El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

miércoles, 17 de junio de 2015

OPERACION ALBANIA O ELEFANTE (V)

Masacre en Pedro Donoso: En verdad los hechos que se desarrollaron en la calle Pedro Donoso N° 82, Conchalí, empezaron el día anterior con una serie de secuestros de militantes del FPMR.

Los secuestros:
Elizabeth Escobar Mondaca, quien realizaba tareas de seguridad e infraestructura. Los agentes de la CNI la llamaban Purén Indómito. Su hermana Zunilda Escobar Mondaca, recuerda que Elizabeth salió el día 14 de junio entre las cinco y media a seis de la tarde llevando ropa suya porque, según dijo, tenía que ver un trabajo que le podían dar y como tenía que salir temprano al día siguiente, esa noche se alojó en casa de sus padres en la comuna de San Miguel, saliendo desde allí como a las 08:00 horas, sin que volviera a verla. Su amiga Iris Marillac dirá que el día 15 de junio de 1987 estuvo en su domicilio ubicado en esa época en Dávila Larraín N° 2271, en el barrio Franklin, retirándose de allí alrededor de las 08:30 horas, a juntarse, según le comentó, con su “Pato”[1] a quien incluso le había hecho un poema y esa noche no regresó a su casa.


Elizabeth Escobar 

Patricia Quiroz Nilo[2], miembros de las fuerzas especiales del Frente. El agente Heraldo Velozo Gallegos[3]. Cuenta el agente que el 15 de junio alrededor de las 11 AM se les ordenó dirigirse al sector de Vicuña Mackenna, en donde se habría detectado una reunión de varios miembros del Frente Manuel Rodríguez, en que estaba alguien que en una oportunidad se había contactado con “El Rey” (Juan Henríquez Araya), por lo que se acercaron a esa dirección. Allí se dio la orden de seguir a una mujer que había participado en esa reunión, lo que hicieron. Esta hizo un largo recorrido hasta Alameda, en donde se reunió con otra mujer y luego toma locomoción hacia el sector sur, hacia Franklin o por Avenida Matta. Expresa que la siguen y después de estar un rato en una casa volvió a salir, continuando el seguimiento de a pie. Se da aviso al Cuartel de lo que se estaba haciendo y desde allí se les comunica que iba un equipo de colaboración en su apoyo. Cuando la sujeto iba caminando por Carmen, al llegar a la esquina con Avenida Matta, vieron que aparece el equipo de apoyo, a cargo del Capitán Velasco, el que en una operación muy rápida procede a detener a la mujer, la suben al vehículo y se la llevan. Ante ello volvieron al Cuartel y no se les encomendó otra actividad específica que realizar.

Patricia Quiroz

Ricardo Hernán Rivera Silva, jefe regional de Concepción. Este residía en Lota el día 15 de junio de 1987, alrededor de las 10:00 horas y en circunstancias que regresaba a su hogar en calle Lord Cochrane N° 1330 de la Comuna de Santiago, se encontró con Ricardo que la estaba esperando, sin advertirle dónde iba o qué iba a hacer. Ese día había llegado a su casa en la madrugada, durmió un poco y salió aproximadamente a las 11:00 horas. Su hermana, Andrea de las Mercedes Rivera Silva, sospecha o cree que en Santiago se habría reunido con Ricardo Silva Soto (su segundo al mando al parecer).

Ricardo Rivera

Ricardo Silva Soto miembro de las fuerzas especiales del Frente. Casado con Doris Patricia Olguín Rodríguez. Era estudiante de 4° año de Química y Farmacia en la Universidad de Chile. Ese 15, aproximadamente a las 07:15 horas él salió de la casa junto a una hermana suya desde el departamento en que habitaban en la Villa Olímpica, expresándole que volvería a la hora de almuerzo, no regresando. En esos días Doris  notó a su marido preocupado porque andaba pendiente de los vehículos que daba la sensación que lo estaban siguiendo o vigilando.

Ricardo Silva

Manuel Valencia Calderón (doble militancia JJ.CC-FPMR), miembro de las fuerzas especiales del Frente, pertenecía a un Comité de Derechos Humanos de Ochagavía, casado con Claudia Correa Moncada (ella también era de las JJ.CC), con quien participaba en el Comité de Montecarmelo. Vivían con los papás de ella. Días antes le comentó que lo seguían. Ese día salió de su domicilio el día 15 de junio, como a las 17:30 a 18:00 horas para un examen médico en una consulta de Apoquindo porque tenía un quiste en un testículo. Iba acompañado de María Paz Caro, una amiga. Y esat recuerda que los dos (ella y Valencia Calderón) siguieron caminando percatándose de la presencia de dos sujetos que les seguían y detrás de ellos avanzaba un vehículo tipo Renault 18, hecho que le pareció sospechoso pero que a Manuel no le inquietó. Posteriormente, cuando ella se devolvió y Manuel siguió caminando, vio que tanto los sujetos como el auto lo seguían a una distancia prudente. Agrega que sintió ruidos extraños y la frenada de un vehículo que después relacionó con la detención de “Nacho” –Manuel Valencia-.

Manuel Valencia

Esther Cabrera Hinojosa (militante del PC y del FPMR)[4], quien cumplía labores de aseguramiento[5]. Vivía con una amiga, Iris Marillao Pizarro, también de ideas de izquierda. Ese día salió a las 8 30 AM, salió de su casa ubicada en Dávila Larraín. Le dijo a Iris, que iba a juntarse con su “Pato” –Patricio Acosta-.

Esther Cabrera

Ese día 15, recuerda  Cristián Baeza Figueroa estando en su domicilio de calle Magdalena Vicuña N° 1437, fue detenido por agentes de la CNI, quienes le preguntaban por un dinero y el auto, relacionando este último con un favor que le pidió Esther Cabrera en el sentido que le facilitara un estacionamiento para guardar un auto de un tío que venía del sur y como ése estaba arrendado, le sugirió arrendar el de la casa vecina, lo que se concretó.
En este caso el agente Luis Sanhueza Ros, recuerda que en la Brigada Azul a la que él pertenecía, su grupo o equipo estaba formado por un conductor, Manuel Ramírez Montoya (chapa  Pablo Godoy,  conocido como El Olafo) y un empleado civil llamado Luis Santibáñez Aguilera (chapa: Pablo San Martín)…. (S)u equipo recibió la instrucción de detener a una mujer que se la identificaba como “M16”, chapa que le pusieron los que la seguían, al desconocer su verdadero nombre. Le tenían ubicado un domicilio en Carlos Valdovinos casi al llegar a Gran Avenida y le suponían una misión de enlace entre los dirigentes y personas importantes del FMR. Recibió del Capitán Bauer la orden de proceder a su detención, y se le entregó la carpeta con la orden judicial y las hojas para estampar el acta de los allanamientos e incautaciones.
Se dispuso, también, que un equipo de la UAT, formado por Burgos (Fernando Remigio Burgos Díaz)[6], Patricio Acosta (Mauricio Eugenio Figueroa Lobos), quien oficiaba de chofer de la unidad y el “Viejo Horacio” (Carlos Pino Soto)[7], se integrara a este operativo. Carlos Pino recibió la orden de acompañar al Teniente Ramiro Droguett –Luis Sanhueza Ros- a un procedimiento de detención. Fueron en un furgón utilitario celeste que conducía el propio Teniente Droguett. El grupo estaba conformado por dos equipos, esto es, seis personas. (Sanhueza, Ramirez y Santibañez en uno y Burgos, Figueroa y Pino en el otro). Iniciaron la vigilancia tipo 14:30 a 15:00 horas y fueron llamados de apoyo por otro equipo que estaba en el lugar, dado que les avisaron que venía saliendo la sujeto a la que había que detener.
Fue así como la esperaron, desde la mañana, que saliera de su casa, (sale una vez antes, según cree Manuel Rigoberto Ramírez Montoya pero como al parecer no hizo “punto”, regresó sola a su domicilio, por lo que sale una segunda vez a las 3 PM) lo que hizo como a las 15:00 horas; subió rápidamente a una micro    y en definitiva llegó a un departamento en la Villa Portales, en el sector N°1 de la Villa Portales, se trata de la casa de Carlos Alexis Saravia Jiménez…subió al segundo o tercer piso de un block de departamentos y bajó de nuevo en unos diez minutos más….. En el departamento, ella conversa con Carlos Saravia y se va, rechazando aceptar la invitación a tomar onces o a alojar.
 Recuerda el agente Luis Alberto Santibáñez Aguilera, que en ese momento se produce un cambio de conductor en los equipos –que eran dos- porque el chofer del Teniente Sanhueza manifestó que le quedaba poca bencina y éste ordenó a Ramírez que fuera solo a llenar el estanque[8], motivo por el cual quedaron solos él y el Teniente Sanhueza; y en el otro equipo, el Horacio y otro agente, cuya identidad no recuerda. Agrega que cuando la niña se bajó de la micro, fue detenida por el “Viejo Horacio” –Carlos Pino Soto- introducida en el furgón en que se movilizaban y trasladada al Cuartel Borgoño para su entrega[9]. Esto es alrededor de las 5 PM, cuando por comunicación interna de radios, les informan del enfrentamiento en calle Alhué
En el relato de Carlos Pinto Soto, él no la conocía y que al venir caminando por la vereda en dirección al grupo, unos treinta metros antes había estacionada una micro sin pasajeros y después que pasó caminando aquella micro, el Teniente Droguett le dice :”ella es”. Expresa que se bajó del vehículo, se identificó como miembro del O.S.7 y le dijo que lo acompañara al furgón porque estaba involucrada en un asunto de drogas, lo que negó, pero en definitiva subió al furgón y una vez adentro, el Teniente ordenó hacerle un allanamiento superficial por si llevaba armas o algo semejante, las que no portaba. Se le vendó y amordazó, trasladándola en el furgón al Cuartel Borgoño donde se procedió a su entrega.

La reunión de los oficiales frentistas: En ésta van a caer tres personas José Joaquín Valenzuela Levi, Ricardo Silva Herrera y Ricardo Rivera.

Valenzuela Levi

El agente Sergio Agustín Mateluna Pino, encargado de hacer seguimientos y, en la época de que se trata, luego de un trabajo bien profesional, se tuvo un esquema bastante grande de personas involucradas y que tenían un alto nivel de jefatura. Ante ello el Capitán Hernández les expresó que había que “reventar” la operación, lo que significaba detener a las personas que de acuerdo a su investigación estaban involucradas. Le…correspondió salir en el equipo a cargo del Capitán Velasco –Iván Quiroz-, quien entiende era el segundo Comandante del Cuartel.
La idea del equipo era hacer "punto” en un domicilio en que se les había comunicado se encontraban tres sujetos de los ya antes investigados y que se había acordado detener, entre ellos el “Rapa Nui” y el “Lota”.
En un momento determinado, siendo las 14:00 o 15:00 horas, y estando en el Cuartel, por habérseles relevado para ir a almorzar, se recibió una comunicación en cuanto a que en el domicilio vigilado había movimiento de los sujetos allí reunidos. Entonces él se dirige al lugar, ahora en un furgón que iba a cargo del Capitán Hernández (Bauer), y efectivamente el “Rapa Nui” (José Levi) y el “Lota”, Ricardo Hernán Rivera Silva, jefe regional de Concepción; salieron del domicilio y antes que llegaran a Vicuña Mackenna, se colocó frente a ellos y los conminó con su arma a la detención, levantando éstos las manos, sin oposición, y los llevaron al Cuartel, en donde quedaron a cargo de un funcionario llamado “Quincy”. Además había otro equipo, el de Víctor Eulogio Ruiz Godoy[10]. A quienes se les encomendó por el Capitán Bauer que debía apoyar a otro equipo que había detectado a uno de los que debía ser detenido ese día y que se encontraba con otros más en una reunión en una casa de Vicuña Mackenna, por el paradero 21. Agrega que al llegar a ese lugar establecieron que las personas allí reunidas iban saliendo de la casa,…, correspondiéndole al grupo apoyar la detención de un individuo a quien le decían el “Lota”.
Respecto del tercer sujeto (Ricardo Silva), se le avisa que como a las 19::00 horas salió de la casa y que en micro se encamina al centro, bajándose en Mapocho y cuando “tomaba” por el Puente Recoleta hacia el sector de la Vega, procedió a detenerlo, también sin oposición.

El intermedio: Realizado las sucesivas detenciones, recuerda Krantz Bauer, y concluidos los procedimientos en Villa Olímpica y Varas Mena, que son más o menos coetáneos, calcula que a eso de las 02:00 de la madrugada se dispone que el personal vuelva al Cuartel Borgoño. Allí había siete personas detenidas, respecto de las cuales aclara que, por los datos que él tenía, las únicas sobre las que él había dispuesto su detención eran el “Rapa Nui” –Valenzuela Levi- y la “M16” –Esther Cabrera Hinojosa- pues era a los que en su estudio preliminar tenía ubicados. Los demás, sin perjuicio que alguna información tenía sobre antecedentes que los vinculaban al FMR, no eran de aquéllas consideradas para la detención de ese día y ésta se produjo porque al ir a buscar a Valenzuela Levi, el grupo encargado de ese trabajo les hace un contacto en el sentido que, siguiendo a Valenzuela, éste llega a una casa en que habían ya ingresado otros sujetos para una reunión, por lo que, en distintas circunstancias posteriores, se procede a sus respectivas detenciones, las que se produjeron entre las cuatro o cinco de la tarde del día 15 de junio de 1987 y fueron trasladados al Cuartel Borgoño. Agrega que aún cuando lo normal era interrogarlos extrajudicialmente y sobre todo identificarlos, en aquella oportunidad, por la gran actividad que había y pensando que podían tener unos días posteriores para hacerlo, no se hicieron de inmediato aquellas diligencias[11].

La decisión: Y cuál va a ser la suerte de los prisioneros: En versión de Corvalán, llama una primera vez al General Salas (director de la CNI) alrededor de las 04:00 horas de la mañana y como estaba pendiente la situación de los detenidos, llama al General Salas para solicitarle instrucciones al respecto, esto es, si se entregaban a la Policía de Investigaciones o Carabineros, o si se mantenían detenidos y eran enviados directamente a los tribunales. Allí, entonces, el General Salas le dijo que ninguna de esas posibilidades porque, siendo éstos de aquéllos que resultaron importantes dentro del Frente, había que eliminarlos.
Entonces llama a su oficina a Bauer Donoso, quien sigue el relato, quien le manifestó que ahora venía una segunda fase del procedimiento, dándole a entender que ésta correspondía a la eliminación de las personas detenidas….“esto era la guinda de la torta”,  lde dice Corvalán instrucción a la cual él de inmediato se negó por encontrarlo absurdo, dado que se necesitaba interrogarlos para conocer la verdad sobre sus actividades, que era para lo cual se habían detenido. Obviamente Corbalán tampoco le dijo cómo se iba a hacer, en qué lugar y de qué manera, ello debido a que él le manifestó de inmediato su rechazo a cumplir una orden de esa naturaleza, por lo que puesto en la situación de imponérsela o no, optó por lo segundo. Al ver su resistencia a acatar dicha instrucción, lo aceptó, diciéndole que no se preocupara, que ya había hecho bastante en el día y había cumplido bien su misión, que podía estar cansado y que lo liberaba de seguir en ese procedimiento.
Entonces él le exige que también debe liberar a la gente de su Brigada, lo que Corbalán acepta y así comienza a retirar a su gente, la que se recoge en la Unidad, quedando ésta toda la noche en el cuartel.
Ante esto y en su presencia, el Mayor Corbalán llama a Pancho Zúñiga para ordenarle que había que continuar con la segunda fase de la operación, lo que fue aceptado por éste, pero como allí Corbalán se da cuenta que Zúñiga era sólo un empleado civil, aunque con el rango de Oficial, llama de inmediato al segundo Comandante de la División, el Capitán Iván Quiroz (chapa en la CNI, “Capitán Velasco”), a quien también le comunica su decisión.
Iván Quiroz, a eso de las 04:00 horas, el Mayor Corbalán lo citó a su oficina, estando allí, además, Zúñiga y Bauer. Corbalán pidió a Bauer que se retirara y ocurrido eso, le dijo que para la segunda fase necesitaba cinco Oficiales y que Quiroz tenía que buscarlos a la brevedad. Salió con Zúñiga y le pregunta a éste si es verdad lo que él percibió, esto es, que había que matar a los detenidos, respondiéndole Zúñiga con una expresión algo así como que: "los detenidos se iban a ir todos cortados”.

Ivan Quiroz

Ante la duda de Quiroz –que regresó a su oficina para que le ratificara la orden- llamó por segunda vez al General Salas con el objeto que éste le confirmara la orden de eliminar a los detenidos. Completa el cuadro Quiroz, ante la orden y como Zúñiga a veces se excedía en sus atribuciones, volvió donde Corbalán para que le confirme la orden y éste, en su presencia, llama al General Salas, diciéndole a través del teléfono lo siguiente “Va mi General la segunda etapa de lo que Ud. me ordenó hacer”, por lo que, después de concluida la llamada, Corbalán le reprocha a él sus dudas acerca de que la orden era superior, indicando que “el Director de la CNI sólo dependía del Presidente de la República, por lo tanto, no podíamos dejar de cumplir la orden que se estaba dando”.
Corvalán dispuso que Zúñiga y Quiroz busquen la gente para cumplir la misión impuesta y tiene entendido que Zúñiga, que estaba encargado del plan mismo, encomienda a Quiroz que ubique a cinco Oficiales para el cometido y así, entregada la orden a esos mandos, él se desliga del asunto esperando su cumplimiento.
La hora apremia por lo que eligen y comunican la orden a Cifuentes (N.O. capitán Montalva); José Aníbal Rodríguez Díaz, ex Oficial agregado a la CNI; al jefe de la UAT, el Capitán Pérez (N.O. Capitán Sanz), quien le representó dicha orden, sobre todo porque su Unidad dependía directamente del Director de la CNI y también del Presidente de la República, razón por la que tuvo que insistirle que era una orden del General Salas y que si tenía alguna duda lo consultara con el Mayor Corbalán…; al detective Guzmán (N.O. Maluje) y también al detective Maass (N.O. Apablaza).
Debido al apuro y constante apremio de Corbalán, dice que no pudo hacer más, por lo que el resto debió hacerlo Zúñiga, esto es, buscar a las otras personas, sacar a los detenidos, sacar las armas y trasladarlos al sitio elegido, el que él no había visto ni conocido.
A su vez, Bauer Donoso se retira de la oficina de Corbalán, yéndose a la suya, pero sabe que entre Quiroz y Zúñiga se planifica la manera de dar cumplimiento a la orden de Corbalán, decidiéndose involucrar a otros oficiales de la División con la política esa de “que tenían que mojarse el potito”.



[1] Patricio Acosta, quien hacía unos meses había iniciado un pololeo con ella.

[2] Casada, con Patricio Acosta y con hijo de 6 años en la fecha de los sucesos, y que era cuidado por su padre, del cual se había separado.

[3] actualmente (2011) es Suboficial de Ejército, que se desempeña en el Batallón de Inteligencia y que, a la fecha de los hechos investigados, trabajaba en la Brigada cuyo Comandante era el Capitán Bauer, investigando las actividades del Frente Manuel Rodríguez. Sus funciones específicas eran las de investigación y seguimiento de sujetos que pudieren tener relación con el Frente; y su equipo de trabajo estaba compuesto por un empleado civil de la Fach, llamado Roberto Rodríguez, alias el “Jote”, y su conductor, que le decían el “Gigio”. Agrega que en tales condiciones su equipo estaba encargado del seguimiento y control de un sujeto joven que lo identificaban como el ”Rey”, apodo que le pusieron porque frecuentaba un domicilio ubicado en calle Lanceros del Rey, en la Villa Francia. Lo creían importante porque era muy escurridizo, tenía una gran capacidad para perderlos, andaba siempre armado, muchas veces se movilizaba en taxi, se reunía con algunas personas en restaurantes y normalmente hacía “puntos” con algunos sujetos importantes del Frente. Recuerda que en una oportunidad había hecho contacto con un individuo a quien le llamaban el “Rapa Nui”, cuyo seguimiento no era de su responsabilidad; que también se contactó con una mujer que después supieron era Patricia Quiroz; y que en otra se reunió con Ignacio Valenzuela Pohorecky. El Capitán Bauer, entonces, les dio la misión de seguir al “Rey” y se constituyeron en la calle Lanceros del Rey y en otros lugares en que se presumía podrían encontrarlo, de todo lo cual no se obtuvo resultado.
[4] En el liceo 8 desarrolla una labor admirable y luego de egresar de cuarto medio el Partido le pidió que siguiera en lo de los secundarios y no se fuera a lo poblacional. Pero las cosas no fueron tan bien como ella quería. Estuvo seis meses recluida luego de un acto propagandístico en una micro. Al huir del vehículo de transporte se cayó y fue capturada…. Posterior a su detención se estableció que en el caso de Esther había que “sumergirla” luego de su salida de la cárcel en octubre del 86. Sin embargo nada de ello ocurrió.. Esther era operativa en la columna de la zona sur. “…Ella luego pasó a la logística del FPMR. Fue en esa época del quiebre con el Partido y no sabíamos qué pasaba. Había mucho desorden. Estábamos muy chequeados. Incluso cuando llegábamos a Carlos Valdovinos, a la casa de Esther, había un negocio y el dueño nos alertaba de lo que pasaba: que habían autos extraños, hombres de negro, ‘chanchos’, etcétera. La CNI tenía muchas fotos de la Esther. Uno mismo cometía muchas irresponsabilidades. Luego de la Operación Albania todos empezaron a deshacerse de todo.“, sentencia Ignacio. En http://urbesalvaje.wordpress.com/2014/06/16/la-matanza-de-corpus-christi/

[5] La designación de Tarea la hace Perez Cristian, en http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/la-cni-sale-a-reventar/
[6] estaba destinado a la UAT, a la que fue trasladado luego de regresar de sus vacaciones, pues antes, a principios de 1987, era escolta del Mayor Corbalán.

[7] ingresó a la Central Nacional de Informaciones en el año 1984, en comisión de servicios, que pertenecía a Carabineros de Chile, en donde tenía el grado de Cabo 2°. Allí se le asignó el nombre de Horacio Olmedo, pero era conocido como el “Viejo Horacio”, en alusión a su cabellera canosa. Agrega que mientras cumplió funciones en el Cuartel Borgoño se desempeñó en la Brigada Verde, que investigaba el Frente Manuel Rodríguez y que comandaba el Capitán Téllez. Su equipo normal de trabajo era con un Sargento de Ejército apodado el “Manano” -.René Fernando Olivares Faúndez- y un empleado civil nombrado como el “Arica” –Mario del Carmen Salazar Sanhueza-. Integraban, asimismo, a veces, el “Bolchevique” y el “Rascabuche”, ambos empleados civiles.

[8] Manuel Rigoberto Ramírez Montoya: cuando fue a echar bencina a la Copec que queda frente a la Villa, se percató que se había producido la detención de la joven, la que fue introducida al furgón y conducida al Cuartel Borgoño, enterándose en el trayecto de otro enfrentamiento en Varas Mena al que tampoco concurrieron porque llevaban el “paquete” –detenida- al Cuartel..

[9] En la versión de Fernando Remigio Burgos Díaz, la mujer entra en el departamento de donde sale al poco rato hacia Alameda, y allí se la detiene por el Viejo Horacio y el Teniente Sanhueza, introduciéndola al furgón de la UAT. Hecho lo anterior, se le traslada al Cuartel, para dejarla allí y dar por concluida la misión. Lo que también repite Mauricio Eugenio Figueroa Lobos.

[10] Era jefe de equipo miembro de la Brigada Azul y cumplía misiones de búsqueda de información y seguimiento de personas
[11] Recuerda la amiga que fue a reconocer el cuerpo de Elizabeth Mondaca haber observado, además de los impactos de bala –que se habían cubierto con algodón- los variados hematomas en el cuerpo, en la cara, en la espalda, sus pezones desgarrados y un moretón grande en el pecho y al parecer le faltaban uno o dos dientes. Dice que tuvo la percepción que, por los impactos, hematomas, particularmente los de las muñecas, Elizabeth estuvo amarrada o esposada y, además, porque en sus piernas, desde las rodillas hacia abajo, no tenía más que moretones en los tobillos, dándole la sensación que la habían tenido tendida y aún disparado estando ella arrodillada. Así que es posible que si haya habido interrogarios al estilo CNI. En todo caso golpizas hubo.

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