El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 12 de octubre de 2017

EL DÍA "D" CHILENO. DESEMBARCO EN PISAGUA (I)

EL DÍA "D" CHILENO. DESEMBARCO EN PISAGUA



Concluida la campaña naval con la captura del Huascar, en el combate de Angamos, el mar como espacio territorial y base de operaciones, ya le pertenecía a Chile, sin discusión alguna, pudiendo movilizar sus recursos por este medio sin el temor de alguna captura por parte de los peruanos (como fue el caso del Rímac)[1]. El inicio de la segunda campaña terrestre (conocida como la de Tarapacá) sólo era cuestión de tiempo. Pero el problema era dónde desembarcar, en el mismo Perú en un asalto directo a Lima, en la zona de Arica, en Iquique mismo o algún punto intermedio que permitiera controlar lo más pronto posible la zona salitrera, privando de esos recursos a los limeños y apropiándoselos los chilenos.
Fue la última alternativa la que se impuso, buscando una playa dotada de los recursos vitales para una invasión en una zona desértica: ferrocarril (transporte) y agua (víveres), eligiéndose la caleta de Pisagua, puerto salitrero, al norte de Iquique, separando a los aliados de las zonas norteñas de Arica-Moquegua.







El día 28 de octubre la fuerza de invasión chilena salía del puerto de Antofagasta. Así lo cuenta el comandante accidental de la flota, que tras dar por escrito las órdenes de salida del puerto y de marcha. Se acompañan con diagramas que ubicara a las naves en su marcha, los códigos que se emplearían y las señales, etc. Parten hacia el norte.
 La jefatura de la flota iba a bordo del Amazonas, junto a Erasmo Escala, quien era el general en jefe del Ejército de operaciones del Norte, y su Estado Mayor. También iba a bordo Rafael Sotomayor, Ministro de Guerra y Marina en Campaña y numerosas otras autoridades.
La flota sale a las 6:45 de la tarde “gobernando al Oeste poco a poco, para dar tiempo a que todos los buques tomaran su colocación designada.” Allí navegan el Cochrane, Abtao, Magallanes, los cruceros Amazonas y Loa. Y numerosos transportes.

“Durante la noche”, sigue en su relato el oficial naval a cargo de la flota en su informe o parte, “la Elvira Alvarez con el Copiapó, que cerraban la línea a retaguardia, cortó el remolque, por cuya causa perdieron de vista el convoi, i junto con el vaporcito Toro, que caminaba al costado de la Elvira, se dirijieron a Mejillones, en donde se reunieron a la corbeta O'Higgins i trasporte Matías Cousiño”, los que esperaban en esa rada para unirse a la flota. Esas naves se encontraban también embarcando material y hombres
Una parada en Tocopilla de la nave insignia, verificando si “el Angamos i la Covadonga se encontraban allí, pues el primero había ido a aquel puerto a embarcar parte del rejimiento de Artillería de Marina i dejar en su lugar al batallón Lautaro, i el último había sido destacado con el objeto de acompañar la Elvira Alvarez i el Copiapó.” atrasa a la flota.
Finalmente el 1° de Noviembre, el convoy ya completo “permaneció en el paralelo de Pisagua i a cincuenta millas de distancia de la costa, lugar de concentración en caso de separación de algunos de los buques”.
Diego Dublé Almeyda, en relato de su diario de campaña, testigo privilegiado entre los altos oficiales, relata que ese día(a) las 3 a.m. se han visto algunos buques. Al amanecer se han visto todos…. Reina gran entusiasmo en todas las tropas. Se oyen las bandas de músicos de los distintos regimientos que tocan el himno nacional. Se ven 20 buques”. Esto incluye a las dos naves inglesas que han seguido a la flota chilena como espectadores y observadores neutrales de la operación amfibia, toda una novedad para la época cuando nunca se había hecho un desembarco con oposición en tierra, como era ahora en el caso sudamericano[2].

A las 2 p.m. cuenta el mismo Dublé Almeyda, se realiza la última reunión a bordo del Amazonas, con todoslos jefes del Ejército y de la Marina, con el objeto de darles conocimiento del plan de desembarque….presidida por el ministro de Guerra Rafael Sotomayor, y asistieron: General en Jefe Erasmo Escala, Jefe de Estado Mayor Emilio Sotomayor, y asistieron a ella todos los primeros jefes de cuerpos, los comandantes de buques de guerra y transporte y el personal de ayudantes del Cuartel General y Estado Mayor. El general Escala, en pocas palabras, manifestó que para el desembarque simultáneo en Pisagua[3] y Junín se había organizado una división especial …. que estando a 50 millas de la costa y dado el andar del buque más poltroon (lento) de la Escuadra, el Abtao, estaríamos en Pisagua próximamente a las 2 o 3 de la mañana del día 2; y, por último, que esperaba del patriotismo, valor y entusiasmo de los jefes el éxito satisfactorio de las operaciones que debían realizarse en pocas horas más. El comandante del Amazonas Luis A. Lynch expuso que no nos hallábamos a la altura de Pisagua,…sino a 20 millas al norte de ese puerto. El comandante del Amazonas Manuel Thomson, en tono violento, manifestó que nuestra situación era a la altura de Pisagua,…y que no permitiría pusiera en duda o negara su aseveración el capitán Lynch[4]. Rafael Sotomayor hizo cesar la discusión…., expresando que cualquier error pequeño que hubiera en las informaciones respecto del lugar donde nos hallábamos, no sería inconveniente para el éxito de la operación que debía tener lugar. La reunión se disolvió y los jefes regresaron a sus respectivos buques, poniéndose estos inmediatamente en marcha con rumbo al Este.”.
Sin embargo en las instrucciones que entregó el mismo Dublé Almeyda posteriormente, habría un cambio: el batallón navales no iría, sino que había que reemplazarlo. La razón la cuenta el mismo Dublé: “el…coronel de Guardias Nacionales Martiniano Urriola (jefe del Navales), y el general (Escala) me dijo lo siguiente: “Comandante, el coronel Urriola me dice que el personal del cuerpo que manda se compone de artesanos, fleteros y jornaleros del puerto de Valparaíso; que esta gente tiene numerosa familia, y como el desembarque en Pisagua ha de causar numerosas bajas, me pide que este cuerpo (que) está designado para hacer el desembarque, sea cambiado por otro. Encontrando justas las razones que expone el coronel, Ud. designará otro cuerpo para sustituir al Navales en el desembarque de Pisagua”. Años después Dublé Almeyda dirá: “para una operación de desembarque me pareció lo más natural elegir a los Navales, gente de mar en Valparaíso, que conoce el manejo de las embarcaciones y todo lo que con ellas se relaciona.” Pero en el joven official se impone la doctrina de obediencia y da cumplimiento a la orden, designando al Atacama para esa mision.
¿Cuál fue el real motivo? Porque los soldados y oficiales del Atacama también tenían padres, madres, esposas e hijos ¿Qué hacía especial al Navales entonces? Más encima la unidad formada por boteros tendría la ventaja al momento de embarcar con personal experto en la navegación hasta la costa en un mar que no iba a ser tranquilo. ¿O fue un favor que le hicieron al comandante del Navales su amigo Erasmo Escala, o peor aún un sabotaje de lo que hoy se llama “la familia militar” para ver fracasar a Sotomayor, ministro en campaña, un civil, en opinión de los uniformados, metido en cuestiones que no entendía (un cucalón).




LA GUARNICIÓN ALIADA EN PISAGUA: Se encontraba a cargo del General Juan Buendía, quien había llegado el día anterior para inaugurar un fuerte. Estaba acompañado de Roque Saenz Peña, como jefe de Estado Mayor.
Las tropas disponibles se integraban en dos contingentes:
a.    Contingente Boliviano: Perteneciendo a la 3º División (general Pedro Villamil y jefe de Estado Mayor coronel Exequiel de la Peña. Sus integrantes se hallaban acampados en Hospicio, es decir en la meseta que se formaba tras subir por el farellón en que está situada Pisagua. SE integraba por:
1.    Batallón “Victoria” Nº1 de La Paz (coronel Juan Granier), quienes en el combate se atrincheraron tras el terraplén del Ferrocarril. Con un total de 535 plazas (5 Jefes, 22 oficiales y 490 de tropa).
2.    Batallón “Independencia” Nº3 de La Paz (coronel Pedro A. Vargas) Se atrincheraron tras el terraplén del Ferrocarril, sin embargo su 1º Compañía bajó a las rocas de la playa, quedando entre la Columna Naval y el inicio de Playa Blanca. Consta 429 plazas (4 Jefes, 28 oficiales y 397 de tropa).

b. Contingente Peruano: Comandante General y Jefe Político: Teniente coronel Isaac Recabarren. Como comandante de los Fuertes y del Puerto el Capitán de navío Manuel Becerra. Jefe del Fuerte Norte Capitán de fragata Ignacio Suárez. Jefe del Fuerte Sur: Teniente coronel Manuel Saavedra.
1. Regimiento de Artillería de Campaña Nº1. Se atrincheraron en los Fuertes Sur y Norte. Consta de 200 Artilleros peruanos y 45 bolivianos: Total: 245 plazas.
2. Columna Naval (Comandante, capitán de puerto don José Becerra. Ayudante, teniente don Víctor Loayza.) Consta de 2 Compañías de 60 hombres cada una. 1º Compañía (con rifle peruano), se posicionó en el muelle principal y sus alrededores entre las rocas Norte y Sur. 2º Compañía (con rifle Chassepot), se posicionó entre las rocas desde la Caleta del Mercado hasta el muelle del Ferrocarril: Total: 120 plazas.
3. Batallón “Guardia Civil de Arequipa” (Comandante, sargento mayor graduado don Mariano Ceballos) Se atrincheraron en las rocas, desde Playa Blanca al Norte. Total:40 plazas.
4. Columna “Gendarmes Nacionales de Pisagua” (Comandante, coronel don Manuel Francisco Zavala. 2º Jefe, coronel graduado don Nicanor González.) Se atrincheraron en las casas de Pisagua, entre el Fuerte Sur y la Estación del Ferrocarril: Total: 100 plazas.
Trabajadores del Ferrocarril Total: 25 plazas.
Ambulancia “Arequipa” (Instalada en Alto Hospicio).

Francisco Machuca describe las defensas aliadas. El coronel Recabarren colocó “su gente en línea de tiradores, tras las rocas de la playa y en los edificios de la ciudad. Convirtió en reductos atrincherados, la aduana, la iglesia, prefectura, estación del ferrocarril, bodegas de comercio y aun casas particulares.
Cinco líneas de parapetos formaban las defensas de la plaza. La siguiente dominaba a la anterior, dada la configuración del terreno que se eleva en gradas, hasta la planicie de Hospicio, a 300 metros verticales sobre la ciudad. Estableció la primera en la playa peñascosa, desde Punta Pisagua a Punta Pichalo, que ofrece únicamente dos lugares de acceso: Playa Blanca en donde se efectuó el primer desembarco, y Playa Huata, en donde ocurrió el segundo.
Los aliados cavaron “…entre las líneas defensivas, zanjas paralelas destinadas al abrigo de la tropa, con gruesos parapetos…. Destruyó además los caminos de acceso a Hospicio,…para dificultar más aun la ascensión de los cerros.
La carretera constituía la 2ª línea, reforzada con hiladas de sacos de arena. La 3ª, la trocha del ferrocarril hasta la 3ª revuelta. La 4ª el último zig‑zag; y la 5ª la meseta de Hospicio, que dominaba el campo de batalla, quedando bajo sus fuegos, la bahía, las playas, la población, la carretera, la trocha del ferrocarril y los senderos vecinos.
Respecto a la bahía, bien vale la descripción de otro chileno: “La bahía es muy abrigada, de aguas casi siempre tranquilas; la faja de terreno plano entre la playa y el pie de los cerros, es muy estrecha; en las laderas paradas se divisan los largos zigzags del ferrocarril que trepa hasta la llanura de la cumbre.”[5]


[1] Esta nave que transportaba tropas chilenas fue capturado por el Huáscar
[2] Los buques de la marina inglesa Turquiose y Thethis nos acompañan desde Antofagasta observando nuestros movimientos” cuenta Dublé Almeyda
[3] Este sería dirigido por el “capitán de navío Enrique Simpson, que acompaña al ministro desde que dejó el mando del Cochrane.” Cuenta Dublé
[4] Lynch estaba en lo cierto y la consecuencia la relata dublé almeyda páginas mas adelante, la falta de reconocimiento de la costa: Este reconocimiento no pudo tener lugar antes de que amaneciese, porque hallándonos muy al norte de Pisagua llegamos a este puerto a las 7 a.m. El comandante Luis A. Lynch había tenido razón. Fracasó la operación de ejecutar al amanecer el desembarco de Pisagua y Junín simultáneamente.
[5] DIARIO DE CAMPAÑA DE UN CIRUJANO DE AMBULANCIA

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