El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

viernes, 18 de diciembre de 2015

BATALLA DE CHORRILLOS (II)

COMBATE DEL MANZANO


Frente a la presencia de unidades peruanas en la zona, el 27 de diciembre el capitán de una de las avanzadas del regimiento Curicó (una compañía al mando del capitán José María Barahona) dio aviso de que en dirección a Manzano o Pueblo Viejo se avistaban fuerzas enemigas de infantería y caballería[1]Una pequeña fuerza calculada en más de 300 hombres se aproximaba, en caballería e infantería. El segundo Batallón del Curicó es enviado primero, el Primer Batallón, al trote es enviado después
A las 7 i media el enemigo rompió sus fuegos sobre la compañía del capitán Barahona, quien les contestó oportunamente. Al llegar al término de mi partida, nos hallamos al frente de un grupo de más de cuatro jinetes, i el que suscribe acompañado del sargento mayor hicimos prisioneros a tres de ellos[2].
El enemigo entretanto quiso aprovechar la salida del valle para escapar, pero fue rechazado por la compañía del capitán Barahona. Por tres veces seguidas pretendió romper nuestras filas i otras tantas fue rechazado por el vivo fuego que hacia el segundo batallón. Por último, después de un tiroteo que se mantuvo con algunas intermitencias por espacio de dos horas, el enemigo fue completamente deshecho i huyó en dispersión hacia las quebradas i los cerros vecinos.
Se traslada el regimiento Curicó y cinco compañías del Tercero de Línea, en dirección a la ruta que debían tomar las tropas peruanas. El resto del regimiento 3º de línea, Lautaro, batallón Victoria y la batería de artillería, recibieron también órdenes de estar listas para el ataque, y al efecto ocuparon las posiciones que estimé más ventajosas para cortar la retirada del enemigo[3]
Como a las 3 i media de la mañana inicié con tres compañías separadas la persecución del enemigo i tengo la satisfacción de comunicar a US. Que la tropa de mi mando se condujo en esta nueva operación como soldados aguerridos, haciendo al efecto numerosos prisioneros. Se ordena a los Cazadores a Caballo saliera a cortar el paso de los fugitivos, designándole al efecto, se apostara en un portezuelo vecino al camino que había dado acceso al enemigo; hice avanzar al regimiento Curicó y acampar diez cuadras más delante de sus primeras posiciones con orden de emprender antes del alba la persecución. Dos compañías del 3º de línea fueron asimismo desplegadas en guerrilla a retaguardia de nuestra caballería con el objeto de apoyar sus movimientos[4]SE acordonan los cerros vecinos y se envía a la poca caballería disponible por quebradas y llanos para encontrar a los fugitivos.
La persecución se prosiguió con toda actividad el día 28 y parte del 29, dando los favorables resultados que me prometía. Han caído en nuestro poder tres de sus principales jefes, siendo uno de ellos el comandante del regimiento Rimac, señor coronel Sevilla, 9 oficiales, 1 cirujano, 1 practicante, 1 telegrafista y 120 individuos de tropa.  El número de muertos que durante el combate y la persecución ha tenido el enemigo pasa de 13, entre éstos el teniente coronel 2º jefe don Baldomero Aróstegui[5]Se capturan más de 100 carabinas Remington, casi igual número de lanzas y sables y 120 caballos, y como complemento, más de 1.000 animales entre vacunos, lanares y cabríos. Cayó asimismo en nuestro poder el aparato telegráfico de que se servía el enemigo, el instrumental de su banda de música, la documentación del regimiento e importantes comunicaciones privadas y oficiales. 


COMBATE DE LA RINCONADA O ATE 9 DE ENERO DE 1881
En La Rinconada de Ate se encontraba el coronel peruano Mariano Vargas con una fuerza de 340 soldados, compuesta por los hacendados y pobladores de la zona armados con viejos rifles Minié y piezas de artillería. Vargas dispuso asimismo su artillería en el cerro Vásquez.  constaban de la columna Pachacámac, al mando del coronel temporal Manuel Miranda quien era un hacendado de la zona, con aproximadamente 160 hombres de infantería cívica, un pelotón de algo más de 30 hombres llamado "compañía guerillera", al mando del mayor temporal Francisco Vargas y montados, los llamados “aguilillos” o caballos de paso, 100 hombres de a pie de la primera brigada de caballería al mando del teniente coronel Gurmecindo Herrada de los cuales sólo 25 estaban armados y 50 montados de la tercera donde parece que sólo 25 al mando del mayor Arguedas entraron en acción. A la retaguardia quedaba la batería del Cerro de Vásquez con piezas de grueso calibre.  Además se contaba como obra defensiva con una línea de defensa tendida a 100 metros de la casa hacienda de Melgarejo, que cerraba todo el acceso al valle de Ate, pues estaba flanqueada a ambos lados por sólidas prominencias donde se planeaba instalar artillería[6]. La línea consistía de una zanja de 2 metros de ancho por 1 y medio de profundidad, y de un parapeto de sólida piedra de cantería ubicado un metro detrás de la zanja, capaz de cubrir completamente a los soldados. Más o menos seguía una recta.  
Las unidades chilenas fueron enviadas a explorar el terreno hacia Lima. El Coronel “Orozimbo Barbosa llegó a Pampa Grande después de una marcha por la quebrada de Manchay desde Pachacámac con una fuerza de más de 2,000 soldados aproximadamente, armados con modernos fusiles Grass de fabricación francesa y con 4 piezas de artillería de campaña.
Recuerda José Miguel Varela, del Granaderos, que salieron de Machay como a las 12 PM y alrededor de las 2 AM llegan a una pequeño valle, regado por el Rímac….Al cruzar esta zona, el camino se estrecha y avanza muy encajonado por dos cerros. Dicho sitio es llamado “Portezuelo o Qiebrada de Ate” y transponiéndolo se puede acceder a un pequeño cerro, desde el cual se divisa Lima”[7]
Vargas tuvo noticia de la venida de la división enemiga a eso de las 5 a.m. (más de 2 horas antes de que se trabase el combate), que confirmó por la detonación de algunas "bombas automáticas", y por más que pidió refuerzos a la Reserva, estos no se movilizaron sino hasta muy tarde[8]. Mientras tanto los chilenos ganaron sin oposición las alturas de la línea de defensa, flanqueándola por derecha e izquierda. Iniciaron el ataque con fuego de artillería, y posteriormente la caballería abrió fuego desde las alturas.


Combate de Rinconada


Se ordenó que 3 compañías del Tercero de Línea avanzaran en guerrillas, y una carta compañía fue enviada a reconocer los cerros hacia la derecha del cañadón. Empezó el enfrentamiento con fuego de fusilería. “Los peruanos desperdiciaban sus tiros por millares y se notaba que su puntería era pésima, ya que a lo menos de donde yo estaba, no se veía que sus disparos causaran estragos en nuestras tropas”[9]. La artillería chilena es subida a un cerro y desde ahí empieza a bombardear con los Krupps.
La compañía del Tercero de Línea que había sido enviada aisladamente entra al pueblo de Ate y captura a un norteamericano que trabajaba en las defensas de Lima[10]. El Buin avanzaba sobre las posiciones peruanas por el fondo de la quebrada. Se ordena ataque general. Y cuando los peruanos empiezan a ceder, alrededor de las 8, se mandan a los Granaderos a atacar a la infantería que se retira, “levantando una columna de polvo y llenando el espacio con nuestro chivateo y el sonar de cientos de cascos golpeando tierra”. El foso cavado para defender la posición tuvo que ser flanqueado en fila de uno y luego se lanzan al galope de nuevo, alcanzando a los soldados peruanos.
Así lo cuenta Varela, el oficial peruano “…. descendia otra fuerza de caballería por el cerro Melgarejo, la que se dirigíó a tomar la retaguardia de la zanja, desde donde nuestros valientes les dirigian sus fuegos. desventajosamente. Convencido que estos denodados patriotas tenian que ser acuchillados miserablemente, ordene se retirasen sobre la chacra de Vazquez; instantes despues el enemigo quedó en posesión de nuestro campo no sin dejar antes de acuchillar a algunos de los nuestros. Esta retirada, dispuse, fuera protegida por la brigada comandada por el Teniente Coronel Don Millan Murga.
Al avanzar la división enemiga a la haciendas de La Molina y Melgarejo, penetró en el sector de tiro de las piezas de la batería de Vásquez, que inmediatamente rompió fuegos con todo éxito, pues la caballería enemiga volteó bridas[11].





[1] Parte de Orozimbo Barboza sobre el Manzano

[2] Parte del Regimiento Curicó
[3] Parte de O. Barboza

[4] Idem

[5] Idem

[6] Por Francisco Pantigoso Velloso da Silveira* (publicado en el 2012)

[7] Un veterano de tres guerras página 155

[8] Al tocar con el Coronel Pomar, Jefe del número 14 me hizo presente que no solo él, sino todo su batallón se encontraba desesperado por acudir al lugar del peligro, pero que se le acababa de comunicar órden, por su inmediato superior, de no moverse de su campamento

[9] Un veterano de tres guerras página 156

[10] mayordomo inglés, ingeniero Murphy, quien había trabajado en el tendido de la línea del ferrocarril, por lo que tenía planos de toda la zona y dio datos precisos sobre la ubicación y número de las fuerzas peruanas.

[11] Se cuenta que en algún punto del combate, el coronel Miranda hizo soltar a sus 300 toros de lidia, únicos en el Perú por entonces, con cuya estampida entraron en pavor los chilenos.



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