UNA SIERRA MAESTRA PARA CHILE (II)
GUERRILLA RURAL EN CHILE. NELTUME Y NAHUELBUTA
FRENTE UNO: NELTUME
Los abastecimientos y las redes de
base: Uno de los
problemas era que faltaban transportes para llevar las mercaderías adquiridas,
hasta el monte. Ya que en cada viaje se necesitaba transportar 300 kilos o más:
y no solo alimentos, sino medicamentos y artículos de construcción. Equipo para
el invierno y todo ello para 15 o 20 personas. Además de la necesidad de
trasladar a las mismas bases de operaciones, para servir de depósitos y después
llevarlas, como asimismo casas de seguridad, construcción de tattoos en el
llano.
El MIR
explica esta situación: El frente Neltume enfrentó este problema a partir de Julio – Octubre del
80, lo que se
resolvía combinando el arriendo de vehículos con el reclutamiento de un chofer.
La compra directa de los abastecimientos y el traslado a la montaña.
Paralelamente con esto se desarrollaba un trabajo de base social en el
llano, con el fin de conseguir casa de tránsito para el contingente, organizar
equipos de compra, buscar vínculos que nos condujeran hacia la montaña en la
dirección de la zona del frente; buscar recursos y medios funcionales a la
tarea, mejorar las condiciones de seguridad de la tarea y de la clandestinidad
de los compañeros que estaban implementándola. Luego a partir de Octubre, la
tarea “mejora” porque es destinado a ella un compañero chofer que formaba parte
del contingente y se destina centralmente un vehículo apropiado para ese
propósito[1].
A fines del 80 se había logrado organizar la red de apoyo: era natural,
legal, conocido pero no quemado; tenía cobertura de trabajo que legitimaba su
presencia en el llano[2],
en el campo y en la montaña; tenía llegada natural y legítima, dentro de la
zona del frente; tenía medios de transporte e infraestructuras propias y
naturales puestos a disposición. Podía comprar, almacenar y transportar
alimentos a la montaña con cobertura natural; conocía la zona, las rutas y el
medio represivo en que había que moverse; tenía un compromiso político –
ideológico que lo identificaba con el partido y con la tarea que estábamos
empeñados: la red Moncho[3]. Este se “quemó” íntegramente al caer información de seguridad cuando el destacamento
es detectado en Junio del 81 y…hubo que replegar a sus integrantes.
Nelson Araneda
En el libro
del Memorial de Neltume, se cuenta que recién cuando llegó Paine, en agosto de 1980, la dirección nacional entregó a Tico y una camioneta para apoyar a la
guerrilla. La culpa de todo este atraso era según Tobías, de “cierta gente de
la Dirección Nacional de entonces y los suches burócratas que nunca faltan,
aplicaban criterios proteccionistas y defensistas en extremo”, para estos
sujetos todo era difícil y no se podía hacer
Cada
operación, desde la compra hasta la entrega de suministros tomaba entre 2 y 3
días. Todo ello sin armas para defenderse. A pesar de todo lograron armar una
red, a la que denominaron Moncho, con
la que se contaba a principios de 1981, pero la dirección nacional se negaba el
uso de la misma. Finalmente logística nacional decide relevar al grupo del
llano con la propia orgánica situada en el sur. Tobías, contento, esperaba subir al monte, pero Paine decidió esperar a ver cómo
funcionaba la red primero antes de actuar. Relata el mismo Tobías “El experimento duró
sólo un mes. Operativamente fue un fracaso y tácticamente un retraso…la red no
estaba capacitada para la envergadura de la tarea”. Tan así que la única
vez que falló el llano en un punto con los guerrilleros fue en esa época, según
el mismo Tobías. Mientras optan por bajar hacer subir a José y Elsa y a
Roberto.
El partido les cedió también la red de ellos. La
crítica se repite: “…y conste que se
trataba de la mejor red del sistema central y la única orientada a la función
de la guerrilla.” El trabajo de redes que tenía logística interior en el sur
fue activado en determinado momento, estableciendo un relevo en el uso de los
recursos y medios. Pero no dio resultados concretos en forma independiente.
Posteriormente se agrega este trabajo al grupo del destacamento en el llano. La
red Moncho operó entonces en las bajadas de Paine, traslado de armamento y
abastecimientos. Y en marzo de 1981 estructuran otra red, Canguro, en base a la
red central del partido. SE incorpora otro vehículo con otro chofer y se abren
contactos que les permiten operar desde Panguipulli.
A toda la
actividad de los miristas se suma otro problema, como el área de la guerrilla
iba cada vez más al interior, costaba más llevar los abastecimientos[4].
En total se
realizaron 15 operaciones de suministros de alimentos y equipos, 5 operaciones
exclusivas de subida o bajada de gente y 5 más para el solo Paine, 3 de
traslado de armamento y 10 para exploración. Cubrieron un área desde Pullinque
y Coñaripe hasta Puerto Fuy. La operación tomaba 15 minutos en la entrega del
material, fallando apenas un par de veces el primer contacto.
Resolver la cosa de aseguramientos, y del aseguramiento logístico en
particular, es una tarea demasiado compleja que no fue debidamente dimensionada
por la Dirección. El contingente tenía una idea más aproximada porque había
“pensado desde adentro”, es decir, sintiéndose directamente involucrados en el
esfuerzo,…y nunca fue
consultado por la Dirección[5].
Había que considerar varias cosas:
a. Costos financieros que demandaba mantener ese destacamento en funciones.
b. Se trataba de mantenerlos (a los miristas) dentro de un mercado restringido y en un comercio limitado en
cantidades y que en general se maneja con poco dinero circulando. Comprar
grandes cantidades y agotar stocks de ciertos productos pagando al contado “chin- chin”, sin facturas o RUT era
enteramente anormal. Todo esto significaba que en la tarea de compras solamente
se iban dejando indicios, cuando no huellas directamente (que, como en el caso
de los equipos, no tiene mucha diversidad de usos)….esto es lo que nos permitió
resolver en su momento la red “Moncho”.
c. los abastecimientos
hay que almacenarlos antes de trasladarlos al monte. Dejaban en custodia en los mismos negocios donde se compraba, o en el vehículo de la tarea. El compartimentaje exigía evitar usar las
bases de apoyo o quemarlas o enterarlas de las tareas de la guerrilla…. Este problema también lo pudimos resolver
mejor con la red “Moncho”.
d. El traslado de los abastecimientos al monte supone, además de contar con los mejores medios (vehículos y chofer),
recorrer grandes cantidades de kilómetros con carga comprometedora y sin “guía
de libre tránsito”[6],
con 3 o 4 controles normales y un control obligado ya en la entrada de la zona
montañosa. Arriesgándose en cada viaje[7] Este problema también lo pudimos
resolver—para variar — con la red “Moncho” en donde incluso podíamos mandar
adelante del vehículo con carga, un vehículo explorador que iba verificando la
normalidad de la ruta de encaminamiento trazada, aunque se siguió sin medios
defensivos hasta el final.
e. la entrega de manera oportuna y en el lugar que se exija. Lugares donde lo primero era reconocer el punto o
lugar de contacto para la entrega-descarga (la fuerza entregaba los puntos
“explicados” con fotos instantáneas, lo que ahorraba un viaje al interior de la
zona) y luego cumplir los plazos y cubrir en las fechas adecuadas. Las
operaciones de entrega eran en general directas, es decir, se cubría el punto
con la carga en donde estaba la fuerza con su operativo montado. Se descargaba
y rompía el contacto. La operación no duraba más de 15 minutos porque era
siempre un momento muy vulnerable. Las operaciones indirectas (dejarlo
directamente en un tatoo o depósito subterráneo) fueron un rotundo fracaso.
En lo que se
llaman el Área del Triángulo:… donde llegó el grueso del contingente. Con una base establecida, un “desarrollo mínimo” en palabras de
Tobías, se llama a París (Lorenzo),
para que se envíe al contingente que espera en Francia a las órdenes de Paine, los que a partir de Agosto de
1980 empiezan a llegar a Chile, de a uno o en parejas vía aérea París-Santiago, vía Pudahuel, con identificaciones falsas. Es el propio Tobías quien les recibe en el aeropuerto.
Luego esos
combatientes fueron llevados al Sur. En la zona los combatientes subían al
monte en grupos de tres: el 16 de Agosto lo hicieron Pablo, Jorge y Pequeco o Gabriel; el 25 del mismo mes le siguen Víctor, Roberto y Camilo, finalmente el 6 de septiembre
subió Mario, el 13 Elsa sube y baja Tadeo para tareas en el Llano.
La patrulla
o grupo que ya operaba en el monte cumplió el objetivo planteado y estuvo en condiciones de recibir al
contingente de 6 compañeros que ingresaron, establecieron un buen campamento
central y 2 o 3 campamentos secundarios, construyeron dos depósitos menores
para alimentación, ubicaron un lugar por el cual recepcionar alimentos y tenían
una visión básica (reconocimiento) del lugar donde se encontraban.
En esta área (del Triángulo) se realizaron recepciones de alimentos y se
efectuaron comunicaciones, una exploración mayor de la misma y se avanzó sobre
todo en la organización interna... Junto al mando militar (Pedro) propiamente
tal, se constituyó una jefatura político-militar que dinamizaba la vida
guerrillera de la fuerza y el difícil primer momento de inserción y
aclimatación al terreno.
A comienzos
de septiembre llega Paine y mientras
espera para tener reuniones con la Dirección Nacional, Tobías le rinde la
información “teníamos un contingente de
10 hombres en la montaña, al mando de Pedro, haciendo reconocimiento,
exploración y del acondicionamiento del terreno en la zona de El Triangulo; el
grupo se encontraba desarmado…; teníamos un rudimentario trabajo de redes que
aún no permitía resolver adecuadamente el suministro de recursos de la montaña”
y la carencia de contactos de base social en la zona rural.
Paine[8]
llega a tomar el mando del Frente 1 (Neltume) pero previamente debe reunirse
con la Dirección Nacional (interna), la que según Tobías, “plantea nuevas
relativizaciones al proyecto en cuánto a plazos, envergadura y ritmos de
trabajo que traíamos; ponen exigencias que se centran en mantener el secreto
del proyecto…; niega la necesidad y la urgencia de recibir armamentos hasta un
momento posterior…; además plantea subordinar el trabajo en el llano –que como
destacamento teníamos- al trabajo de redes central…. Hay un afán desmedido de
imponer la subordinación del destacamento en el monte a las directrices de la
Dirección Nacional”.[9]
Se fija una segunda reunión.
Pese a lo
duro de la discusión, se impone la Dirección. Paine entiende que el operativo está solo. Todo lo que sea la
logística no va a ser apoyada por el partido por lo que ordena que Tobías siga a cargo de esa tarea, a la
que se suma Jota y Elsa, los que deben bajar y agrega un
recién llegado para el destacamento, Tico,
destinado ahora al llano definitivamente. Antes de la segunda reunión Paine viaja al Sur y realiza también su
propio reconocimiento desde el Volcán LLaima por el norte y hasta el Lago Ranco
en el sur.
De vuelta de
su exploración, retorna a Santiago a una segunda reunión con la Dirección, en
la que “plantea que el partido en general
quien no está en condiciones de asumir en mejor forma las implicancias del plan
78”. Al menos se aceptó el traslado de armas pero con prohibición de
usarlas o entrar en combate sin la autorización de la Dirección superior. Pero
las armas finalmente, llegarían cuando arribara el jefe del Teatro de
Operaciones Sur, Ciro[10],
con quien ya habían existido problemas en la escuela de guerrillas Luciano Cruz
en Cuba. Eso significó numerosos viajes de Paine
a rendir informes a su jefe (TOS), tanto a Ciro
como a Juan, a los que se prestaba
sin protesta de Paine.
“En los hechos, el principal problema era la
absoluta dependencia del destacamento del trabajo de redes en el llano”
juzga Tobías y sigue su crítica
contra la Dirección Externa, Nelson Gutiérrez y el Pelao Moreno a “quienes hubo
que demostrarles y convencerles de que no era posible la logística… apoyándose
en la flora y fauna silvestre” de Chile. Esto no era Cuba ni Centroamérica.
Fuera que estaba prohibido realizar trabajo de base (político) con los
campesinos del lugar para que ellos proporcionaran los alimentos necesarios.
Su tarea era
“contar con casas de seguridad, organizar
la tarea de compras de alimentos y obtención de equipos, y disponer de
ayudistas dispuestos a asumir tareas clandestinas, pero todo este esfuerzo
tenía como denominador común la lejanía de la montaña….Y en aquellos años no
era difícil encontrar gente dispuesta a organizar, trabajar y luchar contra la
dictadura, lo difícil era llevarlos a trabajar a tareas secretas, clandestinas,
sin que supieran para que trabajaban”
Tobías por
ese tiempo vivía en Padre Las Casas, donde recurrió a las redes miristas: un
sastre para confeccionar los trajes verde oliva, unas mujeres de un grupo
cristiano de base de Pueblo Nuevo en Concepción tejiera ropa de lana:
calcetines, pasamontañas, guantes, etc. Gente que prestara su casa o recibiera
gente. Lo limitante era que se trataba de gente de ambientes populares y con
ella no podía cubrirse una fachada que incluyera un vehículo (en los setenta un
auto era un lujo) y las cantidades de comida que se adquirían eran difíciles de
explicar
A mediados de septiembre, la unidad recibió la instrucción de buscar una
vía para trasladarse de área, desde donde estaba hacia el área de Neltume. La llamada campaña “Fernando
Kraus” [11]
con este fin se realizó una primera exploración de 8 días por parte de una
patrulla que no alcanzó el. En el intertanto, el otro grupo de compañeros realizaba
comunicaciones y traslado de abastecimiento hacia el campamento.
Posteriormente se ejecutó otra exploración, reforzando la patrulla por
un tiempo más largo (10 a 12 días), que se desplazaría unida hasta el punto a
que había llegado la anterior patrulla y desde allí se dislocaría en dos para
buscar por dos vías la ruta parar llegar hasta el área de Neltume, denominada
el Rectángulo.
En octubre
de 1980, el mismo día que
ingresó al monte el cro. Jefe del destacamento (13 – 14 de octubre), Paine[12], una de esas exploraciones retornaba al campamento, habiendo cumplido el
objetivo, es decir, teníamos una vía para hacer el traslado de área y
contábamos con los abastecimientos para emprender ese traslado. Allí Paine se hizo cargo del mando directo y
asumió la jefatura político-militar del destacamento. En este momento también
se constituye formalmente el destacamento y adopta el nombre de “Destacamento
Guerrillero Toqui Lautaro”.
A fines de octubre se realizó la operación de traslado de área. Esto
consistía en la realización de una larga marcha con el grueso del destacamento
y en la realización de otras misiones finales en el área que se abandonaba. La marcha se hizo con una
sobrecarga, pues como se trataba de un traslado, cada combatiente debía cargar el
máximo de elementos de su equipo personal y del grupo, internándose a zonas
de mayor altura y dificultad geográfica.
La patrulla que permaneció en el Triángulo tenía la misión de:
a.
realizar las últimas comunicaciones por ese punto con las redes del llano,
b.
recibir abastecimientos y trasladarlos en cantidad, para todo el
destacamento hasta el área de Neltume.
c.
entregar a las redes el nuevo punto de comunicación y recepción en el
área a la que nos trasladamos.
d.
borrado de huellas del campamento, rutas habituales y depósitos, antes
de retirarse.
La segunda semana de noviembre el destacamento vuelve a reunirse, ya en
la nueva área, en el campamento denominado “el 25”. Se había desplegado un
vasto esfuerzo y un enorme trabajo. En esta etapa, además, se legitimó y
fundamentó posteriormente la designación incuestionada de Pedro como segundo al
mando. Se deja atrás un
área que siendo montañosa, era más baja, menos boscosa y accidentada, que la de
Neltume, o “área del rectángulo”. En dicha zona, cuando recién nos instalamos
en ella, ingresaron al monte y al destacamento otros cuatros compañeros,
alcanzando nuestra unidad la cantidad de 12 combatientes.
Soledad Aranguiz, una miembro del MIR, quien estaba en
las labores de apoyo, volvió en 1981 para
reconstruir el trabajo político que el MIR tenía en el Sur. En un primero
momento debía llegar a Puerto Montt pero – dadas las condiciones reales una vez
que estuvo en Chile- se sumó al trabajo que su marido estaba empezando en
Temuco[13].
En tales tareas también intervino Paulina Aguirre, ejecutada en 1985 por la
CNI, en Santiago.
Internacionalistas chilenos
En París…. Está Chamelo, listo para viajar de
regreso Al final de los 7 que esperaba, llegan solo 3: Rigo, Campos, Quinchalí. Por la presión de Paine parten. Así los 4 (contando a Chamelo) vuelven a viajar. París-Río de Janeiro-Buenos
Aires-Neuquén-Lago Huechulafquén (vía taxi). Llegan al último lugar con la
leyenda que van a pescar.
El 18 de
febrero inician una caminata hacia la frontera con Chile. En parte de la ruta
se detienen y dos miristas, Quincha y Campos[14]
son detenidos el 19 de febrero, por una
patrulla de Gendarmería argentina, cuando intentaban cruzar la Cordillera a la
altura del Paso Paimún o Hua Hum, frente a Junín de Los Andes, en el momento
que iban por agua para el grupo. Luego de dialogar con los detenidos y
solicitar sus identificaciones, ambos fueron conducidos a un recinto de
Gendarmería en la localidad argentina mencionada. Esta es la última vez que se les vio y desde entonces se
encuentran desaparecidos. Según fuentes
argentinas extraoficiales, los afectados fueron entregados a fuerzas de
seguridad chilenas, cumpliendo convenios entre las respectivas policías
nacionales. Campos y Quinchavil viajaban con identidad falsa, el primero como
Jorge Fortunato Herrera Avendaño y el segundo como Elías Santibáñez Ortiz;
ambos con pasaporte y Cédula de Identidad chilenos.
Chamelo y Rigo huyen pero dejan las cosas de los detenidos, los que luego
pasan a buscarlas escoltados por los argentinos. Chamelo y Rigo siguen su
ruta rumbo a Chile. Llegan a Liquiñe donde esconden el material que
transportaban y se visten de “civil” luego
pasan a Villarrica y de ahí a Temuco. Allí contactan a Tobías quien los devuelve por un par de
días a Villarrica pues de ahí van a partir hacia el monte. La ruta que hacen es
Villarica- Licanray y de ahí a la zona del rectángulo donde se sitúa el campamento
25 entre Roihueico y Cruce de Pasas por el borde este del lago Neltume. Allí se
contactan con Oscar, Pequeco y Pedro, quienes estaban en una operación de abastecimiento que
llevaban el Jota y Elsa a integrarse al grupo. También se
encontraron con Paine Víctor, Camilo, Jorge, Mario, José, Raúl.
A los pocos días de reagrupados y establecidos en el campamento “del 25”
(inaugurado el 25 de diciembre), el destacamento vive uno de los momentos organizativos más
importantes. Se establece la organización militar, se designa oficialmente al
compañero segundo al mando, no constituyendo más jerarquías ni rangos que la de
“Jefe del destacamento”, “Segundo al mando” y, en función a las tareas y
organización interna de la fuerza, los “Jefes de patrulla”. Se organiza el
destacamento en patrullas (variables en número y composición), se establecen
otras responsabilidades en la organización militar que no hacen al mando
directo (encargado de logística, uno de Informaciones y un Sanitario). Se
distribuyen los equipos individuales y se asignan los colectivos, se determinan
normas y principios para la vida individual y colectiva, horarios, aseo,
guardias, comidas, medidas de seguridad.
Por otro lado se organiza al Partido en bases, correspondiendo en lo
posible a la organización en patrullas, se eligen democráticamente los jefes de
bases y los miembros de la jefatura política, eligiéndose un Encargado de
Educación Política y uno de Organización. Se confeccionó un plan de funcionamiento
y discusión que en lo fundamental consistió en una línea de formación
determinada por la lectura colectiva del libro “El paso del guerrero” y otro
relativo a la vida y lucha de Lautaro. Se orientó a discutir y evaluar el
desempeño como unidad partidaria e individualmente en las tareas del
destacamento, se definió evaluar en base a informes realizados por la unidad a
los compañeros que eran simpatizantes, para proponer al Partido su
incorporación a la calidad de militantes.
Sobre esta base organizativa, y una vez realizada una recepción, se
planifica, desarrolla y ejecuta una prolongada campaña de exploración y
penetración de la zona del Rectángulo, teniendo como dirección general la
Cordillera de Lipinza[15].
Esta período dura 12 días y que permite construir nuevos campamentos, comenzar a
trabajar la información desde el punto de vista netamente militar y apreciar el
terreno bajo la misma óptica
En la etapa que va de noviembre de 1980 a marzo de
1981 uno de los puntos relevantes es la carta del secretario general del MIR[16]
en la que plantean una visión del
desarrollo global del proyecto y de la situación del Partido, del estado de las
condiciones generales y particulares que hacían al plan del proyecto, así como
las dificultades que había que enfrentar aún. Es decir, de la relación real,
desigual, que tenían las otras tareas del proyecto en relación al nivel y
disposición en que se encontraba el destacamento… Esto significaba cambiar bruscamente las expectativas de lucha y de trabajo
de todo el contingente. Los guerrilleros no parecen tomar el peso de los
dichos sino que se limitan a esperar las orientaciones de la Dirección.
La pregunta era qué hacer entonces, planteándose
diversas opiniones para corregir los
errores: como bajar a fortalecer o
iniciar las tareas desde el llano, o dispersar el grupo, o iniciar arriba el
trabajo de base social, pero en definitiva la dirección del Partido adoptó la
decisión de mantener el destacamento y el contingente en el terreno….Hubo
frustración, desencanto, perdida de la confianza en la dirección y en el
partido que no se “veía” trabajando en la dirección de la guerra revolucionaria
en el sur ni mucho menos en función del proyecto (con la excepción de la Fuerza
Central en Stgo. cuya actividad era sentida y apreciada por la fuerza en el
monte). Hubo incertidumbre; el contingente era de una mítica y disposición
plena a las tareas guerrilleras y sobre todo, predispuesta a iniciar pronto las
acciones combativas ofensivas…. Y la
dirección los llamaba ambiguamente a una larga permanencia previa, desarmados,
en secreto y en condición indefinida en el monte.
En cumplimiento del objetivo planteado, reconocer y explorar una zona,
habilitarla como zona base y conformar el núcleo central del destacamento
guerrillero fue desarrollado e impulsado permanentemente. Esto se tradujo en un
desarrollo constante de la exploración, el destacamento dislocado en patrullas
realizaba exploraciones de una semana como promedio, luego se iba poniendo en
la cartografía la información recogida y se iban determinando lugares de
campamentos, rutas. Se fotografiaban los accidentes naturales y artificiales
más importantes. En general, se logró hacer una profunda penetración de la zona
y construir en ella una red de campamentos que se fue habilitando con depósitos
menores. Los principales tenían capacidad y condiciones (leña, agua, cobertura)
para el conjunto del destacamento. Estos campamentos eran alrededor de 6 o 7. A partir de ese momento empiezan a desarrollar una serie de campamentos.
Estos fueron “25” (establecido en diciembre 25) el “83” (establecido el 8 de
marzo y ubicado en Quelhuenco) Las Papas (pues para llegar había que hacerlo a
gatas como si buscaran papas); El mirador (por su ubicación en un cerro) Leche
quemada (por un accidente en la cocina) La Promoción (donde todos ascendieron
de aspirantes a militantes del MIR).
La exploración permite, además, determinar tiempos de marcha, con y sin
peso, bajo distintas condiciones climatológicas y en diferentes terrenos…. Se
fueron construyendo los depósitos mayores para el abastecimiento, se logró
desarrollar una elevada capacidad y calidad en la construcción de estos tatús.
Esta tarea se desarrollaba en forma compartimentada, evitando que todos los
combatientes conocieran la ubicación de todos los depósitos. Las misiones de
abastecimientos y aprovisionamiento implicaban un despliegue de esfuerzos del
conjunto de la fuerza. Las recepciones nocturnas de estos abastecimientos, su
traslado hacia la profundidad de la zona donde se estaba haciendo las
exploraciones, el almacenamiento y traslado de parte de ellos a los depósitos,
como reservas.
Se desarrollo una cierta especialización de una de las patrullas en las
tareas de logísticas, tanto en la construcción de depósitos como en la misión
de abastecer al grueso del destacamento que ya sea dislocado en patrullas o
reunido, se encontraba más internado en la profundidad.
[1] Pero sigue siendo
artificial la relación “chofer-vehículo – sur – campo”, las compras y el
traslado de los abastecimientos al interior de la montaña. Junto con la llegada
de Paine, el destacamento destina
otros dos compañeros. a apoyar las tareas del llano, con lo que el grupo de
abajo llegó a tener 5 miembros.
[2] tierra menos
escarpada que desciende hacia Panguipulli, Temuco y Valdivia.
[3] Inicialmente hubo
dificultades de manejo clandestino con la dirección de la tarea, en cuanto a
activar o no esta red. Luego comenzó a activarse en función de las bajadas y
subidas de Paine a reuniones con la
Dirección, en el traslado de armamentos y finalmente en la globalidad de la
tarea de abastecimientos.
[4] hay que tener presente –
por ejemplo – que equipar a un grupo de 10 hombres supone alrededor de 300 kgs
en equipos individuales y 200 en equipos colectivos, que se deben renovar cada
cierto tiempo (entre 3 y 9 meses, por lo general); que esto tiene un costo
aproximado a los 10.000 dólares; que alimentar al grupo de 10 en la
montaña supone alrededor de 300 kg. De comida y 1.000 dólares por mes;
que la alimentación tiene que…contener las calorías necesarias, las proteínas,
la glucosa etc. para tratar de minimizar el desgaste y los niveles de
desnutrición que progresivamente va sufriendo el organismo de compañeros
sometidos a un inmenso esfuerzo físico, a un clima riguroso en extremo y a una
tensión sicológica importante (sobre todo en el primer momento de
adaptación a un estilo de vida guerrillero), y al mismo tiempo esta
alimentación tiene que adecuarse a las exigencias que supone el trabajo
guerrillero, es decir, la movilidad intensa, el desplazamiento de los
abastecimientos en el terreno, la conservación de las abastecimientos, etc.,
por lo tanto tiene que ser una alimentación altamente concentrada en peso-
cantidad (un Kg de arroz abulta menos y rinde más que un kg de
tallarines) densa y fácil transporte y conservación (un kg de chocolate en
polvo es mejor que un Kg de globena) y debe ser liviana y proporcionar comida
en cantidad más que en calidad ( un kg de leche en polvo es más práctico y
mejor que 3 tarros de leche condesada).
[5] Hubo incluso que desarrollar un esfuerzo especial de
discusión para demostrar a la Dirección lo equivocado y absurdo de la creencia
de que la fuerza podía autoabastecerse de la flora y fauna del terreno,
particularmente arraigada en los “grupos de apoyo” que tenía la Dirección para
sus elaboraciones en el exterior y que usaban como fuentes las enciclopedias
generales o guías turísticas. De esa forma se influía en las apreciaciones y
decisiones de la Dirección a partir de premisas erróneas y esta no logró una
comprensión cabal del problema de los aseguramientos, entre otros.
[6] Debe saberse que está
prohibido en Chile trasladar comida o carga comercial por la carretera o
entre provincias sin justificación comercial legal de donde viene y para
dónde va la carga. Esto es lo que se llama guía de libre tránsito, que es una
simple factura-guía que da el vendedor al comprador por mayor
[7] Nosotros nos tirábamos sin cobertura legal, jugándonos
la opción de pasar o no pasar, pero sin ningún tipo de protección armada para
el vehículo (carga explosiva para hacerlo volar), ni personal (para romper a
tiros o aplicar la defensa activa, replegándonos). Por tanto hacíamos planes de
encaminamiento que redujera al máximo los controles normales y evitábamos a
toda costa el último control.
[8] Posterior a la instrucción
guerrillera en Cuba, Paine ingresa clandestinamente a Chile en compañía de una
compañera. Ambos logran viajar al sur con la chapa de ser agentes viajeros.
[9] Durante los primeros meses en las
montañas de Lipinza, el contingente descubrió la cantidad de deficiencias que
el proyecto tenia. No existía el trabajo social de apoyo, una dirección
política ambigua, que mantuvo un grupo guerrillero en el monte totalmente
desarmado, sin una red adecuada para mantener las comunicaciones con la
Dirección del partido y resolver los problemas logísticos, de aseguramientos
para la sobrevivencia del grupo en la montaña. Todos los sobrevivientes por los
años 1984 estuvieron de acuerdo en que gracias a la tremenda fuerza ideológica
que los caracterizaba, la presencia y el ejemplo de Paine hicieron mantener las
banderas en alto. De lo contrario, habrían abandonado el proyecto al tercer mes
de estar en la montaña. http://www.lashistoriasquepodemoscontar.cl/paine.htm
[10] La Escuela de Instrucción Militar
“Luciano Cruz”, concentro un poco mas de 100 militantes que participarían de
este proyecto. El Comite Central había designado a Miguel Cabrera “Paine” y a
Ciro como responsables de la conducción e implementación del proyecto en Chile.
En los hechos solo Paine respondió desde el comienzo a trabajar en el exterior
en función del proyecto, reclutando y convocando a los militantes a volver a
Chile para irse a las montañas. Ciro trato de hacer lo mismo en Nahuelbuta,
pero a su llegada al terreno, las montañas de tupidos arboles de Araucaria
habían desaparecido. Ciro había estado en esa zona unos 10 años antes, cuando
allí había montañas y el terreno parecía propicio. Pero la realidad diez años
más tarde era diferente. Ciro abandono las filas del Mir para dedicarse al
comercio menor y lograr subsistir junto a su esposa e hijos en una ciudad del
sur de Chile.
[11] que, en lo
político-partidario significó afianzar la fortaleza ideológica y la comprensión
política de la tarea que se tradujera en una elevación de la disciplina, de la
organización militar y en el fortalecimiento del mando. En lo militar se
planificaron exploraciones y misiones de abastecimientos que permitieran
cumplir el objetivo de buscar una ruta que nos llevara hasta el área de
Neltume.
[12] quien asciende al monte ahora con
una pistola y una granada, armamento que le dejó personalmente Pascal Allende,
quien salió de Chile en 1980
[13] En Vidaurrázaga, Tamara “Mujeres
en Rojo y Negro: reconstrucción de memoria de tres mujeres miristas, 1971-1990,
en http://www.archivochile.com/tesis/04_tp/04tp0013.pdf.
[14] José Alejandro
Campos, padre de un hijo, estudiante de Enfermería, militante del MIR había
sido detenido con anterioridad, en octubre de 1973 y sometido a Consejo de
Guerra en Temuco, en la causa rol 1449-73, siendo condenado a 15 años de
presidio. Esta pena le fue conmutada por la de extrañamiento, en virtud del
Decreto Ley 504 y salió el 11 de febrero de 1976, rumbo a Dinamarca, y Luis Quinchavil, Profesor de Lengua
Mapuche de la Universidad de Heiden, Holanda, militante del MIR, también fue
detenido el año 1973, el 23 de noviembre, por el Servicio de Inteligencia del
Ejército y condenado por un Consejo de Guerra en Temuco, en la causa rol
2025-73, por infracción a la Ley de Seguridad del Estado a la pena de 7 años de
presidio. También se acogió al Decreto Ley 504 y conmutó su condena por
extrañamiento, viajando el 10 de junio de 1976 con destino a Holanda.
[15] Esta campaña consistió en
la exploración en tres patrullas y en distintas direcciones, con objetivos
determinados y plazos específicos. En su etapa preparatoria, se consideró la
capacitación colectiva en la misión de exploración, el uso de la brújula,
conocimientos de topografía aplicados, confección de croquis, la unificación
del lenguaje en la definición de accidentes para a la escritura de los diarios
de exploración, todo ello apoyado en las capacidades de los diversos
combatientes que mejor dominaban cada aspecto. Se confeccionaron mapas para
cada patrulla, a la par que se les fue dotando del equipo necesario y se les
asignó el abastecimiento necesario para el cumplimiento de su misión.
[16] se planteaba en esencia que
no estaban las condiciones que servían de marco y, en algunos casos, de premisa
para la irrupción de nuestra fuerza, pero que la tarea debía seguirse
desarrollando, que el Partido en el sur no estaba en capacidad de ayudar
suficientemente, por lo mismo no estaba la base social de apoyo necesaria
constituida, pero que el partido debía asumir esa responsabilidad, entendiendo
por ello al Partido del sur y no al Partido de la fuerza. Se daba cuenta que no
había redes y que la logística era insuficiente.
Se instruía para seguir preparando las condiciones en
el terreno, pero asegurando el secreto de la tarea como cuestión central y
pensando en estar en condiciones combativas, pero que no había que realizar
ninguna acción combativa hasta que todas las condiciones y tareas no se
hubiesen desarrollado.
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