El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (II)

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (II)



Pese a alguna oposición interna de dirigentes situados en el extranjero, un núcleo del Comité Central tomó la decisión de internar armas en Chile, con el apoyo del gobierno cubano y su brazo militar, las Tropas Especiales. Se supone que la decisión se tomó por Gladis Marín, Luis Corvalán Lepe y el actual diputado Guillermo Teillier, Sebastián, jefe de la comisión militar del partido, hombre de confianza de Gladis Marín y nexo con el gobierno de Cuba. Estos tres personajes eran los que dentro del partido, en su léxico, se llamaba un-dos-tres, es decir el equipo de dirección más íntimo y que controlaba efectivamente el trabajo del FMR.


CARRIZAL BAJO

Para organizar cualquier tipo de resistencia armada, el principal problema era cómo ingresar de manera segura las armas con que se peleará. Y también es relevante la de pregunta por dónde traerlas.

Luis Corvalán Lepe
Evidentemente el camino seguido normalmente era el de la ruta del norte, por tierra, por Bolivia en 1983 (en Argentina el control era más férreo y los pasos no habilitados no eran alternativa[1]) y de antes, al estructurar el Frente a principios de los `80. Así las armas llegaban hasta la costa peruana y de ahí se enviaban a la frontera en vehículos con doble fondo lo que implicaba en todo caso un proceso lento y engorroso que aumentaba la posibilidad de ser descubiertos[2].
La operación que se decidió en Chile fue cambiar el método de transporte y la vía empleada, usando el mar en un país con una costa muy amplia, como la chilena, resultaría mejor. El plan era el transporte de las armas, con un total de 50 o más toneladas de armamento, siendo designado para esa tarea uno de los miembros directivos del Frente, Pedro de nombre real Orlando Bahamonde Barría, jefe de Logística Exterior del Frente. Para la operación, soviéticos y otros países socialistas pusieron el dinero para todo el tinglado. El costo se estimó en US$ 30.000.000 de esa época. Para ello Gladys Marín, dirigentes del partido y del FMR, estos últimos, radicados en Europa, debieron viajar a menudo a Moscú. Los cubanos se encargarían de la recolección de las armas, fuera en Vietnam, Checoeslovaquia y de los países del bloque del Este de Europa, fabricado entre 1983-4.
La Logística Exterior comenzó a funcionar en 1983 en una base instalada en Bolivia, desde donde ingresaron algunas cantidades mínimas de recursos y medios. Un oficial, Jorgito, inició este trabajo, al que se sumaron luego otros dos oficiales, Gladio Mena y Filomeno, más una de las doctoras graduadas en Cuba. En el interior del país, Malbrich y Gabriel eran los encargados de esa misión. La base pionera en Bolivia continuó trabajando hasta su prematura caída en 1985.
En Perú se instaló Patricio Hinostroza, apodado Ñato; en Uruguay, Francisco García, "el Amigo". Por último, en Argentina se organizó la base principal de apoyo, que se inició con dos hombres y llegó a tener la mayor estructura y cantidad de personal; Pablo o Simón, un acucioso oficial especialista en logística, fue su jefe; Antonio Reyes, el Negro Antonio, uno de sus primeros subordinados.
En la instalación y apoyo a las bases colaboraron los partidos comunistas de esos países, a través de vínculos facilitados a Juan Carlos por la Comisión Política radicada en Moscú. En Uruguay se contó con la colaboración del movimiento revolucionario 26 de Marzo y en Argentina, donde el Partido Comunista desempeñó un importante papel, también se tuvo el apoyo de Los Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP, de curiosa inspiración trostkista).
Gladys Marín
La estructura de Logística Exterior, con sus bases principales y de reserva, aseguró las comunicaciones permanentes antes, durante y después de la operación y fue la responsable principal en el flujo de los recursos económicos. Por la de Argentina, esencialmente, durante casi dos años pasaron con absoluta seguridad inestimables cifras de dinero, así como mensajes y personas, sin que su trabajo fuera descubierto hasta abril de 1987 (cuando) esta jefatura cayó en manos de la policía transandina; dos de sus integrantes, al obtener libertad bajo fianza en el proceso judicial a que fueron sometidos, salieron clandestinamente del país. Pablo, el jefe de la base, debió soportar largos años de prisión en cárceles transandinas.[3]
Desde los primeros traslados clandestinos de armamento en 1983 y 1984, procedentes de Bolivia, el Negro Gabriel impuso ese sistema impersonal de entrega de vehículos, lleno de medidas de seguridad y de controles previos y posteriores a las entregas. Nunca ningún traslado de los organizados por este hombre fue descubierto por algún aparato policial de la dictadura.
Sin embargo la política de la Sublevación Nacional necesitaba urgentemente de armas para ser llevada a cabo y en 1986, cuando se esperaba el año decisivo, no podía ser una mejor época.
Según una versión del diario La Segunda, dice Hugo Pavéz, abogado comunista, que en 1985 en una reunión clandestina entre la Dirección del PC y la Dirección del Frente se implementa la idea de internar armas de manera masiva, encargándose a Pedro[4], que había regresado al país un año antes, quien toma contacto con Alfredo Malbricht Baltra[5] (El Flaco o Albacorilla) y Sergio Buschman Silva (Ricardo o El Pelao)[6]. El primero se toma 6 meses de 1985 para revisar las costas del norte de Chile y determinar que Carrizal era el lugar apropiado, tras tener problemas con las autoridades en la caleta Hornos, al norte de la Serena debió descartarse ese lugar. El segundo servirá de tapadera legal de la operación.
Luis Rojas Nuñez lo relata así: Un militante, Juan Carlos, fue llamado por la Comisión Militar (Teillier[7]Pellegrin y Apablaza), el 5 de diciembre de 1984 (fija la fecha Juan Carlos, según Rojas) en la que se planteó “solo (el) planteamiento estratégico esencialAseguramiento para un nivel superior de la lucha", dice Juan Carlos. Como consecuencia, debía crear bases logísticas de apoyo en todos los países limítrofes con Chile y próximos a él y ampliar las ya existentes y preparar condiciones en Cuba para que recibieran a Sebastián (Guillermo Teillier) y a otros miembros de la Dirección del PC que iban a solicitar el apoyo oficial…. Siete veces fui a Moscú (dijo Juan Carlos) durante toda la etapa de preparación…La Comisión Política que estaba allá y otros miembros de ella que viajaron desde el interior del país, fueron informados, (de) los aspectos más generales”.
Alejandro Ronda
Recibido en Cuba, Juan Carlos, sería el único interlocutor válido para tratar lo referente de las armas. Siendo su enlace cubano el general Alejandro Ronda jefe de la Dirección General de Operaciones Especiales (DGOE) del Ministerio del Interior[8]. Este oficial sería entonces el responsable del lado cubano de la internación de armas en Chile. Claro, bajo estrictas medidas de seguridad. Según la investigación del diario La Tercera[9], hay una reunión entre Ronda y Guillermo Teillier, Sebastián Larraín, también conocido como El Príncipe. Por el lado cubabo, según Norberto Fuentes[10], las primeras maniobras para conseguir armas en Vietnam estuvieron a cargo de Patricio de la Guardia, en ese entonces jefe del Estado Mayor del Ministerio del Interior[11]. Pero ya antes, en la década de los setenta, el mismo sujeto buscaba y conseguía en el mismo Vietnam armas norteamericanas, para que se las cedieran a Cuba (que iban a otras guerrillas). La CIA, en un informe desclasificado de la época del descubrimiento de armas, señalaba, Hanoi no ha vendido a comerciantes privados las armas norteamericanas capturadas (en Carrizal Bajo) ...ellas aparecieron en Cuba como abastecimiento regional.
Muchas veces se ha querido responsabilizar de esto (la internación de armas) a Cuba, -ha declarado Guillermo Teillier- pero no, todo lo de la internación se decidió acá (en Chile), fue un acuerdo político nuestro… Yo conversé efectivamente con Fidel Castro, así como conversé también con Eric Honecker, y con gente importante de los países occidentales, pero no voy a dar nombres. En el caso de Castro, yo solo iba a pedirle ayuda. Y en los primeros intercambios, con la experiencia que el tenía, nos trató de desalentar, porque había una experiencia muy amarga en América latina de intentos de ingreso de armas…”. Así lo corrobora en parte el escritor cubano Norberto Fuentes; “En Chile tuvieron la idea y en Cuba se perfeccionó. El departamento América, la DGI, e incluso el Ministerio de Defensa Cubano, colaboraron con los chilenos”[12].

Tony de la Guardia, el segundo de derecha a izquierda, junto a Raul Castro
Juan Carlos, en aras de la compartimentación, empezó a reclutar a varios comunistas chilenos para que llevaran a cabo la parte exterior de la logística estratégica, aparte del sistema normal de internación operante hasta ese momento (vía terrestre) que siguió operando con normalidad. Esta decisión será relevante porque para el Frente (y es la tesis que sostiene Luis Rojas) la operación corrió a cargo casi exclusivamente del Partido, con escasa ingerencia de los frentistas (aunque las armas estaban destinadas a ellos), quizás la decisión fue influenciada por tener el control del armamento pesado y con ello el control del Frente.
En marzo de 1985 (según Juan Carlos) llegaron a Cuba Teillier (Sebastián) y tres miembros de la Comisión Política del PC, uno de ellos Volodia Teitelboim para el acuerdo general y la aprobación cubana, pero los detalles lo verían, Pedro[13], Juan Carlos y los de Tropas Especiales. Incluso se le dio un nombre clave, por parte de los cubanos: Volcán. Teillier le llamará Operación Rey.
Se hicieron simulaciones y pruebas en el exterior para ver la viabilidad del acuerdo con los chilenos[14]. Finalmente llegaba Pedro a Chile, en mayo del ’85, para decidir la ruta aunque una internación por vía marítima de carácter masiva era la mejor alternativa, pero ¿dónde? Primero arma un equipo de exploración: Alberto Malbrich, Antonio, Víctor Fernández y Alex Texier. “Antonio reclutó en Valdivia a dos ex compañeros universitarios de los años de la Unidad Popular. Malbrich, por su parte, convocó a Texier, su viejo camarada de la Juventud Comunista y compañero en el terreno profesional, ambos eran especialistas en informática y computación. Texier buscó al biólogo marino Víctor y a su compañera Vilma, conocida como la Negra, desde las aulas universitarias de Concepción, con quien Texier mantenía relaciones de amistad desde sus primeros años como jóvenes militantes comunistas.” Más tarde se sumaría Buschmann
Antonio de la Guardia, con lentes oscuros
La determinación de la zona pasaba por la zona costera que va de Concepción a Puerto Montt, y por otra el desierto de Atacama. Ese era el dilema. Lo que los limita en la elección fue que a uno de los militantes contrató una avioneta para analizar la costa de Chile, lo que era un riesgo ya que los pilotos eran militares en activo o en retiro o tenían vínculos con ellos; y por otro que “que uno de estos compañeros tenía una amante”, que era la cónyuge de un militar (quizás de la CNI). Y además había cuestiones geográficas como relata Alfredo Malbrich,Habían algunos lugares que no daban la profundidad, porque había que acercarse con el barco lo mas posible a la costa. Tenía que ser necesariamente una playa profunda[15].
Conseguir el personal en el país con el propósito de actuar en la operación, cuenta Pedro: Sebastián (Teillier) nos conectó con la Comisión de Organización (del PC chileno) y con la dirección de la Juventud Comunista, ellos nos vincularon con el Sindicato de Tripulantes Navales. Luego de varias propuestas que terminaron en negativas, llegan al capitán Alvear y a través de él a las tripulaciones del primer barco (el Chompalhue), que según Pedro actuaron sin que les pagaran, voluntariamente, al igual que los especialistas, entre estos últimos “un comunicador (radial) que se destacó por cumplir múltiples funciones fuera de su especialidad, conocido como "El Duro", y también nos pasaron a un navegante con un aparato de ubicación satelital. Salvador (Galvarino Apablaza), el jefe del Trabajo Militar de Masas (TMM) nacional (Apablaza) y Víctor, el jefe del TMM de Santiago aportaron cuadros importantes. En realidad todo era apoyo del partido, pero a través de contactos inorgánicos. Recuerdo a Puchini, un cuadro intermedio del PC a quien le habían apodado así por tener siempre un pucho en la boca, quien trajo algunos parientes a la tarea y además me presentó al Secretario Regional de esa zona y así llegamos a la tripulación del segundo barco.
Un breve paréntesis: el TMM o Trabajo Militar de Masas, calificado “como una estructura jerarquizada, un instrumento orgánico del PC….no era independiente… se creaba junto a cada una de las estructuras de base "civiles" que siempre ha tenido el PC. Cada secretario regional o local debía tener subordinado un "encargado militar", quien era el responsable de todo lo concerniente al "tema militar" en el territorio….Estos encargados del TMM a niveles regionales y locales recibían, al mismo tiempo, la atención e indicaciones del especialista militar o encargado del nivel superior. La cúspide de la pirámide de esta novísima estructura de mandos militares en el PC terminaba en un encargado o jefe del TMM a nivel nacional, que pertenecía a la mencionada Comisión Militar, cuya denominación en clave era "Mensaje" (que identificaba tanto a los jefes como a las estructuras militares o más bien militarizadas)….Las "fuerzas combativas" del TMM debían formarse, inicialmente, con los militantes comunistas y su misión consistía en realizar acciones… sabotaje menores,… Actuaban en cualquier lugar donde fuera necesario "paralizar", "detener" a las fuerzas represivas en el combate callejero, podían llegar al enfrentamiento violento y hasta armado…y sus armas, las piedras, hondas, cadenas, molotov y armas de construcción casera, aunque la frontera hacia el empleo de las armas de fuego fue constantemente sobrepasada (así como armas cortas, revólveres o pistolas). Esta estructura debía tratar de incorporar e  influir en las mayorías populares no militantes, a luchar contra la dictadura empleando formas paramilitares de enfrentamiento. (Operaba en) pequeñas "unidades de combate" o "unidades operativas" a partir de militantes de base y luego masificar nuevas "formas de lucha" en las mayorías opositoras al régimen militar. En múltiples ocasiones, estas estructuras cumplieron el papel inverso, generalizando ingeniosas formas de lucha y armas caseras nacidas de la experiencia popular en el enfrentamiento con las fuerzas represivas.[16]
Alberto Mabrich
Volviendo a Carrizal, Pedro (Orlando Bahamonde) concibe un plan para la organización de la operación a partir de dividir la operación entre Hombres de Mar, Hombres de Tierra, Almacenes de Tránsito, Transporte Carretero y Almacenes Permanentes…. Todas (las secciones) debían estar cortadas entre sí, sin cruzarse nunca (el compartimentaje era esencial), completarse con hombres adecuados para la tarea y cumplir con los tiempos necesarios para la organización y realización de la operación. Le presenta  el plan a Sebastián (Guillermo Teillier). "Se ve bonito en el papel, veamos cómo sale en la realidad", fue la respuesta. “En verdad, todo se hizo de acuerdo con ese plan, pero en la medida que pasaron los meses, se fueron violando pasos, y las interconexiones entre estructuras y hombres.”[17]



[1] Primero porque había que incluir a terceros o civiles, los arrieros quienes podían hablar y si caía uno podía caer la operación completa. Y segundo porque las cantidades serían pequeñas. Para el Año Decisivo se requería una catarata no un cuenta gotas
[2] Así la inteligencia peruana informaba a Chile de estos movimientos, en 1985 se informaba de las armas descubiertas en vehículos de doble fondo y de lo que se halló en una caleta de ese país. La Historia Oculta del Régimen Militar página 391.

[3] Rojas. Luis De la Sublevacion….Al igual que los párrafos anteriores en cursiva.
[4] Hombre alto, fornido, de rostro redondo y ex combatiente en Nicaragua.

[5]  Se trata de un programador de computadoras de 35 años (1986) quien ejerció cargos de jefatura en el banco de A. Edwards, laboró antes en Texas Instrument y en el Banco del Trabajo, vivía en Las Condes y cuya misión. Exiliado que regresó en 1979 al país y que en el 1º de Mayo de ese año fue  detenido por Carabineros.

[6] Miembro de la JJ.CC en 1962, quien de 44 años (1986) estudia Teatro en la Universidad de Chile, exiliado en 1976 al encontrarse detenido Carlos Camus y Cristián Precht, gestionan su salida del país y termina en Nicaragua, donde se encarga de Escuelas de Formación de Teatro, bajo la dirección del Ministro de Cultura de ese país, Ernesto Cardenal. Conoce a Pedro en una peña en 1982 y convencido ingresa al país en 1983 vía Merino Benítez. En octubre de 1985 se reencuentra con Pedro quien le da el encargo de instalarse con una empresa de exportación de huiros en Vallenar.

[7] jefe de la Comisión Militar, miembro del EDI desde sus inicios y de la Comisión Política cuando ésta se radicó definitivamente en el país. En la actualidad diputado por el Partido Comunista.
[8] Las relaciones con los grupos guerrilleros en el continente los había llevado el Departamento América, pero desde la caída de Barbarroja Piñeiro, quien privilegió siempre al MIR, el PC chileno gozó ahora de espacio y popularidad dentro de las autoridades de la isla caribeña
[9] Capítulo VI de la historia inédita de los años verde olivo, página 4, serie especial de La Tercera publicado el domingo 27 de mayo del 2001.

[10] Escritor cubano, quien gracias a un texto suyo Hemingway en Cuba, lo acercó al círculo de los Castro. En 1989 cae en desgracia por motivo de la llamada Causa N° 1, sobre corrupción y tráfico de drogas e los hermanos Ochoa (altos oficiales) y Patricio de la Guardia, de las Tropas Especiales.

[11] Las armas no eran sólo para Chile sino también para las demás guerrillas centroamericanas.
[12] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[13] Orlando Bahamonde

[14] En versión de La Tercera A mediados de 1985 se inicia la búsqueda de alguna franja en el litoral para el desembarco, eligiéndose finalmente Carrizal Bajo. Mientras las tropas de Roberto Márquez, jefe de la unidad operativa de las Tropas Especiales, empezaban a practicar en la zona norte de Cuba.

[15] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[16] Rojas Nuñez, Luis op cit
[17] Rojas Nuñez, Luis

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