COMBATE DEL MANZANO
Frente a la presencia de unidades peruanas en la zona,
el 27 de diciembre el capitán de una de
las avanzadas del regimiento Curicó (una compañía al mando del capitán José
María Barahona) dio aviso de que en
dirección a Manzano o Pueblo Viejo se avistaban fuerzas enemigas de infantería
y caballería[1]. Una pequeña
fuerza calculada en más de 300 hombres se aproximaba, en caballería e
infantería. El segundo Batallón del Curicó es enviado primero, el Primer
Batallón, al trote es enviado después
A las 7 i media el
enemigo rompió sus fuegos sobre la compañía del capitán Barahona, quien les
contestó oportunamente. Al llegar al término de mi partida, nos hallamos al
frente de un grupo de más de cuatro jinetes, i el que suscribe acompañado del
sargento mayor hicimos prisioneros a tres de ellos[2].
El enemigo entretanto
quiso aprovechar la salida del valle para escapar, pero fue rechazado por la
compañía del capitán Barahona. Por tres veces seguidas pretendió romper
nuestras filas i otras tantas fue rechazado por el vivo fuego que hacia el
segundo batallón. Por último, después de un tiroteo que se mantuvo con algunas
intermitencias por espacio de dos horas, el enemigo fue completamente deshecho
i huyó en dispersión hacia las quebradas i los cerros vecinos.
Se traslada el regimiento Curicó y cinco compañías del Tercero
de Línea, en dirección a la ruta que debían tomar las tropas peruanas. El resto del regimiento 3º de línea,
Lautaro, batallón Victoria y la batería de artillería, recibieron también
órdenes de estar listas para el ataque, y al efecto ocuparon las posiciones que
estimé más ventajosas para cortar la retirada del enemigo[3]
Como a las 3 i media de
la mañana inicié con tres compañías separadas la persecución del enemigo i
tengo la satisfacción de comunicar a US. Que la tropa de mi mando se condujo en
esta nueva operación como soldados aguerridos, haciendo al efecto numerosos
prisioneros. Se ordena a los Cazadores a Caballo saliera a cortar el paso de los fugitivos,
designándole al efecto, se apostara en un portezuelo vecino al camino que había
dado acceso al enemigo; hice avanzar al regimiento Curicó y acampar diez
cuadras más delante de sus primeras posiciones con orden de emprender antes del
alba la persecución. Dos compañías del 3º de línea fueron asimismo desplegadas
en guerrilla a retaguardia de nuestra caballería con el objeto de apoyar sus
movimientos[4]. SE acordonan
los cerros vecinos y se envía a la poca caballería disponible por quebradas y
llanos para encontrar a los fugitivos.
La persecución se
prosiguió con toda actividad el día 28 y parte del 29, dando los favorables
resultados que me prometía. Han caído en nuestro poder tres de sus principales
jefes, siendo uno de ellos el comandante del regimiento Rimac, señor coronel
Sevilla, 9 oficiales, 1 cirujano, 1 practicante, 1 telegrafista y 120
individuos de tropa. El número de muertos que durante el combate y la
persecución ha tenido el enemigo pasa de 13, entre éstos el teniente coronel 2º
jefe don Baldomero Aróstegui[5]. Se
capturan más de 100 carabinas Remington,
casi igual número de lanzas y sables y 120 caballos, y como complemento, más de
1.000 animales entre vacunos, lanares y cabríos. Cayó asimismo en nuestro poder
el aparato telegráfico de que se servía el enemigo, el instrumental de su banda
de música, la documentación del regimiento e importantes comunicaciones
privadas y oficiales.
COMBATE DE LA RINCONADA O ATE 9 DE ENERO DE 1881
En La Rinconada de Ate se encontraba el coronel peruano Mariano Vargas con una
fuerza de 340 soldados, compuesta por los hacendados y pobladores de la zona
armados con viejos rifles Minié y piezas de artillería. Vargas dispuso asimismo
su artillería en el cerro Vásquez. constaban de la columna Pachacámac, al mando del coronel temporal Manuel Miranda
quien era un hacendado de la zona, con aproximadamente 160 hombres de
infantería cívica, un pelotón de algo más de 30 hombres llamado "compañía
guerillera", al mando del mayor temporal Francisco Vargas y montados, los
llamados “aguilillos” o caballos de paso, 100 hombres de a pie de la primera
brigada de caballería al mando del teniente coronel Gurmecindo Herrada de los
cuales sólo 25 estaban armados y 50 montados de la tercera donde parece que
sólo 25 al mando del mayor Arguedas entraron en acción. A la retaguardia
quedaba la batería del Cerro de Vásquez con piezas de grueso calibre.
Además se contaba como obra defensiva con una línea de defensa tendida a
100 metros de la casa hacienda de Melgarejo, que cerraba todo el acceso al
valle de Ate, pues estaba flanqueada a ambos lados por sólidas prominencias
donde se planeaba instalar artillería[6].
La línea consistía de una zanja de 2 metros de ancho por 1 y medio de
profundidad, y de un parapeto de sólida piedra de cantería ubicado un metro
detrás de la zanja, capaz de cubrir completamente a los soldados. Más o menos
seguía una recta.
Las unidades chilenas fueron enviadas a explorar el
terreno hacia Lima. El Coronel “Orozimbo Barbosa llegó a Pampa Grande después de una marcha por la quebrada de Manchay
desde Pachacámac con una fuerza de más de 2,000 soldados aproximadamente,
armados con modernos fusiles Grass de fabricación francesa y con 4 piezas de
artillería de campaña.”
Recuerda José Miguel Varela, del Granaderos, que
salieron de Machay como a las 12 PM y alrededor de las 2 AM llegan a una pequeño valle, regado por el Rímac….Al
cruzar esta zona, el camino se estrecha y avanza muy encajonado por dos cerros.
Dicho sitio es llamado “Portezuelo o Qiebrada de Ate” y transponiéndolo se
puede acceder a un pequeño cerro, desde el cual se divisa Lima”[7]
Vargas tuvo noticia de
la venida de la división enemiga a eso de las 5 a.m. (más de 2 horas antes de
que se trabase el combate), que confirmó por la detonación de algunas "bombas
automáticas", y por más que pidió refuerzos a la Reserva, estos no se
movilizaron sino hasta muy tarde[8].
Mientras tanto los chilenos ganaron sin oposición las alturas de la línea de
defensa, flanqueándola por derecha e izquierda. Iniciaron el ataque con fuego
de artillería, y posteriormente la caballería abrió fuego desde las alturas.
Combate de Rinconada
Se ordenó que 3 compañías del Tercero de Línea
avanzaran en guerrillas, y una carta compañía fue enviada a reconocer los
cerros hacia la derecha del cañadón. Empezó el enfrentamiento con fuego de
fusilería. “Los peruanos desperdiciaban
sus tiros por millares y se notaba que su puntería era pésima, ya que a lo
menos de donde yo estaba, no se veía que sus disparos causaran estragos en
nuestras tropas”[9]. La artillería
chilena es subida a un cerro y desde ahí empieza a bombardear con los Krupps.
La compañía del Tercero de Línea que había sido
enviada aisladamente entra al pueblo de Ate y captura a un norteamericano que
trabajaba en las defensas de Lima[10]. El Buin avanzaba sobre
las posiciones peruanas por el fondo de la quebrada. Se ordena ataque general.
Y cuando los peruanos empiezan a ceder, alrededor de las 8, se mandan a los
Granaderos a atacar a la infantería que se retira, “levantando una columna de polvo y llenando el espacio con nuestro
chivateo y el sonar de cientos de cascos golpeando tierra”. El foso cavado
para defender la posición tuvo que ser flanqueado en fila de uno y luego se
lanzan al galope de nuevo, alcanzando a los soldados peruanos.
Así lo cuenta Varela, el oficial peruano “…. descendia
otra fuerza de caballería por el cerro Melgarejo, la que se dirigíó a tomar la
retaguardia de la zanja, desde donde nuestros valientes les dirigian sus
fuegos. desventajosamente. Convencido que estos denodados patriotas tenian que
ser acuchillados miserablemente, ordene se retirasen sobre la chacra de
Vazquez; instantes despues el enemigo quedó en posesión de nuestro campo no sin
dejar antes de acuchillar a algunos de los nuestros. Esta retirada, dispuse,
fuera protegida por la brigada comandada por el Teniente Coronel Don Millan
Murga.
Al avanzar la división
enemiga a la haciendas de La Molina y Melgarejo, penetró en el sector de tiro
de las piezas de la batería de Vásquez, que inmediatamente rompió fuegos con
todo éxito, pues la caballería enemiga volteó bridas[11].
[1]
Parte de Orozimbo Barboza sobre el Manzano
[2] Parte del Regimiento Curicó
[3] Parte de O. Barboza
[4] Idem
[5] Idem
[6]
Por Francisco Pantigoso Velloso da Silveira* (publicado
en el 2012)
[7] Un veterano de tres guerras página 155
[8] Al
tocar con el Coronel Pomar, Jefe del número 14 me hizo presente que no solo él,
sino todo su batallón se encontraba desesperado por acudir al lugar del
peligro, pero que se le acababa de comunicar órden, por su inmediato superior,
de no moverse de su campamento
[9] Un veterano de tres guerras página 156
[10] mayordomo inglés,
ingeniero Murphy, quien había trabajado en el tendido de la línea del
ferrocarril, por lo que tenía planos de toda la zona y dio datos precisos sobre
la ubicación y número de las fuerzas peruanas.
[11]
Se cuenta que en algún
punto del combate, el coronel Miranda hizo soltar a sus 300 toros de lidia,
únicos en el Perú por entonces, con cuya estampida entraron en pavor los
chilenos.
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