El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (VI)

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (VI)



EMPIEZA LA CAÍDA DE LOS ARSENALES: El primero en caer fue el barretín del Pollo, en el mismo sector de la playa de Carrizal Bajo. El recuento es de Paula Afani: El 13 de agosto de 1986, en otro pique minero, en el sector de Palo Negro, fue descubierto otro depósito subterráneo. Al otro día, también en la Cuarta Región, esta vez en la mina abandonada “Cerro Blanco”, quedó al descubierto un nuevo arsenal… Con este nuevo arsenal superaban el millar y era evaluado en cerca de 3 millones de dólares, duplicando el armamento inicialmente encontrado el día anterior, tras una operación conjunta con efectivos de Ejército, Carabineros y buzos en Carrizal Bajo, Tercera Región.
El 20 de agosto se produjo en la Región Metropolitana un nuevo hallazgo, en el fundo La Trilla, en la comuna de Paine. Ese mismo día en la calle Los Granados N°0576, la comuna de La Pintana, fue encontrado el quinto depósito y al día siguiente, también en La Pintana, el sexto arsenal, en calle Tucapel N° 1635.
El séptimo depósito fue descubierto el 21 de agosto, a 10 kilómetros de Vallenar, en la posada “Árbol de Marañón”, adquirida por los frentistas. En el subsuelo habían construido un barretin en el fue hallado uno de los arsenales más cuantiosos descubierto hasta entonces. Habían 320 fusiles, dos lanza cohetes RPG -7, 894 bombas, 162 kilos de TNT y 384 kilos de explosivo plástico T- 4.
El octavo arsenal fue descubierto el 4 de septiembre de 1986, en la comuna Lo Hermida, a bordo de un taxi. En la mina El Topón del Tambillo en la Serena, el 6 de septiembre. En el pique minero de la Estancia Castilla, el 12 de marzo.
La noticia tendría un rebote en Europa “En la segunda semana de agosto de 1986, un alto mando frentista charlaba con otros compañeros en uno de los principales refugios del FPMR en Europa Occidental. Sin entrar en detalles, anunció importantes golpes para los meses siguientes. La conversación se interrumpió cuando el televisor de la sala difundió un acontecimiento de Chile. Consternado, el jefe frentista se echó a llorar. El desconsolado “comandante” era uno de los pocos que conocía íntegramente la magnitud de la desbaratada operación.[1]

El total del armamento incautado, fue avaluado en 25 millones de dólares, fue el que a continuación se indica[2]:
· 3.383 fusiles M – 16
· 148 fusiles FAL.
· 123 lanzacohetes RPG – 7
· 2399 kilos de explosivos TNT
· 796[3] kilos de explosivos T – 4
· 180 lanzacohetes LOW M – 72
· 1 subametralladora SHE
· 5 fusiles lanzagranadas M – 70
· 9 bombas de mortero 81 mm
· 6 ametralladoras
· 2.293.508 cartuchos calibre 5.56 para M – 16
· 5.600 municiones para M-60
· 10.360 cartuchos calibre 7.62 para fusiles FAL.
· 17 granadas para lanzagranadas M – 79
· 1.861 bombas para lanzacohetes RPG – 7
· 1.987 granadas de mano F – 1 tipo piña[4]
· 4.834 detonadores

(destaco en negrita las armas de uso personal de la infantería para que se note que la idea era armar a grandes grupos de personas)

Además se pueden encontrar algunos otros “barretines” menores: en calle Oscar Bonilla con 1° de mayo, en la población La Victoria el 11 de septiembre de 1986 o el de calle Echaurren N° 1159 de Limache, el 28 de octubre de 1986. En Concón aparecerá otro pequeño arsenal en febrero de 2001, bajo el cuidado de un familiar de Hernández Norambuena, el Comandante Ramiro. Este último ubicado por accidente.

Muchos datos los agentes de seguridad los obtendrían de las torturas en los interrogatorios, pero otros fueron el descuido culpable con que actuaron los militantes comunistas: “A uno de nuestros jefes le encontraron papeles comprometedores para los barcos y las tripulaciones…. Por violación de la compartimentación, un camionero conocía mucho más de lo que debía, y ese fue el que entregó las minas. Él sabía de los almacenes porque no teníamos choferes de camiones en número suficiente….el del jefe de almacenes (de Santiago) compró una de las casas que sirvió de depósito definitivo,…su hijo era Ítalo Moya Escanilla; por esa vía cayeron todos los almacenes… nunca entendieron lo del corte radical. Creían que mandando a un tercer enlace iban a burlar a la CNI, pero la CNI cubría todos los flancos…todos estábamos entrelazados,…las estructuras…terminaron mezclándose unas con otras.”[5]
Claudio Molina Donoso, el jefe del equipo de tierra, fue acusado por algunos compañeros de celebrar la llegada de las armas arrendando una avioneta para viajar con un grupo a Caldera. “Allá llegaron con fajos de billetes y se encerraron en un prostíbulo, cantando la Internacional Comunista y despertando las sospechas de todos”, narra un ex oficial del FPMR, cuya versión es confirmada por otros tres ex frentistas. Una vez que se supo que el arsenal había sido descubierto, los cubanos no ocultaron su indignación por la incompetencia chilena. “Toda la parte cubana de la operación fue un éxito, los que fallaron fueron los chilenos”, asegura el escritor cubano Norberto Fuentes.[6]
“El mayor cubano Rigoberto Cruz, amigo mío y oficial de tropas especiales, iba a bordo del Río Najasa. El viajó junto al general Ronda, quien quiso supervisar personalmente la entrega. Cuando se juntaron con los chilenos en alta mar había marejadas que dificultaron el traspaso, pero todo resultó bien. Rigoberto Cruz me mostró una foto de Ronda sonriendo, en la cubierta”, recuerda el ex oficial cubano Lázaro Betancourt. Tal es así que cuando los oficiales cubanos a cargo de la misión volvieron a La Habana después de su exitosa entrega, fueron recibidos con una ceremonia. “En la sede central de Tropas Especiales, hubo una celebración, donde todos los participantes en el desembarco de armas fueron condecorados”, relata Lázaro Betancourt. Norberto Fuentes agrega: “Fidel los premió con automóviles y otros regalos”[7].

Del cerca de centenar de involucrados a todo nivel, cayeron 30. La dirigencia comunista para intentar pintar de victoria lo que era una derrota, alegaban que los caídos eran pocos (21 en pocos días) en comparación a los participantes. Pero los capturados eran los más relevantes y de mayor figuración. Los muchos que escaparon después (por ejemplo Buschmann en Valparaíso en 1987 y la gran fuga de 1990), pero el problema era que todo ese personal fue “quemado” e inutilizado incluyendo a las infraestructuras. Texier, Pitrufo, José "el Duro", René el navegante, Vilma y Maforito caminaron semanas por el desierto, sobrevivieron y nunca pudieron capturarlos. La historia de Challita es antológica., se quedó cerca de un mes con los huireros en la misma playa, observando los mil operativos que se hicieron en la zona. Están los mineros que siguieron en las minas y nunca los encontraron, los que cruzaron la cordillera,….[8]


Respecto a las causas del descubrimiento hay varias hipótesis:
       1.- Uno de los pocos argumentos para mantener la tesis de un soplo norteamericano es que meses antes del hallazgo, en Buenos Aires, la inteligencia cubana recibió un listado de nombres extraídos de una agenda telefónica, la que pertenecía al encargado de Asuntos Internacionales del Frente, Ilya Rodríguez, apodado Loquillo o Niño Maravilla, uno de los más altos responsables de Carrizal Bajo y muy amigo de Salvador (Galvarino Apablaza). Los nombres abarcaban a varios frentistas participantes en la internación de armas. Para los cubanos era una típica advertencia de la CIA, que quería dejar en claro su conocimiento de que el FPMR estaba en algo grande, sostiene un ex miembro de la Dirección del PC. Pero esta hipótesis es echada abajo pues en los documentos desclasificados de la CIA o el Departamento de Estado, no hay referencia a tal alerta. Al contrario el Departamento de Estado envió una misión secreta para cerciorarse que lo de los arsenales no fuera montaje. Además otro argumento que apoya esto último es que si hubieran estado avisados, habría llegado algo más que una patrulla de 4 hombres  de la CNI hasta allá.
       2.- La otra hipótesis se funda en la idea que los frentistas actuaron estúpidamente, por falta de disciplina, profesionalismo y preparación de alguno de los encargados. Así algunos tenían una pobre formación ideológica y menos experiencia en ese tipo de operaciones. Algunos ni siquiera eran comunistas ni estaban familiarizados con los medios y montos de dineros que se les confiaba. Así algunos frentistas acusaron al encargado de la operación, Claudio Molina, El Rucio, que celebró la llegada de las armas, arrendando una avioneta y viajaron a Caldera, con fajos de billetes y se encerraron en un prostíbulo, cantando la Internacional y despertando las sospechas de todos. Un miembro del equipo empezó a pololear con una niña de la zona[9], rompiendo cualquier idea de secretismo.  

En todo caso la responsabilidad final acerca de la internación de armas es adjudicada por el PC al Frente y viceversa. Luis Rojas Nuñez (quien como frentista apoya a sus compañeros contra el Partido Comunista chileno) contará que la “Dirección Nacional del FPMR no tuvo nunca injerencia o responsabilidad directa en la organización, planificación y ejecución de esta operación, excepto Pellegrin, pero no como jefe del Frente sino como integrante de la Comisión Militar. El Frente únicamente envió a tres combatientes, solicitados para la seguridad del lugar del desembarco en ambas operaciones.[10].
Según Juan Carlos, el jefe de la operación en el exterior. “… La operación tenía un carácter estratégico y debió ser asumida de esa manera. Eso define prioridades, cuadros, métodos de dirección de las más altas esferas del partido. Pero si la Comisión Política descansaba en otra estructura para todo el tema militar, la operación de Carrizal no podía escapar a ese esquema. Por eso no hubo un seguimiento, un control, una dedicación especial de la Comisión Política ni mucho menos de la poderosa Comisión de Organización. Yo observe distancia, desentendimiento, e incluso conspiración, para que algunos miembros de la Comisión Política no conocieran los entretelones de esta operación. Fui testigo de todo eso. Por estas razones, no hubo cuadros de dirección especialmente escogidos, no hubo mineros, camioneros ni cargadores seleccionados y enviados por el partido, la mayor cantidad de gente salió de los propios compañeros. Y eso, al final, fue fatal.
"Después del fracaso, se responsabilizó exclusivamente a la Comisión Militar, se tomó como un problema puramente técnico. No cabe duda de que los compañeros cometieron errores, pero la responsabilidad es política y es parte de todo el conflicto interno del partido con el tema militar". Y se agrega otro elemento: “las pocas armas salvadas no estaban pensadas para la vida urbana en Chile. Portar un M-16 en la calle era un suicidio. Hubo que cortar algunos en tornerías del partido”, cuenta un ex combatiente[11].


¿Y cuál era el plan? El propósito de la internación de armas masiva generalmente se le da para sostener el “Año Decisivo” una expresión bastante ascéptica para organizar una especie de “asonada popular”. Tal como relata Ascanio Cavallo[12] la idea era usar una de las protestas sociales para hacer que las unidades que ya estaban organizadas de la militancia comunista (especialmente las juventudes comunistas) y simpatizantes frentistas, entrenados y que vivían en las poblaciones callampas (equivalente a villas argentinas) que controlaban (La Victoria, La Legua, La Silva Henríquez, etc.) en el sector sur de Santiago.
Tuvo su marco de preparación el 2 y 3 de julio de ese año[13]. En el “Informe. Evaluación del Paro del 2 y 3 de julio de 1986[14] para la dirección del PC se lee “…mostró que tenemos fuerzas para echar a Pinochet…probó la certeza de nuestro plan para derribar al tirano, sólo resta precisarlo y enriquecerlo en base a la experiencia del 2 y 3, dirección a hacer del Paro de septiembre, una jornada de calidad superior…poner todo al servicio de la paralización prolongada del país”. En el mismo documento se expresaba la militarización de parte del Partido, al mencionar la marcha de 300 milicianos rodriguistas en Pudahuel. Además de alegar para sí toda las paralizaciones que se desarrollaron en esos días: comercio, servicios de salud públicos, movilización “pública” (leáse el transporte que en Chile es privado). Lo relevante de esta información, como bien señala Rolando Álvarez, no es su veracidad sino que lo que llama el historiador “la subjetividad comunista” es decir la sensación que tenían ellos y que creían en la salida “desde fuera, en contra y a pesar de la institucional (léase elecciones)”. Lo que otros llamarían, críticamente, voluntarismo o mera imaginación. No hay que olvidar que una de las críticas que haría Pellegrin, principal dirigente frentista, era que muchos informes de actividades de dirigentes comunistas eran simplemente mentira o se adjudicaban acciones que no eran suyas (inflarlas, le llamaban).
Pero a fin de cuentas ese será el futuro. Ahora el presente de 1986 era el del Año Decisivo. Para tener una idea de la planificación de la protesta del 2 y 3 de julio (y proyectarla a un “alzamiento” como planeaban los comunistas, está la descripción que hace Luis Rojas, “Semanas previas al paro del 2 y 3 de julio de 1986, el Mando Zonal de Santiago se reunió…Por primera vez, la Región Metropolitana -donde la ciudad capital jugaba el papel principal- planificaba, organizaba y dirigía de manera centralizada todo el quehacer para antes, durante y después de esas jornadas. Su mirada debía abarcar todo lo que los comunistas pudieran hacer o influir en Santiago y sus alrededores a fin de cumplir la "misión" o "tarea", que, en julio de 1986, era "paralizar la capital". Al comenzar la reunión, Víctor[15] abrió un mapa de la ciudad lleno de símbolos y flechas con sentido de movimiento. Al jefe del MZ, un conocido dirigente que no era especialista en asuntos militares, le costó a primera vista entender todo ese simbolismo. Víctor, que era jefe del Trabajo Militar de Masas del PC para Santiago, explicaba con diligencia su contenido. En el mapa y en documento anexo estaban detalladas las propuestas de tareas para cada uno de los doce comités regionales en que se dividía la Región Metropolitana. Cada comité aparecía sobre su territorio con un nombre en clave escrito en ordenados y grandes rótulos: Jaspe, Rubí, Martillo y otros más, recuerda Víctor… La elaboración del plan general del Mando Zonal no era antojadiza ni fruto de inútil voluntarismo, era el resultado de una experiencia acumulada desde la primera protesta popular en mayo de 1983 y de las particulares comprobaciones que hacía en el terreno Ignacio, jefe del Trabajo Militar de Masas de la Juventud Comunista para Santiago….Al mirar el mapa de Santiago lleno de trazos multicolores, cualquiera se percataba de que la mayoría de los barrios emblemáticos en la lucha contra la dictadura estaban concentrados en la zona sur y en el poniente de la capital. Arterias principales como Américo Vespucio, Vicuña Mackenna, Gran Avenida y San Pablo tenían innumerables símbolos que indicaban cortes y barricadas, responsabilidad de focos poblacionales que tenían por misión lograr ser en esos días "territorios liberados".
El MZ (Mando Zonal) sabía de la especial importancia que tenía este paro nacional y protesta nacional de julio de 1986…todos eran testigos del desarrollo ascendente de los enfrentamientos. En esta oportunidad los combatientes y pobladores debían salir y terminar con esa especie de "enclaustramiento" que ocurría al tomarse la población por dos o tres días, situación que la policía y el régimen podían resistir. En los focos poblacionales más decididos y organizados, se pretendía, como misión principal, "mantener liberados sus territorios y salir a cortar una o más arterias principales y avenidas con barricadas capaces de resistir el embate de las fuerzas represivas el mayor tiempo posible. San Pablo, Maipú y Cerrillos en el poniente; Dorsal y Recoleta en el norte; Grecia y Macul en el oriente", señala Víctor… Esta misma realidad del Mando Zonal de Santiago se repitió con evidentes particularidades en Valparaíso y Concepción. Entre sus numerosas diferencias, destacaban las características de las ciudades, el nivel organizativo alcanzado, la experiencia y las cantidades de cuadros destinados profesionalmente a esas estructuras.
El paro del 2 y 3 de julio de 1986, violentísimo (dejó, entre otros, a dos personas quemadas por una patrulla militar) el Frente lo consideró como un “Ensayo de la Sublevación Nacional” en todas las poblaciones de la capital. Cuenta Cristobal Peña en su libro Los Fusileros: “Días antes, Ramiro (Hernández Norambuena) había citado a los principales jefes de grupo bajo su mando para coordinar las acciones. Uno de ellos era Sacha (Juan Moreno Ávila), que…estaba preocupado del Ensayo de la Sublevación Nacional, que requería la acción de la totalidad de los grupos de la zona norte de Santiago. El de Sacha contaba con armamento pesado y varios kilos de explosivos. Contaba también con la libertad para decidir las acciones que estimara convenientes…..Todo estuvo dispuesto… (en) las horas previas, Sacha iba de un lado a otro, coordinando a los diferentes grupos a su cargo. El asunto iba en serio. Sólo restaba hacer esa llamada telefónica en la que Ramiro le informaría de alguna novedad de última hora. Hasta la tarde no hubo novedades. Pero ya cerca del anochecer, cuando los grupos estaban en sus puestos, Sacha escuchó el recado que Ramiro le había dejado a través de un buzón telefónico: —No vamos al teatro —escuchó decir al otro lado de la línea. Y el Ensayo se detuvo. Incluso para los militantes que estaban preparando el ataque a la comitiva de Pinochet “en una casa de seguridad de la comuna de La Reina, donde permanecía acuartelado el Destacamento Especial a cargo de Joaquín, quien a la vez reportaba al comandante Aurelio (Roberto Nordenflycht, sobrino de Volodia Tenteilboim, alto dirigente del PC) y a Benito (Recaredo Ignacio Valenzuela). Ese destacamento, que debía comunicarse cada dos horas con un buzón telefónico para saber si iban o no al teatro, estaba preparado para ir a volar los puentes del canal San Carlos, de modo de aislar a los regimientos de la zona oriente.” Eso no impidió a los grupos en las poblaciones montar sus operativos en apoyo a la protesta
Hernandez Norambuena.
Comandante Ramiro
Este iba a ser el plan para cuando Pinochet muriera en el atentado. Usar la siguiente protesta popular para llevar la Sublevación Nacional a su éxito, (a lo que los comunistas llamaban la etapa de desmoralización de las Fuerzas Armadas). Al fin y al cabo el objetivo era derrocar a la Dictadura. Sino a qué traer las armas de Carrizal Bajo. Hay que recordar que el atentado estaba fijado para el 31 de agosto originalmente y había un llamado a Paro Nacional para el 4 de septiembre y después llegaba el 11 de septiembre, fecha emblemática para las protestas (hasta el día de hoy aunque en una proporción ínfima a lo que fueron a principios y mediados de los 80).
Pero el plan detrás seguía siendo la toma del poder por el Partido Comunista y las demás fuerzas de izquierda, que los siguieran a ellos por supuesto, como el MDP  (Movimiento Democrático Popular, integrado por el MIR el PS Almeyda y otras organizaciones que apoyaban a las protestas y la violencia, como mecanismos de salida política)[16], excluyendo a la Alianza Democrática (Democracia Cristiana, Radicales y socialistas más renovados y alguno que otro partido) que apoyaba la salida electoral (vía plebiscito en 1988).
El Frente no era una fuerza destinada por sí sola la toma del poder, sino a convertirse en una parte de la “vanguardia organizada del pueblo” (dirigida por el PC exclusivamente), a través del alzamiento popular abastecido por la internación de armas.
Vista de La Moneda y centro cívico de Santiago de Chile
Entre los planes estaba la voladura del puente del río Maipo para aislar la ciudad hacia el sur. Lo mismo se haría con las rutas hacia el norte. Los puentes sobre el río Mapocho también. Una flota de vehículos saldría para repartir armas al “pueblo” (comunista) y a continuación, según la dirigencia comunista media  informaba a la dirección, las unidades de combatientes estaban listas y preparadas para emplearlas en combate contra las Fuerzas Armadas y Carabineros. Esas “tropas” saldrían armadas en dirección al centro de la capital para rodear La Moneda[17], el Edificio Diego Portales[18] (en la actualidad el Centro Cultural Gabriela Mistral) y los edificios públicos concentrados en esa área en diversas “columnas”. Rodeada y por supuesto tomada entonces el gobierno caería a lo largo de todo el país con las protestas y la poblada que se movilizara en las demás ciudades. También incluía el aislamiento de la ciudad por dentro con piquetes de pobladores en barricadas y armados sobre los diversos regimientos y unidades policiales de la ciudad. A continuación se organizaría un “nuevo gobierno democrático”, dirigido por el Partido Comunista, dueño de las armas y de la capital. Claro que hasta acá llegaba la planificación, si tenía éxito. ¿Y si no lo tenía? No había plan de retirada.
Edificio Diego Portales,
En la actualidad Centro Cultural Gabriela Mistral
El plan no se llevó a efecto. Cuenta Ascanio Cavallo, quien dio a conocer el plan en su conjunto[19], por la acción de dirigentes del mismo PC y abogados de DD.HH, y aunque no lo dice, obviamente militantes o simpatizantes del Partido Comunista, sino porque les harían caso alguno a sus peticiones. En todo caso ya era la señal que el partido estaba preocupado por la militarización (e indisciplina comunista) de los frentistas y sus milicias a las que intentaban controlar. Y que terminaría en el fraccionamiento del Frente, independizándose el ala más militar, con el nombre de Autónomos.



[1] En https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[2] Heinecke Scott, Luis, Verdad y Justicia….
[3] Hecho en Checoeslovaquia, tiene una fuerza equivalente a 4 ó 5 veces al TNT. Las armas americanas provenían de Vietnam, dejadas por los estadounidenses en su retirada y capturadas por los norvientamitas en su invasión en 1975, las armas del bloque del Este en cambio, eran búlgaros y producidas en 1984, con sus envolturas originales de fábrica, privándolos sólo del código de fecha, y el de procedencia, tanto de producción como del país intermediario, los números de las piezas interiores, nombres de las fábricas y sellos de inspección, lo que indica que las armas fueron desarmadas completamente. Sin embargo a los impulsores de las granadas del RPG-7 no se lo borraron (de ahí que supieran que eran búlgaros)
[4]  Granadas de mano de origen soviético
[5] Rojas Nuñez, Luis op cit
[6] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[7] En esa línea, al interior del FPMR circuló durante años la versión de que el entonces ministro del Interior cubano, José Abrantes, apostó, de propia iniciativa, por entregar más armas de las que el FPMR era capaz de ocultar. Ello le habría costado una durísima reprimenda de Fidel Castro cuando vino el descalabro. Esta versión, sin embargo, es desmentida por Norberto Fuentes: “Abrantes sólo cumplió órdenes. Quien decidió la cantidad de armas, quien puso a Ronda a cargo, y quien después pidió un completo informe del fracaso se llama Fidel Castro Ruz. Todos los demás cubanos implicados fueron instrumentos”. https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/

[8] Rojas Nuñez, Luis op cit

[9] Capítulo VI de la historia inédita de los años verde olivo, página 7, serie especial de La Tercera publicado el domingo 27 de mayo del 2001.

[10] Según el jefe de la operación, nunca existieron comunicaciones radiales desde este lugar hacia el exterior. Las comunicaciones entre Pedro y Malbrich se realizaron mediante intercomunicadores personales de 50 km. de alcance. Según el jefe de la operación, nunca existieron comunicaciones radiales desde este lugar hacia el exterior. Las comunicaciones entre Pedro y Malbrich se realizaron mediante intercomunicadores personales de 50 km. de alcance. Rojas Nuñez, Luis. Op cit
[11] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[12] Cavallo, Ascanio La historia oculta de la Transición
[13] En el Libro Los Fusileros, de Cristobal Peña, se narra el episodio de la voladura del puente sobre el río Maipo
[14]  En el texto “Su revolución contra nuestra revolución” Volumen II, página 61
[15] oficial especialista en artillería, René en Nicaragua, fue el jefe del TMM del PC en Santiago desde su fundación hasta julio de 1987. Participó activamente en la reconstrucción de estos hechos.
[16] No hay que olvidar que el Partido Comunista no compartía el poder y de hecho más allá de Pinochet, consideraba a los demás partidos de izquierda como rivales, destacando sus históricas diferencias con socialistas, con los miristas y anarquistas.
[17] Sede del poder Ejecutivo en Chile
[18] Sede de la Junta Militar, poder Legislativo en Chile de esa época.
[19] La historia oculta de la transición, pagina 100.


EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (V)

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (V)


EL SEGUNDO DESEMBARCO DE ARMAS[1]: Cuenta Luis Rojas Nuñez, terminado el desembarco del 26 de mayo de 1986, Pedro supo que habría una segunda operación porque en el barco cubano había quedado parte de la carga convenida. Para realizar los ajustes, viajaron a Cuba el ingeniero Antonio y Sebastián. A mediados de julio regresa Antonio y traía consigo la fecha del segundo desembarco. Recuerdo (dice Pedro) casi textual lo que me dijo: "el barco cubano llega exactamente en diez días más, ya salió".[2]
Antes que viajaran los dos militantes frentistas-comunistas el propio Pedro había expresado: “Nosotros planteamos con claridad que el segundo desembarco no podía hacerse antes de cuatro meses. Cuando los compañeros se fueron de viaje, recién habíamos encontrado la goleta Astrid Sue, un excelente barco, mejor que el Chompalhue. Tenía un contrato de pesca por dos meses más y la compra fue con el compromiso de cumplirlo. Terminada esa faena, pasaba a nuestra entera responsabilidad. Después debíamos prepararlo, avituallarlo y dejarlo en óptimas condiciones para la misión, ya teníamos la experiencia de la primera. Además, nos habíamos planteado la tarea de optimizar todo el sistema organizado para la operación, superar los errores cometidos,prever todas las variantes y reclutar, organizar y preparar al personal paracumplir con éxito la misión. No se me olvida, solicité cuatro meses. Había razones objetivas que obligaban a esperar ese tiempo". A los cubanos no les gustó la respuesta y dejaron en claro que habría un segundo desembarco a la brevedad. Es decir en alrededor de 10 ó 12 días, aunque el equipo y la tripulación ya estaban disponibles


Vilma Olivares, segunda de izquierda a derecha.
A su lado, con barba Alex Texier.
Forman parte del grupo huirero

Juan de Dios Márquez el encargado de la seguridad del operativo, cuenta que “Cuando terminamos el primer desembarco se ordenó limpiar todo y salir. Entonces yo me volví para Santiago. Pero luego, cuando me comunico telefónicamente con un compañero y me dice que viene la segunda operación, yo le digo, pero ¡como!, protesto, y él me dijo, bueno, esa es la orden. Luego en Vallenar me encuentro con Rafael Pascual y lo primero que me dice es, bueno ¿y quién cresta dio la orden para esto?, ¡esto está quemado!”[3].
“Entre junio y julio de 1986 se efectuó una reunión en la casa de calle Serrano 701 de Vallenar, con la asistencia de Pedro, Alexis Texier, Sergio Buschmann, Claudio Molina y Pato Lucas, planificándose un segundo desembarco que tuvo lugar en el mes de julio, esta vez con el uso del pesquero “Astrid Sue”, con su tripulación incrementada con los marineros Manuel Gallardo Olate y Aliro Piña Rojas , pero con la exclusión de Mario Vega Vargas que había abandonado la nave por desavenencias con Manuel Santana y Alfredo Malbrich”[4].
Pero esta operación iba a ser realizada a matacaballo. se adquiere el Astrid Sue una nave de mejor calidad. Para la adquisición de la nave, Mauricio Gómez y Nelly Gómez (domiciliados en Felming N° 7862 en Santiago), junto a Nelson Ascensio Pardo la adquieren por $ 6.000.000 en efectivo y 2.000.000 mas que se debía pagar con pesca, para pagar una deuda que tenía el dueño de la Astrid Sue. Se compra el 20 de julio de 1986. Mauricio Gómez es enviado a Iquique para contactarse con Yuri Fortte Barrios y Alex Castro Cádiz. La tripulación se integrará por Nelson Ascensio Pardo, contramaestre Eduardo Aliaga Ramos, motorista Mardoqueo Saavedra Silva y como tripulantes sin esepcialidad Mauricio Gómez, Yuri Fortte, Alex Castro y Juan Gonzalez Zamora, además del cocinero Fredy Armando Peralta. Todos ellos se alojaron en una vivienda de calle Escuela, sin número, de Coquimbo, la que fue acondicionada por Nelly Gómez, comprándose Nelson Ascensio Pardo[5] una camioneta Chevy Luv, doble cabina, para el traslado de la gente del pesquero desde La Herradura al puerto de Coquimbo donde está amarrada la Astrid Sue. Ascensio Pardo había sido un dirigente comunista en un sindicato de tripulantes pero había sido expulsado del PC en 1971. El mismo Ascensio Pardo viaja a Santiago entre el 9 y el 17 de julio, donde empezaron a comprar equipo de telecomunicaciones. Primero en la Casa Royal ($ 568.000) y en la casa comercial San Agustín, donde adquiere 4 transceptores MT Mitsubishi, por la suma de $ 450.000. Adquisición de la empresa Ingeniería y Construcciones del Pacífico Ltda, con sede en Alcalde Pedro Alarcón N° 2143 Santiago. Todo ello adquirido por Ascensio, con dinero del Partido
Dirá la sentencia en el mega caso del Frente, que incluía el Arsenal, el Atentado y otras operaciones, “…con su tripulación incrementada con los marineros Manuel Gallardo Olate y Aliro Piña Rojas, pero con la exclusión de Mario Vega Varas, que había abandonado la nave por desaveniencias con Manuel Santana y Alfredo Malbrich. La nave (Astrid Sue) zarpó desde Caldera el 12 de julio de 1986, aproximadamente a las 19 hrs, recalando tiempo después en la caleta que se conoce como La Clínica –por haberse encontrado allí drogas e instrumental de enfermería- ubicada en el costado sur de la Herradura de Carrizal. En dicha caleta subieron a bordo Pedro, Malbrich y Juan Ruilova (Antonio o Loco Antonio). Al zarpar, “Pedro” dirigió una arenga a la tripulación, que no era conformada exclusivamente por militantes comunistas. Alex Castro, uno de los navegantes frentistas, notó en ese momento la incertidumbre de algunos; “Ahí recién muchos marineros se dieron cuenta de lo que estaba pasando y yo les decía que solo era un contrabando, que les íbamos a pagar, con tal de quitarles el miedo”[6].
Luego van a  Huasco a embarcar a Popeye pues era quien llevaba consigo una antena satelital y parte desde Huasco en un viaje largo de 28 horas. Toman rumbo noreste y hacen contacto con el buque cubano. Llegan al punto de encuentro a las 16 hrs, cuando consiguen contacto por HF con el buque cubano, separándose hasta las 20 hrs ambas embarcaciones esperando la oscuridad, y al reencontrarse el transbordo de carga duraría hasta las 4 AM, llenando las bodegas e incluso llevándola en cubierta, donde se perdieron numerosos bultos, unas 30 o 40 bolsas de material, pues les tocó muy mala mar (es pleno invierno). Eran unas 45 toneladas de material, cuánto se perdió en el mar quizás unas cinco toneladas. El marinero Yuri Forte sufrió un golpe en la cabeza y Patricio Ruilova decidió subirlo al barco cubano para que recibiera curaciones. La Astrid Sue debió resistir los embates de un temporal que estuvo a punto de hacer zozobrar la embarcación. Yuri Forte; “Ese barco se salvó solo por maniobra, porque en un momento dado teníamos la cubierta llena de agua y el barco se nos hundía. Ahí empezaron los gritos para acá, para allá, y hubo que botar algunas armas al mar. Yo no sé de tonelaje, pero me da la impresión de que traíamos mucho más de lo que aguantaba el barco. Ese regreso fue una odisea”.
Haciendo posteridad.
Militantes comunistas que participarn en la internación de armas
Llega de vuelta a Corrales ahora el 25 de julio mas o menos a las 5 AM  del 26 de julio. Acá sigue Pedro en su relato: llegó el Astrid Sue, como a las cuatro de la madrugada. Desde ese mismo momento empezó un intenso trabajo para descargarlo, éramos más de setenta personas trabajando. Llegó el día y seguimos trabajando un buen rato con el sol afuera, quizás hasta pasadas las ocho o nueve de la mañana…En un momento paramos y el barco se fue mar adentro. Por el día la gente se escondió en los mil recovecos que tiene la caleta, los vehículos se fueron y todo quedó como siempre, con cuatro o cinco huireros habituales. Al anochecer llegó el barco de nuevo y comenzamos a trabajar temprano; apenas cayó el sol ya estábamos descargándolo. A las dos de la madrugada ya habíamos terminado, pero teníamos un tremendo atolladero de material en la playa misma y arriba, en la quebradita que usábamos de tránsito, metros antes del lugar que los muchachos llamaban La Rotonda, donde podían llegar los camiones y camionetas.
“En las noches siguientes, fuimos sacando la carga desde la caleta hasta las minas. Fueron casi nueve noches de movimiento de vehículos y gente…

En julio de 1986 parecen haber adquirido la posada del Arbol del Marañon, ubicada 8 kilómetros al norte de Vallenar y a algunos metros de la Panamericana y quien cuidaba la posada Arnoldo Rojas recibe la noticia del dueño acerca de la venta del local, yendo sus nuevos propietarios a ir a buscarla el 12 de Agosto de 1986. Fue allí donde se encontraron con un barretín 22 toneladas de armamento, quizás el mayor requisado.

Para el 6 de Agosto se incautan las armas por la CNI. Para la fecha menos del 10% del armamento estaba repartido, y pequeñas partidas de armas entraron por Bariloche después para paliar la derrota. Pero no se puede andar por ahí portando un M-16, por lo que algunos debieron ser cortados en tornerías del partido.
Los cubanos demostraron su ira, culpando de incompetencia a los chilenos, pero a los cubanos los condecoraron en la sede de las Tropas Especiales.
Relata Javier Ortega en La Tercera que en la segunda semana de agosto de 1986, un alto mando frentista charlaba con otros compañeros en uno de los principales refugios del FMR en Europa Occidental. Sin entrar en detalles anunció importantes golpes para los meses siguientes. La conversación se interrumpió cuando el televisor de la sala difundió un acontecimiento de Chile. Consternado el jefe se puso a llorar.

La caída: Orlando Bahamonde (Pedro) asume responsabilidad en la caída: “Nosotros, dicho metafóricamente, hicimos mucho ruido, nos confiamos, nos extralimitamos a partir del éxito inicial. Movimos demasiada gente y vehículos, rompiendo con la compartimentación, con el secreto, y necesariamente fuimos dejando demasiados indicios.” Otros frentistas dirán: Pablo Flores: “Los compañeros que bajaban a los cabarets, se tomaban su trago y tal vez ahí, con alguna de las niñas se les soltaba la lengua”. Y Sergio Buschmann (Ricardo) “Inevitable fue que los marineros frentistas buscaran entretención en prostíbulos de la región. Las visitas podrían incluso ayudar como fachada; “Empezó la inquietud de porque estos huiremos no iban a casas de puta, no serán maricones estos gallos?, entonces había que ir a estos lugares”.
El 5 de agosto "…solo quedaban algunos paquetes de fusiles en la quebradita de tránsito, adonde llegaban los camiones….No lo sacamos porque ya era demasiado avanzada la mañana y lo dejamos para la siguiente noche. Esa apreciación fue un error grave. Debíamos haber mantenido el mismo rigor hasta que no quedara absolutamente nada en la playa ni en ningún lugar aledaño. Y con la última carga tuvieron un incidente con carabineros en el camino que por fortuna para ellos fue menor[7]. Otra cosa que les intrigó fue un hombre al que llamaban "el hombre de la moto" y que, justamente, bajó a la playa el día entre la primera y la segunda noche del desembarco. …Este hombre pudo confirmar las interrogantes de la "alcaldesa". En la denuncia que hizo esta mujer, aparecen declaraciones de un vecino que había visto armas en la caleta.
Mapa de la zona
La entonces alcaldesa de Mar de Carrizal[8], Magaly Salinas, afirma que “la gente se fijaba en que los afuerinos andaban con grandes cantidades de dinero y no iban a prostíbulos, y pensaban que eran traficantes de locos”.[9].
"Eran muy amables, siempre transportaban a la gente cuando lo necesitaba y pagaban bien por los huiros", cuenta la alguera Rita Rivera. "Hacían caminos donde no había, pagaban las algas aunque no se las entregaran y trataban de alejar a los algueros de los lugares donde ellos acampaban", dijo Magaly Salinas. Además regalaban botellas de whisky, un producto muy inusual en la zona. Por esa misma época, en 1986 empresarios japoneses de la industria cosmética decidieron adquirir las algas que proliferaban en la zona, pagando 3 pesos en promedio. Diego Lira a cargo de la empresa de fachada, empezó a pagar 3,50 y después $ 4 y por último a $5 el kilo[10] . Gastaban a manos llenas y sin pedir nunca rebaja en un pueblo y en medio de la recesión de la crisis de 1982.
Entre los vecinos se empezó a correr la voz qué algo raro pasaba en la caleta de Corrales: Allí se hablaba de movimientos raros, de camiones que se movían de noche. A partir de la alcaldesa de mar de Carrizal, Magaly Salinas, quien (la versión de Luis Rojas) le informó a la alcaldesa de Huasco, y ésta a los militares.
Según Krantz Bauer, oficial de Inteligencia del Ejército destinado en esos años a la CNI y encargado de la brigada que perseguía al FPMR, todo fue por casualidad. “Se rumoreó que la gente que había llegado (a Carrizal) podían ser contrabandista de locos. Este chisme llegó a la alcaldesa de mar de Carrizal Bajo, Magaly Salinas. Ésta se lo contó a la alcaldesa de Huasco, Gloria Nordenflycht, y ésta, en un viaje a Copiapó, pasó la voz a la esposa del intendente. Ella se lo dijo a su marido militar, quien ordenó a la CNI investigar el caso. Lo hizo sin darle importancia”.[11]
La posibilidad que hubiera algo con armas es lo que hizo aparecer a los agentes de la CNI quienes a las 10 de la mañana del 6 de agosto tocaron la puerta de la casa de "Magalita", como la llaman sus más cercanos. Concurrió el jefe zonal de la CNI. Su chapa era Ricardo Opazo. Ella los invitó a almorzar, pero ellos querían ir hasta el sector de Corrales, a 20 km al norte de la caleta. Un huirero (recolector de huiros) los guió hasta el lugar.
Pasaron las horas, y Salinas comenzó a sospechar de que se trataba de algo más grave. Cerca de las 8 de la noche volvieron a golpear su puerta: "Un capitán de Ejército me dijo que todo era más grande y terrible de lo que yo me había imaginado". La información que le dio el oficial era bastante confusa. Sólo una cosa entendió: los algueros eran extremistas y escondían muchas armas. La alcaldesa de mar salió a la calle y les avisó a los vecinos, casa por casa, que era mejor permanecer dentro de sus hogares, porque estaba en ciernes una posible "guerra civil". Esa misma noche los carrizalinos escucharon varias ráfagas de disparos. Luego supieron que se trató de enfrentamientos entre agentes de la CNI y miembros del FPMR.
¿Qué había pasado? Los agentes de la CNI se dirigen a la Caleta de Corrales. A los frentistas a quienes se les había dejado allí como guardia se les dejó un lanzacohetes y un M16. Según Ítalo Moya que hacía de guardia vio venir a un grupo de hombres, cuatro en total pero “pensé que eran gente que compraba huiros y decidí esperar sentado hacia la playa”. Extraña conducta porque según Juan de Dios Márquez; “La orden que tenía la guardia era que si entraba alguien o un vehículo extraño, tenía que hacer un disparo al aire, pero…no actuó”. Estaban en el lugar Juan de Dios Márquez (El Pollo), Pablo Flores Castillo (Freddy), Rafael Pascual Arias (Rodrigo) y Gonzalo Valenzuela, acompañados por Abel Rojas, el alguero que les vendía huiros. Según otro testigo Pablo Flores “A esa hora llegó el Jeep hasta donde mismo estábamos nosotros, en la playa. Como te digo estábamos tomando desayuno y con una guitarra en la mano. Ellos empezaron a revisar el lugar, porque juraban ciegamente que éramos traficantes de locos”. Completamente sorprendidos no se movieron y los agentes de la CNI, quienes tenían sus armas aún enfundadas empezaron a revisar el lugar.
En “El Ruco” encontraron a tres frentistas (militantes comunistas) y a un lugareño (Abel Rojas, el alguero que les vendía huiros), tan confiados que dormitaban (un par estaba alrededor de una fogata con una guitarra). Les bastó revisar las cajas para descubrir los fusiles M-16. Incluso “los CNI revisaron el lugar con las armas enfundadas, hasta que uno de los agentes salió del "ruco"[12] donde se dormía con una baqueta de fusil en la mano (en el expediente dicen que encontraron casquillos de bala). Es en ese momento[13] los detienen .Juan de Dios Márquez; “Me pegaron una patada en los testículos y nos tiraron a todos a tierra. Nosotros estábamos sorprendidos, no lo esperábamos”. También encontraron panfletos del FPMR y rollos de fotos[14].
El jefe de la oficina de Copiapó de la CNI ordena a dos de sus hombres quedarse con los detenidos. A los que se les agregó Ítalo Moya quien “estaba en una parte alta y vi movimientos raros. Entonces, cuando de improviso me sorprenden por detrás. Luego me amordazaron y me vendaron” y Gonzalo Valenzuela (Chayita). Según otra versión los dos bajaron hasta la playa y ahí fueron detenidos (que es lo más probable). A ese se sumaba el huirero Abel Rojas.
Pedro defiende al menos parcialmente a sus hombres que se dejaron sorprender: “en ningún momento yo los eximo de su responsabilidad. Como muchos dicen, si solo se hubiesen escondido, habrían pasado la inspección. También hubieran podido implementar perfectamente una defensa. Estaban preparados para una eventual situación de este tipo, tenían armas con qué responder y contaron con tiempo suficiente para hacerlo porque supieron de la presencia de los agentes desde que estos llegaron a la parte alta de la caleta. En fin, cualquier cosa hubiese sido mejor a la nula respuesta que dieron. Según una carta salida de la cárcel, entregada por el jefe de seguridad, los CNI revisaron el lugar con las armas enfundadas, hasta que uno de los agentes salió del "ruco" donde se dormía con una baqueta de fusil en la mano. Fue este quien dio la señal de alarma y fue entonces cuando sacaron sus armas y neutralizaron a los tres hombres que estaban allí. (Pero ellos) no tuvieron ninguna responsabilidad en que la CNI llegara a la caleta a investigar, esa es nuestra responsabilidad. Y segundo, ellos no sabían dónde estaba el armamento desembarcado. Como alguien me dijo en aquel tiempo, ellos fueron el elemento que precipitó la caída, la primera puerta que se abrió, aunque te reitero, no fueron ellos quienes dieron el número ni la dirección para que la CNI llegara hasta allí. Después se abrieron otras puertas que nada tienen que ver con ellos"[15].


El jefe y otro de sus subordinados parten en el jeep en que vinieron con rumbo a Vallenar llevándose a Juan de Dios Márquez (El Pollo), Pablo Flores Castillo (Freddy), Rafael Pascual Arias (Rodrigo) que van tirados en el piso del vehículo. Amarrados y vendados. Se cruza en el camino con Texier quien va en un jeep azul, pero no lo detienen por carecer de los medios para hacerlo.
Al mismo tiempo en el camino que va a la caleta de Corrales avanza una camioneta  una camioneta C-30 amarilla que conducía Sergio Buschmann, y en el que iban también Aníbal Niedblasky y Alfredo Malbrich. Se cruzan también con Texier Verdugo (calambrito) que va en dirección desconocida.
Los tres iban hacia la playa sin sospechar lo que había pasado. Buschmann al llegar al sector de la playa bajó solo hasta los roqueríos. Medio alcoholizado, Abel Rojas fue utilizado como cebo para atrapar al recién llegado. Dice Rojas que “ahí me pusieron de sapo, cuando de repente por un camino empieza a bajar alguien. Cuando se acercó me di cuenta que era Buschmann, el pez gordo. Ahí ellos le dijeron ¡manos arriba! y él les dijo ¡nunca alzo las manos! y siguió discutiéndoles”. Usando todas sus dotes actorales Buschmann se negó a ser detenido; “… y me dicen te estábamos esperando viejo tal por cuál, tu eres el director de la escuela de guerrillas y de inmediato me ponen una pistola en la cabeza. Entonces al tipo que me apuntaba le di un empujón y comencé a correr a los roqueríos, porque si tu estás en el campo o en un lugar abierto, el arma corta no te sirve”. Buschmann logró volver al jeep con sus compañeros (a esa hora ya eran cerca de las 7 PM) y retornar a Vallenar para alertar a sus compañeros, sacar algunas M-16 y volver por sus compañeros, esta vez con más gente. Anochecía y la CNI, sus tres presos, y el huirero quedaron en la playa. Pero la aparente tranquilidad se vio pronto interrumpida, cuando capitaneados por Buschmann, varios frentistas: Aníbal Niedblasky y Alfredo Malbrich, Texier y otros más volvieron al rescate de sus compañeros, ahora premunidos con fusiles M-16. “Les gritamos que entregaran a los presos y que si nuestros compañeros no subían, iba a empezar el baleo”. Por media hora el fuego se hizo intenso, tanto que en la misma Carrizal Bajo se oía con claridad. Sin muchas posibilidades debido al alto armamento que usaron los frentistas los agentes de la CNI (los dos que quedaban) huyen cosa que también hacen los detenidos que logran desatarse pues rato antes Gonzalo Valenzuela simula dificultad para respirar por lo que le sueltan las amarras y aprovecha de desatar a Moya Escanilla. Y también arrancan los recién llegados salvadores.
Ascencio Pardo
En Vallenar los agentes de la CNI dejaron a buen recaudo detenidos a los frentistas, y empezaron los llamados frenéticos a Santiago y a las autoridades de Copiapó de lo que se había descubierto en la costa para pedir refuerzos. Lo que habían visto no era una operación pequeña. Esa misma noche carabineros y agentes de la CNI locales empiezan a situar el primer cerco. Un vehículo se estaciona en el cruce de caminos que une Vallenar con Carrizal Bajo y otro se dirige más cerca de la zona para instalar otro. Ya debe acercarse a la quebrada de bajada cuando encuentran la camioneta amarilla que está estacionada y abandonada y allí se sitúa el otro equipo destinado a interceptar la zona.
UN poco antes cuando logran escapar desde la Playa, Sergio Buschmann junto a Diego Lira, Aníbal Niedblasky y otros dos frentistas, después de escapar de la playa huyeron hacia los cerros cercanos. Pensaron que la camioneta amarilla no les serviría porque los caminos ya debían estar cerrados completamente y así rodeados era mejor escapar por las rendijas que aún dejara el operativo de cerco yendo a campo traviesa, por donde el vehículo no podía atravesar.
Mientras en el cruce de caminos los dos carabineros y un agente de la CNI estaban de guardia cuando se acercó un jeep Toyota azul, en el que iban varios frentistas a los que se enfrentan a balazos, consiguiendo dejar inutilizado el vehículo y obligando a sus destinatarios a huir a pie también
Buschmann y sus compañeros pasaron cincos días intentando eludir el cerco policial, días en que sufrieron los rigores del desierto. De día dormían tapados con piedras; solo reiniciaban la marcha de noche. No tenían alimentos y el agua escaseaba. Finalmente fueron capturado cerca de la Panamericana el 13 de agosto, por Carabineros…. Italo Moya,…fue detenido dos días después en una mina abandonada.
Malbrich lo relata así: Íbamos en una camioneta C-30 de color amarillo…se encuentran con Texier y compañía. Buschmann baja a la playa y vuelve gritando que la CNI (los chanchos) estaban ahí, por lo que deciden bajar armados: Buschmann, Anibal Nierdsbalski, Malbrich Baltra y dos sujetos mas.
Sergio Buschmann, junto a algunos de sus compañeros, huyó caminando por el desierto. …. Otro grupo tuvo más suerte. Abordó un bote Zodiac y huyó por la costa varios kilómetros hacia el sur, hasta ponerse a salvo. Allí, para avisarles había llegado Diego Lira, quien al intentar llegar con refuerzos, se enfrentó con carabineros recibiendo decenas de proyectiles (el vehículo). Los frentistas resultaron indemnes del enfrentamiento regresando a La Herradura. Orlando Bahamondes Barría[16], Pedro; Vilma Olivares, su pareja Víctor Fernández, Claudio Molina y otros miembros de la empresa de fachada…, abordaron un bote de goma iniciando una desesperada fuga por la costa, tratando de evitar a los buques de la armada que ya habían sido alertados. Navegaron dos días hasta que se les acabó el combustible y debieron bajar a tierra donde continuaron escapando. Pero se comete un error fatal: la cámara fotográfica con un rollo sin revelar. La huida sigue por el desierto hacia Argentina, pasando toda clase de pellejerías. Recordaría Fernández que el hambre era tremenda. En ese deambular incluso nos tuvimos que comer una mula que encontramos y gracias a eso nos alimentamos durante diez días
Ítalo Moya
En el cruce donde había un control, de dos policías uniformados y un agente de la CNI, se enfrentan con los frentistas que huyen. Cuando a la mañana siguiente encuentran el jeep toyoya azul está con impactos de balas. En el iba Diego Lira y dos frentistas más luego de avisar a la gente de La Herradura. Allí Vilma Olivares (la cocinera del grupo), Víctor Fernández, y otros miembros de la empresa de fachada enterados del allanamiento en Corrales, abordaron un bote de goma iniciando una desesperada fuga por la costa, tratando de evitar a los buques de la armada que ya habían sido alertados. Navegaron dos días hasta que se les acabó el combustible y debieron bajar a tierra donde continuaron escapando. Claudio Molina recuerda que “por la necesidad de salir rápidamente de ese punto en el bote, es que se les queda olvidada la cámara”. El olvido de esa cámara, con numerosas fotos de los implicados en la operación, permitiría más tarde la identificación y captura de muchos de ellos. Este detalle fue el más increíble, pero tiene una explicación muy simple: propaganda. Documentan la operación para después presentarla al mundo, fuera que detrás de ella se venía el cambio a un gobierno “democrático y popular” con lo que los participantes serían héroes nacionales. Nadie quería quedar fuera de la Historia.
Víctor Fernández; “El hambre era tremenda. En ese deambular incluso nos tuvimos que comer una mula que encontramos y gracias a eso nos alimentamos durante diez días”. Gonzalo Valenzuela, Manuel Santana, Patricio Ruilova y Víctor Fernández lograron eludir el cerco y nunca fueron capturados. Distinta suerte corrieron Alfredo Malbrich -quien fue atrapado al salir de la casa que arrendaba en Vallenar- e Italo Moya, quién fue detenido dos días después en una mina abandonada.
Sergio Buschmann junto a Diego Lira, Aníbal Niedblasky y otros dos frentistas, después de escapar de la playa huyeron hacia los cerros cercanos. Pasaron cincos días intentando eludir el cerco policial, días en que sufrieron los rigores del desierto. Finalmente fueron capturados. Sin agua ni alimentos, muchos frentistas deambularon durante días por el desierto, ocultándose en puentes y alcantarillas.
En Caldera, los tripulantes del Chompalhue miraban las noticias en televisión. Un…periodista informaba que se había descubierto una escuela de cuadros y un gran cargamento de armas del PC. El capitán, Manuel Santana, recuerda que salió de inmediato a hacer una llamada de emergencia y que ordenó que “todos tuvieran sus cosas listas para irse”. Cuando regresó, había distintas opiniones. Un compañero sostenía que había que esperar las instrucciones del Partido. Pero él corta la discusión: “En esta situación el Partido se puede ir a la cresta. Hay que salir de aquí inmediatamente”. Minutos más tarde un furgón Suzuki cargado de hombres emprendió rumbo al sur[17]. Y ninguno de ellos fue detenido.
Pablo Flores
Sin embargo en el caso del Astrid Sue, en el que embarcaron varios que no eran militantes o al menos tan disciplinados, la situación fue diferente: Según Luis Heinecke, tres tripulantes de la Astrid Sue, Eduardo Aliaga Alamos, Juan Carlos González Zamora y Freddy Peralta Peralta se presentan a la Gobernación Marítima de Copiapó y relatan todo lo que saben. La razones eran dos: no eran militantes comunistas y no se les pagó por su participación en el Astrid Sue y su contrabando de armas, fuera que con eso se desembarcaban de cualquier relación con los comunistas. Aunque, acusan los denunciantes, qye se le hizo entrega de $ 1.200.000 a Alex Castro y a los tripulantes que si son comunistas le tocan $ 200.000 a cada uno[18].
El 7 de agosto cae el “mecánicoJorge Concha Gonzalez, en Vallenar armado y con $ 420.000. El 8 Malbrich,…fue detenido…en Vallenar, tras ser seguido desde una casa de seguridad a la que entró aunque no tenía puesta la señal de normalidad.  En un pirque minero caerá Ítalo Moya Escanilla. El primer arsenal sería entregado por Gonzalo Valenzuela y Moya (según Heinecke) y descubierto el jueves 7 de agosto.
Rafael Pascual Aria
Yuri Forte
Paula Afani relatará[19] tras la detención de los primeros frentistas, el primer arsenal fue descubierto en la zona de Carrizal Bajo. La sorpresa de los que vieron el arsenal fue mayúscula… hasta ese momento seguían convencidos que se trataba de una escuela de guerrilla. Además del cerco CNI-Carabineros…, tres aviones del Comando de Aviación del Ejército, trasladaron la mayor parte del material descubierto a La Serena y el resto en camiones del Regimiento Copiapó. Con cerca de 350 fusiles M-16, 124 kilos de T-4, un lanzacohetes RPG-7 y mucho más material (munición, equipos de buceo, motores fuera de borda, equipo de señales y tecnológico de comunicaciones, etc).
El primer reportero que acudió al sector de La Herradura de Carrizal Bajo fue Francisco Droguett,…camarógrafo de la Intendencia Regional. Sólo tenía conocimiento que un jeep de la CNI había tenido un enfrentamiento con subversivos en la localidad de Carrizal Bajo. Después de cuatro horas de viaje llegaron al lugar. Era cerca de medianoche….acercándose lentamente por una huella, muy difícil de andar, mientras tanto se acercaba otro vehículo, hasta que se bajó un agente armado con una subametralladora AK 47 con cargador doble,…. Dicho vehículo, al revisarlo al día siguiente se pudo comprobar que tenía más de cien perforaciones de proyectiles y sus neumáticos reventados,…. al llegar a la playa, lo primero que vio fue un campamento y una lona como una carpa, donde se suponía que vivía gente, pero al acercarse, grande fue su sorpresa, al apreciar gran cantidad de armamento tales como: fusiles, lanzacohetes rusos y americanos, equipos de comunicaciones y muchas municiones dispersos  por todo el lugar. Revisado el área por los agentes, unos regresaron a Copiapó y otros se quedaron custodiando  lo encontrado.  
La gigantesca operación fue informada recién el 11 de agosto de 1986 a la opinión pública,
Avión Casa-212 Ejército de Chile
El Ejército dispuso un avión CASA C-112, para trasladar a la prensa a Copiapó, luego por tierra hasta la caleta donde había un gran contingente militar de civil, con bastante apoyo aéreo de helicópteros, que sobrevolaban la zona. Ahí pudieron apreciar la gran cantidad de armamento, sobre todo fusiles M -16, cubiertos con grasa para evitar el óxido salino….lanza cohetes RPG-7, de procedencia rusa, cohetes LOW, de procedencia americana; granadas de piña y peras, municiones para M-16 por toneladas, equipos de comunicaciones  VHF marca Kenwood y Yaesu. Además bastantes alimentos y una famosa foto donde los extremistas posaban con las armas.


[1] Según Luis Heinecke este es el tercer desembarco, pues ingresa en el conteo el fracasado de Año Nuevo de 1985 

[2] No hay que olvidar que si alguien conocía las operaciones del Frente, era el PC y atrasar el desembarco de armas significaba que este tendría lugar (cuando la operación para el Atentado tenía como fecha inicial el 31 de Agosto) y las armas para entonces tendrían que estar en Chile.
[3] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[4] informe de la CNI en https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[5] Según la Revista Qué Pasa, fue obligado bajo fuerte presión para que comandara la nave en cuestión. Alegó lo mismo en el proceso

[6] http://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[7] "Salimos temprano en la mañana del día 5, en el punto quedaron tres o cuatro compañeros. Nosotros nos fuimos con Texier en un vehículo y Buschmann en el camión con el último cargamento. Íbamos a cierta distancia uno del otro. El chofer del camión no era experimentado, el mejor que teníamos llevaba días de trabajo, estaba extenuado y lo habíamos liberado. Cuando ya estábamos en pleno camino, nos cruzamos con una camioneta de la policía y personal de control de pesca, creo que era un inspector. "El chofer del camión se puso nervioso, y cuando se cruzaron rozó la camioneta de los pacos. Ellos siguieron su camino, pero a los cien metros se dieron vuelta, persiguieron el camión unos metros y lo hicieron detenerse. Como siempre, Buschmann hizo gala de sus dotes de actor profesional. Un inspector abrió el camión, corrió los huiros que la carga tenía encima, y descubrieron un paquete bien amarrado, envuelto en papel café como emparafinado, que era como venían envueltos los paquetes. "El hombre tiró del cáñamo, miró a Buschmann y le preguntó qué cosa era. Este le dijo algo así como que eran unos kilitos de locos, que los dejara pasar, que se podían arreglar. "A continuación le dio diez mil pesos, como un vulgar soborno, "Pa que repare el espejo roto", le dijo al inspector. Después de esto se fueron. Te advierto que no es textual, pero la historia fue más o menos así.

[8] La Alcaldesa de Mar no dice relación con la actividad municipal sino con la actividad marítima, es la autoridad en la caleta respecto a las actividades de pesca y tráfico marítimo.
[9] http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/

[10] para hacerse una idea se compraba un chicle por 1 peso, por lo que para entender los precios que se mencionan aquí hay que multiplicarlos por 10 ó mas

[11] http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/

[12] Una improvisada estructura de madera y cartones construida cerca de la playa, que los hombres llamaban “El Ruco”, se fue llenando de armas. Con los bultos cubiertos, todo parecía normal.
[13] Pablo Flores cuenta que “después siguen haciendo un rastreo y en algún momento uno de ellos encuentra entre las rocas un fusil M16. Ahí les cambio la cara y empezaron a gritar que éramos terroristas”.

[14] Una vez reveladas, en las imágenes aparecerían varios combatientes posando junto a las armas recién desembarcadas. Cuenta Luis Heinecke que “el 17 de agosto el locutor de Radio Moscú informó que las fotografías habían sido captadas por Jorge Triviño en 1985 y que esas mismas actividades habían sido filmadas por cineastas franceses de la empresa Colimason (todo lo que, teimpo después, fue ratificado por Volodia TEitelboim en el número 34 de la revista “Araucaria”)
[15] Rojas Nuñez, Luis op cit
[16] “Pedro”, también logró romper el cerco en el desierto. Luego de llegar a Santiago, salió meses después de país hacia Argentina y, desde allí, a Cuba.


[17] Los tripulantes del Chompalhue lograron llegan ilesos a Santiago, donde se ocultaron. Tiempo después abandonaron el país.
[18] Según los testimonios de algunos participantes, rescatados por Luis Rojas Nuñez, actuaron a título gratuito, sin que mediara pago alguno. Pero incluso ellos admiten que no todos los participantes, claro que en materias menores, fueron militantes comunistas.

[19] Afani Paula; Carrizal Bajo, 20 años después, capítulo VI, como sale en http://despiertachile.cl/not/414/carrizal__20_anos_despues/