El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 14 de julio de 2016

LOS MISTERIOS DE LA TRANSICIÓN: EL HOMICIDIO DE UN CORONEL (III)

¿Y LOS GARCÍA-TAPIA? Hernán García Pinochet cuenta que como era tarde (luego de salir de la casa de su suegro), optaron por no continuar el viaje hacia Bucalemu, sino que alojaron en su casa ubicada en San Pedro y al día siguiente siguieron su viaje, llegando al lugar a eso del mediodía. Lo que confirma Loreto Tapia Guerrero, pues al día siguiente al llegar a la casa de Bucalemu, un mayordomo le informó a Hernán García que desde El Melocotón necesitaban urgentemente comunicarse con él, en ese mismo momento Augusto Pinochet se le acercó a ella y abrazándola le dijo que “el tío Gerardo había desaparecido y que no se preocupara, que lo iban a encontrar”[1] y el General agregó que noentendía porque había desaparecido si él ya sabía que todo estaba solucionado”,…ese día almorzaron y se devolvieron a San Alfonso arribando a eso de las 16.00 horas, Hernán García se quedó en la casa y observó que habían otras personas que entraban y salían

García Pinochet

VOLVIENDO CON LOS EQUIPOS DE REACCIÓN…. Ahora de vuelta al Puente El Toyo, en esa madrugada ya del 30 de Enero, cuando empezaba a amanecer Enrique Concha Sandoval declaró que quedó a cargo de la investigación inspeccionaron el lugar, pero no encontraron nada…. Uno de los grupos de reacción fue hasta San Alfonso, a conversar con la familia del Coronel Huber, le parece que era la casa de la familia Tapia. Cuenta Roberto Villegas Cancino una vez que se impuso de los hechos, decidió retirarse del lugar, ya que la desaparición de un Coronel de Ejército, era más bien un tema de seguridad militar y no de antisubversión razón por la cual su presencia y la de su grupo no eran necesariasen alguna oportunidad de la mañana, conversó con la señora Adriana, a quien le consultó por algunos antecedentes de la desaparición del Coronel Huber como su estado anímico, incluso recuerda que habían otros civiles que acompañaban a la señora Adriana. Concurre a la casa de San Alfonso, donde estaba alojando la familia Huber Polloni,…pero en ningún caso le tomó declaraciones escritas a ella y a sus familiares.
Mientras que Patricio Belmar Hoyos señala que posteriormente alrededor de las 08:00 o 09:00 de la mañana volvió a Santiago a la Unidad (Cuartel García Reyes) y de allí subió, nuevamente al sector del Cajón del Maipo, con personal para rastrear las riberas del río y recuerda que siempre se habló de un suicidio y en esa oportunidad se impuso que era el Coronel Gerardo Huber, quien había desaparecido
Para Gerardo Galaz Vilches también fue un día ajetreado pues al no estar el chofer del Comandante Provis, éste le pidió que lo llevara hasta San Alfonso, sin informarle las razones del viaje, así tuvo que recorrer la ribera del río Maipo y según recuerda fue desde el sector del Puente El Toyo, hasta unas tomas de agua que habían más abajo, sin obtener ningún resultado positivo. A San Alfonso, llegaron después de almuerzo y esta fue la única vez que fue a San Alfonso.

EN LA CASA DE LOS TAPIA-GUERRERO, EN SAN ALFONSO EL 30 DE ENERO….: Empezaba el largo 30 de Enero. A la casa empezaron a llegar Carabineros, Investigaciones y miembros del Ejército. Elwyn Tapia Cuevas, el dueño de casa, recuerda a algunos de los que invadieron su domicilio Manuel Provis Carrasco, Julio Vandorsee Cerda, Víctor Lizárraga Arias, Mario Cisternas Orellana, Arturo Silva Valdés, Nelson Román Vargas, Marcelo Sandoval Durán, Eugenio Covarrubias, Pablo Rodríguez Márquez y Jaime Torres Gacitúa. Estos les ordenaron, en forma sutil, que él y su familia debían permanecer en la casa[2], quedando la propiedad bajo la custodia de agentes del Ejército, además un militar le pidió a su mujer, Ana Guerrero (lo que ella confirma), que no hablara sobre el nieto de Pinochet, Hernán García o de su señora Loreto Tapia, porque la prensa podría especular sobre la situación. Más precisa es Adriana Polloni Becker: las 07:00 horas de la mañana, llegó personal del Batallón (BIE), quienes se llevaron a Loreto Tapia y a su madre Ana Guerrero, a un lugar aparte de la casa, informándose por parte de Loreto que le habían dicho que tenía que decir que sólo ella había entrado a la casa y no su marido cuando regresó a buscar su cartera el día de la desaparición del Coronel Huber.

EN EL CUARTEL GARCÍA REYES: Debe haber sido a primera hora del día 30 de enero de 1992 (es decir las 8 AM), cuando llegó a la oficina en el Cuartel García Reyes Moritz Manthey Valenzuela y “se impuso de la desaparición del Coronel Huber ya que en ese momento correspondía al oficial de reacción, Castro Sain Jean, que le comunicara todo lo que había sucedido durante el turno y además debe haber leído una copia del Boletín, que se remitía a la Dirección de Inteligencia del Ejército, la que contenía todos los acontecimientos de importancia del día.” Concluye Manthey Valenzuela que cuando comenzó la búsqueda, de la que él no participó, “para el traslado del personal al sector del Cajón del Maipo, se estaba utilizando mucha bencina, motivo por el cual posteriormente se dispuso que un minibús los trasladara, además de dos carros de la Sección Segunda, la que estaba a cargo del Capitán Bravo o Vicuña.
El segundo comandante del BIE, Luis Briones Valenzuela recuerda que al llegar “a su oficina en el Batallón, ubicado en Calle García Reyes N°12 y allí el Comandante Provis[3] que se encontraba en el cuartel, le informó a él y a los demás oficiales de la situación,…alrededor de las 08.30 horas. Parte en dirección a la casa desde donde había desaparecido el coronel Huber, en San Alfonso a eso de las 09:00 ó 09:30 horas, donde se trasladaron alrededor de cincuenta hombres del Batallón, a fin de iniciar la búsqueda que se organizó por ambas riberas del río a pie, por tramos en que cada equipo hacia una especie de “operación rastrillo” y otros se internaban hacia las quebradas aledañas al río Maipo. Dijo Víctor Guzmán Martínez …no podría afirmar si Provis y Lizárraga estuvieron activos y presentes en toda la base de búsqueda, ya que él se dedicó fundamentalmente a sus funciones de Jefe de Plana Mayor, de hecho concurrió en dos o tres oportunidades, al sector donde se llevaba a cabo la búsqueda del Coronel Huber y sólo en una ocasión vio al Coronel Provis; y con Lizárraga, tuvo contacto sólo cuando se le informó de la diligencia que había ordenado al Comandante Carlos Briones en relación al Oficial Francisco Schaffhauser.
En todo caso, en algún momento narra Briones, el Coronel Lizárraga[4], que se encontraba a cargo de la Dirección de Inteligencia del Ejército, dispuso que dos oficiales del BIE concurrieran a la Dirección de Logística 8es decir que concurrieran a la oficina de Huber en FAMAE) para examinar enseres y documentos personales del Coronel Huber (no sabe si a Provis se le encomendó, o a él directamente) También le ordenó personalmente que entrevistara a Francisco Shaffhauser, ya que podría aportar antecedentes útiles sobre la desaparición del Coronel Huber,…supuestamente tendría datos para la ubicación del Coronel Huber, dijo Víctor Guzmán. Ambos fueron: Briones y Guzmán.

el, en esa época, coronel Victor Lizárraga

Francisco Schaffhauser Camposano[5], cuando se encontraba en Pichidangui, en el verano de 1992, se impuso, por radio, que el Coronel Huber había desaparecido, …motivo por el cual, por ser amigo de dicho oficial, se trasladó a su domicilio en Talagante y desde allí llamó a la señora Adriana, para imponerse de la situación, luego la visitó en su domicilio en Santiago. Entre la desaparición del Coronel y el hallazgo del su cadáver, personal de inteligencia del Ejército concurrió a su domicilio a consultarle por qué él presumía que Huber Olivares había sido secuestrado. La respuesta del oficial fue que la información la obtuvo de una persona que ve la suerte: estaba en un lugar con agua y con algo amarillo. Briones, sostiene que cuando lograron hablar con él, se encontraba ebrio. Guzmán no lo corrobora y se limita a decir que Schaffhauser Camposano señaló que Huber estaba secuestrado y que esos datos se los había dado una adivina, lo que él informa después a Lizárraga.
 Dice Schaffhauser que con éstos datos (los de la adivina) recorrió gran parte del Lago Rapel, sin resultados positivos. Pero previamente llamó al Batallón de Inteligencia del Ejército cuando el Coronel Huber estaba desaparecido,…creía que había sido muerto por terceros… entonces concurrieron hasta su domicilio, dos o tres oficiales de ese Batallón, a quienes no recuerda, a quienes les expuso sus planteamientos. Según Schaffhauser Camposano a los dos días después, apareció en su casa el General Lizárraga y él temió por su vida,  pensó que podía pasarle algo pero igual lo hizo pasar adentro de su casa y le expuso sus aprehensiones respecto del desaparecimiento del Coronel Huber. Lizárraga estaba nervioso, subestimaba sus aprehensiones. Le pareció raro que fuera a verlo a su casa en Talagante, pasada la media noche, y no  que se le tomara una declaración en presencia de su jefatura o que a lo menos lo citara en su oficina.
No sería la única oportunidad en que aparecerìan adivinos en esta historia. Julieta Proboste Vásquez era amiga con el matrimonio Huber-Polloni, tomando conocimiento de la situación del Coronel por la prensa….llamó desde…Osorno a la casa de la señora Polloni, ya que tenía conocimiento de la existencia de una persona que vivía en Limache con una sensibilidad especial, la que podía ayudar en la ubicación del Coronel desparecido…, presume que pudo haber manifestado que estaba vivo.

EN LOS ALTOS MANDOS DEL EJÉRCITO: Guido Riquelme Andaur …a eso del medio día,….estaba en su oficina, se enteró de la desaparición del Coronel Huber,….el Coronel Valenzuela, que reemplazaba al General Krumm, por estar éste de vacaciones, le manifestó saber lo mismo que él, haciéndole presente que tomara contacto con la familia para darle apoyo. Como conocía a la señora Polloni…de mottu proprio decidió ir hasta San Alfonso a prestarle apoyo moral y emocional; al lugar llegó a eso de las 15.00 horas, encontrando a la señora Polloni muy abatida, brindándole su apoyo.
Rememora Humberto Julio Reyes[6] que la orden de búsqueda la impartió el General Guido Riquelme Andaur [7], ordenado por el Comandante en Jefe del Ejército (Pinochet) pero el 31 de Enero partió de vacaciones Riquelme, designándosele por el Comandante en Jefe, en su reemplazo y en tal calidad le correspondió dirigir la búsqueda del Coronel desaparecido[8]. Toma contacto con  Víctor Lizárraga en su oficina, ubicada en el edificio de las Fuerzas Armadas,…, en la cual se intercambió información acerca de lo que se estaba realizando para ubicar al Coronel Huber y recuerda que esto tuvo lugar casi inmediatamente a la fecha en que asumió como Comandante de la Guarnición Subrogante (en lugar de Guido Riquelme[9]) y supone que Lizárraga, se supeditó a la búsqueda que la Comandancia de la Guarnición Militar de Santiago encabezaba… si es que Lizárraga pretendió informar por su cuenta en forma separada al trabajo que se hacía por parte de la Guarnición….en virtud del cargo que ostentaba y si estimaba que era necesario…, podría perfectamente haberlo hecho…pero lo lógico y más correcto era que él le informara y así pudiera canalizarse esa información a la Vicecomandancia y Comandancia en Jefe del Ejército, sin perjuicio de que Lizárraga, hubiese sido llamado por parte de cualquiera de esas autoridades, para que diera cuenta de lo que la Dirección de Inteligencia del Ejército estaba haciendo a propósito de la desaparición del Coronel Huber….(las) actividades que desplegó el Coronel Lizárraga en la búsqueda del Coronel Huber y que se realizaron en la zona del Cajón del Maipo, efectivamente fueron conocidas por él, es cierto además que actuaron de forma coordinada, pero en todo caso ignora el detalle de las diligencias que él ejecutó.

Humberto Julio Reyes


Respecto a los órganos que actuaron coordinados[10] (aunque sin reunirse) por la Comandancia de la Guarnición Militar de Santiago, fueron la Dirección de Inteligencia del Ejército, la Escuela de Infantería de San Bernardo, el Regimiento de Ingenieros de Puente Alto y además una patrulla que (se) pidió expresamente a la Escuela de Montaña de Río Blanco.

EN EL SUR DEL PAÍS: Ricther Nuche Sepúlveda[11], oficial de Ejército del Comando de Aviación, piloto de helicópteros Puma[12], era un conocido de Huber Olivares. Nuche se enteró de su desaparición alrededor de las 08:15 horas encontrándose en su oficina, recibió un llamado de parte de la señora Adriana Polloni, quien le pidió que ubicara a Julio Muñoz, para que viajara a Santiago porque Gerardo Huber había desaparecido y le pidió algunos números de teléfono de amistades de su marido para avisarles, trasladándose posteriormente al domicilio de San Alfonso, lugar en el que lo recibió la señora Adriana y conversaron sobre la situación; señala que realizó unas tres o cuatro visitas a la cónyuge del Coronel desaparecido para ayudarla emocionalmente[13].
Ritcher Nuche, por esos días Jefe del Cuerpo Militar del Trabajo, llamó a Patricio Salinas Vásquez,a cargo de de la Subjefatura de Puerto Montt, del mismo Cuerpo para enterarle de la desaparición del Coronel Huber, quien le preguntó si conocía a Julio Muñoz y le dijo que la señora del Coronel Huber, doña Adriana Polloni, necesitaba ubicarlo para que la acompañara en la situación de desaparición de su marido….Nuche le explicó que Muñoz estaba en el camping de playa Venado, (entonces) concurrió hasta el camping y se contactó con Muñoz dándole la noticia…y agrega que la familia Muñoz Ibáñez, decidió viajar a Santiago, a fin de apoyar a la señora Adriana,…Julio Muñoz, le pidió que fuera a avisarle al Comandante Polloni, suegro del Coronel Huber, de la desaparición de éste,…y…después de dar la información los dejó en el aeropuerto para que viajaran a Santiago.
Ese mismo día, Clina Polloni Becker cuñada del Coronel Huber, cerca de las 11:00 horas fue informada por Loreto Tapia que su cuñado Gerardo se había suicidado, razón por la cual viajó, en compañía de su esposo Ricardo Kostner, desde su fundo en Linares hasta San Alfonso donde llegaron a las 21.00 horas a la casa de la familia Tapia Guerrero, en el lugar se encontraba su hermana Adriana e hijos Alex y Astrid, ya que José Ignacio estaba en la casa de la señora Carmen Guerrero, asimismo se encontraban Elwyn y su señora Ana, Loreto y su marido Hernán, Francisca Tapia, sus padres,…Ricther Nuche, Julio Muñoz y su señora Maggy y otras personas más. Le llamó profundamente la atención que después de haber terminado con los saludos, Ricther Nuche y Loreto Tapia aseveraban que Gerardo se había suicidado expresándose en forma insultante hacia su persona.

Clinia Polloni

No era la única con esa teoría, según Elwyn Tapia Cuevas: Julio Muñoz hizo pública su tesis del suicidio y trató de convencerlos a todos de ésta. Recuerda Astrid que Julio Muñoz la invitó a caminar diciéndole que su padre se habría suicidado por la cantidad de problemas que tenía, no valiendo la pena que ella supiera en qué consistían y a Alex cuando ya estaba en Santiago Julio Muñoz le dijo que su padre se había suicidado, lo que le pareció una impertinencia.
Jorge Polloni Pérez (suegro de Huber) se impuso de la desaparición de Huber el día 30 de enero, a las 12:00 horas, a través de las noticias de la radio, así cerca de las 14:00 horas llegó Julio Muñoz, a su domicilio, expresando de inmediato y muy seguro que se había cumplido todo lo que él había advertido días antes, esto es que Gerardo se había suicidado, por todo esto decidió junto a su señora tomar un avión en dirección a Santiago, acompañándolos Julio Muñoz y su mujer y una vez en la ciudad estaba esperándolos Ricther Nuche, el que los trasladó primero a la casa de Julio Muñoz, donde permanecieron por espacio de una hora, para luego llevarlos hasta la casa de San Alfonso, donde llegaron pasada las 21:00 horas, percatándose que el señor Tapia[14] también manifestaba que Gerardo se había suicidado (). Además está el testimonio de Ricardo Kostner González[15] que con Glina viajaron inmediatamente hasta San Alfonso, donde le llamó la atención los comentarios de Julio Muñoz, Ricther Nuche y Elwyn Tapia, quienes sostenían certeramente que Gerardo se había suicidado, expresándose en términos poco adecuados acerca de su persona, señalando que tenía una amante, que estaba loco y le pegaba a sus hijos. Tales declaraciones fueron formuladas el mismo 30 de enero “cuando no se sabía si estaba vivo o muerto.”

MIENTRAS EN LA CASA DE LOS TAPIA-GUERRERO EN SAN ALFONSO: Frente a su casa, Ana Guerrero recuerda que se instaló ese mismo 30 una tanqueta y este vehículo militar permaneció allí varios días.  Y sigue ella con que los militares de civil se constituyeron en su casa, revisaron superficialmente el inmueble, los interrogaron sobre la situación en general, como por ejemplo las actividades que Huber y ellos habían realizado el día 29 de enero, éstos se quedaron en la noche y durante varios días,…se alojaban en un negocio que hay frente a la Estación del Ferrocarril Militar en Melocotón y volvían muy temprano. Quien habría la puerta era el chofer de Gerardo Huber, sargento segundo Blas Meriño Castillo[16] que se encontraba permanentemente allí y pernotaba en el vehículo de propiedad de éste último que estaba estacionado en el ingreso a su domicilio, en el interior.

El agente del  BIE José Flores Dahm relata que el 30 de enero de 1992, alrededor de las 10:00 horas de la mañana, condujo al Comandante Briones al Cajón del Maipo, (hacia) San Alfonso, en el trayecto se impuso de la situación del Coronel Huber cuando Briones le ordenó que lo llevara al Cajón del Maipo y le comentó que el Coronel había desaparecido. En la casa de San Alfonso se efectuó una reunión,...él se quedó afuera en el auto, en todo caso en la parte exterior había Carabineros, funcionarios de investigaciones y miembros del BIE, entre ellos recuerda al Cabo 1º Miguel Camilo Ahumada y también habían oficiales,…
En la mañana del 30 de Enero Luis Briones Valenzuela fue al Puente El Toyo, cuando llegó al lugar vio que ya estaba organizada la búsqueda, por órdenes del Comandante Provis que se encontraba allí presente[17]. También Briones vio a Víctor Guzmán …después del medio día; pero no lo vio rastreando las riberas del río.  

Elwyn Tapia Cuevas


EN FAMAE: el día 30 de enero de 1992, alrededor de las 09:00 horas al Coronel Eduardo Mancilla Martínez se le comunicó que debía comparecer ante el Secretario del Estado Mayor que era el Coronel Iván González y allí se le dijo que el Coronel Huber había desaparecido, razón por la cual debía continuar como Director Subrogante y que le prestara apoyo a la familia, por ello dispuso que el auto de cargo del Coronel Huber y su chofer, permanecieran en San Alfonso y que un oficial se coordinara con la familia para las necesidades que pudieran surgir, pero que él se fue con su familia de vacaciones. En la oficina de la Dirección de Logística, Lincoln Figueroa Galleguillos el auxiliar de seguridad de la Dirección de Logística del Ejército, se le da la orden que debía concurrir a la casa de Huber, en la Comuna de Las Condes, para informar a las personas que fueran hasta allí que no se les podía atender, ya que no había nadie y además para contestar el teléfono oportunidad en la que llegó, en horas de la tarde, la señora Adriana con su familia, su permanencia en la casa era por todo el día, lo que se prolongó por tres, así durante su estadía vio llegar Coroneles y Suboficiales de Ejército.
Y a su vez Antonio Bustamante Aguilar[18] por orden del General Krumm concurrió ese día, alrededor de las 14:00 horas al Puente El Toyo, donde se suponía que el Coronel Huber había caído al agua, pero no encontró absolutamente ninguna huella, rastro o marca que indicara que efectivamente allí había ocurrido aquello, como tampoco huellas que hicieran presumir que allí se hubiese disparado en su contra o disparado a sí mismo. Él designará al Mayor Alejandro Barrientos Bordoli y el Teniente Coronel Isler, conjuntamente, para apoyar a la familia del Coronel desaparecido, tanto en el aspecto material como moral, lo que cumplió hasta el día en que apareció el cadáver. Como lo describe el Mayor Barrientos Bordoli[19], su misión era de apoyo a la familia y eventualmente servir de nexo entre ésta y el Ejército…. así se turnaba con otros oficiales para estar tanto en la localidad de San Alfonso, como en la casa de Las Condes…acompañó a la familia Huber Polloni, por instrucciones del General Krumm,…terminando su misión cuando apareció el cadáver y específicamente después del funeral. Egon Isler Venegas[20] agrega como tarea poner un poco de orden ya que concurría gran cantidad de personas a la casa, en la casa de San Alfonso (sólo allí) hasta una semana después de la desaparición….durante varios días viajó a San Alfonso permaneciendo durante toda la jornada diurna, en el sector de la casa donde había estado vacacionando el Coronel Huber.
El General Krumm, llama desde EE.UU preguntándole a Ricardo Valenzuela Benavente por la situación del Coronel Huber, ya que sabía que había desaparecido, por habérselo informado el Coronel Mancilla. A pesar la desaparición no se nombraron reemplazantes o interinos en FAMAE

El doctor Helmuth Schweizer Hernández recuerda que encontrándose en la oficina del Secretario General del Ejército, llegó el Comandante Hot, Jefe del Departamento de Asuntos Institucionales, quien le manifestó a un grupo de personas que estaban presentes que el Coronel Huber había desaparecido y que aparentemente se había suicidado. Alejandro Burgos de Beer narra que cuando desapareció corría el rumor que se había suicidado….

EL BIE EN SAN ALFONSO: Esteban Castro Saint Jean concurrió a la casa donde se alojaba la familia del Coronel Huber, en San Alfonso, en compañía de otro oficial, pero él se quedó en el vehículo, sin bajarse y aquel oficial, que podría haber sido Víctor Guzmán, entró a la casa.
Ya que había gente más que suficiente en el puente El Toyo, decidió concurrir a la casa de San Alfonso en horas de la tarde, después de almuerzo, alrededor de las 15.00 horas. Briones explicó que su chofer lo trasladó hasta el lugar, debió haber sido el Cabo 1º Marcos Escalona, pero como no estaba fue el Suboficial Flores Dahm[21]. Suben los dos, Provis y Briones. En el inmueble estaba la señora del Coronel Huber, el padre de ésta, el Comandante Provis y un oficial de la Dirección de Logística,…se comentaba lo que había sucedido con el Coronel y al parecer allí escuchó que la esposa del señor Huber, decía que le había llamado la atención que su marido se hubiera puesto un pantalón del hijo y una polera de la hija,…estuvo en esa casa una media hora aproximadamente y luego se retiró solo del lugar con su chofer.
Según Adriana Guerrero, Manuel Provis Carrasco[22], concurrió a su domicilio el día 30…, portaba una máquina de escribir con la que tomó algunas declaraciones, a ella y a su hija Loreto, la que se extendió por casi seis horas, antes de la hora de almuerzo y actuaba acompañado de otros dos militares, él hacía las preguntas y otro escribía a máquina, este mismo señor les señaló que no debían hablar con la prensa, tampoco ir a comprar al pueblo y que no mencionaran a Hernán García Pinochet y además afirmaba que como Huber estaba enfermo se había suicidado. Ella también vio a Maximiliano Ferrer Lima (quien fuera jefe del Servicio Secreto de la DINE), pero siempre se mantuvo en el pasillo exterior y que incluso lo vio saludarse (con) Julio Vandorsee Cerda que llegó a primera hora de la mañana a su casa, esto es a las 08.30 horas, (y aunque) no conversó con ella,…lo vio varias veces sentado en el pasillo de acceso a su domicilio. Al general Carlos Krumm Rojas lo vio en el funeral, pero no está segura si en su casa de San Alfonso.
Otro de los que concurrió a San Alfonso ese aciago día, fue Víctor Lizárraga Arias, y la interrogó respecto de las actividades, estado de ánimo y salud de Gerardo Huber, además fue en dos o tres oportunidades más a su domicilio…Héctor Letelier Skinner se presentó varios días después del 29 de enero en su domicilio y le parece que sólo fue una visita protocolar, ya que después de saludar a Adriana y a ella, se retiró del lugar, sin volver a visitar su casa.
Julio Muñoz, continúa la viuda de Huber, “amigo de Gerardo… procuraba convencer a todos de que se había suicidado.  Arturo Silva Valdés, estuvo junto con los militares que investigaban en San Alfonso, pero no está segura; el rostro de Nelson Román Vargas, es reconocido como uno de los militares de civil que se constituyó en su casa en San Alfonso, no habló con ella y se mantenía en la puerta de acceso del inmueble y Rubén Manríquez Vivar, (es) uno de los militares de civil que estuvo rondando varios días por San Alfonso, pero no habló con ella.
La esposa de Lautaro Rivas González Julia Reveco Olivares, junto a su marido, eran amigos del matrimonio Huber Polloni , viajando desde Las Cruces, cuando se enteró por la prensa de la desaparición de un oficial de Ejército, enterándose posteriormente en su domicilio, a través de Ricther Nuche, que se trataba de Gerardo Huber, razón por la cual concurrió hasta la casa de la señora Adriana en la Comuna de Las Condes, donde se le informó que ésta se encontraba en San Alfonso, tomando contacto con ella en los días posteriores, hace presente que se turnaban durante todo el día para acompañar a la señora Adriana, ella y la señora de Nuche, así por un llamado telefónico de parte del señor Nuche a su marido, se enteró de la aparición del cuerpo del Coronel.
En su declaración procesal, Víctor Guzmán Martínez sale del Cuartel García Reyes a San Alfonso con su chofer, el Sargento Alejandro León, (u otro suboficial, pues él no lo recuerda), llegando al mediodía. La razón de ir, aunque nadie se lo hubiera ordenado, dice, “sólo con el ánimo de hacerse una idea de lo que sucedía.” Primero llegan al puente El Toyo  donde se le informó que la familia alojaba en San Alfonso y le dieron las indicaciones de cómo llegar… (y) cuando llegó al lugar no entró a la casa, se quedó afuera y desde allí vio varios funcionarios de Ejército[23]…no participó en las actividades de búsqueda propiamente tal, esto es ir al río y buscar al Coronel,… Posteriormente baja de nuevo “al Puente El Toyo, allí vio que el automóvil que presuntamente utilizó el Coronel Huber no presentaba daños de ninguna especie, que el río traía mucha agua y fuerza y que en la superficie del puente no habían huellas o rastros de ningún tipo sugerentes para una explicación de la situación, luego de esto se retiró y regresó a Santiago, llegando a su oficina alrededor de las 18:00 horas…. (el resto del día) se quedó cumpliendo funciones de Plana Mayor en el cuartel de García Reyes.

Augusto Pinochet

Sigue en su relato Adriana Polloni sobre ese día tan largo: “alrededor de las 11.00 de la mañana fue hasta el Puente El Toyo, donde había personal del Ejército, manifestando su voluntad de hacer una denuncia en la policía y desde allí la trasladaron hasta la Comisaría de San José de Maipo, pero en el lugar el Capitán Reyes, le dijo que todavía no se podía porque había que esperar 48 horas.” Los días siguientes y que estuvo en San Alfonso se sintió “como una prisionera sometida a vigilancia e interrogatorios que se disfrazaban como una protección para ella y su familia, tiene memoria que llegó a San Alfonso el General Guido Riquelme, quien le advirtió que no debía hablar con extraños, ni con la policía sobre los hechos y que no debía nombrar al nieto del General Pinochet, esto es a Hernán García Pinochet, petición que cumplió ya que tenía miedo.

De parte del BIE Arturo Herrera Morales relata que el segundo o tercer día de la desaparición del Coronel Huber, por orden del Comandante Provis o Comandante Briones (no recordaba cual), instaló una grabadora en su casa y la finalidad era grabar las conversaciones que se efectuaran desde el exterior a la casa.

Estando el Secretario General del Ejército, Lepe en el exterior le subroga el Teniente Coronel José García Ferlice, quien confirma que desde los últimos días de enero y en el mes febrero reemplazó al Coronel Lepe…asumió las funciones en dicha secretaría que es el órgano asesor directo del Comandante en Jefe del Ejército. En dicha repartición militar es normal que…se centralicen las informaciones de las situaciones importantes que afecten al Ejército, y obviamente la desaparición del Coronel Huber Olivares, de lo que se enteran  en la mañana del día 30 de enero, informando al General Pinochet de lo ocurrido, tras serle comunicado por el Coronel Lizárraga, quien actuaba como subrogante del Director de Inteligencia, el General Covarrubias.
En su calidad de subrogante autorizó el uso de helicópteros para la búsqueda y también para movilizar personal montado; además trató de prestar cooperación a la familia del oficial Huber, para ello ubicó al Mayor Novoa[24] y le dio la misión de ponerse a disposición de la familia del Coronel desparecido, con el único fin de darle la solidaridad de la institución, para lo cual había dispuesto suspender por dos días las vacaciones de Hernán Novoa con el objeto de que recabara antecedentes e informara a la Secretaría General del Ejército sobre la situación que afectaba al Coronel Gerardo Huber.
En el curso de la mañana Adriana Polloni Becker viajó a su casa de Santiago (en las Condes) desde San Alfonso, a fin de buscar ropa para sus hijos y para ella, lo que ocurrió después del mediodía y antes de la hora de almuerzo y fueron los propios agentes de Inteligencia los que la trasladaron…, así una vez que sacó la ropa necesaria, los agentes de inteligencia la llevaron de regreso a San Alfonso y fue ese mismo día que llegó hasta San Alfonso el abogado Novoa,.
De esta misión, Hernán Novoa Carvajal[25] cuenta que estaba de vacaciones en la localidad de Pichidangui…, alrededor de las 15:00 horas de ese día recibió una llamada telefónica y se dispuso por parte del Secretario General del Ejército quien actuaba a su vez por orden del General Riquelme…que concurriera (a San Alfonso) a fin de recabar antecedentes tendientes a ubicar al Coronel desaparecido. El viaje de Pichidangui a Santiago lo hizo conduciendo su auto particular hasta su domicilio, donde lo pasa a buscar un conductor y de ahí llega a San Alfonso. Una vez en el lugar…un oficial (que vestía de civil como muchos de los presentes) que se identificó como del Batallón de Inteligencia le solicitó que describiera todo lo que tuviera relación con la persona desaparecida en las ocasiones en que tuvo contacto con él, las que fueron dos o tres veces en la oficina de la Auditoria General. En esa oportunidad “Huber le consultó respecto a cómo veía el proceso de las armas, el que él calificó como delicado. Fue en esos momentos cuando “alguien de la familia (Alex, el hijo mayor), señaló que el Coronel había quemado unos documentos.
Novoa expresa que estuvo sólo un día en la capital, ya que el “31 de enero de 1992, continuó haciendo uso de su feriado legal y volvió a Pichidangui y aclara que el objetivo de su visita a San Alfonso, fue estar a disposición para lo que se le pudiera consultar y ser útil.
La versión de Adriana Polloni Becker es muy diferente: “a eso de las 20.00 horas concurrió hasta la casa de San Alfonso, el abogado Novoa y los oficiales Ferrer y Barrientos, quienes señalaron que venían de la oficina de Gerardo y que habían abierto su caja de fondos, entregándole cinco carpetas que contenían las escrituras de unas propiedades que tenían con su marido, además de unos monedas de oro, luego cuando se retiraban le manifestó al señor Novoa que Gerardo había estado quemando unos papeles amarillos, rosados y fotocopias y eso bastó para que el señor Novoa se relajara y se le viera más aliviado” aseveración que rechaza  Novoa Carvajal, quien incluso dice que él no entregó documento alguno ni estuvo en la oficina de Huber. Esto lo confirma el acta levantada cuando oficiales asistieron a la oficina de Huber en FAMAE, para revisarla y retirar todo lo que encontraran en ella. En el acta pertinente indica que allí aparecen actuando el Mayor Alejandro Barrientos, el Teniente Coronel Egon Isler y el asesor jurídico Héctor Villarroel González. Y agrega Novoa Carvajal que en el intento de buscar cualquier referencia de ayudar a encontrar al Coronel Huber, una persona consultó en general a los allí presentes sobre documentos o cualquier otra señal que pudiera ayudar a ubicarlo, y uno de los hijos de la señora Adriana, es quien señaló que su padre había quemado unos documentos.
Y para aclarar los hechos está Héctor Villarroel González el que relata que  el Mayor Novoa (llega) a San Alfonso alrededor de las 00:00 horas, y llego a hablar con la señora Adriana. Mientras que el testigo reconoce que si fue a la casa del señor Huber en Santiago, un inmueble de murallas altas, con portón de corredera y sin posibilidades de ver hacia adentro absolutamente nada, se habrían detenido frente a aquélla casa, pero que él no ingreso. Pero si lo hacen Barrientos e Isler.
Y para cerrar el día un dato extraño (u otro mas) que da Ana Guerrero, en ese mismo día Carabineros comenzó la búsqueda de Gerardo, con la ayuda de perros policiales, entregándole al personal policial la ropa que Huber vestía antes de desaparecer y los perros en vez de ir en dirección al río -como se esperaba- lo hicieron hacia los cerros.
Además, durante esa jornada Elwyn Tapia Cuevas salió con Julio Muñoz en vehículo a realizar el posible recorrido que habría hecho Gerardo el día de su desaparición, pero sin resultados positivos.

Arturo Silva, oficial de Ejército integrante del BIE

Antonio Bustamante Aguilar en la tarde del día 30 de enero, concurrió al Cajón del Maipo a la casa de un amigo de éste, a fin de encontrar a la familia Huber Polloni, lo que no se concretó, ya que habían vuelto a Santiago,


….Y EL DÍA 31 DE ENERO
El día 31 de enero, narra Clina Polloni Becker, a eso de las 05:00 de la mañana llegó un grupo de personas,…a buscar a Hernán García y llevarse la camioneta de éste. Los sujetos no vestían de militar, pero le pareció que el vehículo era del Ejército, Loreto se quedó en la casa. Lo que concuerda con lo dicho por Jorge Polloni Pérez: atendido la hora decidieron irse a dormir, pero a eso de las 05:00 de la madrugada, sintió un ruido, observando junto a su hija Clina que Hernán García Pinochet salía en un vehículo conducido por otra persona y un sujeto se llevaba otro auto y al consultarle, en horas de la mañana, a Ana Guerrero, ésta manifestó que García había salido a buscar leña. Hernán García Pinochet dirá al respecto que es probable que hubiese salido de la casa de San Alfonso como las 03:00 de la madrugada, a fin de ver animales que tenía en talaje, pero era absurdo que saliera a buscar leña, ya que era época de verano.
Ricardo Kostner González concurrió con Julio Muñoz a una cueva ubicada en la casa de la señora Matilde Hinojosa, donde habían huellas de las zapatillas que llevaba Huber, además habían colillas de cigarros, sorprendiéndole la actitud del señor Muñoz, en el sentido que no le dio mayor importancia y no se siguió investigando.

Horacio Alamos Albornoz[26], recuerda que el día 30 de enero de 1992, el Comandante de la Guarnición de Santiago, General Guido Riquelme Andaur, le ordenó al General Humberto Julio[27], que fuera  a averiguar qué pasaba con el Coronel Huber y las circunstancias de su desaparición, por lo que acompañó al General Julio a la casa de San Alfonso, donde éste se entrevistó con la señora Adriana, manifestándole el apoyo del Ejército por la situación que estaba viviendo….se movilizaron en un vehículo fiscal que estaba a cargo del General Julio, llegando a eso de las 10:00 de la mañana. Una vez en el lugar, el General Julio se entrevistó con la señora Adriana, pero no obtuvieron ningún dato o antecedente que les permitiera saber qué había pasado con el Coronel Huber y luego se dirigieron hasta el Puente El Toyo y una vez que llegaron al lugar se percataron que ya no estaba el vehículo….y posteriormente se devolvieron a la Comandancia.
El día siguiente fueron nuevamente, con el General Julio, en un helicóptero, a sobrevolar el sector del Río Maipo a fin de ser un aporte en la búsqueda del Coronel desaparecido, recuerda que recorrieron el curso del Río Maipo desde el Puente El Toyo y hasta la altura de la Escuela de Infantería de San Bernardo, pero sin resultados positivos, lo que hizo en una sola una oportunidad.
Según Patricio Wenzel Álvarez, agente del BIE, el Comandante Provis…el día 31 de enero de 1992, cuando se les ordenó que fueran al Puente El Toyo, él estaba allí impartiendo las órdenes para la búsqueda, acompañado del Comandante Briones. Luis Briones Valenzuela dirá que no dio ninguna orden,…en su calidad de segundo Comandante de la Unidad, no asumió el puesto en plenitud, porque el Coronel Provis decidió quedarse y hacerse cargo de las operaciones del Batallón y él sólo asumió con la plenitud de poderes, alrededor del 08 o 10 de febrero de 1992, cuando Provis hizo efectivamente uso de sus vacaciones. Aunque nada impedía que Provis siguiera en el Cuartel del BIE.

 El auto abandonado en la proximidad de el puente El Toyo

Adriana Polloni Becker el día viernes 31 de enero de 1992, Gloria Cárcamo, dejó en su casa de Calle Vizcaya, unas hojas de papel de cuaderno en las que se dejaba constancia de los dichos de una vidente que había leído el tarot y que entregaba antecedentes respecto de su marido,.. Ida Burgos, conversó con ella el día sábado 01 de febrero de 1992 y le entregó los dichos de una vidente, lo que apuntó en su agenda personal y esto fue lo que le dijo: “ Vivo, dos hombres, bajaron casa, manos atrás, cercan el lugar, hay dos personas conocidas de él, amarrado, una herida frontal, gorros, uniformes, plata papeles, documentos”. Aclara que nunca se le informó nada de un video que contenía los dichos de la vidente…

Enrique Concha Sandoval en varias oportunidades habló con la señora Adriana, ya que concurría casi todos los días a su casa ubicada en Vizcaya, en la Comuna de Las Condes y esto porque se le ordenó que debía mantener el contacto con la familia, orden que debiera haber recibido del Jefe de la Central de Operaciones, Mayor Víctor Guzmán, hasta que apareció el cuerpo del Coronel Huber

SACANDO LOS DOCUMENTOS DE LA CAJA FUERTE: El 30 de Enero el Coronel Provis ordenó hacer indagaciones y envió un equipo a la Dirección de Logística para investigar, revisar antecedentes y…se abrió la caja de fondos del Coronel Huber, lo que informaron los oficiales a cago del operativo, acusa Víctor Guzmán Martínez y para actuar así el Coronel Provis necesariamente tiene que haber recibido órdenes o del General Covarrubias o del General Lizárraga. Y dicha tarea la confirma Briones Valenzuela: “el Coronel Lizárraga ordenó que dos oficiales fueran a revisar los efectos del Coronel desaparecido, en la Dirección de Logística .“ En esta actuación, la primera y no oficial (no quedó registro alguno) se extrajo la documentación secreta desconocida. En ella participaron Egon Isler y Jaime Concha, miembros del BIE
Más tarde se efectuaría una oficial, a la que concurrirían el Teniente Coronel Egon Isler Venegas recibió una orden de abrir la caja de fondos que estaba en la oficina de Huber Olivares y en general revisar toda la documentación y especies que estaba en ella y levantar las actas pertinentes… Al Mayor Alejandro Barrientos Bordoli[28] le correspondió hacer un acta de todas las especies personales y fiscales que se encontraban en la oficina del Coronel. Dice Isler que “la puerta de la oficina no estaba clausurada ni tampoco tenía sellos, de tal forma que no hubo dificultad para que ingresara y la caja de fondos no estaba abierta sino que se abrió con la llave respectiva…que le proporcionó, el Coronel Valenzuela o el Coronel Bustamante Aguilar.” Según Barrientos sería Bustamante quien la proporcionó (la de la oficina y la de la caja de fondos). Isler “abrió la caja y retiró los documentos; recuerda que habían dos talonarios de cheques del Banco Riggs, algunas escrituras de Bienes Raíces y otros papeles personales[29]. Hubo un tercer testigo de esto: el abogado Hector Villarroel. Y según el coronel Bustamente Aguilar cuando realizó esta diligencia estaba la secretaria de Huber, Teresa Carvajal.“
Él firma el acta como Director de Logística Subrogante no participó en la diligencia que hacían los efectivos de inteligencia, pero que después de ésta, revisó los antecedentes que se le proporcionaron y por ello firmó las actas a que hizo referencia, pero directamente no fue parte de ella, ya que tal actividad la realizó el Coronel Bustamante y el abogado Villarroel, agregando que ignora quien abrió la caja de fondos.
Teniente Coronel Egon Isler Venegas reconoce que puede haber ocurrido que en otra ocasión hayan actuado allí, tal como lo señalan otros oficiales de la Dirección de Logística, tampoco en esta oportunidad estuvieron presentes parientes de la familia Huber.
Si el General Julio examinó la caja de fondos del Coronel Huber (al aparecer el cuerpo de Huber), explicó el Teniente Coronel Egon Isler Venegas y no encontró allí ningún documento, es decir estaba vacía fue porque cuando abrió la caja de fondos, él sacó toda la documentación que allí existía y que lo hizo cumpliendo órdenes del General Krumm. Es decir Julio Reyes llegó al último.

Egon Isler Venegas


Germán Krauss Sánchez[30] ayuda a dilucidar quién entregó las llaves: indica que en la caja fuerte había una carpeta azul[31], además tenía el arma, al parecer una pistola Beretta que el Ejército entrega a sus oficiales como cargo fiscal. Todo lo cual informó verbalmente al Coronel Mancilla y al salir de vacaciones el Coronel, lo reemplazó el Coronel Antonio Bustamante y las llaves de la caja de fondos, que las manejaba el Coronel Huber debe haberlas entregado al Coronel Bustamante que lo reemplazó en el cargo y de esas llaves sólo había un juego…para esa caja de fondos.
Al coronel Ricardo Valenzuela Benavente[32]…al regresar a Santiago, el 01 de Febrero,…el Coronel Mancilla le informó que el Coronel Huber había desaparecido, que llevaba tres días en esta situación y ese mismo día Mancilla se fue de vacaciones, quedando él en su reemplazo y como el General Krumm se encontraba en Estados Unidos, le correspondió asumir como Director Subrogante de la Dirección de Logística. En su nuevo cargo primero fue a visitar a la familia Huber-Polloni, de los que era vecino: “concurrió hasta su domicilio a fin de brindarle apoyo[33]. Recién con su llegada se ordenó que sellaran la oficina del Coronel Huber para que nadie ingresara,…colocándose bajo su firma y timbre un sello de papel, el que fue corcheteado y pegado con scotch, también designó un oficial de enlace, el Mayor Alejandro Barrientos, para que ayudara a la familia en el orden logístico, es decir locomoción, traslados, gestiones de documentos, entre otros.
Un día…llegó a la Dirección de Logística, el Coronel Polloni, suegro de Huber y un hijo de éste último, acompañando a una comisión del Batallón de Inteligencia que venía de revisar los efectos, enseres y documentación que el Coronel guardaba en su oficina, él presenció la apertura de los sellos y los agentes de inteligencia estuvieron trabajando sin su intervención, pero acompañados de la familia, esta diligencia duró unos veinte minutos y vio que obtenían fotocopias de dos documentos, pero ignora si se llevaron otros papeles, pero los que correspondían a la Dirección de Logística, no se los llevaron a no ser que hayan ocultado algo entre sus ropas y advirtió que a los familiares del Coronel, le entregaban algunos enseres y fotos después de la actuación de los oficiales de inteligencia, volvió a sellar la oficina del Coronel Huber.

Y LOS DÍAS QUE SIGUIERON. LA VEINTENA DE FEBRERO. Por esos días se deja constancias de dos conversaciones realizadas desde y hacia la casa de la señora Adriana Polloni, ubicada en Calle Vizcaya, de la Comuna de Las Condes,….una de ellas es….la que sostiene Julio Muñoz Bustamante con el General Carlos Krumm Rojas….y que da cuenta de la relación de confianza existente entre ambos y la segunda en la cual el Lizárraga llama a un “General”, sin mencionar su nombre y éste último al enterarse que el primero de los nombrados se encontraba en la casa de los Huber, le pide que no hablen nada y se despiden.
El día 01 de febrero de 1992, en su carácter de Jefe Subrogante de la Guarnición de Santiago, Humberto Julio Reyes hizo una inspección en el lugar de los hechos y para tales efectos en un helicóptero del Ejército, llegó hasta el Regimiento de Ingenieros de Puente Alto y desde ese lugar, se trasladó en vehículo, en compañía del Coronel Varela hasta el Puente El Toyo, donde conversaron acerca de las medidas que se tomarían en caso de que el cuerpo apareciera. Y es posible que tuviera una conversación con el Comandante Briones a propósito de la búsqueda del Coronel Huber,…puesto que hubo varias ocasiones en que fue al sector de la búsqueda, siendo probable que hubiese conversado. José Flores Dahm también lo recuerda, pues fue el chofer de Briones: a los pocos días después también llevó al Comandante Briones a una reunión con el General Julio, el que llegó al sector del Puente El Toyo en un helicóptero que aterrizó en un peladero cercano. En todo caso no fue la única vez que José Flores Dahm llevó al Comandante Briones, por tercera vez al sector del Cajón del Maipo, ya que iba a controlar el trabajo que se realizada en la búsqueda del Coronel Huber.

 Aparece el padrón del auto de Huber: Adriana Polloni Becker cuenta que en esos días, incluso le tiraban papeles con anónimos, en su casa de Calle Vizcaya, en Santiago, donde se decía que Gerardo estaba vivo. Por esos mismos días el padrón del auto de su cónyuge apareció flotando en una de las piscinas de la planta de Las Vizcachas, debido al sistema de filtración con el que cuenta. Igual sorpresa manifiesta Loreto Tapia Guerrero. La planta de producción de agua potable Las Vizcachas está a 7 kilómetros del lugar del hallazgo del cadáver, aguas abajo. En la inspección personal del tribunal, el Jefe de Área de la Planta, Quezada señaló que nunca se habían encontrado documentos en las piscinas predecantadoras, y el Jefe de Unidad, Hernández Collao, lo confirma
Mientras que en la “Toma Independiente” de Aguas Andinas, el supervisor de la misma José Maureira Andrade, manifestó no haber tenido conocimiento del hallazgo de algún cadáver en los bancos areneros, haciendo presente que si los cuerpos vienen desde más arriba, son captados en las compuertas de la hidroeléctrica Puntilla, ubicada dos kilómetros hacia arriba, entre el Puente El Toyo y la Toma Independiente, siendo muy difícil que pasen el referido lugar sin ser vistos, agregando que jamás vio un cadáver atrapado en el canal de captación
Eduardo Rendich Álvarez durante la investigación se encontró un documento, aparentemente el padrón de un vehículo en una de las piscinas de planta de “Las Viscachitas”, el que podría haber aparecido allí, ya sea porque fue depositado o por el arrastre de las aguas.  Luis Fuentes Sotomayor encontrando un padrón de vehículo, en las piscinas de decantación de la planta de tratamiento de aguas EMOS, ubicada en las Vizcachas, el que pudo haber llegado allí, por el arrastre de las aguas o porque alguien lo puso en ese lugar…
Y el Informe Pericial Mecánico del Laboratorio de Criminalística de se inspeccionó el Complejo de Tratamiento Las Vizcachas de Aguas Andina, Planta Las Vizcachas, ubicada en Calle Camilo Henríquez Nº 540, Comuna de Puente Alto, que el documento encontrado en uno de los estanques predecantadores correspondía a un certificado de inscripción de vehículos motorizados y que en el proceso inicial de captación y filtrado de las aguas, la separación entre las pletinas que conforman las rejas de desripiado principal y lateral, permite el paso de un cuerpo como el mencionado certificado, no existiendo elementos que impidan el ingreso del mismo a una de las piscinas.

Planta de filtros de las vizcachas 

Mientras estuvo en la casa de San Alfonso Glina Polloni con el fin de ayudar en el rastreo, mostró a los investigadores una zapatilla que era idéntica a la que llevaba Huber cuando desapareció,…pero éstos la miraron como “loca”, ya que aseguraban que Gerardo se había suicidado, pero lo que le llamó más la atención fue que personal del más bajo rango comentaban que había sido secuestrado, pero no lo hacían en frente de Nuche, ni de Julio Muñoz. A Fernando Horta Jones[34], el Coronel Lizárraga[35], le manifestó a primera hora de la mañana que había desaparecido el Coronel Huber, ordenándole que concurriera a San Alfonso para recoger información de la situación, llegando después de almuerzo, entrevistándose con la cónyuge del Coronel desaparecido, quien no le proporcionó nuevos antecedentes,…al retirarse del lugar se encontró con Julio Muñoz, quien le comentó que Huber estaba nervioso y que creía que se había autoeliminado; al otro día, esto es el 04 de febrero le informó a Lizárraga sobre su misión, quien le ordenó que se reincorporara a sus funciones.
Para uso de Jorge Polloni Pérez, el señor Luis Briones, a cargo de la búsqueda, puso a su disposición a tres militares a fin de inspeccionar el Camping de Los Astorga, lo que no logró debido a unos derrumbes que ocurrieron en el sector y al regresar se encontró con la sorpresa que Julio Muñoz estaba en su vehículo, el que prácticamente lo subió al auto, mostrándose bastante contento al enterarse que no había podido ingresar al camping.

Polloni Perez

También por esos días, y en dos oportunidades concurrió a la casa de San Alfonso Enrique Lehuedé Martínez, donde se encontraba la familia de Huber Olivares, con el objeto de dar cuenta de los resultados de los patrullajes aéreos al Comandante Provis que se encontraba allí, acompañado del Mayor Briones….le llama la atención que le hubieran ordenado buscar un cadáver cuando no se sabía las circunstancias de la desaparición y…que antes de tener antecedentes serios sobre los hechos se comentara o afirmara fuertemente que el Coronel Huber se había suicidado
Ya habían transcurrido ya varios días de búsqueda del Coronel Huber, recuerda Jorge Nuñez Guerrero, cuando el Comandante de la Unidad (BIE), Manuel Provis, le ordenó presentarse en la casa de la señora del mencionado Coronel, ubicada en la Comuna de Las Condes,… a las 08.00 de la mañana, para actuar como chofer de la familia “así le correspondió trasladar a la esposa del Coronel, según sus requerimientos y llevar a sus hijos al colegio y traerlos de vuelta a la casa…por espacio de dos a tres meses incluso después que apareció el cuerpo del Coronel Huber…., todos los supuestos amigos de la familia le “dieron vuelta la espalda”, ya que nadie la iba a visitar para saber cómo estaba y sólo recuerda a una familia que estuvo siempre con ella y que vivía en la comuna de Talagante.  Su jornada comenzaba a las 07:30 horas de la mañana y permanecía a disposición de la familia hasta las 10.30 horas aproximadamente, sin perjuicio que a veces se retiraba más temprano, explica que el auto era de cargo fiscal y recuerda que era un Toyota Tercel, al parecer de color blanco y terminada su labor, conducía el automóvil hasta el cuartel de calle Toesca, que era donde él alojaba, ya que en aquella época era soltero.
Juan Soto Espinoza en el círculo de oficiales del Comité asesor se presumió que la situación del Coronel Huber se produjo por la actividad delictual de subversivos, ya que concluyeron que había sido asesinado y esto lo dice porque trabajó en análisis de información de los sucesos que ocurrían en el país y estos informes eran canalizados por el conducto regular hasta el Comandante en Jefe del Ejército.

LA CONFIANZA QUEBRADA: Años después de la muerte de Gerardo Huber, Adriana Polloni Becker opinó de la actuación de Julio Muñoz Bustamente[36] y manifestó sus sospechas: siempre se encargó de vigilarlos y controlar todas las actividades que como familia desarrollaban, es decir él decidía con quien conversaban y qué debían hacer y su impresión es que siempre estuvo presente entre ellos con la clara misión de vigilarlos.,
Y como muestra está el episodio de la Caja de Seguridad en un banco, lo que cuenta ella misma: Julio Muñoz contrató una caja de seguridad a su (propio) nombre lo que jamás (ella)  le pidió; para que guardara unas monedas de oro y algún tipo de documento que estimara necesario que quedara custodiado; si ella deseaba guardar algo, concluyó ella, él perfectamente podía tener acceso al contenido de la caja. Julio Muñoz Bustamante se la sugirió a raíz de seis monedas de oro que tenía en su poder, las que le habían sido entregadas por personal de la Dirección de Logística del Ejército, y que se encontraban en la caja fuerte de la oficina de su. Lo único que hizo fue entregarle las seis monedas de oro para que las custodiara allí y fue él quien le hizo presente que si tenía algún documento o antecedente importante se lo entregara a él para que lo guardara en la referida caja, pero ella no le entregó nada más. Él jamás le entregó las llaves de la caja de seguridad, ya que era él quien tenía ese control,…transcurridos unos seis meses desde que se arrendó la caja de seguridad, el propio Julio Muñoz, le señaló que el arriendo era muy caro y que él no podía seguir pagándolo, razón por la cual decidió terminar con ese contrato, entregándole las seis monedas de oro. La relación con Julio Muñoz duró otros tres años aproximadamente, período en el cual cortó el vínculo, ya que se aburrió de advertirle que no siguiera diciendo a sus amistades que Gerardo se había suicidado, lo que le dolía y molestaba enormemente, toda vez que comenzó a decirlo antes que mi marido desapareciera.
  
EL MISTERIO DEL CHEQUE: Adriana Polloni Becker el día 29 de enero de 1992, en horas de la mañana Gerardo le indicó que iba a dejar la chequera en la cocina, encima de unos vasos, sin hacer más comentarios. El 30 “al regresar a la casa en Santiago” lo encuentra allí. Se había girado un cheque por US$ 4.000, “lo que pudo saber, ya que la chequera tenía un sistema de autocopiado de los cheques que se iban girando.”
La explicación que dio José Correa Barros fue que el día 27 de enero de 1992, se encontró con el Coronel Huber, por casualidad, en una calle del centro de Santiago y le preguntó si podía ayudarlo en algo, y el Coronel le manifestó que si podía hacerle el favor de cambiarle un cheque por la suma de 4 mil dólares, ya que a raíz de las publicaciones de la prensa, nadie se lo cambiaba y quedaron de acuerdo que le cambiaría el cheque a través de terceros, ya que él no estaba en condiciones de hacerlo, razón por la cual, el señor Huber fue ese mismo día o al día siguiente hasta su oficina a dejarle el documento, enviando el cheque a una casa de cambio, de nombre “Husa Cambios” ó “Husa Viajes Ltda.”, ofreciendo a dicha agencia su respaldo en la operación, para cuyo efecto, la propia casa de cambios, puso sus iniciales en el lado izquierdo superior del documento”. Sin embargo, siguiendo esta versión, el 28 en la tarde a Correa Barros lo llama el mismo Huber por teléfono “y le manifestó que no iba a necesitar el dinero todavía, de modo que no había apuro y que iba a salir con licencia médica, advirtiéndolo absolutamente tranquilo”. Cuando se entera de la desaparición, el día 30, “procedió a rescatar ese cheque y guardarlo.
Ese mismo día Adriana Polloni llama a (José) Aníbal Correa[37] a fin de que le explicara que había pasado con el cheque, si lo había cobrado o no y ahí se pusieron de acuerdo para juntarse el día 01 o 02 de febrero de 1992 en camino Talagante, pasado Cerrillos en un local de comida rápida, pero éste nunca llegó[38], logrando reunirse con él el día 04 de febrero de 1992 en un café ubicado en la comuna de Providencia, llevó el cheque y le pidió que no comentara esto con la prensa ya que no quería verse involucrado en estos hechos. José Aníbal Correa Barros cuenta algo un poco diferente “le exhibió el cheque a la cónyuge del Coronel y en ese momento le informó que debía cortarle un pedazo, donde aparecían sus iniciales y para que no se hiciera un mal uso de éste, a ella no le gustó esto, pero finalmente lo entendió y aceptó, luego se despidieron y nunca más se volvieron a ver.”

Jorge Alberto Polloni Pérez recuerda que el 04 de febrero de 1992, a eso de las 08:00 de la mañana, él le pidió al Mayor Briones ir al otro lado del río para investigar los ruidos de las noches anteriores y así lo acompañaron tres soldados y pretendió cruzar el río hacia el Camping de Los Astorga, pero se le impidió el paso aduciendo que se había derrumbado un sendero y que era peligroso transitar por allí, cuando venía de vuelta después de haber fracaso su búsqueda, llegó hasta la orilla del río, en auto, Julio Muñoz, quien alterado lo presionó para subir al vehículo a lo que accedió, percatándose que los soldados no tenían interés en cooperar con él, allí rompió el nexo con el Ejército. A su vez y ahora en horas de la noche Clina Polloni Becker estando en San Alfonso en la casa de la tía Matilde, en compañía de Astrid Huber, sus padres, José Ignacio (el menor de los Huber) y la mencionada tía, llegó Loreto Tapia golpeando fuertemente la puerta les ordenó que no salieran de la casa, para minutos más tarde salir a la puerta de entrada y ponerse a silbar. La señora Clina, sale por la ventana del dormitorio y se oculta detrás de unos matorrales. Ahí ve a Hernán García, el que portaba una radio con la que se comunicaba con una tal Ana, ésta decía que estaba todo listo, así es que Loreto podía volver indicándole que estábamos todos adentro, que estaba todo seguro o algo similar, después de ello silbó y Loreto se fue. Después de ese episodio, ella decidió volver al campo.
Ese acontencido 04 de febrero Adriana Polloni cuenta que se presentó en San Alfonso el abogado Novoa, quien insistentemente preguntaba por unos papeles de Gerardo, y se sintió aliviado cuando ella le comentó que Gerardo había estado quemando unos papeles rosados y amarillos, además en la misma fecha se enteró, por medio de los oficiales Barrientos y Ferrer que habían abierto la caja de fondos de la oficina del Coronel, indicando además que personal militar procedió a registrar toda su casa, incluso su ropa interior y el freezer, asimismo se llevaron las recetas medicas de su marido y unas cintas de la grabadora que había instalado el Batallón de Inteligencia en su casa.

Dos días después, el 06 de febrero de 1992, encontrándose en San Alfonso, decidió volver a su casa en Santiago, ya que fue informada que funcionarios del Ejército, entre ellos Capitán Concha, Mayor Barrientos Bordoli, un Comandante Biler, otro de apellido Figueroa y otro de apellido Isler estaban revisando su casa en Santiago, sin su autorización, cuenta Adriana Polloni. Ella aparece en su casa de Calle Viscaya Nº 1084, Comuna de Las Condes encontrándose con esta invasión, la que se suponeera para buscar documentos,…revisaron toda la casa, pero principalmente el dormitorio matrimonial, registraron los veladores y los cajones que contenían ropa interior, encontrando una carpeta de color azul, de la cual Gerardo había extraído unos papeles que quemó el día 27 de enero, por lo que estaba vacía y no se la llevaron (Concha dijo que igual lo había incautado), y se llevaron recetas médicas de los medicamentos recetados a su marido producto del vértigo papeles pequeños, que habían en los veladores que tenían números de teléfono y nombres de personas. No le dieron ni razones ni explicaciones ni quién se lo había ordenado. En todo momento estuvo presente Julio Muñoz.



El abogado Héctor Villarroel González[39] concurrió a San Alfonso los primeros días de febrero de 1992, alrededor de las 19:30 horas acompañando al Coronel Bustamante y al Oficial de Seguridad de apellido Isler y allí el señor Bustamante habló con doña Adriana Polloni, pero que él no participó en la conversación, ni tampoco escuchó lo que hablaron.
Iván Hernández Gallegos[40] se encontraba de vacaciones en Tomé, se impuso de la desaparición del Coronel Huber, regresó a su domicilio en Talagante y desde allí se trasladó hasta San Alfonso, sitio en el que permaneció por el día, a fin de apoyar a la señora Adriana, ya que los unía un grado de amistad, recordando que esto ocurrió pasado unos tres días después de la desaparición, en esa oportunidad la viuda le relató lo que había sucedido, causándole extrañeza que Huber hubiese salido en un auto que no fuese de él, atendida su manera de ser. Julio Muñoz, afirmaba que el Coronel se había suicidado, hipótesis que rechazaba y discutía con él, ya que por su conocimiento del carácter y de la manera de ser de Huber, le demostraban que no era una persona con tendencias destructivas o suicidas
Mayor Alejandro Barrientos Bordoli en los primeros días de febrero de 1992 cuando se encontraba en la casa de Santiago de la familia Huber, llegó el Teniente Concha del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), acompañado de dos oficiales y solicitó autorización para revisar la casa, según le dijo para ubicar antecedentes que permitieran encontrar al Coronel Huber y dicha autorización se la dio la señora Adriana que se encontraba en este domicilio (ella ha negado que diera tal autorización) y ellos después de revisar le habían informado que habían encontrado una carpeta de color azul, que pertenecía a la Dirección de Logística y que llevaba un timbre de Secreto, pero que estaba vacía, además un listado de teléfonos de los oficiales que trabajaban en la señalada Dirección y dos boletas de compraventa nacional, no recuerda de qué comercio y con la autorización de la misma señora Adriana, se la llevaron y aclara que el listado de teléfonos se lo llevó él.
Enrique Concha Sandoval relata que cuando concurrió a la casa de Calle Vizcaya a realizar una diligencia, lo hizo para cumplir las órdenes que le dio el Mayor Guzmán[41]. Asiste con su equipo, esto es con el Cabo Raúl Valdés y con el empleado civil Galarce, pero ninguno de ellos entró a la casa,…al momento de realizar la diligencia estaba presente la señora Adriana Polloni, Julio Muñoz y le parece que el Mayor Barrientos, de la Dirección de Logística… al momento de registrar el dormitorio de la señora Adriana Polloni, se encontraba presente el Mayor Barrientos de la Dirección de Logística y además la señora Adriana Polloni…revisó veladores y hasta los cajones que contenían ropa interior,…con la anuencia de la señora Adriana.
Ricardo Sepúlveda Gutiérrez[42] en enero de 1992 se encontraba de vacaciones en la Comuna de Lonquimay y recuerda que el día 30 de enero de ese año, Carabineros de la zona lo ubicó y le informó que el Coronel Alejandro Burgos, Director en ese momento de Fomento Equino y Remonta del Ejército en el sector de Lago Riñihue…encontrándose en la Unidad …“Criadero Militar Riñihue” quería conversar con él telefónicamente y así lo llamó[43] y éste le informó que el Coronel Huber había desaparecido en circunstancias extrañas, por lo que esa misma tarde bajó a Angol y al otro día fue al Regimiento Húsares para tener una comunicación directa por vía del Ejército, con el Coronel Burgos, pero éste no le dio mayores informaciones, así continuó con sus vacaciones… llamó a Adriana manifestándole que estaba con la familia y que viajaría a Santiago cuando terminaran sus vacaciones[44],… día 10 de febrero de 1992, regresó a Santiago y fue a visitar a la familia del Coronel Huber, a su casa en Calle Vizcaya y señala que todo lo que hizo fue para darle apoyo moral, que no participó en ninguna actividad de búsqueda del mismo, pero concurrió con su familia al funeral y a su sepultación. A Julio Muñoz Bustamante lo vio en la casa de Adriana Polloni, muy involucrado en la situación como que dirigía las actividades en cuanto a la desaparición de Huber.


[1] le afectó mucho recibir la noticia de la desaparición de su tío Gerardo y el comentario del General Pinochet le sorprendió.

[2] después de las 10:30 u 11:00 horas, dijo Elwyn Tapia Cuevas, los militares le manifestaron que no podían salir de la casa para aclarar lo que había ocurrido y además porque afuera había una gran cantidad de periodistas e inmediatamente los comenzaron a interrogar sobre las circunstancias y actividades que habían desarrollado el día anterior a la desaparición del Coronel.

[3] que el día 29 y 30 de enero de 1992, el Comandante Provis estaba de vacaciones, pero había asumido el mando para organizar la búsqueda de Huber y permaneció como hasta el 19 de febrero en estas labores, pero después continuó haciendo uso de sus vacaciones y entonces él asumió el mando en plenitud continuando con la búsqueda e informa que esto se extendió hasta el 16 de febrero de 1992, fecha en la cual retiró su personal y sólo quedó en la búsqueda miembros del Regimiento de Ingenieros de Puente Alto.

[4] Víctor Guzmán Martínez Señala que no le consta  fehacientemente que el General Víctor Lizárraga dispusiera todas las diligencias relativas a la búsqueda del Coronel Huber, pero en todo caso, era él quien estaba reemplazando al Director de Inteligencia del Ejército, por lo que debía estar al tanto de lo que sucedía

[5] conoció al Coronel Huber cuando ingresó a la Escuela Militar, gestándose una amistad entre ambos y la última oportunidad que trabajó con él fue cuando éste se desempeñaba como Director del Complejo Químico de Talagante y él como su Subdirector

[6] General de Brigada mes de enero de 1992 asumió como Director de Racionalización y Desarrollo del Ejército, donde permaneció hasta diciembre del mismo año, en este cargo tenía la tuición sobre el Banco de Proyectos del Ejército.

[7] Comandante de la Segunda División de Ejército, con sede en la región metropolitana

[8] cuando su cuerpo apareció hizo una investigación sumaria administrativa, para establecer si su muerte fue en actos de servicio o no y además determinar las causas del deceso

[9] Humberto Julio continuó con las labores y órdenes que él había impartido e incluso recuerda que posterior a una conferencia de prensa que dio en la cual anunciaba que se estaba buscando al Coronel Huber, inmediatamente comenzó a hacer uso de su feriado legal, quedando a cargo de lo que él había comenzado. las más altas autoridades del Ejército, esto es el Comandante en Jefe y el Vicecomandante en Jefe del Ejército, Generales Augusto Pinochet y Jorge Lucar Figueroa, respectivamente, tenían conocimiento de la desaparición del Coronel Huber y de las órdenes que se habían impartido para su búsqueda, pero ninguno de ellos requirió alguna información precisa sobre las actividades que se estaban desarrollando, porque más bien él mantuvo informado al Vicecomandante en Jefe. en al menos una oportunidad, le informó al General Pinochet, acerca de las labores que se desplegaban en torno a la búsqueda del Coronel Huber, hace presente además, que la intervención que tuvieron ambas autoridades en estos hechos, fue la de aprobar todo lo que se estaba haciendo y de lo que periódicamente se les informaba.

[10] Humberto Julio Reyes se entendía en forma separada, con el Coronel Lizárraga que estaba al mando de la Dirección de Inteligencia del Ejército, con el Coronel Varela al mando del Regimiento de Ingenieros de Puente Alto, con el Coronel Salgado de la Escuela de Infantería de San Bernardo y con el Teniente Stuven que estaba a cargo de la patrulla de la Escuela de Montaña de Río Blanco, es decir, con cada uno de ellos, mantuvo comunicación y coordinación a objeto de impartir las órdenes que fueran necesarias.

[11] Adriana Polloni primero llamó a Inge Nannig Wetzel a fin de pedirle el número de teléfono de su marido, Ricther Nuche, para ubicar a Julio Muñoz, y se enteró de la desaparición de Gerardo Huber, razón por la cual concurrió a la casa de la señora Adriana con el objeto de atender a las personas que visitaban el referido domicilio, ya que ésta se encontraba en San Alfonso y lo mismo hizo Margarita Ibáñez, esposa de Julio Muñoz. Agrega que el General Krumm iba seguido a visitar a la señora Adriana y que varias personas iban a consultar si había novedades respecto de Huber, suponiendo que eran compañeros de curso.

[12] Este oficial participó en los combates que tuvieron lugar en la industria Sumar en 1973 “a las 15.00 horas los helicópteros militares retomaron sus actividades del día, siendo el primer lugar a visitar el cordón de Cerrillos, justamente el que un año antes había inaugurado el proceso de tomas de empresas, y ubicado en la comuna del mismo nombre, la que albergaba también el hoy desaparecido aeródromo homónimo. Una vez sobre el área, el helicóptero recibió una llamada de comando advirtiendo que debía apoyar a una patrulla de infantería que estaba siendo peligrosamente sobrepasada en un combate contra civiles armados que hacían fuego desde el interior de las instalaciones de la empresa textil Yarur-Sumar. La llegada del helicóptero militar permitió un momento de distracción, aprovechado por las tropas de tierra para lograr cambiar hacia posiciones de seguridad en la refriega, concentrándose entonces el fuego de ametralladoras sobre la aeronave. Mientras ésta evolucionaba a unos 900 pies de altura (270 metros), una serie de disparos de ametralladora impactaron sobre el aparato, astillando el parabrisas e hiriendo en un pie al piloto; desde este momento el helicóptero comenzó a oscilar, perdiendo el piloto el control de ella e impidiendo contestar eficazmente el fuego. Luego del primer recuento de averías, ambos pilotos trabajosamente lograron poner rumbo a las instalaciones del Grupo 10 de la FACh en Los Cerrillos, aterrizando mediante el expediente de ocupar gran parte de la extensión de la pista en la carrera de aterrizaje, debido a que el mal estado del comandante de la aeronave le hacía imposible maniobrar con pedales de dirección para posarse verticalmente en un punto preciso.

Una vez en tierra, y ayudados por los hombres de la FACh, el herido fue traslado a un centro asistencial. El helicóptero recibió a lo menos 19 impactos de munición de 7.62 mm proveniente (probablemente) de fusiles AK-47 (aunque el reporte del libro citado menciona "impactos de munición 5.56 mm de fusil ruso AKA"), cuyo desglose de averías es el siguiente: 3 en el rotor principal, de las cuales 2 perforaron una de las palas, dejándola en situación crítica; otro proyectil seccionó una tubería de retorno del sistema hidráulico, otro atravesó el piso de la nave, errando por poco el impacto a una de las piernas del copiloto y atravesando su pantalón, y el resto de los disparos golpearon el vientre del helicóptero, dañando los tanques de combustible. El trabajo de Saldes Irarrázaval termina mencionando que la tripulación de ese día estaba formada por el piloto, mayor Luis Contreras Prieto; el copiloto, teniente Richter Nuche Sepúlveda; el ingeniero de vuelo, subteniente Luis Menare; el mecánico sargento 1º Diógenes Fernández; el sirviente de ametralladora Nº 1 subteniente José Marinello y el sirviente de ametralladora Nº 2 subteniente Luis Riedel Martínez; y los municioneros sargento 1ºEugenio Esquivel y cabo 1º Armando Cabezas. La Medalla al Valor fue concedida el piloto de la aeronave” Ver http://ivansiminic.blogspot.cl/2009/07/un-recuerdo-de-nuestro-911.html


[13] dejando de ir después que apareció el cadáver, ya que no existía mayor afinidad entre las familias, puesto que Alberto Polloni el padre de la cónyuge de Huber, comenzó a inventar historias en relación a su persona y a la de Julio Muñoz.

[14] años después se inclinaría, a través de sus declaraciones, por la tesis del homicidio

[15] Hoy ex marido de la hermana de Adriana Polloni, Glina Polloni Becker

[16] e 34 años, se suicidó en extrañas circunstancias el 8 de agosto de 1995, mientras se desempeñaba como chofer de un jefe militar del Complejo Químico Industrial del Ejército de Talagante: “Fuentes policiales admitieron que es poco común que los suicidas se disparen al tórax con un arma de fuego. Lo más usual es que apunten a la cabeza o la boca, para asegurar una muerte instantánea y sin dolor… El sargento era soltero y registraba su domicilio en la misma unidad castrense. Sin embargo tenía una novia que vive en una de esas localidades ubicadas al sur poniente de Santiago. También solía visitar a sus hermanos que viven en Peñaflor. Si bien era un hombre de pocos amigos, no evidenciaba ser una persona huraña. Al contrario, a veces se daba su tiempo para charlar y bromear con algunos de sus conocidos, como lo hizo un día antes de morir” (Las Ultimas Noticias; 26-9-1995).. En http://www.elclarin.cl/web/opinion/politica/6660-virtual-impunidad-en-caso-huber.html . En la misma sentencia del caso, dice en su considerando p13) Informe Policial Nº 374 de la Brigada Investigadora de Asuntos Especiales y Derechos Humanos, de fojas 4.790, el que concluye que conforme a los antecedentes recopilados y que constan en el proceso 7.805-D del Segundo Juzgado del Crimen de Talagante, se estableció que el día 08 de Agosto de 1995, alrededor de las 02:15 horas, fue controlado el vehículo patente DG-8455 por la Radiopatrulla RP-558 de la Tenencia de Carreteras de Padre Hurtado a cargo del Cabo Segundo Alfredo Ríos Vera y el Carabinero José San Martín Riffo, a petición de otra Radiopatrulla que pasaba por el sector, de dotación de la Tenencia Santa Rosa de Chena, que lo observó en maniobras sospechosas ignorándose cuáles fueron las sospechas de esa radiopatrulla; los funcionarios, al controlar el vehículo, se dieron cuenta que en el interior había una persona fallecida, por un impacto de bala en la región toráxico, el que posteriormente fue identificado como el Sargento Segundo Blas Meriño Castillo, chofer del Coronel Gerardo Huber, en la época en que el mencionado Coronel fue Director del Complejo Químico de Talagante. Por otra parte, en los antecedentes que obran en el proceso, quedó establecido que el occiso no registraba residuos nitratos ni de carbonos en sus manos y cuerpo, por lo que parece extraño al considerarse la postura incómoda mediante la cual se podría haber suicidado, debiendo haberlo hecho con ambas manos resultando atípica la manera del suicidio. 

[17] Al menos Briones Valenzuela ignora a qué hora de ese día subió al sitio del suceso Manuel Provis dicho Comandante

[18] Secretario de Coordinación Subrogante

[19] 1991 y hasta 1993, fue destinado a la Dirección de Logística del Ejército, al Departamento II “Estudios y proyectos Técnicos”, allí se hacían estudios técnicos sobre los elementos que se iban a adquirir para el Ejército, a través del Departamento III, cuyo Jefe era el Coronel Gerardo Huber

[20] entre el mes de noviembre de 1991 y marzo de 1992, se desempeñó en la Dirección de Logística, en el IV de Administración de Materiales y a su vez trabajaba en Departamento V Informática.

[21] Flores Dahm señala que lo llevó hasta la casa de San Alfonso y llegó al lugar a eso de las 10:00 de la mañana, en circunstancias que él indica que llegó el día 30 de enero de 1992 en la tarde recién al sector del Puente El Toyo y posteriormente se dirigió hasta la casa de San Alfonso, el día 30 de enero de 1992, si estuvo presente en la casa donde alojaba la familia del Coronel Huber y si el testigo Flores Dahm, dice que estuvo allí a las 10.00 de la mañana es porque debe haber estado a esa hora en el lugar y si vio a Provis en la mencionada casa, tiene que haber sido también a esa misma hora. Agrega que fue a San Alfonso, por orden del Comandante de la Unidad y que eso debe haber ocurrido a las 10:00 de la mañana, pero no recuerda si Provis le dio esa orden personalmente y que subió al lugar de los hechos, unas siete veces o quizás más

[22] llegó a San Alfonso, aproximadamente a las 09.00 o 10.00 de la mañana, en dos autos y con personal del Batallón de Inteligencia según Adriana Polloni.

[23] Dira que “habían oficiales de Ejército de civil entre los que reconoció a unos oficiales de la Dirección de Logística y a otros del propio Batallón

[24] se recurrió al Coronel Novoa que estaba de vacaciones…en atención a que Gerardo Huber era una persona conocida, en consecuencia el propio Comandante en Jefe del Ejército debía estar preocupado por lo que ocurría con él y era necesario que tal preocupación se demostrara en los hechos, por ello se requirió a un hombre altamente calificado y de confianza del mando para que realizara algunas averiguaciones y diera un informe preliminar, él no vio ningún informe preliminar escrito, por lo que deduce que fue dado en forma verbal al Teniente Coronel García. José García Ferlice la idea de recurrir al Mayor Novoa, abogado de la Secretaria General del Ejército nunca le fue ordenada, pero que puede haber sido producto de una insinuación dada por los oficiales de la secretaria con los cuales conversó acerca de la situación del Coronel Huber. Novoa no le dio cuenta de su gestión y en ningún momento le pedió al señor Novoa que le hiciera un informe sobre la situación.


[25] trabajaba en la Comandancia en Jefe y dependía del Secretario General del Ejército

[26] en el año 1992 estuvo destinado a la Comandancia General de Guarnición de la región metropolitana y que en enero de 1992, desempeñaba la función de Jefe del Departamento II “Inteligencia”

[27] Director de la Dirección de Regionalización y Desarrollo del Ejército (DIRADE)

[28] Jefe de Seguridad de la Dirección de Logística. En su declaración expresa que “él personalmente abrió la caja de fondos con una llave que tiene que haberle pasado uno u otro (el general Krumm o el coronel Bustamante), porque en el tablero de las copias de llave que controlaba como Oficial de Seguridad de la Dirección de Logística, no se colocaban las llaves de las cajas de fondo. Ademas “no estuvo seguro de quien le ordenó abrir la caja de fondos de la oficina del Coronel Huber, si el General Krumm o el Secretario de Coordinación Coronel Bustamante

[29] el coronel Bustamente Aguilar indica que los documentos personales del Coronel Huber o por lo menos parte de ellos, sí estaban en la caja de fondos.

[30] Jefe de la Sección Evaluación y Coordinación, su función era asesorar al Coronel Huber, en las adquisiciones y proyectos de compras de material bélico.

[31] si pasaba algo la hiciera tira, sin leerla, le ordenó Huber Olivares

[32] en 1991 fue segundo Jefe del Departamento I “Estudio y Planificación”, de la Dirección de Logística del Ejército y en enero de 1992, asumió como Jefe del Departamento III, llevar el Registro de proveedores y estudios comparativos de adquisiciones

[33] con otros oficiales de la Dirección de Logística se turnaban para otorgarle apoyo a nivel institucional.

[34] en el año 1991 era jefe del Departamento I “Inteligencia” de la Dirección de Inteligencia del Ejército, donde permaneció hasta la fecha de su retiro en abril de 1992 y que el día 03 de febrero de 1992

[35] en la DINE trámites e informes, se hacían por escrito a través del General Lizárraga, según Horta Jones

[36] Manifiesta que desde el año 1972 que conoce a Julio Muñoz y aproximadamente desde el año 1975 que la familia de éste con la suya comenzó una relación de amistad, cuando ambas familias vivían en Osorno, fueron muchos años de amistad por lo que fue complicado convencerse de todas las actividades que estaba realizando Julio Muñoz para hacer creer a todas las personas que Gerardo se había suicidado y además de querer controlar absolutamente todo lo que ella hacía
[37] conoció al Coronel Huber en el año 1988 ó 1989 aproximadamente, cuando éste último se desempeñaba como Gobernador de la provincia de Talagante, trabó una relación amistosa.

[38] Curiosamente Anibal Correa solo habla de un hombre que lo llamó sobre el tema. Declara el sujeto que el día 01 de febrero de 1992, un hombre que no se identificó, pero que dijo llamar por encargo de la señora Adriana Polloni, le preguntó si le había entregado a Huber el dinero correspondiente al cheque, a lo que contestó que no y que el documento estaba en su poder, pero que no podía reunirse con la señora Polloni, ya que tenía un compromiso familiar. A la semana siguiente, recibió un llamado de un hombre, que no individualiza y le pedía que le entregara el documento girado por Huber, así quedaron de acuerdo de reunirse en un local de Lomitón, a eso de las 11:00 horas. La voz de hombre correspondía a Julio Muñoz

[39] en 1991 y 1992 trabajó en la Dirección de Logística del Ejército y se desempeño como asesor jurídico del Director el General Carlos Krumm Rojas, dentro de sus funciones, debía redactar contratos de compraventa de materiales de guerra, preparar bases administrativas de llamado a propuesta pública o privada y evacuan informes en derecho sobre las materias que se le consultaban, así le correspondía redactar innumerables contratos,

[40] conoció al Coronel Huber, ya que trabajó con él en la Dirección del Complejo Químico Industrial del Ejército y en la Gobernación Provincial de Talagante, entre los meses de febrero de 1987 y diciembre de 1991, desempeñándose como su ayudante y Jefe de Gabinete de la Gobernación, respectivamente

[41] Enrique Concha Sandoval …siempre recibía las ordenes por parte del Comandante del Jefe de Operaciones, que en la época era el Mayor Víctor Guzmán Martínez y este a su vez recibía ordenes del segundo comandante, que era Luis Briones Valenzuela o bien del propio Comandante del Batallón que era el Coronel Manuel Provis Carrasco.

[42] compañero de curso de Gerardo Huber, en el año 1964 en la Escuela Militar, a quien volvió a encontrar en el año 1977 ó 1978 cuando él ingresó a la Academia Politécnica del Ejército.

[43] Según Abel Sepúlveda Gutiérrez…él (Burgos de Beer) lo habría llamado para informarle de la desaparición de Huber, y Burgos lo niega y dice que fue exactamente al revés. Ricardo Sepúlveda, era secretario de la directiva del curso…lo normal es que…era el encargado de mantener las comunicaciones y coordinaciones con el resto de los compañeros de estudio en la Escuela Militar (una especie de asociación de ex alumnos).

[44] Niega haber llamado telefónicamente a Adriana advirtiéndole que el Ejército estaba en conocimiento de todo lo que ocurría en el proceso de la muerte de su marido

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