El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

viernes, 26 de abril de 2013

La foto superior corresponde a calle Blanco, pasado la actual plaza Sotomayor en 1900. Mientras que la de abajo muestra frente a la Intendencia el primer edificio de Correos de Chile. Apreciénse los taxis de la época pues en esa zona estaba el muelle donde desembarcaban los viajeros. Se puede datar a principios de 1860

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