El labrador y la serpiente

En una ocasión el hijo de un labrador dio un fuerte golpe a una serpiente, la que lo mordió y envenenado muere. El padre, presa del dolor persigue a la serpiente con un hacha y le corta la cola. Más tarde el hombre pretende hacer las paces con la serpiente y ésta le contesta "en vano trabajas, buen hombre, porque entre nosotros no puede haber ya amistad, pues mientras yo me viere sin cola y tú a tu hijo en el sepulcro, no es posible que ninguno de los dos tenga el ánimo tranquilo".

Mientras dura la memoria de las injurias, es casi imposible desvanecer los odios.

Esopo

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (V)

EL AÑO DECISIVO: LA MAYOR INTERNACIÓN DE ARMAS DE LA HISTORIA DE CHILE (V)


EL SEGUNDO DESEMBARCO DE ARMAS[1]: Cuenta Luis Rojas Nuñez, terminado el desembarco del 26 de mayo de 1986, Pedro supo que habría una segunda operación porque en el barco cubano había quedado parte de la carga convenida. Para realizar los ajustes, viajaron a Cuba el ingeniero Antonio y Sebastián. A mediados de julio regresa Antonio y traía consigo la fecha del segundo desembarco. Recuerdo (dice Pedro) casi textual lo que me dijo: "el barco cubano llega exactamente en diez días más, ya salió".[2]
Antes que viajaran los dos militantes frentistas-comunistas el propio Pedro había expresado: “Nosotros planteamos con claridad que el segundo desembarco no podía hacerse antes de cuatro meses. Cuando los compañeros se fueron de viaje, recién habíamos encontrado la goleta Astrid Sue, un excelente barco, mejor que el Chompalhue. Tenía un contrato de pesca por dos meses más y la compra fue con el compromiso de cumplirlo. Terminada esa faena, pasaba a nuestra entera responsabilidad. Después debíamos prepararlo, avituallarlo y dejarlo en óptimas condiciones para la misión, ya teníamos la experiencia de la primera. Además, nos habíamos planteado la tarea de optimizar todo el sistema organizado para la operación, superar los errores cometidos,prever todas las variantes y reclutar, organizar y preparar al personal paracumplir con éxito la misión. No se me olvida, solicité cuatro meses. Había razones objetivas que obligaban a esperar ese tiempo". A los cubanos no les gustó la respuesta y dejaron en claro que habría un segundo desembarco a la brevedad. Es decir en alrededor de 10 ó 12 días, aunque el equipo y la tripulación ya estaban disponibles


Vilma Olivares, segunda de izquierda a derecha.
A su lado, con barba Alex Texier.
Forman parte del grupo huirero

Juan de Dios Márquez el encargado de la seguridad del operativo, cuenta que “Cuando terminamos el primer desembarco se ordenó limpiar todo y salir. Entonces yo me volví para Santiago. Pero luego, cuando me comunico telefónicamente con un compañero y me dice que viene la segunda operación, yo le digo, pero ¡como!, protesto, y él me dijo, bueno, esa es la orden. Luego en Vallenar me encuentro con Rafael Pascual y lo primero que me dice es, bueno ¿y quién cresta dio la orden para esto?, ¡esto está quemado!”[3].
“Entre junio y julio de 1986 se efectuó una reunión en la casa de calle Serrano 701 de Vallenar, con la asistencia de Pedro, Alexis Texier, Sergio Buschmann, Claudio Molina y Pato Lucas, planificándose un segundo desembarco que tuvo lugar en el mes de julio, esta vez con el uso del pesquero “Astrid Sue”, con su tripulación incrementada con los marineros Manuel Gallardo Olate y Aliro Piña Rojas , pero con la exclusión de Mario Vega Vargas que había abandonado la nave por desavenencias con Manuel Santana y Alfredo Malbrich”[4].
Pero esta operación iba a ser realizada a matacaballo. se adquiere el Astrid Sue una nave de mejor calidad. Para la adquisición de la nave, Mauricio Gómez y Nelly Gómez (domiciliados en Felming N° 7862 en Santiago), junto a Nelson Ascensio Pardo la adquieren por $ 6.000.000 en efectivo y 2.000.000 mas que se debía pagar con pesca, para pagar una deuda que tenía el dueño de la Astrid Sue. Se compra el 20 de julio de 1986. Mauricio Gómez es enviado a Iquique para contactarse con Yuri Fortte Barrios y Alex Castro Cádiz. La tripulación se integrará por Nelson Ascensio Pardo, contramaestre Eduardo Aliaga Ramos, motorista Mardoqueo Saavedra Silva y como tripulantes sin esepcialidad Mauricio Gómez, Yuri Fortte, Alex Castro y Juan Gonzalez Zamora, además del cocinero Fredy Armando Peralta. Todos ellos se alojaron en una vivienda de calle Escuela, sin número, de Coquimbo, la que fue acondicionada por Nelly Gómez, comprándose Nelson Ascensio Pardo[5] una camioneta Chevy Luv, doble cabina, para el traslado de la gente del pesquero desde La Herradura al puerto de Coquimbo donde está amarrada la Astrid Sue. Ascensio Pardo había sido un dirigente comunista en un sindicato de tripulantes pero había sido expulsado del PC en 1971. El mismo Ascensio Pardo viaja a Santiago entre el 9 y el 17 de julio, donde empezaron a comprar equipo de telecomunicaciones. Primero en la Casa Royal ($ 568.000) y en la casa comercial San Agustín, donde adquiere 4 transceptores MT Mitsubishi, por la suma de $ 450.000. Adquisición de la empresa Ingeniería y Construcciones del Pacífico Ltda, con sede en Alcalde Pedro Alarcón N° 2143 Santiago. Todo ello adquirido por Ascensio, con dinero del Partido
Dirá la sentencia en el mega caso del Frente, que incluía el Arsenal, el Atentado y otras operaciones, “…con su tripulación incrementada con los marineros Manuel Gallardo Olate y Aliro Piña Rojas, pero con la exclusión de Mario Vega Varas, que había abandonado la nave por desaveniencias con Manuel Santana y Alfredo Malbrich. La nave (Astrid Sue) zarpó desde Caldera el 12 de julio de 1986, aproximadamente a las 19 hrs, recalando tiempo después en la caleta que se conoce como La Clínica –por haberse encontrado allí drogas e instrumental de enfermería- ubicada en el costado sur de la Herradura de Carrizal. En dicha caleta subieron a bordo Pedro, Malbrich y Juan Ruilova (Antonio o Loco Antonio). Al zarpar, “Pedro” dirigió una arenga a la tripulación, que no era conformada exclusivamente por militantes comunistas. Alex Castro, uno de los navegantes frentistas, notó en ese momento la incertidumbre de algunos; “Ahí recién muchos marineros se dieron cuenta de lo que estaba pasando y yo les decía que solo era un contrabando, que les íbamos a pagar, con tal de quitarles el miedo”[6].
Luego van a  Huasco a embarcar a Popeye pues era quien llevaba consigo una antena satelital y parte desde Huasco en un viaje largo de 28 horas. Toman rumbo noreste y hacen contacto con el buque cubano. Llegan al punto de encuentro a las 16 hrs, cuando consiguen contacto por HF con el buque cubano, separándose hasta las 20 hrs ambas embarcaciones esperando la oscuridad, y al reencontrarse el transbordo de carga duraría hasta las 4 AM, llenando las bodegas e incluso llevándola en cubierta, donde se perdieron numerosos bultos, unas 30 o 40 bolsas de material, pues les tocó muy mala mar (es pleno invierno). Eran unas 45 toneladas de material, cuánto se perdió en el mar quizás unas cinco toneladas. El marinero Yuri Forte sufrió un golpe en la cabeza y Patricio Ruilova decidió subirlo al barco cubano para que recibiera curaciones. La Astrid Sue debió resistir los embates de un temporal que estuvo a punto de hacer zozobrar la embarcación. Yuri Forte; “Ese barco se salvó solo por maniobra, porque en un momento dado teníamos la cubierta llena de agua y el barco se nos hundía. Ahí empezaron los gritos para acá, para allá, y hubo que botar algunas armas al mar. Yo no sé de tonelaje, pero me da la impresión de que traíamos mucho más de lo que aguantaba el barco. Ese regreso fue una odisea”.
Haciendo posteridad.
Militantes comunistas que participarn en la internación de armas
Llega de vuelta a Corrales ahora el 25 de julio mas o menos a las 5 AM  del 26 de julio. Acá sigue Pedro en su relato: llegó el Astrid Sue, como a las cuatro de la madrugada. Desde ese mismo momento empezó un intenso trabajo para descargarlo, éramos más de setenta personas trabajando. Llegó el día y seguimos trabajando un buen rato con el sol afuera, quizás hasta pasadas las ocho o nueve de la mañana…En un momento paramos y el barco se fue mar adentro. Por el día la gente se escondió en los mil recovecos que tiene la caleta, los vehículos se fueron y todo quedó como siempre, con cuatro o cinco huireros habituales. Al anochecer llegó el barco de nuevo y comenzamos a trabajar temprano; apenas cayó el sol ya estábamos descargándolo. A las dos de la madrugada ya habíamos terminado, pero teníamos un tremendo atolladero de material en la playa misma y arriba, en la quebradita que usábamos de tránsito, metros antes del lugar que los muchachos llamaban La Rotonda, donde podían llegar los camiones y camionetas.
“En las noches siguientes, fuimos sacando la carga desde la caleta hasta las minas. Fueron casi nueve noches de movimiento de vehículos y gente…

En julio de 1986 parecen haber adquirido la posada del Arbol del Marañon, ubicada 8 kilómetros al norte de Vallenar y a algunos metros de la Panamericana y quien cuidaba la posada Arnoldo Rojas recibe la noticia del dueño acerca de la venta del local, yendo sus nuevos propietarios a ir a buscarla el 12 de Agosto de 1986. Fue allí donde se encontraron con un barretín 22 toneladas de armamento, quizás el mayor requisado.

Para el 6 de Agosto se incautan las armas por la CNI. Para la fecha menos del 10% del armamento estaba repartido, y pequeñas partidas de armas entraron por Bariloche después para paliar la derrota. Pero no se puede andar por ahí portando un M-16, por lo que algunos debieron ser cortados en tornerías del partido.
Los cubanos demostraron su ira, culpando de incompetencia a los chilenos, pero a los cubanos los condecoraron en la sede de las Tropas Especiales.
Relata Javier Ortega en La Tercera que en la segunda semana de agosto de 1986, un alto mando frentista charlaba con otros compañeros en uno de los principales refugios del FMR en Europa Occidental. Sin entrar en detalles anunció importantes golpes para los meses siguientes. La conversación se interrumpió cuando el televisor de la sala difundió un acontecimiento de Chile. Consternado el jefe se puso a llorar.

La caída: Orlando Bahamonde (Pedro) asume responsabilidad en la caída: “Nosotros, dicho metafóricamente, hicimos mucho ruido, nos confiamos, nos extralimitamos a partir del éxito inicial. Movimos demasiada gente y vehículos, rompiendo con la compartimentación, con el secreto, y necesariamente fuimos dejando demasiados indicios.” Otros frentistas dirán: Pablo Flores: “Los compañeros que bajaban a los cabarets, se tomaban su trago y tal vez ahí, con alguna de las niñas se les soltaba la lengua”. Y Sergio Buschmann (Ricardo) “Inevitable fue que los marineros frentistas buscaran entretención en prostíbulos de la región. Las visitas podrían incluso ayudar como fachada; “Empezó la inquietud de porque estos huiremos no iban a casas de puta, no serán maricones estos gallos?, entonces había que ir a estos lugares”.
El 5 de agosto "…solo quedaban algunos paquetes de fusiles en la quebradita de tránsito, adonde llegaban los camiones….No lo sacamos porque ya era demasiado avanzada la mañana y lo dejamos para la siguiente noche. Esa apreciación fue un error grave. Debíamos haber mantenido el mismo rigor hasta que no quedara absolutamente nada en la playa ni en ningún lugar aledaño. Y con la última carga tuvieron un incidente con carabineros en el camino que por fortuna para ellos fue menor[7]. Otra cosa que les intrigó fue un hombre al que llamaban "el hombre de la moto" y que, justamente, bajó a la playa el día entre la primera y la segunda noche del desembarco. …Este hombre pudo confirmar las interrogantes de la "alcaldesa". En la denuncia que hizo esta mujer, aparecen declaraciones de un vecino que había visto armas en la caleta.
Mapa de la zona
La entonces alcaldesa de Mar de Carrizal[8], Magaly Salinas, afirma que “la gente se fijaba en que los afuerinos andaban con grandes cantidades de dinero y no iban a prostíbulos, y pensaban que eran traficantes de locos”.[9].
"Eran muy amables, siempre transportaban a la gente cuando lo necesitaba y pagaban bien por los huiros", cuenta la alguera Rita Rivera. "Hacían caminos donde no había, pagaban las algas aunque no se las entregaran y trataban de alejar a los algueros de los lugares donde ellos acampaban", dijo Magaly Salinas. Además regalaban botellas de whisky, un producto muy inusual en la zona. Por esa misma época, en 1986 empresarios japoneses de la industria cosmética decidieron adquirir las algas que proliferaban en la zona, pagando 3 pesos en promedio. Diego Lira a cargo de la empresa de fachada, empezó a pagar 3,50 y después $ 4 y por último a $5 el kilo[10] . Gastaban a manos llenas y sin pedir nunca rebaja en un pueblo y en medio de la recesión de la crisis de 1982.
Entre los vecinos se empezó a correr la voz qué algo raro pasaba en la caleta de Corrales: Allí se hablaba de movimientos raros, de camiones que se movían de noche. A partir de la alcaldesa de mar de Carrizal, Magaly Salinas, quien (la versión de Luis Rojas) le informó a la alcaldesa de Huasco, y ésta a los militares.
Según Krantz Bauer, oficial de Inteligencia del Ejército destinado en esos años a la CNI y encargado de la brigada que perseguía al FPMR, todo fue por casualidad. “Se rumoreó que la gente que había llegado (a Carrizal) podían ser contrabandista de locos. Este chisme llegó a la alcaldesa de mar de Carrizal Bajo, Magaly Salinas. Ésta se lo contó a la alcaldesa de Huasco, Gloria Nordenflycht, y ésta, en un viaje a Copiapó, pasó la voz a la esposa del intendente. Ella se lo dijo a su marido militar, quien ordenó a la CNI investigar el caso. Lo hizo sin darle importancia”.[11]
La posibilidad que hubiera algo con armas es lo que hizo aparecer a los agentes de la CNI quienes a las 10 de la mañana del 6 de agosto tocaron la puerta de la casa de "Magalita", como la llaman sus más cercanos. Concurrió el jefe zonal de la CNI. Su chapa era Ricardo Opazo. Ella los invitó a almorzar, pero ellos querían ir hasta el sector de Corrales, a 20 km al norte de la caleta. Un huirero (recolector de huiros) los guió hasta el lugar.
Pasaron las horas, y Salinas comenzó a sospechar de que se trataba de algo más grave. Cerca de las 8 de la noche volvieron a golpear su puerta: "Un capitán de Ejército me dijo que todo era más grande y terrible de lo que yo me había imaginado". La información que le dio el oficial era bastante confusa. Sólo una cosa entendió: los algueros eran extremistas y escondían muchas armas. La alcaldesa de mar salió a la calle y les avisó a los vecinos, casa por casa, que era mejor permanecer dentro de sus hogares, porque estaba en ciernes una posible "guerra civil". Esa misma noche los carrizalinos escucharon varias ráfagas de disparos. Luego supieron que se trató de enfrentamientos entre agentes de la CNI y miembros del FPMR.
¿Qué había pasado? Los agentes de la CNI se dirigen a la Caleta de Corrales. A los frentistas a quienes se les había dejado allí como guardia se les dejó un lanzacohetes y un M16. Según Ítalo Moya que hacía de guardia vio venir a un grupo de hombres, cuatro en total pero “pensé que eran gente que compraba huiros y decidí esperar sentado hacia la playa”. Extraña conducta porque según Juan de Dios Márquez; “La orden que tenía la guardia era que si entraba alguien o un vehículo extraño, tenía que hacer un disparo al aire, pero…no actuó”. Estaban en el lugar Juan de Dios Márquez (El Pollo), Pablo Flores Castillo (Freddy), Rafael Pascual Arias (Rodrigo) y Gonzalo Valenzuela, acompañados por Abel Rojas, el alguero que les vendía huiros. Según otro testigo Pablo Flores “A esa hora llegó el Jeep hasta donde mismo estábamos nosotros, en la playa. Como te digo estábamos tomando desayuno y con una guitarra en la mano. Ellos empezaron a revisar el lugar, porque juraban ciegamente que éramos traficantes de locos”. Completamente sorprendidos no se movieron y los agentes de la CNI, quienes tenían sus armas aún enfundadas empezaron a revisar el lugar.
En “El Ruco” encontraron a tres frentistas (militantes comunistas) y a un lugareño (Abel Rojas, el alguero que les vendía huiros), tan confiados que dormitaban (un par estaba alrededor de una fogata con una guitarra). Les bastó revisar las cajas para descubrir los fusiles M-16. Incluso “los CNI revisaron el lugar con las armas enfundadas, hasta que uno de los agentes salió del "ruco"[12] donde se dormía con una baqueta de fusil en la mano (en el expediente dicen que encontraron casquillos de bala). Es en ese momento[13] los detienen .Juan de Dios Márquez; “Me pegaron una patada en los testículos y nos tiraron a todos a tierra. Nosotros estábamos sorprendidos, no lo esperábamos”. También encontraron panfletos del FPMR y rollos de fotos[14].
El jefe de la oficina de Copiapó de la CNI ordena a dos de sus hombres quedarse con los detenidos. A los que se les agregó Ítalo Moya quien “estaba en una parte alta y vi movimientos raros. Entonces, cuando de improviso me sorprenden por detrás. Luego me amordazaron y me vendaron” y Gonzalo Valenzuela (Chayita). Según otra versión los dos bajaron hasta la playa y ahí fueron detenidos (que es lo más probable). A ese se sumaba el huirero Abel Rojas.
Pedro defiende al menos parcialmente a sus hombres que se dejaron sorprender: “en ningún momento yo los eximo de su responsabilidad. Como muchos dicen, si solo se hubiesen escondido, habrían pasado la inspección. También hubieran podido implementar perfectamente una defensa. Estaban preparados para una eventual situación de este tipo, tenían armas con qué responder y contaron con tiempo suficiente para hacerlo porque supieron de la presencia de los agentes desde que estos llegaron a la parte alta de la caleta. En fin, cualquier cosa hubiese sido mejor a la nula respuesta que dieron. Según una carta salida de la cárcel, entregada por el jefe de seguridad, los CNI revisaron el lugar con las armas enfundadas, hasta que uno de los agentes salió del "ruco" donde se dormía con una baqueta de fusil en la mano. Fue este quien dio la señal de alarma y fue entonces cuando sacaron sus armas y neutralizaron a los tres hombres que estaban allí. (Pero ellos) no tuvieron ninguna responsabilidad en que la CNI llegara a la caleta a investigar, esa es nuestra responsabilidad. Y segundo, ellos no sabían dónde estaba el armamento desembarcado. Como alguien me dijo en aquel tiempo, ellos fueron el elemento que precipitó la caída, la primera puerta que se abrió, aunque te reitero, no fueron ellos quienes dieron el número ni la dirección para que la CNI llegara hasta allí. Después se abrieron otras puertas que nada tienen que ver con ellos"[15].


El jefe y otro de sus subordinados parten en el jeep en que vinieron con rumbo a Vallenar llevándose a Juan de Dios Márquez (El Pollo), Pablo Flores Castillo (Freddy), Rafael Pascual Arias (Rodrigo) que van tirados en el piso del vehículo. Amarrados y vendados. Se cruza en el camino con Texier quien va en un jeep azul, pero no lo detienen por carecer de los medios para hacerlo.
Al mismo tiempo en el camino que va a la caleta de Corrales avanza una camioneta  una camioneta C-30 amarilla que conducía Sergio Buschmann, y en el que iban también Aníbal Niedblasky y Alfredo Malbrich. Se cruzan también con Texier Verdugo (calambrito) que va en dirección desconocida.
Los tres iban hacia la playa sin sospechar lo que había pasado. Buschmann al llegar al sector de la playa bajó solo hasta los roqueríos. Medio alcoholizado, Abel Rojas fue utilizado como cebo para atrapar al recién llegado. Dice Rojas que “ahí me pusieron de sapo, cuando de repente por un camino empieza a bajar alguien. Cuando se acercó me di cuenta que era Buschmann, el pez gordo. Ahí ellos le dijeron ¡manos arriba! y él les dijo ¡nunca alzo las manos! y siguió discutiéndoles”. Usando todas sus dotes actorales Buschmann se negó a ser detenido; “… y me dicen te estábamos esperando viejo tal por cuál, tu eres el director de la escuela de guerrillas y de inmediato me ponen una pistola en la cabeza. Entonces al tipo que me apuntaba le di un empujón y comencé a correr a los roqueríos, porque si tu estás en el campo o en un lugar abierto, el arma corta no te sirve”. Buschmann logró volver al jeep con sus compañeros (a esa hora ya eran cerca de las 7 PM) y retornar a Vallenar para alertar a sus compañeros, sacar algunas M-16 y volver por sus compañeros, esta vez con más gente. Anochecía y la CNI, sus tres presos, y el huirero quedaron en la playa. Pero la aparente tranquilidad se vio pronto interrumpida, cuando capitaneados por Buschmann, varios frentistas: Aníbal Niedblasky y Alfredo Malbrich, Texier y otros más volvieron al rescate de sus compañeros, ahora premunidos con fusiles M-16. “Les gritamos que entregaran a los presos y que si nuestros compañeros no subían, iba a empezar el baleo”. Por media hora el fuego se hizo intenso, tanto que en la misma Carrizal Bajo se oía con claridad. Sin muchas posibilidades debido al alto armamento que usaron los frentistas los agentes de la CNI (los dos que quedaban) huyen cosa que también hacen los detenidos que logran desatarse pues rato antes Gonzalo Valenzuela simula dificultad para respirar por lo que le sueltan las amarras y aprovecha de desatar a Moya Escanilla. Y también arrancan los recién llegados salvadores.
Ascencio Pardo
En Vallenar los agentes de la CNI dejaron a buen recaudo detenidos a los frentistas, y empezaron los llamados frenéticos a Santiago y a las autoridades de Copiapó de lo que se había descubierto en la costa para pedir refuerzos. Lo que habían visto no era una operación pequeña. Esa misma noche carabineros y agentes de la CNI locales empiezan a situar el primer cerco. Un vehículo se estaciona en el cruce de caminos que une Vallenar con Carrizal Bajo y otro se dirige más cerca de la zona para instalar otro. Ya debe acercarse a la quebrada de bajada cuando encuentran la camioneta amarilla que está estacionada y abandonada y allí se sitúa el otro equipo destinado a interceptar la zona.
UN poco antes cuando logran escapar desde la Playa, Sergio Buschmann junto a Diego Lira, Aníbal Niedblasky y otros dos frentistas, después de escapar de la playa huyeron hacia los cerros cercanos. Pensaron que la camioneta amarilla no les serviría porque los caminos ya debían estar cerrados completamente y así rodeados era mejor escapar por las rendijas que aún dejara el operativo de cerco yendo a campo traviesa, por donde el vehículo no podía atravesar.
Mientras en el cruce de caminos los dos carabineros y un agente de la CNI estaban de guardia cuando se acercó un jeep Toyota azul, en el que iban varios frentistas a los que se enfrentan a balazos, consiguiendo dejar inutilizado el vehículo y obligando a sus destinatarios a huir a pie también
Buschmann y sus compañeros pasaron cincos días intentando eludir el cerco policial, días en que sufrieron los rigores del desierto. De día dormían tapados con piedras; solo reiniciaban la marcha de noche. No tenían alimentos y el agua escaseaba. Finalmente fueron capturado cerca de la Panamericana el 13 de agosto, por Carabineros…. Italo Moya,…fue detenido dos días después en una mina abandonada.
Malbrich lo relata así: Íbamos en una camioneta C-30 de color amarillo…se encuentran con Texier y compañía. Buschmann baja a la playa y vuelve gritando que la CNI (los chanchos) estaban ahí, por lo que deciden bajar armados: Buschmann, Anibal Nierdsbalski, Malbrich Baltra y dos sujetos mas.
Sergio Buschmann, junto a algunos de sus compañeros, huyó caminando por el desierto. …. Otro grupo tuvo más suerte. Abordó un bote Zodiac y huyó por la costa varios kilómetros hacia el sur, hasta ponerse a salvo. Allí, para avisarles había llegado Diego Lira, quien al intentar llegar con refuerzos, se enfrentó con carabineros recibiendo decenas de proyectiles (el vehículo). Los frentistas resultaron indemnes del enfrentamiento regresando a La Herradura. Orlando Bahamondes Barría[16], Pedro; Vilma Olivares, su pareja Víctor Fernández, Claudio Molina y otros miembros de la empresa de fachada…, abordaron un bote de goma iniciando una desesperada fuga por la costa, tratando de evitar a los buques de la armada que ya habían sido alertados. Navegaron dos días hasta que se les acabó el combustible y debieron bajar a tierra donde continuaron escapando. Pero se comete un error fatal: la cámara fotográfica con un rollo sin revelar. La huida sigue por el desierto hacia Argentina, pasando toda clase de pellejerías. Recordaría Fernández que el hambre era tremenda. En ese deambular incluso nos tuvimos que comer una mula que encontramos y gracias a eso nos alimentamos durante diez días
Ítalo Moya
En el cruce donde había un control, de dos policías uniformados y un agente de la CNI, se enfrentan con los frentistas que huyen. Cuando a la mañana siguiente encuentran el jeep toyoya azul está con impactos de balas. En el iba Diego Lira y dos frentistas más luego de avisar a la gente de La Herradura. Allí Vilma Olivares (la cocinera del grupo), Víctor Fernández, y otros miembros de la empresa de fachada enterados del allanamiento en Corrales, abordaron un bote de goma iniciando una desesperada fuga por la costa, tratando de evitar a los buques de la armada que ya habían sido alertados. Navegaron dos días hasta que se les acabó el combustible y debieron bajar a tierra donde continuaron escapando. Claudio Molina recuerda que “por la necesidad de salir rápidamente de ese punto en el bote, es que se les queda olvidada la cámara”. El olvido de esa cámara, con numerosas fotos de los implicados en la operación, permitiría más tarde la identificación y captura de muchos de ellos. Este detalle fue el más increíble, pero tiene una explicación muy simple: propaganda. Documentan la operación para después presentarla al mundo, fuera que detrás de ella se venía el cambio a un gobierno “democrático y popular” con lo que los participantes serían héroes nacionales. Nadie quería quedar fuera de la Historia.
Víctor Fernández; “El hambre era tremenda. En ese deambular incluso nos tuvimos que comer una mula que encontramos y gracias a eso nos alimentamos durante diez días”. Gonzalo Valenzuela, Manuel Santana, Patricio Ruilova y Víctor Fernández lograron eludir el cerco y nunca fueron capturados. Distinta suerte corrieron Alfredo Malbrich -quien fue atrapado al salir de la casa que arrendaba en Vallenar- e Italo Moya, quién fue detenido dos días después en una mina abandonada.
Sergio Buschmann junto a Diego Lira, Aníbal Niedblasky y otros dos frentistas, después de escapar de la playa huyeron hacia los cerros cercanos. Pasaron cincos días intentando eludir el cerco policial, días en que sufrieron los rigores del desierto. Finalmente fueron capturados. Sin agua ni alimentos, muchos frentistas deambularon durante días por el desierto, ocultándose en puentes y alcantarillas.
En Caldera, los tripulantes del Chompalhue miraban las noticias en televisión. Un…periodista informaba que se había descubierto una escuela de cuadros y un gran cargamento de armas del PC. El capitán, Manuel Santana, recuerda que salió de inmediato a hacer una llamada de emergencia y que ordenó que “todos tuvieran sus cosas listas para irse”. Cuando regresó, había distintas opiniones. Un compañero sostenía que había que esperar las instrucciones del Partido. Pero él corta la discusión: “En esta situación el Partido se puede ir a la cresta. Hay que salir de aquí inmediatamente”. Minutos más tarde un furgón Suzuki cargado de hombres emprendió rumbo al sur[17]. Y ninguno de ellos fue detenido.
Pablo Flores
Sin embargo en el caso del Astrid Sue, en el que embarcaron varios que no eran militantes o al menos tan disciplinados, la situación fue diferente: Según Luis Heinecke, tres tripulantes de la Astrid Sue, Eduardo Aliaga Alamos, Juan Carlos González Zamora y Freddy Peralta Peralta se presentan a la Gobernación Marítima de Copiapó y relatan todo lo que saben. La razones eran dos: no eran militantes comunistas y no se les pagó por su participación en el Astrid Sue y su contrabando de armas, fuera que con eso se desembarcaban de cualquier relación con los comunistas. Aunque, acusan los denunciantes, qye se le hizo entrega de $ 1.200.000 a Alex Castro y a los tripulantes que si son comunistas le tocan $ 200.000 a cada uno[18].
El 7 de agosto cae el “mecánicoJorge Concha Gonzalez, en Vallenar armado y con $ 420.000. El 8 Malbrich,…fue detenido…en Vallenar, tras ser seguido desde una casa de seguridad a la que entró aunque no tenía puesta la señal de normalidad.  En un pirque minero caerá Ítalo Moya Escanilla. El primer arsenal sería entregado por Gonzalo Valenzuela y Moya (según Heinecke) y descubierto el jueves 7 de agosto.
Rafael Pascual Aria
Yuri Forte
Paula Afani relatará[19] tras la detención de los primeros frentistas, el primer arsenal fue descubierto en la zona de Carrizal Bajo. La sorpresa de los que vieron el arsenal fue mayúscula… hasta ese momento seguían convencidos que se trataba de una escuela de guerrilla. Además del cerco CNI-Carabineros…, tres aviones del Comando de Aviación del Ejército, trasladaron la mayor parte del material descubierto a La Serena y el resto en camiones del Regimiento Copiapó. Con cerca de 350 fusiles M-16, 124 kilos de T-4, un lanzacohetes RPG-7 y mucho más material (munición, equipos de buceo, motores fuera de borda, equipo de señales y tecnológico de comunicaciones, etc).
El primer reportero que acudió al sector de La Herradura de Carrizal Bajo fue Francisco Droguett,…camarógrafo de la Intendencia Regional. Sólo tenía conocimiento que un jeep de la CNI había tenido un enfrentamiento con subversivos en la localidad de Carrizal Bajo. Después de cuatro horas de viaje llegaron al lugar. Era cerca de medianoche….acercándose lentamente por una huella, muy difícil de andar, mientras tanto se acercaba otro vehículo, hasta que se bajó un agente armado con una subametralladora AK 47 con cargador doble,…. Dicho vehículo, al revisarlo al día siguiente se pudo comprobar que tenía más de cien perforaciones de proyectiles y sus neumáticos reventados,…. al llegar a la playa, lo primero que vio fue un campamento y una lona como una carpa, donde se suponía que vivía gente, pero al acercarse, grande fue su sorpresa, al apreciar gran cantidad de armamento tales como: fusiles, lanzacohetes rusos y americanos, equipos de comunicaciones y muchas municiones dispersos  por todo el lugar. Revisado el área por los agentes, unos regresaron a Copiapó y otros se quedaron custodiando  lo encontrado.  
La gigantesca operación fue informada recién el 11 de agosto de 1986 a la opinión pública,
Avión Casa-212 Ejército de Chile
El Ejército dispuso un avión CASA C-112, para trasladar a la prensa a Copiapó, luego por tierra hasta la caleta donde había un gran contingente militar de civil, con bastante apoyo aéreo de helicópteros, que sobrevolaban la zona. Ahí pudieron apreciar la gran cantidad de armamento, sobre todo fusiles M -16, cubiertos con grasa para evitar el óxido salino….lanza cohetes RPG-7, de procedencia rusa, cohetes LOW, de procedencia americana; granadas de piña y peras, municiones para M-16 por toneladas, equipos de comunicaciones  VHF marca Kenwood y Yaesu. Además bastantes alimentos y una famosa foto donde los extremistas posaban con las armas.


[1] Según Luis Heinecke este es el tercer desembarco, pues ingresa en el conteo el fracasado de Año Nuevo de 1985 

[2] No hay que olvidar que si alguien conocía las operaciones del Frente, era el PC y atrasar el desembarco de armas significaba que este tendría lugar (cuando la operación para el Atentado tenía como fecha inicial el 31 de Agosto) y las armas para entonces tendrían que estar en Chile.
[3] https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[4] informe de la CNI en https://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[5] Según la Revista Qué Pasa, fue obligado bajo fuerte presión para que comandara la nave en cuestión. Alegó lo mismo en el proceso

[6] http://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/las-armas-de-carrizal/
[7] "Salimos temprano en la mañana del día 5, en el punto quedaron tres o cuatro compañeros. Nosotros nos fuimos con Texier en un vehículo y Buschmann en el camión con el último cargamento. Íbamos a cierta distancia uno del otro. El chofer del camión no era experimentado, el mejor que teníamos llevaba días de trabajo, estaba extenuado y lo habíamos liberado. Cuando ya estábamos en pleno camino, nos cruzamos con una camioneta de la policía y personal de control de pesca, creo que era un inspector. "El chofer del camión se puso nervioso, y cuando se cruzaron rozó la camioneta de los pacos. Ellos siguieron su camino, pero a los cien metros se dieron vuelta, persiguieron el camión unos metros y lo hicieron detenerse. Como siempre, Buschmann hizo gala de sus dotes de actor profesional. Un inspector abrió el camión, corrió los huiros que la carga tenía encima, y descubrieron un paquete bien amarrado, envuelto en papel café como emparafinado, que era como venían envueltos los paquetes. "El hombre tiró del cáñamo, miró a Buschmann y le preguntó qué cosa era. Este le dijo algo así como que eran unos kilitos de locos, que los dejara pasar, que se podían arreglar. "A continuación le dio diez mil pesos, como un vulgar soborno, "Pa que repare el espejo roto", le dijo al inspector. Después de esto se fueron. Te advierto que no es textual, pero la historia fue más o menos así.

[8] La Alcaldesa de Mar no dice relación con la actividad municipal sino con la actividad marítima, es la autoridad en la caleta respecto a las actividades de pesca y tráfico marítimo.
[9] http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/

[10] para hacerse una idea se compraba un chicle por 1 peso, por lo que para entender los precios que se mencionan aquí hay que multiplicarlos por 10 ó mas

[11] http://www.casosvicaria.cl/temporada-dos/las-armas-de-carrizal-yunque-o-martillo/

[12] Una improvisada estructura de madera y cartones construida cerca de la playa, que los hombres llamaban “El Ruco”, se fue llenando de armas. Con los bultos cubiertos, todo parecía normal.
[13] Pablo Flores cuenta que “después siguen haciendo un rastreo y en algún momento uno de ellos encuentra entre las rocas un fusil M16. Ahí les cambio la cara y empezaron a gritar que éramos terroristas”.

[14] Una vez reveladas, en las imágenes aparecerían varios combatientes posando junto a las armas recién desembarcadas. Cuenta Luis Heinecke que “el 17 de agosto el locutor de Radio Moscú informó que las fotografías habían sido captadas por Jorge Triviño en 1985 y que esas mismas actividades habían sido filmadas por cineastas franceses de la empresa Colimason (todo lo que, teimpo después, fue ratificado por Volodia TEitelboim en el número 34 de la revista “Araucaria”)
[15] Rojas Nuñez, Luis op cit
[16] “Pedro”, también logró romper el cerco en el desierto. Luego de llegar a Santiago, salió meses después de país hacia Argentina y, desde allí, a Cuba.


[17] Los tripulantes del Chompalhue lograron llegan ilesos a Santiago, donde se ocultaron. Tiempo después abandonaron el país.
[18] Según los testimonios de algunos participantes, rescatados por Luis Rojas Nuñez, actuaron a título gratuito, sin que mediara pago alguno. Pero incluso ellos admiten que no todos los participantes, claro que en materias menores, fueron militantes comunistas.

[19] Afani Paula; Carrizal Bajo, 20 años después, capítulo VI, como sale en http://despiertachile.cl/not/414/carrizal__20_anos_despues/


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