y no se fuera a lo
poblacional. Pero las cosas no fueron tan bien como ella quería. Estuvo seis meses recluida luego de un acto
propagandístico en una micro. Al huir del vehículo de transporte se cayó y fue
capturada…. Posterior a su detención se
estableció que en el caso de Esther había que “sumergirla” luego de su salida
de la cárcel en octubre del 86. Sin embargo nada de ello ocurrió.. Esther era operativa en la columna de la zona sur.
“…Ella luego pasó a la logística del FPMR. Fue en esa época del quiebre con el
Partido y no sabíamos qué pasaba. Había mucho desorden. Estábamos muy chequeados. Incluso cuando llegábamos a
Carlos Valdovinos, a la casa de Esther, había un negocio y el dueño nos
alertaba de lo que pasaba: que habían autos extraños, hombres de negro,
‘chanchos’, etcétera. La CNI tenía muchas fotos de la Esther. Uno mismo cometía
muchas irresponsabilidades. Luego de la Operación Albania todos empezaron a
deshacerse de todo.“, sentencia Ignacio. En
http://urbesalvaje.wordpress.com/2014/06/16/la-matanza-de-corpus-christi/
[5] La designación de Tarea la hace Perez Cristian, en
http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/la-cni-sale-a-reventar/
[6] estaba destinado a la
UAT, a la que fue trasladado luego de regresar de sus vacaciones, pues antes, a
principios de 1987, era escolta del Mayor Corbalán.
[7] ingresó a la Central
Nacional de Informaciones en el año 1984, en comisión de servicios, que
pertenecía a Carabineros de Chile, en donde tenía el grado de Cabo 2°. Allí se
le asignó el nombre de Horacio Olmedo, pero era conocido como el “Viejo
Horacio”, en alusión a su cabellera canosa. Agrega que mientras cumplió funciones
en el Cuartel Borgoño se desempeñó en la Brigada Verde, que investigaba el
Frente Manuel Rodríguez y que comandaba el Capitán Téllez. Su equipo normal de
trabajo era con un Sargento de Ejército apodado el “Manano” -.René Fernando
Olivares Faúndez- y un empleado civil nombrado como el “Arica” –Mario del
Carmen Salazar Sanhueza-. Integraban, asimismo, a veces, el “Bolchevique” y el
“Rascabuche”, ambos empleados civiles.
[8] Manuel Rigoberto Ramírez Montoya: cuando fue a echar bencina a la Copec que queda
frente a la Villa, se percató que se había producido la detención de la joven,
la que fue introducida al furgón y conducida al Cuartel Borgoño, enterándose en
el trayecto de otro enfrentamiento en Varas Mena al que tampoco concurrieron
porque llevaban el “paquete” –detenida- al Cuartel..
[9] En la versión de Fernando Remigio Burgos Díaz, la mujer entra en el departamento de donde sale al poco rato hacia Alameda, y
allí se la detiene por el Viejo Horacio y el Teniente Sanhueza, introduciéndola al furgón de la UAT. Hecho
lo anterior, se le traslada al Cuartel, para dejarla allí y dar por concluida
la misión. Lo que también repite Mauricio Eugenio Figueroa Lobos.
[10] Era jefe de equipo
miembro de la Brigada Azul y cumplía misiones de búsqueda de información y
seguimiento de personas
[11] Recuerda la
amiga que fue a reconocer el cuerpo de Elizabeth Mondaca haber observado,
además de los impactos de bala –que se habían cubierto con algodón- los
variados hematomas en el cuerpo, en la cara, en la espalda, sus pezones
desgarrados y un moretón grande en el pecho y al parecer le faltaban uno o dos
dientes. Dice que tuvo la percepción que, por los impactos, hematomas,
particularmente los de las muñecas, Elizabeth estuvo amarrada o esposada y,
además, porque en sus piernas, desde las rodillas hacia abajo, no tenía más que
moretones en los tobillos, dándole la sensación que la habían tenido tendida y
aún disparado estando ella arrodillada. Así que es posible que si haya habido interrogarios al estilo CNI. En
todo caso golpizas hubo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario