El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (III)

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (III)



Mientras en el norte de Chile… Claudio Molina Donoso (El Rucio) uno de los encargados de la Logística del Frente realiza dos viajes al norte entre setiembre y octubre de 1985. Molina viaja primero con su pareja Isabel y en el segundo viaje con José Flores Miranda (Jimmy) y elige los lugares para almacenar armamento, empleando los pirques mineros abandonados de la zona norte del país. En septiembre de 1985 llegó a Vallenar, Alexis Texier Verdugo (Calambrito), quien pronto se hizo cliente del restaurant Venecia y allí preguntó por una notaría y le recomiendan la de Oscar Suarez.
El 23 de octubre de 1985 en Coquimbo se constituye la sociedad Cultivos Marinos Chungungo SRL (el 28 se inscribe en Vallenar) por los socios Alexis Texier Vergudo y Víctor Fernández Cartes. Ella se encontraba destinada al cultivo de especies marinas, desarrollo y comercialización de productos del mar, cultivados o naturales. También está destinada a la adquisición de elementos necesarios para el desarrollo de esa actividad, como la importación de semillas y utensilios y su exportación. Tendrá un capital inicial de $ 4.000.000, y su sede se encontraba en calle Rojas 332 de Vallenar. Para el 28 de noviembre se elevaba ante la autoridad pertinente la solicitud de una concesión marítima en sector de terrenos de playa de 49.000 m2 en la caleta de La Herradura de Carrizal Bajo, incluyendo una superficie de mar de 90.000 m2. El domicilio que se va a emplear es el de la bióloga marina Nancy Barahona Toledo, funcionaria del Instituto de Fomento Pesquero.
Sergio Buschmann (1992)
Alfredo Malbrich contacta, a través de Pedro con Alexis Texier Verdugo para que este último arme una sociedad pesquera. Malbrich realizará los trámites legales, para instalarse en la Herradura de Carrizal. Le entrega una suma de $200.000 (agosto de 1985) y desde esa fecha hasta julio del ´86 le entrega alrededor de $ 3.000.000 (de la época). Para que se tenga una idea del actual valor, la UF en esa época estaba alrededor de $ 2640, por lo que el valor del terreno es de 1136,3 UF, así que esa cifra $ 26.750 al 4.12.2017. Multiplicando da el resultado al día de hoy: $ 30.300.025 atendiendo exclusivamente a la inflación.
Para acondicionar el lugar de desembarco se compraron 4 motores fuera de borda, 3 botes de goma, un bote de madera, una central de radio con sus respectivos equipos de comunicaciones, grupo electrógeno, 3 carpas, 20 sacos de dormir, una grúa. Y suma más y más facturas, pagadas al contado, porque había mucho dinero de por medio.
Este frentista Texier Verdugo, vivía en La Herradura y cultivaba ostiones. Traía las órdenes de Alfredo Malbrich para formar una sociedad. Para ello contaba con su par Víctor Fernández Cartes (Pitrufo)[1] y juntos concurren a la notaria. Los dos son hombres del equipo de Buschman (a quien Luis Rojas Nuñez le acredita la idea de constituirse como una empresa)
Simultáneamente otros dos hombres del Frente Pablo Flores Castillo (Freddy) y Chayita dieron inicio a otra empresa de fachada: una destinada a la extracción y comercialización de huiros[2]. Se adquieren en las inmediaciones las algas y huiros necesarios para aparentar ese tipo de actividad. Y se amontonaban en Carrizal Bajo, transportándola por camión a Vallenar y Santiago.
La coordinación de la operación se hacía desde Vallenar.
En los primeros días de diciembre del ‘85 un grupo de frentistas empezó a recorrer los terrenos alrededor  revisando playas y pirques, caminos y habitaciones. Llega luego otro grupo que instala galpones, apoyados por jeeps Toyota y una cuadrilla de camiones pesados, livianos y doble propósito. Como política de relaciones públicas abastecen con agua potable a la población y combustible para el equipo electrógeno y transportan a los locales en sus vehículos, cuando es menester.
Alex Texier
La empresa y los frentistas (más que frentistas eran militantes comunistas) que vivían allí pronto lograron que no se notara la depresión económica que afectaba al país: dos vehículos: una camioneta amarilla en la cual viajaban para las compras y un jeep azul, algunos hablando por teléfono a Antofagasta, Santiago y otras partes por largos ratos, usando buzo deportivo azul marino. Malbrich tomaba de preferencia jugos de durazno envasado, se les veía en fiestas (en Huasco Bajo, Carrizal y en Vallenar), pero nunca bebían alcohol, casi no conversaban ni hablaban de sus familiares y se referían al lugar de trabajo como las algas, salvo la Herradura, que era llamada así por su nombre. Gustaban de la música de Jean Michel Jarre, Tomita y Vangelis, cultos y que sabían lo que compraban al adquirir cassetes.
Gastando y gastando sin medirse en cuanto a los medios para realizar la operación, ni tampoco se preocupaban de pedir factura por esas adquisiciones: cinco sacos de dormir, una tienda, bencina y petróleo por meses diez pares de botas Bata, dos estanques de 200 litros para agua.
Para septiembre de 1985 Pedro ya estaba en Copiapó y en condiciones de informar que había entrado en tratos para la compra de la nave Chompalhue, para disfrazarla de albacorero[3].
En octubre de 1985, Abelardo Moya, en ese momento encargado militar del FPMR en la zona sur de Santiago, recuerda que se me entrega la tarea de volver a Santiago y comprar las parcelas donde construiríamos los barretines para guardar las armas…A través de avisos del diario compramos alrededor de cuatro o cinco parcelas y para mantener la normalidad trasladamos a algunos voluntarios a vivir en ellas”. Veamos el caso de la parcela de calle Los Granados N° 576, La Pintana. Al corredor de propiedades Claudio Pedreros recibió la visita de Julio Solís (Enrique), quien oficialmente trabajaba como nochero de la tienda Nadir de propiedad de Mariano Jara Leopold[4]. Obviamente como nochero provocó la sospecha del dueño, Héctor Urrutia, que no le pagaran, por lo que volvió ahora con Jara Leopold como interesados en la compra. Jara es quien firmó el contrato de promesa. Posteriormente Jara le entregó un documento por el cual dejaba a Manuel Solís como dueño de la parcela. Este último era un militante del PC con el que Julio Solís (sin parentesco) ya se había reunido y le había dado la tarea de convertirse en el cuidador de la parcela y permitir la instalación de un refugio subterráneo para esconder las armas que vendrían.
Mariano Jara, ayudista del Partido Comunista chileno
Faltando unos días para la Navidad de 1985, Malbrich, Buschman y Pedro llegan a la zona de Carrizal con un grupo que se encarga de la seguridad y que se encuentra a cargo de Juan de Dios Márquez Miranda[5], éste, en épocas há normalmente tiene un punto permanente con Claudio Molina Donoso (El Rucio) y  tras un contacto telefónico, se citan en el Tavelli en Las Condes. Este le ordena viajar a Vallenar a finales de 1985. Obediente, llega en bus a la ciudad en cuestión para asumir las tareas de seguridad. Según versión de La Tercera, en agosto de 1985 se dio el aviso que el encuentro sería el 31 de diciembre de 1986, pero problemas en el viaje dejaron pasar la fecha hasta el 24 de mayo.

La operación estaba organizada en diversas secciones que no debían tocarse unas con otras para mantener el secretismo. Idea de Pedro, que ya se la había explicado a Teillier.
a.    Los Hombres de Mar, en las naves que el PC había adquirido.
b.    Los hombres de tierra era la estructura que debía garantizar el desembarco de los medios, y sin interrupción, echar a andar el sistema de transporte para trasladar el armamento hasta los almacenes de tránsito. A su cargo estaba Antonio, o "Loco Antonio"'. La sección estaba formada por dos estructuras supuestamente "cortadas" una de otra:
1.    Una empresa recolectara de huiros, el alga abundante en la zona, con oficina en Vallenar, estaba al mando de Sergio Buschmann[6]. El objetivo de la empresa era darles cobertura y atención legal a los hombres que permanecían fijos en el punto de desembarco, los "huireros". La misión principal de ese personal fue habilitar el punto de infiltración, hacerse parte habitual de la zona y conocer al detalle la "situación operativa" del terreno, para lo cual en los meses anteriores se dedicaron a la recolección de huiros, aunque de forma poco estable, mientras Buschmann, con tres hombres subordinados, un camión cerrado y un jeep, recogía las algas y las comercializaba.
2.    el criadero de ostiones y erizos, también asentado legalmente, fue instalado en la caleta La Herradura, a escasos cinco kilómetros al sur de Carrizal Bajo. Cuatro personas formaban parte de este grupo comandado por Alexis Texier, un profesional de la informática proveniente de Santiago, amigo personal de Alfredo Malbrich  Completaban el grupo, Maforito, un viejo militante empleado municipal en la capital, y dos reclutados por Texier desde la Juventud Comunista: Víctor Fernández, joven biólogo marino de copiosa barba, a quien llamaban Pitrufo por ser oriundo de la localidad sureña de Pitrufquén, y Vilma, una morena y hermosa estudiante universitaria; ambos formaban una pareja estable, ideal para la cobertura legal del criadero.
Contaban con equipos de buceo, algunos medios técnicos del criadero, una balsa de goma tipo zodiac, un bote de madera motorizado, llamado Andrea, y un moderno jeep de doble tracción. Su trabajo antes del desembarco era el estudio de la zona y asistir clandestinamente a los huireros y al personal de apoyo.

c.    La  sección de Almacenes de Tránsito, operaban en el primer desembarco con “hasta cuatro minas (piques)[7] que habían sido acondicionadas para guardar el armamento. La más cercana se encontraba por el camino costero, seis kilómetros al norte de la caleta; la más lejana, unos cuarenta kilómetros después del caserío El Totoral, al otro lado de la Carretera Panamericana.
Claudio Molina “el Rucio”, fue el encargado de buscar piques mineros para esconder las armas en forma provisoria. Entre noviembre y diciembre del 85, Molina seleccionó cinco minas, las que además debían funcionar con una fachada, es decir, con cierta legalidad. “Desde meses atrás, una pareja de viejos "pirquineros" comunistas de la zona trabajaba en cada una de ellas…, pero para mayor seguridad, la actividad se cubrió con el manto de una pequeña empresa minera, creada al efecto, encargada de comprar el mineral extraído y dar atención a los mineros, premunida de un camión pequeño y un jeep.
Claudio Molina, Rucio, era el creador y jefe de esta estructura. Su segundo al mando, Daniel. A Molina también se le subordinó un depósito subterráneo construido en Huasco Bajo, un caserío cercano al Puerto de Huasco. El local, de considerables proporciones, se construyó debajo de una casa de madera, muy similar a las del sector, utilizada como escuela clandestina de combatientes la mayor parte del tiempo. Tenía tomas de aire camufladas entre las paredes de la construcción del nivel superior y se accedía a él por un túnel lateral, cuya entrada estaba oculta dentro de la propia vivienda. Toda una obra ingeniera de los "barretineros". Al mando de la instalación estaba José Eduardo Flores, Raúl, compañero del Rucio Molina desde los años ochentas en la Jota de Valparaíso y marinero, un detalle que Molina no pasó por alto a la hora de reclutarlo.

d.    La sección de Transporte Carretero, con choferes, un camión y camionetas, bajo las órdenes del enigmático Gabriel Salazar o Negro Gabriel, La misión del era el traslado de la carga desde las minas hasta los almacenes de Santiago y otras ciudades. Los choferes no llegaban a las minas ni a los almacenes; en un punto del norte recogían los vehículos cargados y los llevaban hasta otro en alguna calle de la ciudad indicada.
e.    Almacenes Permanentes, estaba bajo la responsabilidad de Abelardo Moya, salido de las estructuras de logística del FPMR. Su jefe directo era Pedro, quien asegura que Moya, (Pintoso), atendía tres o cuatro almacenes en la capital y varios más en otras grandes ciudades del país, cada uno con familias responsables de su manejo y normalidad.[8]

 
Juan Manrique

UN AMARGO AÑO NUEVO: El 1° de octubre se firma la escritura pública por la que se compra el Chompalhue, un antiguo pesquero de alta mar, de casco de madera, fondeado en el puerto de Arica, fue adquirido con dineros del Partido por Gerardo Alivial Beltrán. Quien lo compra, en Arica, a Comercial Ranco Ltda, por $ 5.350.000[9]. A su vez es reemplazado como dueño por Manuel Santana Soza. Cristian Pérez relata en su investigación, al hablar del estado de la nave: “Ni siquiera tenía la hélice”, relata Tino, un militante que había servido en la Armada de Chile… El barco necesitaba reparaciones urgentes, así como modernizar sus instrumentos de navegación. Según Tino, pidieron ayuda a un profesor universitario, un ingeniero mecánico, “quien aportó con soluciones técnicas al trabajo de dos mecánicos de confianza[10].
Entre el 20 y el 22 de diciembre llegó a Arica “Pedro”, el jefe, para explicarle a los futuros tripulantes del barco Chompalhue la naturaleza de la misión. Poco antes había llegado el “Loco” Ruilova,…. Se estableció la tarde del 30 de diciembre de 1985 como el momento para el encuentro en alta mar. En la noche del 23 o 24 de ese mismo mes…, el Chompalhue terminó sus reparaciones y zarpó desde Arica a Chañaral. La tripulación estaba compuesta, entre otros, por el capitán José Astorga, “Pancracio”, “Lalo” y “El Caliente”.[11] La idea era contactar al Río Najasa, nave pesquera de alta mar cubana el 31 de diciembre para hacer el primer desembarco
En el viaje de la Chompalhue hacia Chañaral Tino y Pedro no se embarcaron. El 25 de diciembre partieron juntos hacia el sur. Tino paró en Antofagasta y se dirigió a una población de la ciudad, golpeó la puerta de una casa, entregó una clave y recibió cinco cajas, con las que abordó un bus a Chañaral. Las cajas contenían ecosondas, instrumentos para mejorar la navegación del Chompalhue. Pedro siguió hacia Santiago
Ulises Estrada
En el puerto nortino Tino se encuentra con Alfredo Malbrich, quien llegó a la ciudad en su flamante Toyota azul. Pero la nave no llegaba. Recién a las 7 PM “con varias horas de retraso debido a problemas técnicos, por fin entró al puerto la goleta. “Compramos seis o siete barriles de combustible para zarpar esa misma noche”, afirma Tino. El contacto con el mercante cubano debía ser puntual, pero también tenía que estar presente Alfredo Malbrich. Desconfiados como eran, los cubanos del DOE no entregarían a nadie más las armas. Pero justo cuando el barco iba a zarpar, Malbrich no quiso subir. Alegaba que alguien de la Armada podía verlo y sospechar porque su nombre real no figuraba en la nómina de la tripulación, como obligaba la autoridad portuaria. El capitán insistió: abordar el Chompalhue en el mar, desde un bote, sería imposible, pues era muy difícil que desde una lancha se lograra divisar una goleta por las olas y la curvatura de la tierra. Malbrich se mantuvo firme. Y como jefe impuso su criterio: se embarcaría al día siguiente, desde un bote Zodiac. El lugar sería a algunas millas mar adentro, frente a Carrizal.[12] Entonces sería 28 de diciembre, fecha en la que la goleta partiría de Chañaral. Mar afuera el clima era malo: oleaje, y un fuerte viento con llovizna reducía la visibilidad.
Orlando Bahamonde (Pedro) es quien cuenta lo sucedido esa noche en tierra “La Chompalhue zarpó de Caldera con su tripulación convencional el día y la hora indicados, a las dos de la tarde del 30 de diciembre. El bote zodiac del proyecto de criadero partió un poco más tarde desde la caleta Obispito, al norte de Carrizal; en ella iban el especialista de radio, el navegante y Malbrich, el único que conocía las coordenadas para ubicar al barco cubano. Juan Ruilova Maluenda, Antonio, el ingeniero, fue quien trasladó en una camioneta hasta la caleta Obispito a los tripulantes….” Y cumplida esa misión él se volvía para Santiago. Qué sentido tenia esperarlos si luego de juntarse con la Chompalhue, tenían que navegar hasta encontrarse con los Cubanos. Entonces tenían que volver a Chile (el encuentro iba a ser en aguas internacionales, más allá de las 200 millas). Es decir volvería el 2 de enero a la misma playa para buscarlos y apoyar el desembarque de las armas.
Pero como estaba cansado esperó a que se fueran los del zodiac y luego se echo a dormir dentro de la camioneta, hasta que se despertó pero ya estaba oscuro. Había dormido alrededor de 12 a 16 horas por el cansancio. Cuando iba a partir apareció un pesquero a lo lejor con sus luces encendidas, que transitaba de norte a sur, cerca de la costa, y volvió de nuevo a pasar esta vez hacia el norte. Antonio sospechó que era la Chompalhue, lo que quería decir que no se había conectado con los tres hombres del zodiac. El mismo Antonio declare años después: “Malbrich y los otros dos compañeros se perdieron, nunca llegaron al lugar. El encuentro era a las seis de la tarde, una hora muy inapropiada, al rato ya estaba oscuro. Pudieron haber estado cerca del Chompalhue y no verlo. A los de la goleta les era más difícil aún encontrar al oscurecer un bote de goma en medio del mar.
En el Rio Najasa según Ulises Estrada, un importante ex miembro de la inteligencia cubana ya fallecido, “el barco con la gente del DOE llegó al punto, esperó el tiempo prudente, el contacto no se produjo, y debió retornar a su base”. Por las labores de coordinación con los chilenos, pues Malbrich debía ir a Cuba, y de chequeo sobre las inteligencias enemigas para evitar una posible detección, pasarían meses antes de que se dieran las condiciones para un nuevo intento. Y en la Chompalhuelos tripulantes de la goleta discutieron sobre si seguir o no hacia el punto de encuentro con el mercante cubano, pero se dieron cuenta que sin el encargado no tenía sentido hacerlo[13]
Concluye Juan Ruilova Maluenda "Yo me quedé allí, me quedé esperando, yo creo que eran como las cinco de la mañana, todavía estaba oscuro, cuando aparecieron dos gallos caminando por la playa, eran Malbrich y el navegante. Venían reventados, habían estado dando vueltas casi toda la noche en medio de una mar encrespada. (El radista se) había quedado cuidando el bote y los equipos que llevaban.
Pesquero cubano Rio Najasa
Sigue Pedro en su relato que había sido el propio Malbrich quien “había planificado que ambas embarcaciones se encontraran a las seis de la tarde frente a la caleta Obispito, a diez millas de la costa. En ese punto, el zodiac y sus tres tripulantes pasarían a la Chompalhue. Solo entonces, Pancho (José Astorga), el capitán efectivo de la goleta, conocería hacia dónde dirigirse….Pancho advirtió que ese encuentro iba a ser muy difícil, por la hora, la dimensión de las dos embarcaciones y la gran distancia de la costa. Recomendó que se hiciera mucho más cerca. Ese encuentro era a pura estimación, no se usaba el aparato de navegación, tenía que ser más cerca de la costa, no le hicieron caso.
La preocupación de Malbrich era que si llegaban a ser descubiertos, y esa posibilidad era más grande entre más cerca de la costa actuaran, entregaría datos vitales al “enemigo” y mantuvo en secreto las coordenadas de encuentro
Para los planificadores cubanos sería una desagradable sorpresa que para el 31 de diciembre de 1985 la operación no estuviera lista, lo que abortó el primer desembarque. El barco cubano llega al punto de encuentro, pero la Chompalhue, no. A dar explicaciones a los cubanos enviaron a MalbrichAlbacorilla". Así los marinos del Chompalhue lo habían bautizado…por tener una altura notable y ser francamente delgado.
Sin nada que hacer, la tripulación del Chompalhue volvió a sus casas. Regresaron a Chañaral recién a mediados de enero de 1986. Los instalaron en el pueblo (parte en la vivienda de Juan Plaza Díaz y el resto en una casa arrendada al efecto) y con un furgón propio para los traslados. La nave que fondeó en el puerto a la espera de las órdenes. A su vez, desde Miami les llegaban rastreadores de satélites. Al grupo se sumó el ingeniero y antiguo militante Manuel Santana (“Pancho”), quien relata que “gracias a un amigo capitán de puerto en el sur obtuve de apuro y sin más trámite una licencia de capitán de alta mar”.




[1] Se trata de  un biólogo marino de la Universidad de Concepción, quien estuvo en Cuba, pasó por Nicaragua peleando contra la Contra.

[2] son macroalgas pardas. Macroalgas porque se pueden apreciar a simple vista y pardas por su color característico. Hay macroalgas de otros colores, como verde y rojo, y esto depende del pigmento que tienen para captar la luz del sol. Las aglomeraciones de huiro se dan en costas rocosas y de aguas frías de todo el planeta, formando un ecosistema muy productivo y con gran biodiversidad: los bosques de algas. Estos bosques se dan en las costas a poca profundidad, donde llega la luz solar, y en áreas con muchos nutrientes, como las costas de Chile. En Chile tenemos cinco especies de huiro: tres que habitan en la orilla (intermareales), que son dos especies de huiro negro, y el chochayuyo, y dos que viven bajo el mar (submareales), que son el huiro palo y el huiro canutillo o flotador.
El conchayuyo es consumido como alimento, mientras que los huiros se comercializan para servir de alimento en cultivos de abalones, a nivel nacional, y para uso en las industrias cosmética y alimentaria, a nivel internacional. En el centro y norte de Chile el macroalga más abundante es el huiro palo, que se extrae de dos formas: la primera es mediante la recolección de orilla, técnica no destructiva que consiste en retirar las algas muertas que arrastra la marea; mientras que la segunda implica arrancar el alga viva completa, normalmente mediante buceo. Esta última técnica se denomina “barreteo”.
En el norte y centro de Chile, los buzos extraen el huiro palo con la ayuda de un chuzo, con el que despegan el alga de la roca. Esta técnica es conocida como barreteo. Las algas barreteadas pueden ser inmediatamente recolectadas, subiéndolas a un bote, o ser dejadas a la deriva hasta que varen y puedan ser recolectadas en la orilla.
Estos bosques son el hogar de gran cantidad de seres vivos, desde otras especies de algas hasta grandes depredadores como las estrellas de mar o la vieja. Muchas de estas especies tienen interés comercial. Estas algas son también fuente de alimento para muchos animales, desde pequeños anfípodos hasta peces como la jerguilla o, incluso, el hombre. También son usados como zona de crianza o de caza por muchos animales.

[3] Nave dedicada a la pesca de la albacora
[4] Resultó que este mediano empresario era un ayudista del PC usando su tienda para dar cobertura al Partido y a sus dirigentes así como facilitar reuniones y como bodegas de algunas armas.
[5] Militante comunista desde el Liceo en Talagante en 1972, quien pasa  La Habana para estudiar medicina y permanece allí hasta 1984 cuando deja a su mujer cubana Georgina Torres Damas y a su hijo de 9 años, iniciando un curso intensivo de guerrilla urbana, contrainteligencia, chequeo y parte rumbo a  Chile con un pasaporte ecuatoriano a nombre de Rodrigo Morales Garrido, con US $ 2.500 vía Cubana de Aviación, con pasaje gratis, para viajar a Praga el 24 de diciembre, cinco días más tarde  Viena y de ahí a Madrid, donde permanece 10 días para aclimatarse con el acento, ingresa a Chile vía Pudahuel a principios de Enero.

[6] probado militante salido de las estructuras del TMM de Santiago, actor de profesión y colaborador internacionalista en Nicaragua
[7] es una perforación en forma vertical en la cual se puede descender en cabrías (ascensores) o escaleras a profundidades de la tierra. Éstas, por lo general, en la pequeña minería suelen tener profundidades que van de 25 metros... Al fondo de los piques se encuentran galerías, las cuales son fortificadas, ventiladas e iluminadas, su tendencia es en forma horizontal (tipo túneles) que se dirigen a frentes de explotación de los minerales

[8] Rojas. Luis De la Rebelión Popular….
[9] Hoy por sobre los $ 50.000.000
[10] Perez, Cristian en  http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/ que “

[11] http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/
[12] Pérez, Cristian en http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/
[13] Perez, Cristian op cit

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