LOS MISTERIOS DE LA TRANSICIÓN: EL HOMICIDIO DE UN CORONEL (V)

¿QUÉ LE PASÓ AL CORONEL HUBER OLIVARES? Veamoslo usando como apoyo lo que finalmente resolvió el Ministro Pavéz^[30] quien fue el que conoció la causa y condenó a varios oficiales: “un grupo de personas, liderado por el General Hernán Ramírez Rurange, Director de Inteligencia del Ejército y constituido en asociación ilícita, procedió a fines de la década del 80 y principios del año 1990, a organizarse con el objeto de sustraer de la acción de la justicia, a los oficiales involucrados en violaciones de los derechos humanos^[31],…, asimismo esta organización^[32] protegía los secretos de las actividades irregulares cometidas en ese período, por algunos miembros del Ejército y civiles, que algunos de los oficiales involucrados eran funcionarios de Fábrica de Maestranzas del Ejército (FAMAE) y que desde épocas anteriores al año 1991, tramitaron ventas de armas a otros países, a través de gestores y traficantes de armas de guerra hasta que en el mes de noviembre de 1991, fue descubierto un cargamento ilegal de armas de la misma especie, en Budapest, Hungría y destinada Croacia…en dicho contrabando de armas y en otras operaciones, participan, algunos oficiales superiores del Ejército, personal subalterno, civiles y el Coronel de Ejército Gerardo Huber Olivares, quien desaparece en circunstancias extrañas el día 29 de enero de 1992 y su cadáver fue encontrado el día 20 de febrero del mismo año, en un montículo de tierra en el río Maipo, en el sector de la Obra y presentaba una herida de proyectil de arma de fuego, en el cráneo, que le provocó la muerte… (P)osteriormente al retiro del General Hernán Ramírez Rurange, asumió como jefe de la asociación ilícita, en enero de 1992, a lo menos, el General Víctor Lizárraga Arias, quien actuó apoyado, en forma irrestricta y clandestina, por el Coronel Manuel Provis Carrasco, actividades que desembocaron en el homicidio del Coronel Huber”.

Así se tiene la declaración del General Hernán Ramírez Rurange ex director del DINE, que “cualquier operación que la DINE hubiese llevado a cabo respecto del Coronel Huber, necesariamente debía ser de conocimiento del Director de dicho organismo y nunca lo tuvo y dice que a esa fecha no era Director de Inteligencia, consecuencialmente quien debería explicar la situación forzosamente tiene que ser el que ocupaba dicho cargo a la fecha de los hechos investigados y por la magnitud de los mismos, es imposible que la jefatura de la DINE, la Comandancia en Jefe o la Auditoria General del Ejército (AUGE), ignorara lo ocurrido y con mayor razón la AUGE porque ellos sabían cuando un oficial o cualquier miembro del Ejército era citado ante los Tribunales, en consecuencia no podían desconocer la situación del Coronel Huber y agrega que cuando asumió como Comandante, era también por disposición legal, Juez Militar y normalmente la AUGE le comunicaba la existencia de procesos judiciales contra militares o personal del Ejército para que trabara contienda de competencia, de lo que se colige que dicho organismo tenía una infraestructura y organización que de alguna manera captaba la información sobre tales procesos.

Señala que tal como se lo indica el Tribunal se pretendió sacar del país al Coronel Huber, en diciembre de 1991, en comisión de servicio por el proyecto LAR, lo que lo hace concluir que tal situación respalda sus dichos, en cuanto a que cualquier pretensión de sacar del país a un oficial en servicio activo debía llevar correlativamente la documentación oficial pertinente y la proposición para tal viaje del Comandante en Jefe del Ejército, que es el único que puede proponer tales viajes al escalón ministerial, aclara que no habló sobre Huber -porque nada sabía- con el General Covarrubias y él tampoco se lo mencionó.

La coordinación entre la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) y la Auditoria General del Ejército (AUGE) para todos los casos en que oficiales del Ejército y personal civil estuviesen involucrados con los tribunales por casos de derechos humanos, fue dispuesta por el General Pinochet, se encuentra respaldada por un documento que está agregado al proceso que sustanciaba el Ministro Muñoz, en el caso Tucapel Jiménez, en el cual el Comandante en Jefe, General Pinochet, disponía tal coordinación entregándole la facultades necesarias a la Auditoria para actuar en estas situaciones y hace presente que examinando dicho documento al pie de los mismos se colocan los destinatarios de dicha orden y en ella no aparece él, ni la DINE, por lo tanto entiende que todas las facultades estaban radicadas en la Auditoria, que en aquel tiempo era comandada por el Auditor General del Ejército, General Fernando Torres Silva.

Materialmente le correspondió cumplir las peticiones de la AUGE las que se le comunicaron directamente a través del General Torres Silva, para los efectos de apoyar a diversas personas involucradas en problemas de derechos humanos y por la posibilidad de que sus vidas corrieran peligro por acción de grupos subversivos y es así como se sacó del país al Mayor Sanhueza Ros, apodado el Huiro y para darle trabajo al viejo Charly que era un suboficial de Carabineros que había estado en la CNI y en cuanto al químico Eugenio Berrios y al Mayor Herrera Jiménez recibió la orden directamente del General Pinochet para sacarlo del país, ayudarlos y reinsertarlos en otras sociedades, pero que en cuanto al Coronel Huber nadie le informó de algún problema, tampoco en la época en que estuvo como Director de Inteligencia se le comunicó o se le invitó a participar en ventas de armas al extranjero y solamente se impuso de tales situaciones con posterioridad a su ocurrencia y piensa que si se trató de sacar a Huber del país, debe haber intervenido la Auditoria General del Ejército para que su salida quedara incluida en parámetros reglamentarios o legales, como por ejemplo a través de una comisión al extranjero.

Sigue el Ministro Pavéz que “el Coronel de Ejército Gerardo Huber Olivares involucrado en la venta irregular de armas de guerra, desempeñándose como Jefe del Departamento II, “Adquisiciones” de la Dirección de Logística del Ejército, conoció datos y situaciones que comprometían a Generales….situación que había comentado a Rodrigo Ernesto Peña González“.

¿De quién se trata? Es un suboficial que pertenecía al Batallón de Mantenimiento de Material Blindado y Artillería de Renca. Dijo en su declaración judicial que su "ingreso a la institución (Ejército) se debió principalmente a mi interés de descubrir en lo posible a criminales y la ubicación de algunos detenidos desaparecidos".

Peña sostiene que una noche, a mediados de 1989, llegó una mujer a su unidad, "quien no se identificó, pero me dijo que un oficial necesitaba conversar conmigo y que se encontraba al interior de un vehículo estacionado en el frontis (...) Me subí al vehículo, sentándome en el asiento del acompañante del conductor, allí un señor se identificó como el oficial Huber". Agrega que "me preguntó si sería capaz de guardar información, puesto que estaba claro que las personas cometían acciones malas, pero que siempre había una ocasión para revertir dichos actos". Luego dice que le entregó un documento "que trataba sobre el tráfico de armas y drogas (químicos) vinculados con su amigo militar de apellido (Eugenio) Berríos, el cual tenía una nueva droga, señalándome que en caso de que le sucediera algo, hiciese entrega de esta carta a la justicia". Relata que después Huber le entregó "diversa documentación relativa a compras de armamento entre el Ejército de Chile e Israel" y que, además, "el Ejército enviaría armamento a unos países árabes". Los documentos "tenían el carácter de secreto", llegaron a ser "cerca de 10" y tenían "firmas del jefe de Logística".

Peña sostiene también que "el año 90 recuerdo que, en una de las ocasiones que nos encontrábamos con Huber, me dijo que había tenido la idea de hacerme llegar documentos para que se los entregara a un periodista inglés de nombre Jonathan Moyle^[33], el cual estaba investigando el tráfico de armamento", asegura Peña.
Sin embargo, Moyle apareció ahorcado en el Hotel Carrera, tras lo cual se interrumpieron los encuentros con Huber. Luego Peña asegura que fue torturado en Arica por efectivos de Inteligencia, tras lo cual viajó en 2001 a Holanda para pedir asilo. En el intertanto, dice haber destruido los documentos que le dio Huber.^[34]

Suponiendo que sea verdad lo declarado por el ex suboficial, salta una pregunta ¿por qué le entregaría esos documentos a él precisamente? ¿de dónde se conocían?¿por qué debía confiar en él?¿y la misteriosa mujer quién era?

Descubierto el caso armas y luego de declarer ante el ministro del caso “se refugió en una casa, ubicada en la localidad de San Alfonso, en el Cajón del Maipo, donde habitualmente en el último tiempo permanecía y habiendo quedado solo, en tal inmueble, el día 29 de enero de 1992, después de las 22.00 horas aproximadamente y sin haberse establecido la razón concurrió, al Puente El Toyo, ubicado en el Cajón del Maipo, sitio cercano a la casa donde se había instalado y desde dicho puente desapareció sin dejar rastros, hasta que el día 20 de febrero del mismo año, en un montículo de tierra del río Maipo, alejado a unos 20 kilómetros del citado Puente, en el sector de La Obra, fue encontrado su cadáver, lográndose establecer posteriormente, que falleció a consecuencia de una herida provocada en la caja craneana, por un proyectil de arma de fuego, que correspondería a un fusil que utiliza proyectiles de alta velocidad disparado con un arma para tiradores escogidos, conocida como sniper y que cuatro de ellas se mantenían en custodia en el Batallón de Inteligencia del Ejército;…“

Dos cuestiones:

A)       El arma homicida: Dentro del BIE existía una dependencia denominada Almacén de Material de Guerra, el cual se ubicaba al fondo del patio en el subterráneo del (cuartel García Reyes del) BIE (ubicado en) Calle García Reyes Nº12, en el segundo patio de estacionamiento según Rosamel Candia Miranda^[35]. El agente Víctor Guzmán Martínez recuerda que en él se custodiaban las armas que utilizaba el personal del Batallón, cuyo responsable era el Mayor Manthei y recuerda que allí había fusiles, lanza granadas de tambor, arma cortas, subametralladoras Berettas, fusiles AKA, fusiles de franco tirador (FT) para tiradores escogidos, con mira telescópica,…si se iban a emplear para custodia o protección del Presidente de la República o del Comandante en Jefe del Ejército el personal asignado retiraba los implementos que requerían desde el Almacén de Material de Guerra.

Juan Soto Espinoza declaró que dicho Almacén de Armas estaba “a cargo de suboficiales armeros, aclarando que las armas largas, se guardaban en una sala de armas exclusiva de la compañía G-4, se custodiaban allí fusiles AKA, además de revólveres y pistolas. Por lo demás, relata Javier Rudloff Álvarez, que durante el año 1991 la Sección de Antiexplosivos, se encontraba en Calle Alférez Real y allí había un Almacén de Material de Guerra, donde se custodiaban, armas cortas, tales como como pistolas y revólveres y armas largas como subametralladoras y en 1992 se trasladaron a García Reyes Nº12, donde también había un Almacén y allí habían pistolas, revólveres, subametralladoras Mac-10 y fusiles denominados “sniper” para franco tirador.” Los agentes del BIE René Mella León y Rene Leiva Villagra estimaban que en el Arsenal del Batallón existían armas cortas (revólver Rossi y la pistola Beretta pistolas CZ, pistolas Glock 17, revólveres) y largas (fusiles Sig y las subametralladoras MAC-10 subametralladoras M-1 y 9-MP, fusiles de HK-G3 mini UZI, escopetas Riot y Spas y visores nocturnos que funcionaban con un foco infrarrojo). A los que hay que agregar fusiles Mauser para tiradores escogidos, que se usaban con trípode y tenían mirada telescópica,… fusiles .308, para tirador escogido, con mira telescópica, de repetición y de culata anatómica, eran modulares y se adaptaban a las condiciones físicas de los tiradores. los que se guardaban en unas cajas de plástico duro de color verde y eran más de tres… eran utilizados en ocasiones especiales como la parada militar, se instalaban en altura, con el fin de proteger a personas importantes en ceremonias apostándose los tiradores en las azoteas de los edificios. Según Patricio Hernández San Martín eran utilizados por cualquier miembro de los equipos de seguridad y era habitual sacarlos mediante asignación y bajo recibo para la protección de personas importantes en actos públicos en que asistían autoridades o el Comandante en Jefe del Ejército, como por ejemplo en el Te Deum, fiestas patrias y reuniones del alto mando, para cuyo efecto los tiradores designados se instalaban en las azoteas o lugares altos de los edificios y se mantenían en estricta vigilancia. El oficial a cargo de la sección Moritz Ricardo Manthey Valenzuela identifica a la Unidad que los ocupaba era la Compañía de Seguridad Militar, a cargo del Mayor Hernán Schmidt Einike, es decir su compañía, ponía a disposición de la referida Compañía el armamento y ésta lo utilizaba de acuerdo a sus requerimientos, explica que el mencionado fusil, era un fusil marca Mauser, modelo sniper, con una munición calibre .308 win, que es de alta velocidad y que es utilizado por tiradores escogidos. Alfredo Humberto Wistuba Almonacid agrega que una de las personas que utilizaba este fusil era un Sargento de apellidos Jofré Julio. Ricardo Alfonso Ortega Prado declaró que en el BIE existían tiradores escogidos, pero lo normal era que fueran utilizados por unos cabos, pero sus nombres no los conoce, ya que dependían de la Unidad de Protección, la que estuvo a cargo del Mayor Guzmán Schulz.

Fusil Mauser con mira telescópica.

El sargento armero Fernando Bustamante Rojas relató que su función específica dentro de la sección de Material de Guerra, era guarda almacén de material de guerra y a su vez tenía a su cargo la confección de la documentación referida a la mencionada sección, lo que significaba que tenía a su cargo todas las armas que se custodiaban en el Almacén de Material de Guerra y debía confeccionar un documento cuando algún tipo de arma o munición era retirada del Almacén, ya que a él le pasaban revista, le controlaban en forma diaria, las armas cortas y en forma selectiva las largas, lo que generalmente ocurría una vez por semana y el encargado de pasar revista era un oficial de semana, el que era designado por el segundo Comandante,…el Teniente Coronel Luis Briones Valenzuela….(C)uando un funcionario quería hacer uso de algún tipo de arma, él confeccionaba un documento denominado “recibo de préstamo”, en el cual quedaba constancia de la especie que se retiraba, detallando su tipo, cantidad y su número de serie, además el nombre, firma y grado de la persona que retiraba y esa era la forma de justificar la salida de armamento desde el Almacén…una vez que era entregada la o las armas y/o las municiones retiradas, era destruido el “recibo de préstamo”, es decir no quedaba archivado en el Almacén.

Sigue relatando Bustamante Rojas que entre 1991 y 1992  “sólo tres personas tenían llaves del Almacén…el Sargento Raúl Lorca Palomera, Daniel Arredondo Valdés y él y que cuando era sábado, domingo o festivo, había un armero de turno, el que contaba con un beeper o busca personas, el que en caso de ser llamado, debía concurrir al Almacén de Material de Guerra. En esos mismos años “los fusiles “sniper”, eran retirados del Almacén todos los días lunes, para la seguridad del Comandante en Jefe y los que hacían este retiro, eran de la Compañía PPI^[36], pero no recuerda a los oficiales que se llevaban estos fusiles y el armamento era devuelto al Almacén de Material de Guerra cuando era desocupado, razón por la cual podían pasar varios días y no hacerse devolución del mismo, ya que no era obligatorio que lo devolvieran durante el día. Agrega que en un libro de control diario se anotaban las fechas en que las armas salían del Almacén y también los fusiles para franco tiradores, en consecuencia es factible encontrar en dicho libro, las fechas en que uno o varios de estos fusiles estuvieron fuera del recinto bajo su cargo.

A su vez el otro armero que tuvo la unidad Daniel Arredondo Valdés cuenta que “a fines de 1991 o principios de 1992, fue destinado en el Batallón de Inteligencia del Ejército a la Compañía de Logística^[37], cuyo jefe era el Mayor Ricardo Manthei, siendo designado a la Sección de Material de Guerra y que al tiempo después pasó hacerse cargo del Almacén de Material de Guerra. Dice que entre las armas que se custodiaban en el almacén en aquella época en el cuartel de García Reyes Nº 12, “estaban los fusiles de franco tiradores denominados snipper que…eran utilizados por cualquier funcionario en condiciones de hacerlo, es decir no existía un grupo predeterminado para hacerse cargo de estas armas^[38] y de ellas siempre existieron cuatro, que se guardaban en unas maletas de plástico duro, de color verde este estuche que era acolchado; explica que este tipo de arma tenía mira telescópica, no requería trípode para funcionar,…utilizaba munición marca Win de origen alemán, calibre .308 que equivale al calibre 7.62 de la munición que habitualmente se usan los fusiles Sig, Fal y el largo de esta munición 7.62 es de 51 milímetros y la del fusil snipper es de una medida idéntica, aclara que de los cuatro fusiles snipper, uno estaba a cargo de la Sección de Ingenieros (Antiexplosivos del BIE) y la mantenían en su poder, en todo caso no puede precisar la fecha en que dicha arma se sacó del almacén porque no recuerda si cuando recibió el cargo de material de guerra estaban los cuatro o sólo habían tres, en todo caso dice que muy posteriormente al año 1992 dicha arma volvió al almacén y tiene entendido que mantenían el fusil en su poder para utilizarlo cuando debían desactivar o hacer explosionar un artefacto explosivo…estos fusiles tenían ciertas características anatómicas para adaptarse a la cara, al hombro y a la mano del tirador, se cargaban abriendo el cerrojo e introduciéndoles cinco cartuchos y se denominaban de repetición porque debían accionarse manualmente, tiro a tiro y de esta manera se aprovechaba toda la carga de proyección lo que permitía un mayor alcance del proyectil,…cuando los funcionarios requerían armas –de cualquier tipo- consistía en firmar un recibo y cuando devolvían el arma ese recibo se les entregaba y normalmente se destruía, que no había un libro en que se registraran las salidas y entradas de las armas y el único que existía era donde quedaba constancia de la revista que pasaba semanalmente el oficial de turno encargado, pero en dicho libro no se anotaba la identidad de las personas que retiraban armas, en consecuencia era imposible saber después de un breve tiempo quien había utilizado determinada arma.

El Sargento Armero Daniel Arredondo Valdés relata que la bala especial que se utilizaba en esta arma (fusil de francotirador) tenía un proyectil encamisado cobreniquel con un núcleo de plomo y en su punta tenía un orificio que alcanzaba al interior del proyectil, calcula que hasta la mitad y la finalidad era que el proyectil se expandiera al momento de impactar….

Patricio Eduardo Wenzel Álvarez escribe y firma en el libro revisor del material de guerra^[39] del día 06 de noviembre del año 1991,…que un fusil no estaba en el Almacén Material de Guerra…no se encontraba en las existencias y había salido de éste, explica que tomó nota que el fusil estaba entregado a la Unidad de Ingenieros, ubicada en la Calle Alférez Real, que era una Unidad antiexplosivos, ya que, al pasar revista al guarda almacén, él le exhibió un recibo en el cual constaba el retiro del armamento que revisaba, es decir esa era su forma de justificar que el arma había salido del Almacén. Manifiesta que como Oficial semana, que era una actividad reglamentaria, recibía un documento denominado “Carta de Semana”, en la cual se le notificaba el nombramiento y se le indicaba la especie que debía revistar y el plazo que tenía para informar al respecto así con esa orden durante la semana se constituía en el Almacén de Material de Guerra y procedía a la revisión que consistía en pedir el recibo general para ver la existencia de armamento y posteriormente contar lo que había en el Almacén y requerir que se le exhibiera el recibo de lo que se encontraba fuera de éste. Con esos antecedentes se debía tomar nota en el libro que se le exhibió, que es el revisor de material de guerra y posteriormente se informaba al reverso, de su puño y letra, de la carta de semana, el cumplimiento de la actividad dispuesta y se entregaba a la segunda comandancia, para la revisión del segundo Comandante, que era Luis Briones Valenzuela, motivo por el cual aquel aparece firmando en el costado izquierdo del libro revisado.

Los tiradores escogidos generalmente pertenecían a la Compañía de Seguridad Militar (G-2). En cuanto al control de las armas del BIE, como en toda Unidad, estaba entregado al armero, quienes tenían el control de las salidas y entradas de las armas especialmente de los fusiles para tiradores escogidos y entre los armeros de la época recuerda a dos, uno era el Suboficial Sargento 1º Bustamante, estuvo hasta el año 1987 y después de éste el Sargento 2º Arredondo,

José Astudillo Flores ex agente de la CNI en la unidad antiterrorista declara que sólo existían cuatro unidades de estos fusiles para franco tiradores, en el Batallón y tiene entendido que había dos en la Escuela de Paracaidistas y Comandos^[40], únicas unidades que al parecer tenían este tipo de armamento. Explica que esa arma era especial y sólo debía efectuarse con ésta hasta tres disparos, por que después se descalibraba, agrega que su uso no era un privilegio sólo de tiradores escogidos, porque en el Ejército a los soldados se les hacía pasar por todas las armas y sabe que en la Escuela de Paracaidismo y Fuerzas Especiales existían a lo menos dos de estas armas, las que vio cuando se le daba protección al General Pinochet, dice que su alcance era de mil doscientos metros más menos, pero era efectivo ciento por ciento, entre doscientos y trescientos metros, empleaba munición especial y solamente el Comandante Provis, podía ordenar que los referidos fusiles especiales salieran del almacén y era él quien designaba a los tiradores, lo que sabe, ya que a él le correspondió prestar servicios de seguridad con motivo de la parada militar. José Carlos Bastias Martín, cuenta que recuerda que se perdieron unos fusiles en la Escuela de Paracaidistas, cuando el Coronel Vandorsee entregaba el mando.

El otro principal argumento serán los informes periciales balísticos. El primero de ellos fue el del doctor Octavio Ulloa Salazar, perito de Investigaciones, indicó en el Libro del Sitio del Suceso que el cadáver del Coronel Huber presentaba en la región parietal derecha, a la altura de la oreja, a 4,5 centímetros de la línea media una lesión circular de 1 centímetro de diámetro….se encontraba en lo que se denomina parte blanda que corresponde a la piel que rodea y envuelve la caja craneana; en lo relativo a la ubicación de la misma en la región parietal derecha a la altura de la oreja, a 4, 5 centímetros de la línea media, lo determinó al estirarlo hacia delante, lo que en conjunto con la apreciación de las orejas corresponderían a la región parietal derecha de la cabeza, su forma redondeada le llamó la atención, pero atendido el estado de putrefacción^[41], el haberse encontrado en el agua, la cantidad de microorganismos y sedimentos adheridos al cuerpo,…no se puede comprobar la presencia de otros antecedentes que permitan descartar o afirmar la causa precisa de esta lesión^[42]

El informe del Instituto Médico Legal concluye que la causa de muerte fue “traumatismo fascio craneano, sumersión; las lesiones encontradas son recientes y necesariamente mortales; la data de muerte aproximada es posible estimar en más o menos 3 semanas,…. El gran desprendimiento del macizo óseo facial y craneano (parte de la base y parte importante de la calota) permiten plantear un gran traumatismo en dichas zonas, de carácter contundente, cuya etiología u origen, no es posible dilucidar con certeza, desde el punto de vista estrictamente medico-legal, asimismo no existen elementos de juicio objetivos para clasificar la causa de muerte, si ésta es de tipo accidental, suicida u homicida….faltaba gran parte de la cabeza. “

informe del perito Flavio Larenas Sánchez, afirma además que el Coronel fue asesinado, ya que el gran traumatismo facio craneano no fue producto de una caída, ni de accidente, sino que de la intervención de terceras personas que utilizaron un elemento contundente y que

La perito María Antonieta Benavente Aninat dijo: el cadáver no fue arrastrado por las aguas, desestimando por completo como causa de muerte la caída de altura, ya que, aclara que la fractura de la cúspide de la articulación de rama mandibular izquierda, implica que la única vía para poder entender esta gran destrucción ósea, es por la acción de varios impactos”

En el Informe pericial balístico se usaron 10 cráneos para las pruebas balísticas y dos cabezas de cordero. En las “pruebas de disparo se utilizó una pistola marca Walther ppk, calibre 7.65 de fabricación alemana, la munición correspondió toda al calibre 7, 65 mm. Sobre los cráneos seleccionados se efectuaron disparos en las siguientes condiciones: a) la totalidad de los disparos fueron dirigidos a las regiones esfenoparietofrontal y/o témporoparietoesfenoidal, b) de preferencia los disparos fueron con apoyo, del tipo suicida, sin embargo también se llevaron a cabo pruebas a corta distancia (menos de 80 cms.) y larga distancia (más de 80 cms.), c) tomando en consideración la posición de los cráneos, el 90% de los disparos realizados fueron de derecha a izquierda y el restante 10% de izquierda a derecha, aplicándose variaciones respecto de las otras direcciones que completan una trayectoria balística, d) sólo sobre uno de los cráneos se efectuó una prueba de disparo con un revólver calibre .38 Special, para el sólo efecto de considerarlo como parámetro de comparación.” En el resultado “los cráneos éstos se  comportan de una forma más o menos semejante, presentando orificios de entrada y salida, con pequeños rasgos de fractura en foco periorificial, sin una destrucción ósea importante… El comportamiento de las cabezas de cordero es similar al de los cráneos, presentando también un orificio de entrada y uno de salida, sin estallido craneano.”

A su vez el Peritaje balístico del Laboratorio de Criminalística, de la Policía de Investigaciones, se emplearon “proyectiles calibre 7.65 mm.” Y el cráneo opera como un “recipientes llenos de líquidos o sustancias semilíquidas”^[43] en los que se provoca “la aparición de un estallido, semejante a una explosión” siempre que el proyectil esté animado de una velocidad suficiente, que en este caso precisa de “una velocidad mínima de 350 metros metros/segundo y el calibre del proyectil debe corresponder al 9 mm, Parabellum, un efecto análogo o superior lo producen los proyectiles de fusil con velocidades próximas o superiores a los 800 metros/segundo. En cuanto a los efectos causados por un proyectil calibre 7.65 mm en una cabeza humana, dado los antecedentes ya señalados, no son capaces de producir el estallido del cráneo solamente se puede verificar un orificio de entrada cuyas dimensiones van a depender de la distancia entre la boca del cañón del arma y la superficie impactada, también de esta distancia va a depender si el proyectil sale del cráneo o queda en su interior.” El informe concluye que “una pistola modelo PPK, marca Walther, calibre 7.65” no es capaz de producir el efecto relatado (el estallido) “y si el proyectil entra y sale del cuerpo va a depender exclusivamente de la distancia que medie entre la boca del arma y la superficie impactada y de la calidad de la carga de proyección del cartucho, no siendo posible indicar diámetro del orificio de entrada como de salida del referido proyectil puesto que el diámetro del orificio de entrada va a depender de la distancia de disparo y también de este parámetro y de la calidad de la carga de proyección va a depender si existe orificio de salida y su diámetro.”.

Informe Pericial Balístico del Laboratorio de Criminalística de Carabineros se tuvieron a la vista un total de cuatro cráneos humanos, correspondiente a adultos maduros mayores de 35 años, en buen estado de conservación, a los cuales se les introdujo en su cabidad 1300 gramos de masa encefálica, para luego ser sellados y cubiertos con masilla de vidrio; para los efectos de disparo se utilizaron dos fusiles, uno del calibre 7,62 x 51 mm. NATO y el otro del calibre 5, 56 mm. (.223); la distancia existente entre las muestras y la boca del cañón fue de 50 metros y concluye que es posible conseguir una gran fractura de la zona faciofrontal del cráneo, con formación de grandes fragmentos, tanto con arma corta como larga, manteniendo un patrón de distancia relativa, siendo dable afirmar que un cráneo sometido a un sin  número de traumatismos de intensidad variable, como el arrastre de las aguas en un lecho pedregoso, los segmentos pudieran ir desprendiéndose progresivamente.”

La conclusión del Informe pericial de análisis del Laboratorio de Criminalística de Carabineros su causa de muerte corresponde a un gran traumatismo facio craneano severo explicable más bien por la acción de más de un elemento traumático contundente, dicho traumatismo no es factible por una caída de altura; por la ausencia de estigmas se puede afirmar que el cuerpo no fue arrastrado por las aguas…, es opinión de los peritos…que existen elementos que orienten a explicar el deceso por…acción de terceras personas (homicidio).

El doctor Pedro León Rivera mostró las radiografías hechas a la cabeza del fallecido Huber, al doctor Juan Luis Ritz Pérez, jefe del Departamento de Medicina Criminalística de Investigaciones, que indicaba que no había lesiones en la parte cervical ni en el resto de la columna vertebral “le permitió concluir que era imposible que el traumatismo cráneoencefálico se hubiera producido por una caída de más de tres metros de altura, tampoco se podría haber provocado por una de baja altura, ya que no sería explicable un traumatismo de esa magnitud…en choques de alta velocidad y en caídas de altura, se produce comúnmente una fractura llamada de “tela de araña”, la que no provoca el desprendimiento de huesos…, ya que se da en la parte superior del cráneo o calota afectando los parietales y temporales, pero no el frontal….el arrastre de la aguas puede producir pérdidas de huesos de la caja craneana, pero nunca vio de la magnitud de este caso y que una caída de alta altura con un daño de la caja craneana de la dimensión del caso de autos, debe comprometer necesariamente la columna vertebral….vio en una revista llamada “armas” una fotografía…el estallido que provoca un disparo…y que podría ser similar a la que eventualmente habría afectado el cráneo del occiso, lo anterior debido a que si bien se encontraron dos orificios redondeados que podrían ser impactos de bala, al no existir huesos o masa encefálica, no puede ser probada la existencia de uno o más disparos, como tampoco si éste fue de tipo suicida u homicida.”

Germán Alfredo Worm Arancibia fue otro que respondió algunas consultas hechas por el Dr. Pedro León al momento de elaborar su informe. Es decir ver las radiografías, sin analizarlas, pudiendo concluir que lo único concreto era descartar una precipitación de altura, toda vez que no existían fracturas o desplazamientos en la columna vertebral especialmente a nivel cervical. Casos en que una persona se haya caído de más de tres metros de altura siempre presentan daños o lesiones en la columna vertebral especialmente en la parte cervical….por los antecedentes que tiene acerca del estado en que se encontró la caja craneana, supone que tendría necesariamente que haber habido una lesión cervical en caso de precipitación de altura y tratándose de caídas de menor altura, resbalón o desvanecimiento, se produce un tec y no necesariamente lesión en la columna.

Pedro León Rivera, relata que el día del peritaje (24 de agosto de 1995), luego de exhumar el cuerpo, al apreciar las lesiones que tenía el cráneo de éste, concluyó que se debían a un estallido de cráneo con un proyectil de alta velocidad, solicitando remitir el cuerpo al Instituto Médico Legal para sacarle radiografías y contar con elemento de examen objetivo…la hipótesis del homicidio la planteó en términos de que era “posible”, ya que debido al estado de conservación del cuerpo y el tiempo transcurrido no se podía descartar o confirmar un impacto de proyectil (bala),…Gerardo Huber había sido asesinado con un arma de alto poder, lo que hizo en una audiencia en forma verbal a petición de la Magistrado y fuera de registro….cuando realizó la segunda autopsia advirtió de inmediato que la muerte del Coronel Huber no podía deberse a un accidente o un suicidio, por las siguientes razones:

a)            la ausencia casi total de macizo facial se explica por un fenómeno físico, por una onda expansiva que va de atrás hacia adelante, siguiendo una trayectoria preestablecida por un proyectil que va a una velocidad superior a la del sonido y las armas que disparan proyectiles supersónicos son fusiles, los que existen en Chile y son de uso militar y la policía también los tiene;

b)            la posición de entrada del proyectil es demasiado posterior para que la mano de la persona esgrima o empuñe un arma que le produzca la lesión;

c)            el cadáver no presentaba signos, estigmas o lesiones propias del arrastre de las aguas, tampoco rastros o huellas de haber sufrido ataque de depredadores,

d)            la data de muerte señala que no se puede determinar con exactitud y en este caso por los signos de putrefacción del cuerpo, deduce que su muerte fue posterior a un período de veinte días contados desde el 29 de enero de 1992. ….

el proyectil utilizado en la muerte de Huber es aquel que se ha denominado de “alta velocidad”, con una masa pequeña, con forma aerodinámica, llevando en su vainilla una pólvora especial que constituye una carga de proyección poderosa, ocasionando un gran daño, el que al ser disparado se acerca a su objetivo a una velocidad extrema-tres o cuatro veces la velocidad del sonido- y por ello genera en su parte posterior un cono de alta energía que es el que aumenta el daño cuando el proyectil produce el impacto.

Pero en el informe escrito que elaboró Pedro León Rivera concluye que con los hallazgos consignados en el protocolo de autopsia, la ampliación del mismo, más lo encontrado en la exhumación, no es posible determinar con certeza la forma médico legal que ocasionó la muerte de Gerardo Huber Olivares. La descripción del protocolo de autopsia de dos orificios en el cuero cabelludo, en regiones temporal y parietal derecha, de aspecto redondeado, de 1, 8 x 1, 5 cms y de 1, 5 x 1, 2, respectivamente, más la gran destrucción focalizada de la cabeza, le hacen pensar en la acción de proyectiles de alta energía, que si hubieran sido del tipo autoinferidos serían atribuibles a una rápida secuencia como pueden hacerlo algunas armas automáticas de puño. La ubicación señalada, lo hace  suponer, además que la lesión es de tipo suicida, sin que pueda afirmarlo categóricamente.

Y la razón de la diferencia entre la declaración y el informe radica, estando bajo la amenaza de la destitución y temiendo también por su familia, declara el perito, sin negar rotundamente lo que ya había afirmado hizo el informe….inclinándose por la tesis del suicidio. Al momento de retractarse la juez Brisa Pérez Quiroz rememorará que se mostraba “muy nervioso y atemorizado, huyendo rápidamente del tribunal.”. En la versión periodística de La Nación, la diferencia de informes le “significó la expulsión de León de la policía civil. También desconocidos lo amenazaron junto a su familia. Temiendo lo peor, León cambió su conclusión. Dijo que se equivocó y emitió un segundo dictamen, asemejando ahora la causa de muerte a un suicidio.

-Me dijeron que toqué círculos de poder muy sensibles, confesó León al juez Pavez.

El criminalista apeló al director de la policía Nelson Mery, quien, luego de unas semanas, lo reincorporó. León volvió por sus fueros y emitió un tercer informe, ratificando el primero y aclarando por qué debió mentir en la segunda versión.”^[44]

La juez del Juzgado de Letras de Peñaflor, Brisa Pérez Quiroz, recuerda que “el perito León Rivera manifestó, ante su presencia, que la muerte de Gerardo Huber Olivares, fue un homicidio y que había sido ocasionada con una arma de alto poder, señalando el calibre y que las huellas digitales se habían borrado con un esmeril….(y) al momento de exhumar el cadáver y ver la caja craneana el doctor antes mencionado, le señaló en voz alta que correspondía a un estallido de cráneo.”

En el informe del Jefe de la Sección de Investigaciones Especiales del Laboratorio de Criminalística de Carabineros y coordinador del equipo multidisciplinario que efectuó la pericia médico legal en el cadáver del Coronel Huber, Jorge Antonio Aguirre Hrepic, testimonia que “en el mes de julio de 1997, fue exhumado en esa oportunidad, por segunda vez, discutiéndose el origen de la lesión que había ocasionado la muerte de Huber, así el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Legal,…desde el comienzo de las reuniones del equipo multidisciplinario, el perito Pedro León Rivera insistió en que la muerte del Coronel había sido producto de un impacto con un fusil. Jorge Aguirre Hrepic  es de la opinión que la causa de la muerte se orienta a la acción de terceras personas, esto es que se cometió un homicidio, haciendo las siguientes observaciones:

a) en torno al cadáver no se verificó ninguna marca que llevara a impresionar acciones de la fauna que habita en el sector,..estuvo en el agua menos tiempo que el señalado;

b) de ser factible un disparo a corta distancia o apoyo en el cráneo y aún a larga distancia con un fusil, los orificios de entrada quedan marcados, por lo que al carecer de éstos en lo que quedó del cráneo concluye que hubo acciones post mortem, no compatibles con choques de piedras y rocas;

c) si el cuerpo hubiese permanecido ocho días bajo el agua, en los otros doce restantes habría presentado marcas en las partes salientes del cuerpo, lo que en el hecho no ocurrió…;

d) el pantalón de jeans que vestía Huber no presentaba las características de uno sometido por 20 ó 22 días, a un caudal de agua con arenilla, piedra y musgos bastante adherentes;

e) que de haberse producido un disparo del tipo suicida en la solera del Puente El Toyo, habría quedado innumerables rastros^[45],

f) en las condiciones anteriormente anotadas excluye como causa de muerte la inmersión, aún cuando puede haber sido una causa coadyuvante;

A  todo esto se le suma diversas declaraciones que aparecieron en el expediente. El oficial de Carabineros, Liborio Velásquez Larrondo en el período de 1991 y 1992, estuvo agregado en la 14º Comisaría de Carabineros de San Bernardo y en dicho lugar se hizo amigo de Jorge González Quinteros^[46] que era un vendedor de armas representante de la importadora “INTERARM CHILE LTDA” de propiedad de don Rodolfo Fritz Barahona^[47],..en el verano de 1992 González le pidió que lo acompañara a la localidad de Nos…a la Escuela de Inteligencia del Ejército, lugar donde se bajó e ingresó y quedándose él en su auto, a la vuelta del viaje y en su casa^[48], le exhibió una pistola marca Walther ppk que había ido a buscar a la Escuela referida y le manifestó que necesitaba cambiar el número de serie de dicha arma de fuego, preguntándole si tenía conocimiento de alguien que hiciera tal trabajo, a lo que contestó que los armeros que él conocía no hacían ese tipo de labor….a fines de 1995 estuvo de visita en la casa de González y allí (el dueño de casa) le contó que sabía que las armas que se habían vendido a Croacia las habían retirado desde los Regimientos, que habían Generales implicados y que los norteamericanos en conocimiento de la situación habían denunciado el hecho cuando el avión cargado con armas aterrizó en Budapest, Hungría, también le dijo que en esto estaba involucrado un oficial de Ejército apodado el “Chico Orellana”, el que recibiendo órdenes superiores había trasladado a otros oficiales de Ejército a un sector del Cajón del Maipo y que había presenciado cuando le dispararon a otro oficial de Ejército en la cabeza, lo que lo tenía muy afectado, a pesar de que cumplía órdenes superiores y le agregó que el oficial asesinado había pertenecido a la DINA y que su chapa era “Carlitos”. Jorge González Quinteros niega la historia, aunque admite conocer a Liborio Velásquez Larrondo^[49] y señala que la razón que dijo lo que dijo es que “como denunció a Velásquez Larrondo (por la posesión “del arma Walther^[50], señalando que la habría obtenido en la Escuela de Inteligencia del Ejército) y aportó los datos a la Policía,…sólo está tratando de vengarse de él.”

Pero el mismo Jorge González Quinteros, cuenta otra historia relacionada con el caso:  teniendo conocimiento de personas que traficaban armas, entre 1992-93, por su propia decisión se contactó con personal de DIPOLCAR^[51], denuncia el hecho, pero carabineros “le pidieron que cooperara con ellos y así se transformó en un informante y cooperador en la investigación del tráfico de armas a nivel poblacional, así por este hecho se incautaron diversas armas y varias personas fueron detenidas y procesadas…mantuvo en contacto con personal de DIPOLCAR encabezado por el Teniente Juan Quiroga Sánchez, relación que tuvo por unos dos años…todos los datos que recopilaba referente a tráfico de armas y la perpetración de otros delitos se los entregaba a DIPOLCAR, actividad que realizó sin remuneración de ninguna especie, salvo que en una oportunidad le regalaron $50.000. Y en 1994 ó 1995 realizó un asado con algunos amigos e invitó (al) Teniente Coronel (R) Heraldo Arellano Fonseca, (con el objeto que ayudara a) ingresar a la Escuela Militar a su ahijado Hugo Fernando Norambuena, concurriendo también “otro funcionario del Ejército, Heraldo Ruiz (“Chico Ruiz”), quien le informó que había trabajado en la Central Nacional de Informaciones…en un momento de la reunión salió a colación el crimen del Coronel Gerardo Huber y entonces el “Chico Ruiz”, manifestó que a Gerardo Huber lo habían asesinado, lo que sabía por haber pertenecido a la CNI, que conocía a lo menos a uno de los militares que lo asesinaron,… todos concordaron en que había sido asesinado y que era “un secreto a voces”…él…tomó contacto con el Teniente Juan Quiroga Sánchez y personalmente le dio esta información y posteriormente a los días después el Teniente Quiroga llegó a su domicilio y le dijo que esa información no la iba a ocupar porque su General, que no nombró, le había dicho que esos datos eran insuficientes y por ello no intervendrían.”

 El “Chico Ruiz”, Heraldo Ruiz Rivera niega las declaraciones que se le imputan, nunca perteneció a una Unidad operativa del Ejército y su trabajo siempre fue de carácter administrativo ya que su especialidad se refiere al área de finanzas, aunque si es verdad que conocía a Jorge González Quinteros y estuvo con él en un almuerzo en compañía del Comandante Heraldo Arellano y el objetivo de esta reunión fue estudiar la posibilidad de ayudar a un pariente de González para que ingresara a la Escuela Militar…nunca bebió en exceso, más aún cuando andaba a pie y tenía que volver al centro de Santiago.

Y el mentado comandante Heraldo Arellano Fonseca declaró que tiene el convencimiento que fue asesinado, puesto que  conoció y tuvo contactos con el Coronel Huber por lo que apreciando su carácter y modo de ser puede afirmar que no era una persona que pudiese suicidarse. Pero como esto es un asunto militar jamás lo conversó con otras personas que no fuesen de la institución. Durante el año 1991 y 1993, se encontraba en retiro del Ejército y había viajado a Paraguay donde se dedicaba al comercio. Aunque era verdad que concurrió al domicilio de Jorge González Quinteros, a un almuerzo,….acompañado de otro militar jubilado, Heraldo Ruiz no recuerda que a la hora de almuerzo se haya hablado sobre el caso Huber.

Otra declaración relacionada con esta historia es la de Armando Cabrera Aguilar estando en libertad bajo fianza en septiembre del año 2000, por el homicidio del carpintero Alegría (asesinato vinculado al de Tucapel Jimenez), pasó por la Auditoria del Ejército a fin de saber sobre su proceso, lugar en el que trabajaba el ex carabinero de apellido Alegría, a quien conocía hace más de treinta años, quien un día lo invitó a almorzar al casino de la FACH, en compañía de su hijo menor. Llega el Coronel (Iván) Cifuentes, quien se sentó a su lado, reconociéndolo de inmediato como el hombre que lo había mandado al sur y que manejaba la camioneta roja, cuando intentaron matarlo. Durante el almuerzo el hijo de Alegría le pidió que contara parte de los ejercicios que hacia como Jefe instructor de Comando y en un momento, éste señaló que pertenecía a un grupo de comandos de elite que habían jurado lealtad al General Pinochet y que cualquiera que tratara de involucrarlo en algo relacionado con los derechos humanos, ellos lo eliminarían, como lo habían hecho con el Coronel Huber, al cual llamaron a la casa en forma telefónica, lo habían hecho salir de ésta y al cruzar el puente, lo habían eliminado con un tirador escogido, con un balazo en la nuca^[52].

Pero frente a esta declaración tenemos la de Duillo Alegría Santibáñez, hijo de René Alegría, quien un día fue a buscar a su padre a su oficina en la Asistencia Jurídica del Ejército y al llegar se percató que conversaba con una persona en el pasillo, el que le fue presentado, como el Suboficial de Carabineros de apellido Cabrera y allí su progenitor lo invitó a almorzar al Casino de oficiales de la Fach, en el lugar se encontraron con el Coronel de Ejército Iván Cifuentes, quien se sentó a almorzar con ellos y le regaló una corbata al mencionado Suboficial, pero señala que nunca escuchó durante la comida o en otra circunstancia que el Coronel Cifuentes comentara algo en relación a la muerte de un oficial de Ejército, ni menos del Coronel Huber.

Finalmente agreguemos la misteriosa llamada telefónica recibida por la abogada del Consejo de Defensa del Estado, María Inés Horwitz Lennon, alrededor de las 04:30 horas, de parte de un hombre que se identificó como ex funcionario del Ejército y que estuvo alrededor de dos a tres años en el Batallón de Inteligencia, quien le indicó que llamaba desde el extranjero y que existía un secreto a voces que el Coronel Huber había estado unos días en el subterráneo BIE, precisamente en el Cuartel ubicado en Calle García Reyes N°12 y que posteriormente fue trasladado a la Escuela de Inteligencia y los que participaron en los interrogatorios y en la muerte del Coronel Huber, fueron Provis, el Huaso Torres, los Suboficiales Urtubia y Villanueva y el empleado civil Vargas Bories. Esta llamada la pudo haber realizado Rodrigo Ernesto Peña González perteneció al Ejército de Chile, aceptándose su renuncia el 31 de agosto del año 1992, por “pérdida de la vocación por la carrera de las armas”. Quien se encuentra en el extranjero y que según declaró Huber Olivares le habrìa entregado una carpeta con antencedentes por si algo le pasaba, la que fue destruida por él

 B)       El secuestro: Para el investigador judicial hecho salir de la casa el 29 de enero con engaños quizás el llamado o la visita de algún amigo que le convenciera de salir, tras salir de San Alfonso y hasta antes de llegar al Puente el Toyo el oficial es secuestrado y llevado a la Escuela de Inteligencia del Ejército en Nos, en el recinto secreto.Lo primero son los informes periciales que indican que la muerte del coronel Huber no se produjo el 29 de enero. 

El informe del perito de Investigaciones, el doctor Octavio Ulloa Salazar, expresa que “una persona que se cae en una profundidad de 1, 56 metros perfectamente puede no tener lesión alguna en su cuerpo y producto del arrastre de las aguas, por el peso de la cabeza, comienza a recibir agua hasta los pulmones, lo que aumenta su peso, haciéndolo permanecer debajo del agua, hasta que comienza la gasificación producto de la putrefacción que lo vuelve a elevar a la superficie,…en el cuerpo del Coronel Huber, no existían los estigmas propios de un arrastre de varios días en el agua, siendo factible que no haya estado los veinte días que corren entre su desaparición y el hallazgo del cadáver, señalando que…existen elementos que orienten…a una muerte por acción de terceras personas, es decir a un homicidio…

En la ampliación del Informe del Instituto Médico Legal se concluye algo diverso. Expresa que decir que la causa de muerte fue el impacto de un proyectil y el ahogamiento en el agua dado el avanzado estado de putrefacción, no es posible concluir con certeza lo anterior; el traumatismo facio craneano tuvo el carácter de vital^[53], … el estado de putrefacción y sus características descritas en el protocolo de autopsia es compatible con la permanencia del occiso por 21 días en el agua.^[54]

A su vez el informe del perito Flavio Larenas Sánchez reza:…sin lugar a dudas que no hubo arrastre de las aguas, porque no presentaba lesiones en los puntos salientes del esqueleto, esto es hombros, brazos, rodillas,….no estuvo en las aguas el tiempo que media entre su desaparición y el hallazgo del cadáver….si en el cuerpo de éste no se encontró plancton, concluye que murió antes del contacto con el agua; en lo relativo a la descripción del estómago se consigna la presencia de arenilla sólo hasta la primera porción del duodeno, es decir habría existido una ingesta pasiva (ya muerto),…con esto rechaza la tesis de muerte por sumersión. Agrega que el cuerpo presenta una fractura de esternón, de la quinta y sexta costilla derecha de carácter no vital, es decir, post mortem señalando que no es factible que se produzca fractura del esternón por arrastre de las aguas ya que se necesitaría un traumatismo de gran magnitud,

La perito María Antonieta Benavente Aninat dijo: con toda certeza y sin lugar a dudas que…los antecedentes analizados se orientan a un homicidio, así las lesiones encontradas en el cadáver no son compatibles con una caída de altura^[55] y por la ausencia de estigmas en el cuerpo, afirma que el cadáver no fue arrastrado por las aguas,…el cuerpo no presentaba lesiones propias del arrastre de las aguas.”Vivian Bustos Baquerizo a su vez, concluye que el cadáver no presentaba signos erosivos propios del arrastre de las aguas, de hecho el cuerpo se encontraba casi indemne, sin presentar hallazgos de superficie que característicamente presentan los cadáveres que son arrastrados por el río Maipo, en los que se verifican grandes placas escoriadas sobre los planos anteriores, de las extremidades superiores, parte alta del torax, rodillas y dorso de los pies…a la luz de todos los antecedentes tenidos a la vista y desde el punto de vista médico legal y criminalístico, señala que (en cuanto a) la causa de muerte del Coronel Huber…las evidencias corporales y contextuales se conjugan con un homicidio.

Eugenio Covarrubias Valenzuela

Y si no murió el mismo 29 de enero, ¿dónde estuvo? La tesis que manejaba el juez fue que en algún recinto cercano estuvo retenido el coronel Huber, estableciendo que este fue la Escuela de Inteligencia del Ejército del Coronel Roger Vergara Campos en Camino Padre Hurtado s/n, Nos, Comuna de San Bernardo….la referida Escuela existe desde el 12 de agosto de 1974 y que imparte cursos a personal de Oficiales y Suboficiales del Ejército de Chile, como asimismo a Oficiales Extranjeros. La Escuela está integrada por un llamado “cuadro permanente”, que corresponde al personal necesario para desempeñar las labores de mantención de la Escuela, cuya dotación asciende a 40 funcionarios; además por los Oficiales extranjeros que se encuentran en cursos y que se alojan en el lugar, y finalmente por los alumnos de los cursos que imparte la Escuela, y que no pernoctan en el lugar,…con un total de 28 alumnos; 20 correspondientes al curso de Sargentos (curso requerido para ascender) y 08 que integraban el curso de Análisis de Información; se observó que la Escuela está conformada por un edificio principal de dos pisos, con 1.500 metros cuadrados construidos, cuenta con múltiples dependencias, tanto en sus costados, como parte anterior y trasera y el terreno total mide 20,8 hectáreas, sus construcciones y estructuras se encuentran sin modificaciones y las únicas nuevas son aquellas que se realizaron en el año 1974. Cuenta con

a.  un antejardín de aproximadamente 250 metros contados desde la calle, hasta el acceso al edificio principal, en él existen 76 especies de árboles,

b.  su edificio principal, es de dos pisos, conformado por varias oficinas, o salas, las que son utilizadas para diversos cometidos, así al efectuar la inspección en el primer piso nos encontramos en su hall de entrada con dos placas de mármol, las que se ubican a ambos costados de la construcción y que recuerdan a los Directores de la Escuela  de Inteligencia a lo largo de su Historia, siendo el correspondiente al período de 1991-1995 el Teniente Coronel Adolfo Born Pineda.

c.   En el primer piso nos encontramos con una oficina de Docencia; Sala de Computación para los alumnos de la Escuela; otra sala habilitada para los alumnos que se encuentran haciendo el curso de Sargentos; una oficina denominada Secretaria de Estudios, un Casino para alumnos, baños, una oficina que se utiliza como Almacén de Material de Guerra el que cuenta con un armero permanente y una cocina en la que se prepara el Rancho para toda la Escuela.

d.  En el segundo piso varias salas de clases y baños, además de unidades administrativas que se preocupan de la Seguridad, Aseo y Mantenimiento de la Escuela, también una oficina de Logística; Oficina de Personal; y otra relativa a la Sección de Operaciones, que mantiene contactos con Carabineros de Chile y Bomberos. Un salón principal o sala de eventos, el que puede ser habilitado y utilizado como salas de clases, según los requerimientos de la propia Institución.

e.  La Escuela cuenta con una cancha de fútbol, ubicada en el costado Norte del referido lugar, la que es apta para el aterrizaje de helicópteros, en la parte trasera de la Escuela (zona Oriente) encontramos una piscina de 25 metros de largo por 10 metros de ancho, cuya parte más profunda alcanza los 5 metros y a una distancia de 50 metros aproximadamente de la referida piscina, encontramos un helipuerto con su respectiva señalización, en el centro presenta un triángulo con una letra “H”, ambos signos pintados de color blanco, el lugar cuenta además con iluminación artificial, posee otras dependencias que se encuentran aisladas del edificio principal y son en su mayoría Bodegas.

f.    En el sector suroriente de la Escuela, existe un polígono de tiro de pistolas y una zona con quinchos para asados que dista a 100 metros de la piscina anteriormente descrita.

g.  En la parte surponiente de la Escuela, y casi al llegar al límite del terreno por ese costado, nos encontramos con una dependencia completamente aislada que corresponde al Casino de Oficiales, conformada por un pequeño hall de entrada, en donde a su mano derecha (sector Sur), encontramos oficinas, tales como el reservado del Director y una sala de Conferencias, y a mano izquierda (sector norte), el casino propiamente tal;

h.  el sector norponiente y acercándonos hacia la Calle Camino Padre Hurtado y a una distancia de aproximadamente 200 metros del edificio principal, encontramos varias cabañas de un piso, algunas deshabitadas, mientras que otras son habitadas por personas que desempeñan labores en la Escuela, como por ejemplo: el jardinero y su familia, frente a esas cabañas existe un pozo séptico, tapado con cubierta de concreto; en la misma zona se observa un silo, de cemento, sin pintar, de aproximadamente 15 metros de alto, por 5 metros de diámetro aproximadamente, abierto en su parte inferior. A un costado de este lugar existe un portón que permite el acceso a la Escuela, además de su puerta principal que tiene custodia, el lugar cuenta con agua potable de cañería y agua de canal para el regadío, la presión de agua es buena, por ello no es necesaria la existencia de bombas, ni de estanques de agua.

i.    La Escuela es cruzada en todo su ancho por un Canal denominado “Ochagavía”, cuyo cauce mide 2,50 metros de profundidad, por 2 metros de ancho y al momento de la inspección el agua que circulaba tenía 50 centímetros de hondura. En el invierno, el canal, se seca completamente, toda vez que el acceso de agua es cerrado por las personas que tienen derechos sobre él para su mantención, y sólo a contar fines del mes de octubre y durante el período primavera y verano, pasa agua por dicho canal atravesando la Escuela. Existe además otro canal de menor cabida que el anterior, denominado “Canal Pinto”, tiene unos 50 centímetros de profundidad por unos 50 centímetros de ancho, sobre el cual se tienen derechos de uso y del cual se saca agua para el regadío de la Escuela, ambos canales llevan agua del Río Maipo e ingresan a la Escuela por el sector Sur de la misma.

j.    La Escuela colinda por su lado Norte con un camino de tierra, utilizado solo por los residentes de los predios interiores a fin de acceder a ellos; por el lado Sur con un fundo que es utilizado como Centro de Eventos; por el oriente con tres hectáreas de siembra de alfalfa que pertenecen a la propia Escuela, pero que son arrendadas a determinados agricultores y por el Poniente limita con la Calle Camino Padre Hurtado.

En la segunda inspección personal que hizo el Tribunal “…distante a unos 100 metros aproximadamente desde el polígono, existían las bases de 6 pilares de cemento, entre los cuales evidentemente hubo una muralla, al parecer, del tipo “Bulldog”, la que cercaba completamente el recinto secreto, con una extensión de 150 metros aproximadamente, dejando completamente aislada la referida zona, más cerca de la construcción y frente a ella, se ubican dos pozos, separados por aproximadamente 2 metros de distancia, los cuales se encuentran cubiertos con unas tapas metálicas de 1 metro de ancho por 1 metro de largo aproximadamente, al retirar las tapas de los mismos, se observa que el del lado oriente, se encuentra seco y tiene una escalera metálica adherida a un costado del mismo, al bajar por la misma, se constata que el pozo mide 2, 20 metros de ancho por 2, 5 metros de profundidad y no se encuentra comunicado con el de su costado poniente, así el pozo ubicado en el lado poniente, tiene aproximadamente 50 centímetros de agua aproximadamente, con una escalera para bajar hacia el interior, de las mismas características que la anteriormente descrita, al frente de los pozos, se encuentra una bomba de agua, al parecer sin uso, la que se encuentra protegida por un techo de madera, en esa dependencia en la actualidad funciona un Casino de Oficiales,…a través del sendero…es posible llegar a la Escuela de Inteligencia por su parte trasera, permitiendo un acceso rápido y discreto a la zona denominada “recinto secreto”, toda vez que se trata de un atajo con poco tránsito de personas y que sólo es utilizado por los que trabajan en el predio del Ejército que se da en arriendo.

Escuela de Inteligencia del Ejército, celebrando 40 años

Este recinto contaba con una cancha de fútbol que podía permitir el aterrizaje de helicópteros, sin perjuicio de lo cual también existía un sector, cerca de la piscina, destinada para el efecto. Quien fuera su director entre 1991-1995,  Adolfo Born Pineda informó que el Complejo de la Escuela estaba constituido por un edificio central que correspondía a la ex casa patronal del terreno y allí se ubica las oficinas y la salas de clases; además existía en el sector Norponiente cuatro o cinco cabañas que ocupaban los Suboficiales y sus familias y que pertenecían a la dotación de la unidad,… ni él ni los oficiales que trabajaban en la Escuela pernoctaban allí, sino que cumplían horarios, retirándose del lugar a eso de las 17:30 horas aproximadamente; todo el terreno ascendía exactamente a 19,5 hectáreas, de las cuales seis o siete se arrendaban a agricultores de la zona. Respecto del recinto secreto por razones de seguridad, la información siempre estaba compartimentada y esa es la razón por la cual no tuvo acceso a ella, a tal extremo que en el sector se producían incendios de pastizales o quemaduras de basuras o ramas lo que implicaba un peligro respecto a las instalaciones de la Escuela, situación que hizo presente en varias oportunidades al Director de Inteligencia, pero que no se le prestó atención, precisamente por tratarse de un recinto secreto. No sabe si disponían de teléfono. En el año 1992 atravesaba todo el recinto un canal con agua, de unos tres metros de ancho y unos tres metros de profundidad y es posible que éste se alimentara con aguas del río Maipo, pero no lo sabe con exactitud.

Carlos Cuevas Quintana[56], durante su permanencia allí fue Director de la misma, el Coronel Adolfo Born Pineda…..sólo estaba una vez  por semana o cada diez días en la Escuela, como oficial de turno, por 24 horas, pero todos los demás días se retiraba a las 17:00 horas y los fines de semana tampoco concurría a la Escuela, salvo que le correspondiera turno. Relata Luis Espinoza Arenas que “existía prohibición de acercarse o indagar sobre un recinto ubicado cerca del polígono, de tal modo que nadie podía acercarse o preguntar por éste, así los jefes de curso, reiteraban la medida a objeto que no se fuese a romper la señalada obligación.”

Situado en Nos, se encontraba ubicado en el lado sur oriente recuerda Patricio Hernández San Martín. Y cuando el Ministro Alejandro Madrid, solicitó información respecto de éste y el Ejército informó, que éste era una Instalación, que tenía por finalidad la protección sanitaria de las tropas en combate dijo Patricio Wenzel Álvarez.

En cambio Pablo Rodríguez Márquez, siendo profesor en la Escuela de Inteligencia se percató de la existencia de un recinto anexo que tenía el carácter de secreto y supo que estaba destinado a trabajos de un Laboratorio de guerra bacteriológica y se encontraba aislado por un muro de “Bulldog”, pero que nunca ingresó a ese lugar. Luis Muñoz Lepe quien trabajó en la Escuela de Inteligencia tiene una mayor memoria y relata que al costado sur oriente de las instalaciones de la Escuela había un recinto secreto, cerrado con murallas de “Bulldog” y había un portón metálico con cerradura eléctrica, zona a la cual estaba prohibido ingresar y durante ese mismo período se estaban realizando algunas tareas de construcción al interior del mismo, pero el acceso a él no pasaba por la guardia principal de la Escuela, por lo que los camiones y personal de la construcción ingresaban por atrás utilizando un camino de tierra que rodeaba la Escuela… un camino de tierra que circula por el costado norponiente y que tenía conexión con un camino secundario también de tierra que llegaba por detrás de las instalaciones de la Escuela.

A cargo del recinto se encontraba el Suboficial de la DINE, Luis González Ruiz, el que nunca comentó lo que se hacía al interior del recinto secreto.

Uno de los que frecuentaba ese recinto el General Eduardo Arriagada, que en esa fecha tenía el grado de Mayor y también vio ingresar a ese lugar a una secretaria. Allí iba también Manuel Provis Víctor Lizárraga, quien concurría a la Escuela por ser uno de los Jefes de la DINE, Dirección de la cual dependía la Escuela de Inteligencia al General Eugenio Covarrubias quien por ser Jefe de Inteligencia concurría a las ceremonias de la Escuela, lo que corrobora Iván Riveros Fuentes, quien trabajó ahí entre 1991 y 1992…, pero todos cumplían horarios de oficina, de tal manera que después de las 17:00 horas aproximadamente nadie se quedaba allí. Informa que en el año 2004 aproximadamente, se eliminó la muralla que separaba la Escuela del recinto secreto, ya que había resultado dañada por un temporal de viento y se terminaron las restricciones para acercarse o ingresar al lugar. Dentro del recinto secreto había un pozo de cemento para agua y a su lado había una bomba extractora de agua, pero nunca la vio funcionar.

La secretaria de la que hablaba Muñoz Lepe era Elena Díaz Durán, quien ingresó al Ejército en el año 1983…,como empleada civil, y comenzó a desempeñar funciones de secretaria en el Laboratorio Bacteriológico, ubicado en Calle Carmen Nº 339, Comuna de Santiago, lugar en el que permaneció hasta aproximadamente el año 1990, ya que, posteriormente éste se trasladó hasta la Localidad de Nos, a un sector aislado dentro de la Escuela de Inteligencia, donde estuvo desde el año 1991, hasta la fecha de su retiro en el año 1999 ó 2000, su labor como secretaria, consistía en cooperar en todo lo necesario al Doctor Rosende Oyarzo, quien estaba a cargo del recinto, pero el Jefe del Laboratorio, era el Doctor Eduardo Arriagada, quien sólo iba una vez por semana al lugar; esta forma de trabajo tuvo lugar cuando estaban en Calle Carmen, puesto que, cuando se cambiaron a la localidad de Nos, ambos profesionales iban  esporádicamente al Laboratorio, toda vez que entre el año 1991 y hasta la fecha de su retiro, no se estaba haciendo absolutamente nada allí.

En todo caso Juan González Rebolledo informó que el año 1977 se creó un Laboratorio Bacteriológico, que funcionaba en Calle Carmen, en atención al problema limítrofe con Argentina, el que estaba a cargo del Doctor Arriagada, quien además era el médico del BIE, enterándose posteriormente, que éste había sido trasladado hasta la localidad de Nos. Una secretaria del BIE, Kathya Medina Hidalgo, relata que en Calle Carmen operó un recinto secreto, que después funcionó como laboratorio, el que posteriormente se trasladó a la localidad de Nos, pero ignora el lugar exacto de su ubicación y el Jefe de esta Unidad era el Mayor Eduardo Arriagada Rehren, quien era médico de Sanidad y jubiló como General de Ejército. Este último declaró que trabajó en el Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) desde 1975 hasta 1985 y después de esa fecha salió destinado a la Dirección de Inteligencia del Ejército, pero siempre siguió atendiendo en el BIE…es posible que durante un período de dos o tres días el Recinto Secreto, ubicado en la Escuela de Inteligencia del Ejército se hubiera utilizado en una actividad reservada y que nunca se desarrolló ninguna actividad médica o bacteriológica allí, ya que la construcción tenía fallas estructurales….él a veces concurría a inspeccionar, pero en forma irregular y el Coronel Rosende que también cooperaba en la labor del laboratorio, fue una o dos veces al año a dicha instalación, la que se encontraba sin el control de la guardia de la Escuela, luego en el año 2000 y al no haber cumplido su objetivo el recinto fue entregado a la Escuela de Inteligencia y actualmente es un Casino de Oficiales y por último señala que en la noche y en los días feriados estas instalaciones quedaban sin personal.

Otro de los que tiene memoria es Leonardo Martínez Valenzuela quien en el año 1991 y 1992, trabajaba en la secretaría de estudios, en la Escuela de Inteligencia y cumplía horarios de oficina, por lo que alrededor de las 17.00 horas se retiraba del recinto…en aquella época un compañero de labores, el Suboficial Luis González Ruiz, fue trasladado a la DINE, quedando a cargo del mencionado recinto y también tenía acceso a dicho lugar el Suboficial Jorge Rebolledo Rebolledo y dice que vio en varias oportunidades ingresar a esa zona al Suboficial González o Rebolledo, acompañado de personas de civil, algunas veces vestidos de sport y otras de terno y que podrían haber sido civiles porque usaban el pelo largo, pero que también podrían haber sido agentes de inteligencia porque no quedaban registrados en la guardia, además vio a una señora que iba a tal lugar y éstas se retiraban al medio día, pero González generalmente se retiraba a las 17:00 horas….sólo una vez recuerda haber visto aterrizar un helicóptero en la cancha de fútbol de la Escuela.

Elena Díaz “concurría lo hacía diariamente al Laboratorio, pero en algunas oportunidades, por razones de salud, sólo iba dos veces a  la semana; así el horario del Laboratorio de Nos, era libre, es decir nadie estaba obligado a llegar a una hora en específico y en términos normales trabajaban hasta aproximadamente las 18.30 horas y casi siempre la última persona en irse era el Suboficial Luis González….Durante la noche no se quedaba nadie, no había guardia. Manifiesta que durante el período de verano y especialmente en vacaciones, se turnaban con el Suboficial González, a objeto que el Laboratorio no quedara solo, puesto que sólo él y ella trabajaban allí.” Esto lo confirma Juan Soto Opazo al recordar que el Suboficial de la DINE de apellido González en algunas oportunidades sólo iba un rato a visitar el recinto y luego se retiraba.

Jaime Torres Fleming rememora que…estaba cerrado por un portón de metal y que lo rodeaban unas zarzamoras, incluso en la Escuela al anochecer se soltaban unos perros policiales para vigilancia.

Sigue contando la Secretaria Elena Díaz Los funcionarios de la Escuela de Inteligencia, alumnos, profesores, e incluso su propio Director, no tenían acceso a este Laboratorio, ya que éste era un recinto secreto y su acceso solo estaba reservado a los funcionarios que en él trabajaban… ncluida la guardia concluyó Leonardo Martínez Valenzuela

Acceso que se hacía a través de la guardia de la Escuela de Inteligencia, luego se avanzaba hacia el sector suroriente de la misma, donde se encontraban con un portón metálico, cerrado con cerradura eléctrica siempre con llave alambradas de púas y cercos vegetales y luego siguiendo en la misma dirección, se llegaba al Laboratorio y las personas que tenían llaves de eran el Suboficial González, ella y Rebolledo. Los pozos que están en el interior del recinto del Laboratorio, se utilizaban para acumular agua y regar las siembras de diversos vegetales que existían en el lugar.

Juan Soto Opazo cuenta que se eliminó la muralla que separaba la Escuela del recinto secreto y las construcciones que había en el interior se destinaron a Casino de Oficiales y cuando derribó la muralla se percató que habían dos pozos de agua en su interior y al lado de ellos una bomba, pero nunca los vio funcionar. Para determinar la fecha Iván Riveros Fuentes, que trabajaba en la Escuela, rememoró que el año 2004, se eliminó la muralla que separaba la Escuela del recinto secreto.

Freddy Orellana López, dirá que Hubert Olivares, además del caso denominado “venta ilegal de armas a Croacia”, se suma su paso por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y haber sido Director del Complejo Químico de Talagante, lo que lo convertía en una persona con muchos conocimientos sobre situaciones complejas para personas integrantes del alto mando del Ejército. Según Freddy Orellana López ese mismo día 30 de enero de 1992, se allana el domicilio del Coronel Huber, ubicado en la Comuna de las Condes y su oficina en la Jefatura Logística, a las pocas horas de su desaparición. En la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) el General Eugenio Covarrubias Valenzuela, hace uso de sus vacaciones, en circunstancias que existía un problema interno de gran envergadura como es la desaparición de un Coronel y no adopta medidas personales, tales como suspender sus vacaciones y por el contrario deja en su reemplazo al entonces Coronel Víctor Lizárraga Arias, el que venía llegando de su comisión de servicio en Israel, el que a pesar de haber tenido un paso por la DINA, no estaba al tanto de las misiones especiales que se estaban desarrollando en el DINE, y el Mayor Julio Muñoz Bustamante, conforme a declaraciones de familiares presiona a doña Clina Polloni para que cese la búsqueda del Coronel Huber y además pretende instalar la idea que el Coronel Huber se había suicidado. 

Hernan Ramirez Rurangue

LA QUEMA DE LOS ARCHIVOS DEL BIE: Patricio Escalona Escalona Informa que mientras se desempeñaba en la Central de Operaciones, aproximadamente en el año 2003, por orden del Comandante Herrera, se incineró gran cantidad de documentación antigua, principalmente de la Compañía de Subversión, ya que a los días posteriores concurriría el Ministro Madrid de la Corte de Apelaciones de Santiago, a inspeccionar la Unidad. Lo que corrobora Jaime Torres Fleming…, hubo una incineración de documentación del Batallón de Inteligencia, desde la Plana Mayor, la que estuvo a cargo del Mayor Guzmán, lo que ocurrió entre 1991 y 1994, último año en que fue destinado como Comandante de la Compañía de Seguridad Militar, trabajó con el Sargento 1º Hernán Urtubia Flores y en el mismo período con “el gallina”, el  Cabo 1º Urtubia, el que además era PPI….cuando se desempeñaba como Comandante de la Compañía de Contraespionaje entre los años 1991 y 1992, recibía órdenes, en primer lugar, del Comandante del Batallón, Manuel Provis o por el Jefe de la Plana Mayor que en la época era el Mayor Guzmán y en caso de que no estuviere el Comandante del BIE las recibía del segundo Comandante que era Luis Briones.

Y un tercer testigo Raúl Durán Martínez quien declaró que se había quemado la documentación del Batallón en unos tarros de metal,…porque un Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, iba a realizar una inspección y observó como se quemó la documentación y esto ocurrió por orden del Coronel Arturo Herrera, quien estaba al mando del Batallón, oficial que anteriormente estuvo a cargo de la Compañía de Apoyo Técnico del mismo Batallón.