El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

martes, 28 de octubre de 2014

IQUIQUE EN LA ÉPOCA DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

VISTA DE LA ADUANA

CALLE TARAPACÁ 

CALLE ZELAYA

IQUIQUE DESDE LA ISLA DEL FARO

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