El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

miércoles, 3 de septiembre de 2014

UNA SIERRA MAESTRA PARA CHILE
GUERRILLA RURAL EN CHILE. NELTUME Y NAHUELBUTA (VI)

EL FRENTE DOS: NAHUELBUTA[1]:

Repliegue. El plan del TOS era ir desde el campamento “1 de Mayo” hasta las proximidades de la ciudad sin entrar en ella, aprovechando las áreas de plantaciones de pinos que circundan a esta. Otra alternativa…es la de bajar al llano, infiltrarse en la ciudad y a partir de allí, detectar el movimiento enemigo y reorganizar el trabajo. Esto porque en la misma época había mucho movimiento de lugareños tras animales, buscando productos que entrega esa zona o por las actividades aserraderos que allí se desarrollan. Se adopta la orientación del TOS.
El plan original era hacerlo en dos etapas. La primera desplazarse desde el campamento base (“1 de Mayo”) hasta el campamento “El Carbón” que en situación normal—cargados con 25 kilos—se realizaba en 12 horas. La segunda consistía en un acercamiento gradual al campamento “Entre Ríos”, próximo a la ciudad. Esto permitiría hacer exploraciones que dieran cuenta de la situación cerca o en el mismo llano. Esto precisaba llegar al primer campamento después de una noche de marcha, pero algunos miristas les faltaba training lo que los llevó a un rápido agotamiento. Hay que sumar además la excesiva carga que portaban, pues era un cambio de casa donde se llevaba todo el alimento disponible, el armamento (2 FAL cada uno, con sus dos cargadores, un lanzacohetes con 4 proyectiles, las herramientas etc.) y todo bajo la lluvia intensa. Estos elementos hacen que la marcha se prolongue por una noche más.



Al campamento se llega al amanecer, y descansan hasta el anochecer, cuando salen dos compañeros con la misión de explorar, traer víveres que estaban escaseando. Al día siguiente se realizan exploraciones en dirección al próximo campamento, cercano (“Entre Ríos”). Una de estas exploraciones armadas es sorprendida por un campesino. Tucapel da orden de salida inmediata, llevando solo el saco de dormir y el armamento y dejando todo lo demás. Luego de 2 horas de marcha, llegan a una gran extensión de bosque chileno que estaba siendo volteado.[2] Se retrocede hasta un bosque próximo para que no los sorprendiera el amanecer tratando de pasar y se acampa. Ahí el Jefe se percata de la necesidad de los medicamentos y otros elementos (ollas, radio, restos de alimentos etc.) y se vuelve al campamento “El Carbón” para su recuperación, quedando el resto prácticamente regado. Se espera la noche para seguir avanzando, en el día se realizan exploraciones buscando vías alternativas para llegar a “Entre Ríos”.
Los dos miristas que habían bajado quedan desconectados, pero se les deja un plan de comunicaciones en un buzón previamente establecido. Estos eran los compañeros que mejor se ubicaban en la zona.
Ubicado el camino, en la noche se prosigue la marcha. A 4 hrs de esta no se percibe que el camino más adelante se bifurcaba y toman uno que los deja encima de la casa de un campesino. La noche estaba totalmente cerrada y se trató de encontrar la otra vía. Estos movimientos provocaron ladridos de perro y el campesino salió de su casa a ver qué pasaba sin lograr ver nada. Finalmente, gracias a que un compañero, se resbala por una ladera en forma accidental, descubren el camino. Retomado este, se desplaza hasta llegar a un lugar adecuado para esperar el amanecer. Allí se descansa, se hacen exploraciones por los contornos. Al anochecer se envía un mirista, cuya misión es contactar a los 2 compañeros, en el llano y traer alimentos. Los ubica en el pueblo y suben, los 3, al anochecer hasta llegar al campamento “Los Pinos”, donde esperan los demás.
Cuando cae la noche reanudan la marcha hasta los “Cipreses”, campamento transitorio; allí estos tres días, se realizan exploraciones, una de las cuales llega a “Entre Ríos”. A estas alturas todavía prevalecía la idea original de no entrar a la ciudad. Al tercer día la fuerza se traslada a “Entre Ríos”, ya que ofrecía mejores condiciones de seguridad. Se acondiciona el lugar para el campamento y se realizan exploraciones para detectar zonas adecuadas para depósitos. Una de estas exploraciones es sorprendida por un campesino (un compañero portaba un FAL), lo que motivó la salida rápida del campamento y una nueva pérdida de contacto con aquellos que estaban construyendo un depósito. En la marcha se los encuentran y todos juntos se vuelven al campamento “Los Cipreses”.
Tucapel tiene que aceptar que en tales condiciones se regrese a la ciudad y se desbande, lo que se realiza en pequeños grupos. En septiembre, la dirección del MIR concertara una reunión de emergencia con Nelson Araneda Loaiza, Tucapel. El 18 de septiembre emprendió el viaje en bus a Santiago. En una casa de seguridad de San Miguel se reunió con Hernán Aguiló, y con Renato Araneda, su hermano y miembro del Comité Central, así como jefe directo de Neltume y Nahuelbuta (Ciro). Decidieron concentrar el poder guerrillero en Nahuelbuta con 25 hombres altamente preparados y se confirmó a Nelson al mando.
El 30 de septiembre, Nelson Araneda partió a Talca para tomar contacto con Luis Manuel Pincheira Llanos, Diego su hombre de enlace, y con Jaime Cuevas Cuevas, Milo un campesino reclutado meses antes. Debían volver a la cordillera, reorganizar las tropas y esperar la llegada de más armas, soldados y pertrechos. El 4 de octubre fue capturado por la CNI

Luis Pincheira

Respecto de los miristas que aún están en la zona de Nahuelbuta, con dos excepciones, todos los demás se repliegan a Santiago. Una vez en la capital, jefe del TOS, a través de una carta informe, plantea la necesidad de realizar reuniones escuelas con dos objetivos centrales: uno evaluar el proceso del proyecto hasta el repliegue, sobre la base de una pauta encabezada  por un informe de SIPONA; y dos, conocer y discutir los lineamientos tácticos-estratégicos con las posibles readecuaciones determinadas por la experiencia.[3]

El fin del operativo en Nahuelbuta para Cristina Chacaltana: Por boca del encargado de la maniobra en Nahuelbuta, Cristina se enteró del golpe a Neltume, y lo que éste implicaba para el destacamento guerrillero en que se encontraba Mario y para ella misma, quien debió huir prontamente. Un descuido del jefe (Se trata de Ciro, Nelson Araneda Loaiza), quien le hace creer que su esposo estaba muerto, error que luego aclaró.[4]
Cristina debió salir de Pitrufquén únicamente con unas pocas mudas. “En la conversa con mi jefe me pide salir de la zona, pero yo le digo que mi maleta quedó en Temuco. Según él que no podía volver a buscarla, porque donde nos movemos no podemos dejar ningún rastro. Yo le dije que tenían sólo la ropa de los evangélicos, porque la ropa que trajimos verde la aguardamos al tiro en tatoos, nunca alcanzamos ni a usarla. Y me prohibió estrictamente volver al lugar. Y tuve que quedarme con la ropa que tenía. Me dice que tengo que volver a Santiago y que no va a tener contacto conmigo hasta dos meses más. Ellos te daban el lugar pero no te decían donde, tú tenías que buscarte tu propia infra.
Tras unos meses de incertidumbre en que Cristina no recibió noticias de su esposo ni del resto de sus compañeros de Nahuelbuta, se reencontró con Mario[5] luego de ocho meses de separación… Tras reunirse quedaron desconectados del MIR, debiendo resolver por sí solos la manera de ocultarse, única orden precisa tras el desastre....   
A todo eso yo no sabía nada de ellos, ya era septiembre…. Yo estaba en Santiago y viajaba a Concepción, a tener puntos con compañeros….los cabros llegan a playa negra, por Coronel y se esconden en la casa de un compañero. De la fuerza, los compañeros que no eran de la zona, junto con el Gigi, tenían que arrancar a Santiago. Pero como andaban con la ropa toda sucia tienen que sacársela y esconderla en un tatoo. Y en una feria en Lota se compraron las mismas camisas pero de distintos colores, todos a cuadrillé: uno verde, otro rojo y otro azul. Y parten cada uno por su lado, pero todos se suben al mismo bus y se van dando cuenta cuando estaban arriba del bus. Y ellos se creían súper piola. La cosa es que parten a Concepción[6].

Mario Mujica y Cristina Chacaltana

Concluye el informe del MIR con lo negativo de los proyectos y plan 78. Se lamenta porque No todo el partido ni siquiera todo el Comité Central se armó de la misma disposición política y decisión que movilizaba a la Comisión Política de ese tiempo. Parte fundamental de esta insuficiencia recae en la propia CP, ya que no traslado al CC la decisión de implementar planes y tareas específicas en el orden guerrillero. Solo un reducido número de miembros del CC—asignados o ligados a las tareas—conoció de la existencia de estos planes.
En cuanto a los miembros del CC la responsabilidad es doble porque por una parte, todos conocían la previsión política y la convocatoria general de vuelta al frente, implementando la estrategia de guerra popular, o de estudiar siquiera la estrategia, o de asumir con su propio ejemplo la conducción y realización de las tareas ingresando al frente. Y por otro lado esos miembros del CC que no ejercieron o hicieron uso de sus derechos para conocer los planes y tareas de la CP, no haber hecho que toda la dirección conociera, impulsara, implementara y/o participara de los planes y tareas que impulsaba la CP y que estos conocían, incluyendo a los compañeros Paine y Ciro que eran los responsables directos de la materialización de los proyectos.
En tales circunstancias, malamente la militancia y la base partidaria y de resistencia en el interior iba a entender o iniciar trabajos o tareas que se correspondieran con los proyectos, si ni siquiera los miembros del CC fueron capaces de ello. Menos iban a trasmitir orientaciones a la militancia o a obrar por iniciativa o a intervenir en las decisiones.
Lo anterior se traduce en que no hubo efectivamente un plan definido por el conjunto de la dirección nacional, o un plan que fuera sumido, conducido e implementado por el conjunto de la Dirección, sino que esta idea de plan solo quedo reducido a la CP y el resto de la Dirección solo conocía aspectos o partes que les tocaban.

Tanto la Dirección, como el partido dirigía, no hicieron todo lo que podían ni lo que debían, porque no conocieron la existencia de los planes de la CP...el partido en la zona sur…no centró sus esfuerzos por desarrollarse en las zonas rurales ni muchos menos en las zonas de operaciones. Ni desarrollar un trabajo de base social, o un trabajo de redes o un trabajo técnico que apuntara directamente a generar condiciones para inserción de los contingentes y apertura de los frentes.
En la escuela “Luciano Cruz”,…, no se hizo un proceso de selección previa, adecuado,…la mayoría llegó…convocado para volver al frente (a Chile) y no para la tarea específica…., sólo se vio por completar el cupo de las escuelas,…. De allí el porcentaje de deserciones, demasiado alto, acarreando desde luego un desprestigio y resentimiento respecto del Partido.
En cuanto a los militantes y miembros que se integraron desde el exterior a la tarea, la discusión, la reflexión, y el cuestionamiento crítico…, la situación del Partido en la zona sur, del estado de las tareas previas…haberse dejado llevar…por la mística, la voluntad y la confianza de las directrices.
Falló tanto la logística como el apoyo. No se orientaron recursos orgánicos, no se orientó el trabajo de masas, etc. La generación de redes clandestinas fue un trabajo abordado con retraso, con enormes insuficiencias, con concepciones equivocadas para el propósito, con métodos inadecuados. Recién a comienzo del 80 o fines del 79 en los mejores casos, insertando a compañeros. Ilegales…, apoyados en costosas fachadas artificiales, con la preocupación principal de protegerse a sí mismo (por su ilegalidad), de proteger y resguardar a la tarea (al aseguramiento, no a la guerrilla). La tarea de informaciones en función de los frentes se abordó mal….
En cuanto a las comunicaciones…, no tuvo expresión concreta, ya del mando con el llano, el llano con la guerrilla y de la propia guerrilla. En la fase exterior de la tarea se hicieron estudios, se prepararon compañeros, se “destinaron” recursos (prometieron), pero en la práctica concreta después no tuvieron ningún desarrollo ni siquiera en el nivel más simple (terreno).
Reconocimiento y exploración del terreno, Se inicia la aproximación en base al conocimiento general que se tenía, anteriores al Golpe. En cinco años había cambiado demasiado… Y…el “conocimiento” que se tenía no se había realizado con una perspectiva militar-guerrillera,…. Por ello eran vitales las tareas de reconocimiento y exploración previa…. Esto se tradujo en que los grupos insertados tuvieron que ir haciendo todo simultáneamente.







[1] Este texto se basa casi íntegramente en un texto mirista ubicado en http://chile-mir.net/archives/378, al que se le han hecho eliminaciones o correcciones a su redacción, pero el original se puede encontrar en esa dirección electrónica. Y esto porque no hay documentación ni memorias acerca de lo ocurrido allí.

[2] Un año antes este bosque ofrecía excelentes condiciones para el mimetizaje, pero con el roce se habían tapado los caminos y se hacía imposible seguir la marcha por sobre los árboles caídos. Informe del MIR

[3] Pero estas reuniones jamás llegaron a realizarse, pese a haber creado las condiciones materiales y a mantener concentrados a los replegados durante un tiempo para ello. Diferentes razones de responsabilidad del Jefe explican esta nueva falencia en la tarea. Y este grupo de Nahuelbuta hasta hoy tenía la deuda pendiente de no haber hecho la evaluación colectiva y sistematización de la experiencia desarrollada en este proceso, deuda que esperamos saldar con este trabajo. Reza el informa del MIR

[4] “Y un día mi jefe me dice que quiere almorzar conmigo, pero en un lugar bien estudiado, por supuesto él como ejecutivo o gerente. Y nos juntamos en Temuco en un restauran caro. Y me cuenta que hay problemas y tengo que salir de la zona. Que la gente de Neltume cayó y la gente de Nahuelbuta no sé sabe, están desconectados. Vuelvo a Pitrufquén para ver qué hago si no tengo idea de qué es lo que pasa. Como quince días después me junto con el jefe porque me tenía que entregar unos papeles. Yo le dije "veo las noticias y salen los compañeros muertos, qué es lo que pasa, por qué todavía no he sabido nada de Mario", y me pasa una carta. Cuando abro la carta decían que había muerto el compañero. Decía que lamentaba mucho la pérdida de mi compañero..; pero esta carta era para una compañera de un compañero de Neltume y me la pasa a mí equivocadamente. Yo pienso que era Mario (Mujica, destinado a Nahuelbuta) y me pongo a llorar, y pienso cómo tan vaca que no me avisó. Al otro día yo tengo que viajar a Santiago y me encuentro con un amigo, el Poly. Él me dice que esté tranquila, que no es él, que se pueden haber equivocado. Y justo después me dice que lo disculpe, que no era para mí la carta y que no fue su intención, que era otro compañero en Mujeres en Rojo y Negro. Reconstrucción de memoria de tres mujeres miristas.  1971 – 1990. Tamara Vidaurrázaga Aránguiz, publicado en http://www.archivochile.com/tesis/04_tp/04tp0013.pdf. Agreguemos que la carta era un documento que el MIR enviaba a los familiares de miristas muertos. Una de ellas aparece en el reportaje de los tres de Arica, publicado en http://www.theclinic.cl/2013/09/11/los-tres-de-arica/

[5] Mario Mujica Barrios
[6] Sigue cristina Y yo estoy cubriendo un punto con  un compañero, y por esas cosas de la vida llega la china, que era compañera de un compañero de Nahuelbuta y me dice que los compadres están ahí y que Samuel (Mario) está loco por verme. Yo quería saber dónde estaban, pero me dijo que no me podía decir, pero que estuviera tranquila, que estaba bien... Me dijo que podía ver al Gigi de noche. Que mañana se iba a encontrar conmigo, e iba a traerme al Samuel, así es que yo tenía que arreglar adónde me lo llevaba. Fue el día más largo de mi vida. Llevábamos como ocho meses sin vernos… Y al otro día llegó y lo veo venir, y me habían dicho que tenía que ser moderada, así es que le di un besito y él me miraba. Estábamos tiritando, los cuatro cagados de frío y no podíamos ir a una fuente de soda ni a ningún lado. Entonces nos despedimos al tiro de los otros cabros ¿Y dónde me llevo al Gigi? Dentro de los viajes yo había pinchado con un cabro del Sol del Pacífico, entonces lo llevo al terminal y me da café para mí y para él. Y lo meto en el primer bus que salía a Valparaíso. Yo tenía que tomar el primero que salía a Concepción. Y fuimos los primeros en subirnos. Y cuando íbamos en Talca, o antes, se sube unos milicos, el Gigi estaba durmiendo, revisan la micro y se bajan. Y el Gigi despierta y a mí me dolía toda la guata. En Vidaurrázaga, Tamara “Mujeres en Rojo y Negro: reconstrucción de memoria de tres mujeres miristas, 1971-1990, en http://www.archivochile.com/tesis/04_tp/04tp0013.pdf.

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